El escritor Ángel Santiesteban Prats y su hijo Eduardo Ángel hace unos años. |
Otra vergüenza más cae sobre la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Esta vez, la vergüenza es un ataque sucio, manipulador y desleal contra Ángel Santiesteban.
Lo he leído en el blog La isla desconocida, del ensayista y periodista cubano Enrique Ubieta y aparece firmado en principio por ocho mujeres, entre las que se encuentran algunas escritoras a las que admiro por su obra. Pero más que esas firmas llama mi atención que aprovechándose de la acusación contra Ángel Santiesteban hagan un llamado a luchar contra la violencia contra las mujeres e inicien con este artículo (bochornosamente manipulador) una campaña de recogida de firmas.
Es, en definitiva, otro paso más en la campaña de criminalización de Ángel Santiesteban.
Las preguntas iniciales que les hago a las firmantes es esta: ¿las personas o personas que han urdido esta campaña, han tenido la decencia de darles a ustedes acceso a los documentos que tanto la fiscalía como el abogado utilizaron en el juicio? Yo, desde Alemania, sólo tuve que pedir que me enviaran todo por email y me bastó leer ambos expedientes: Acusación y Defensa, para sumarme al llamado que hemos hecho internacionalmente otros colegas y amigos a favor de alguien como Ángel Santiesteban.
Escribo estas palabras desde el profundo respeto que siento por la mujer, a la que como cristiano considero la más perfecta creación de Dios. Lo he demostrado en la vida y en mi carrera profesional. Justo ese 8 de marzo en que ustedes firmaban el documento, yo cumplía 16 años de matrimonio con una mujer a la que considero responsable de todos las cosas buenas que he hecho desde que la conozco. Y justo mientras ustedes firmaban, yo ofrecía una conferencia sobre la literatura escrita por mujeres en Cuba, en la cual, por cierto, mencioné a algunas de ustedes, orgulloso de haber sido testigo de una de las literaturas más sólidas escritas por mujeres en lengua española; y orgulloso además de ser, hasta hoy, el único escritor cubano que se decidió un día a descubrir, promover y antologar en cuatro antologías la obra de las narradoras cubanas. Como ustedes seguro saben, me enorgullece decir que muchas de las más importantes narradoras cubanas de la actualidad vieron sus primeros cuentos publicados en mis antologías.
Creo en esa máxima. Conozco el mecanismo para solicitar este tipo de firmas: solicitan firmar contra algo o alguien sin poner todas las cartas de la verdad encima de la mesa; quieren que te pronuncies contra algo o alguien sólo explicándote la versión oficial, la parte que les conviene, de los hechos. Por esa razón es que he decidido escribirles a ustedes (y a quienes quieran leer este artículo), invitándolas (invitándoles a todos), a responder con dignidad y limpieza estas preguntas.
Por ese entonces, yo vivía en casa de Ángel y estuve muy cerca del comienzo de esta historia de amor derivada hoy, tristemente, en odio. Recuerdo que Ángel solo agregó virtud y mejor vida desde que iniciaron su relación. Kenia trabajaba como gastronómica en un restaurante de comida china, y gracias a la tenacidad de Ángel, logró que ella comenzara un curso de Productora de Teatro en la UNEAC. Años después vi a Kenia viajar al exterior acompañando a Ángel en sus viajes culturales.
Ahora Kenia es la denunciante en la causa con que se le ha sancionado. No sé qué tipo de águila pasó por el mar o por la mente de Kenia para que, dos años y medio después de su separación como pareja, se decidiera a iniciar una serie de acusaciones personales, “curiosa y coincidentemente” poco después de que Ángel abriera su blog “Los hijos que nadie quiso” y de que su ex marido comenzara una relación amorosa estable con una conocida artista. Aquí sería bueno tener en cuenta que Kenia, incluso reconociendo públicamente que Ángel era un padre excelente, prohibió cualquier relación del niño Eduardo Ángel con su padre, pero como ya se sabe, a ocultas de su madre, Eduardo Ángel buscó a su padre apenas alcanzó sus 15 años de edad.
