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El año pasado asistimos al “Freedom Forum” en Oslo donde tuvimos la ocasión de compartir con quien fuera campeón mundial de ajedrez por varios años, Gary Kasparov, convertido en la reciente década en luchador por los derechos humanos, candidato presidencial y defensor de los derechos civiles en su Rusia natal. Enfrentado al gobierno de Putin y Medvedev el ajedrecista no cejó en ningún momento de nuestro dialogo en acusar al gobierno ruso de estar asociado en negocios turbios con el gobierno rojo de Venezuela.
Las multimillonarias compras de armas por parte de Chávez a las empresas rusas que incluyeron hasta una planta de fabricación de fusiles Kalashnikov ascendía en ese entonces a varios millardos de dólares.
Este mismo mes de mayo la corporación rusa de exportaciones Rosoboronexport anunció que las compras de armamento por parte de Venezuela ascendieron en 2012 a U.S.$ 12.900 millones.
Kasparov