Conociendo a Kenia como la conozco, me gustaría apelar a su conciencia para que encuentre la luz, para que diga y defienda la verdad, sin prestarse a manipulaciones de ningún tipo, sobre todo por el bien del hijo que nació de ese amor; apelo a que los tribunales retomen un caso que, como demostró el abogado defensor, debiera ser legalmente anulado por la gran cantidad de irregularidades procesales y judiciales cometidas; y apelo a la decencia de quienes han lanzado desde sus oficinas o de quienes se han sumado ingenuamente a esta campaña de criminalización sin valorar la pura verdad de los hechos.
Desde mi punto de vista, he notado en todo el proceso contra Ángel Santiesteban suficientes evidencias como para afirmar contundentemente que se trata de una absurda y burda estrategia de la Seguridad del Estado por acallar su voz, temerosos del impacto que puedan tener sus críticas al ser pronunciadas por un escritor de su valía y reconocimiento.
Si yo tuviera un solo elemento de peso que demuestre la culpabilidad de Ángel en los delitos que se le imputan, jamás hubiera levantado la voz del modo en que lo he hecho. Incluso he escrito que si Ángel es culpable de algo, debe ser condenado por ello. Pero resulta que lo que hemos visto, tanto en el procedimiento policial como en el judicial, está tan lleno de fraudes, irregularidades, violaciones e intentos de sobornos y mentiras contra Ángel Santiesteban, que seguiremos alzando nuestras voces para denunciar este atropello.
Hemos convencido a prestigiosas instituciones (la mayoría de ellas no políticas) a que se sumen a nuestra defensa. Y lo hemos hecho con las pruebas en las manos. Animo entonces, a quien lea este artículo a que ofrezca respuestas fundamentadas en la verdad a las siguientes preguntas:
- ¿Por qué las denuncias no fueron coherentes desde un inicio y se demoraron más de un mes entre la primera y la última acta, cuando según la denunciante se trató de una secuencia de hechos ocurridos el mismo día? ¿Un mes después recordaba detalles que se supone, de ser ciertos, estarían perennes en su memoria?
- ¿Por qué la denunciante presentó el certificado médico con fecha anterior al de la denuncia?
- ¿Por qué el médico que supuestamente firmó el certificado, según declaración que consta en el expediente investigativo, no recuerda haberla atendido ni siquiera recuerda el caso?
- ¿Por qué la denunciante mintió el día del juicio, al asegurar que fue llevada al hospital, acompañada de un policía, luego de hacer la denuncia, si la fecha del certificado descubre que se confeccionó un día antes?
- ¿Por qué el Tribunal Provincial aceptó estas mentiras, a pesar del reclamo del abogado en su declaración del cierre de la vista oral? ¿Por qué tampoco respondió el Tribunal Supremo, que se supone es la instancia que se ocupa de velar porque no ocurran esas violaciones?
- ¿Por qué, como se comprobó luego, el Mayor Pablo, Jefe de los jefes de Sectores del municipio Plaza, que mantenía una relación amorosa con la denunciante, presionó al testigo de la Fiscalía para que no se retractara y por qué motivos asesoraba a Kenia Rodríguez, según la misma denunciante confesara delante de Ángel y su hijo?
- ¿Por qué fue extrañamente retomado el expediente después de haber sido archivado en el mismo inicio, al determinarse que no existían elementos para ser enviado a la Fiscalía y entablar un pleito legal?
- ¿Por qué se retoma un expediente cuando jamás antes se tomaron en serio las acusaciones Kenia (realizando sólo el trámite burocrático de escucharla) al ser evidente, según palabras del propio Investigador, el desorden nervioso de Kenia y la constante impostura y cambios en sus declaraciones? ¿Por qué la denunciante comete gazapos entre una y otra declaración cuando se refiere a lo mismo?
- Si no son razones políticas, ¿por qué se intenta convertir en un monstruo público a un hombre considerado un ciudadano ejemplar y un destacado escritor hasta el momento en que decide publicar sus críticas sobre la realidad política cubana a través de su blog? ¿Por qué esta campaña de criminalización coincide también con su marginación de la cultura nacional?
- ¿Por qué el expediente estuvo olvidado (archivado) justo hasta que llegó la invitación al Primer Festival de la Palabra en Puerto Rico, donde Ángel Santiesteban participaría junto a un grupo de intelectuales (de izquierda pero con posiciones críticas hacia la realidad política en Cuba)? ¿Por qué “casualmente” lo citan con urgencia y deciden imponerle una fianza de $1 000 (mil pesos), evitando así su participación en dicho evento de prestigio internacional en el ámbito literario? ¿Por qué justo en ese momento en que crecía el impacto internacional de su blog y justo cuando podría disfrutar de promoción a su obra y a su labor crítica como bloguero en un festival internacional es que se decide imponerle la medida cautelar?
- ¿Por qué enviaron al Investigador del caso (sí, al mismo que había archivado el expediente) a un curso sorpresivo, y de manera misteriosa extrajeron el expediente para llevarlo a otra unidad policial con otro Investigador? ¿Por qué ese Investigador retomó todo intentando involucrar a Santiesteban durante tres años, sin poder encontrar el más mínimo asomo de evidencia que relacionara a Ángel con los hechos? ¿Qué obligó a este Investigador a presionar, chantajear y hostigar a los testigos de Santiesteban, investigándolos en sus vecindarios y regando entre los vecinos la información de que se les investigaba por estar involucrados en el asesinato de un extranjero? ¿Por qué, como confesaron estos testigos, fueron presionados para que desistieran de su decisión de hacer justicia a favor de Ángel?
- ¿Por qué se tardaron tres años y medio para realizar la vista oral? ¿Por qué después de citados a Juicio, el día 3 de abril de 2009, suspendieron la vista? ¿Por qué se violó de este modo flagrante el Código Penal que establece que una vez ratificada y notificada una fecha a las partes, no puede suspenderse y regresar a investigación, salvo que en la vista oral misma surjan nuevas evidencias que el Tribunal necesite investigar? ¿No sería que comprendieron que no existen elementos para juzgar al acusado y sancionarlo, como finalmente hicieron? ¿Comprendieron que era demasiado obvio que cometerían una imprudente injusticia y luego, si no la preparaban bien, no podrían justificar la sanción por la falta de elementos probatorios?
- ¿Por qué el expediente viajó varias veces al Tribunal Provincial, siendo rechazado todas y cada una de esas veces?
- ¿Por qué tuvieron que amenazar a la primera abogada, como ella misma reconoció, obligando a Ángel a buscar otro representante legal que no se dejara presionar? ¿
- Por qué la Fiscalía, policía y denunciante (en mi opinión incentivados por la impunidad que sentían al ser apoyados por la Seguridad del Estado), construyeron un “testigo” falso que, gracias a la astucia de amigos de Santiesteban, lograron desenmascarar? ¿Por qué los jueces no desestimaron un caso evidentemente inventado, ante la aplastante evidencia de ese video donde este falso testigo relata la presión que recibió de la policía para que aceptara declarar en contra de Santiesteban? ¿Por qué Kenia, si está en poder de la verdad, necesitó sobornar a este testigo, como puede comprobarse en ese video donde el propio testigo exhibe los regalos que recibió como soborno?
- ¿Por qué a partir de que Santiesteban diera a conocer el video (autentificado como real y válido por un perito oficial), la Fiscalía se vio obligada a retirar esas burdas acusaciones que, entre todas, acumulaban la exorbitante suma de 54 años de cárcel por la extensa y delicada lista de falsas acusaciones? ¿Por qué, al verse descubiertos de forma tan clara, tuvieron que echar atrás su injusta maquinaria y desechar los 15 años que pedía la Fiscalía como sanción conjunta de todos los supuestos delitos?
¿Por qué a partir de ese momento, en vez de anular el caso por tamaña irregularidad (perjurio de la denunciante y demostrada su intención de dañar a Ángel a toda costa), decidieron regresar el expediente a la fase investigativa para reajustarlo y continuar con su malévolo plan? ¿Por qué y para qué lo estudiaron varios meses en la unidad policial, luego en la Fiscalía Provincial? - Importante y sospechoso: ¿Por qué el expediente fue solicitado desde la Fiscalía General de la República?
- Otro importante y sospechoso: ¿Por qué en el expediente consta, en una nota firmada y acuñada por el Investigador policial, “Interés urgente del Ministro”? ¿Por qué un supuesto caso de “violencia doméstica” se manejaba a la más alta instancia del Ministerio del Interior?
- Todavía más importante y más sospechoso: Si no hay tal trama política detrás de todo esto, ¿por qué desde la Fiscalía General el expediente fue enviado al Cuartel General de la Seguridad del Estado en Villa Marista, según informaron al abogado de Ángel santiesteban en la propia Fiscalía General? ¿Por qué, si la Fiscalía General de la República decía que el expediente se encontraba en Villa Marista, cuando el abogado de la defensa se personó en Villa Marista, negaron que dicho expediente se encontrara allí? ¿Qué había que ocultar?
- ¿Por qué se continuó con esta patraña, si el Investigador, a pesar de su denuedo por involucrar a Santiesteban, no pudo lograrlo, aunque hiciera trampa al respecto?
- ¿Por qué la Fiscalía, a partir del video antes citado del falso testigo, se vio obligada a retirar las denuncias, dejando sólo las menos peligrosas: “violación de domicilio y lesiones”? ¿Por qué se mantuvieron con estas acusaciones, si ya estaba probado con el propio video que Kenia Rodríguez mentía, por lo cual se le podía procesar por el delito de perjurio, cosa que tampoco se hizo?
- Si se trataba de un supuesto delito común, ¿por qué celebraron el Juicio en la Sala Primera de la Seguridad del Estado, en su sede especial en Carmen y Juan Delgado? ¿Por qué miembros de la Seguridad del Estado hicieron un despliegue operativo en los alrededores? ¿Por qué, como muchos testigos pudieron comprobar, distribuyeron guaguas “con el pueblo aguerrido y entusiasta, que espontáneamente accede a defender su revolución”?
- ¿Por qué el Tribunal sumergió a Santiesteban en la total indefensión al no tener en cuenta sus testigos? ¿Por qué, en cambio, mantuvo los endebles “testigos” de la Fiscalía, todos funcionarios del Estado y militares, confabulados evidentemente para intentar darle alguna credibilidad a la sanción que, infaliblemente, ya estaba dictada?
- ¿Cómo es posible que un Tribunal acepte como prueba contundente a la perito grafológica que asegura que Ángel es culpable por “el tamaño y la inclinación de su letra”, cuando el abogado de la defensa demostró científica y legalmente que la grafología, según norma internacional, no puede ser considerada jamás una prueba contundente?
- ¿Por qué se desestimó al testigo de la defensa que, gracias a la amistad que lo une a la denunciante, pudo afirmar que Kenia Rodríguez le había dicho en varias ocasiones sus intenciones de perjudicar al padre de su hijo, es decir, a Ángel? ¿Por qué también dejaron sin efecto las declaraciones de la maestra del menor (Directora de la escuela donde estudia el niño, es decir, persona confiable según las normas), quien aseguró que el niño le confesó que su mamá lo obligaba a mentir sobre su padre para dañar su imagen pública? ¿Por qué también, “curiosamente”, se desestimaron los testimonios de otros tres testigos, que demuestran que Ángel Santiesteban se encontraba en otro lugar justo en el momento en que Kenia, supuestamente, era abusada por Ángel?
- ¿Por qué los profesionales, que asistieron como público al acto oral: abogados, ex fiscales, intelectuales, luego de escuchar las partes, coincidieron en que Ángel era inocente y por ende debían absolverlo, pues no se pudo presentar absolutamente nada que lo incriminara, salvo la declaración de la Teniente Coronel (périto calígrafa) que asegura es culpable por su letra inclinada?
Basta apelar a un poco de decencia, a una pequeña cuota de ética para, ante estas terribles irregularidades, concluir que todo esto, aunque parece un chiste, es una bochornosa y alucinante pesadilla.
Pero, por si no fuera aún suficiente, quiero que respondan algunas preguntas más:
- Importante y probatorio de la infamia: ¿Por qué el oficial de la Seguridad del Estado conocido como Camilo, luego de propinarle una golpiza a Ángel Santiesteban, el 8 de noviembre de 2012, le dijo estas palabras: “¿no te bastan los 5 años que te vamos a echar”??. Delante de un testigo, el opositor Eugenio Leal, Ángel le contesta: “algún día vas a pagar tus abusos”, y el oficial Camilo, le responde: “cuando me toque pagar, ya tú lo habrás hecho”. ¿Por qué Ángel Santiesteban, gracias al agente Camilo, pudo dar a conocer internacionalmente la sentencia a la cual había sido condenado de antemano, un mes antes de que el “Tribunal” dictara sentencia?
- ¿Por qué la sanción fue excesiva, como demostró la defensa en el Recurso de Casación, si el “Tribunal” reconoce a Santiesteban como un ciudadano destacado en su labor intelectual, nacional e internacionalmente, y no le constan antecedentes penales, detalles que según la legislación cubana son atenuantes que podrían reducir drásticamente cualquier sanción?
- ¿Por qué existen múltiples casos en ese mismo Tribunal, procesados por el mismo supuesto delito, a veces con arma blanca y en personas con un amplio historial delictivo, y en ninguno de los casos las sanciones dictadas se aproximan a 5 años de privación de libertad?
- ¿Por qué, otra vez “curiosamente”, el Tribunal se equivocó en el inciso 2, que agrega un año más de sanción a la condena? ¿Por qué razón no se anula esta sanción como establece la ley para ese tipo de “errores” procesales?
- ¿Por qué el Tribunal Superior, que tuvo la decente oportunidad de enmendar tamaña injusticia, catalogó de “Sin lugar” (es decir, no aceptó valorar) el acucioso expediente presentado por el abogado como Recurso de Casación, ante la enorme lista de irregularidades cometidas en este caso.
Yo, convencido por las pruebas de la inocencia de Ángel, sigo haciéndome estas preguntas. No pido que las respondan. Aunque tal vez debieran hacerlo:
¿Por qué Kenia Rodríguez, la supuesta víctima, si estaba convencida de la solidez de sus pruebas acusatorias, le dijo a ese hijo que ella concibió con el amor de Ángel “que nunca pensó en ganar el pleito”?
¿Por qué y quién, otra vez “casualmente”, decidió y autorizó esperar a que culminara la Feria Internacional del Libro de La Habana para encarcelar al escritor Ángel Santiesteban si la sentencia ya estaba dictada?
¿Por qué no claudica ahora Ángel Santiesteban, si es un hombre inteligente y humilde, a quien otras veces he visto reconocer públicamente sus equivocaciones en su vida personal y profesional?
¿Por qué se siente tan orgulloso de encontrarse en prisión?
¿Por qué ha decidido darle a la Seguridad del Estado una lección de principios y lealtad a sus ideas, recordándoles con su actuación y sus escritos que esta jugada en su contra es simplemente un escarmiento, un mensaje solapado del poder a los intelectuales cubanos sobre el calvario que pueden sufrir quienes decidan rebelarse contra lo establecido?
Hagan lo que hagan contra Ángel, estoy seguro, la historia lo recogerá alguna vez como uno de los intelectuales más limpios, transparentes y valientes luchadores de su tiempo dentro de Cuba en estos tiempos tan convulsos que vivimos los cubanos. Yo lo conozco con sus virtudes y sus defectos. Y me siento orgulloso de ser miembro de su generación de escritores; me enorgullezco de su hermandad, y siento orgullo de ser amigo de uno de esos cubanos que, desde la isla, luchan porque todos tengamos el derecho de pensar con cabeza propia, el derecho de que se respeten nuestras diferencias, el derecho de expresar nuestras críticas e inconformidades políticas, sin que el poder nos catalogue con las clásicas y gastadas etiquetas denigratorias que hasta hoy han utilizado quienes defienden el pensamiento totalitario que, por suerte, cada día que pasa tiene más grietas en Cuba.
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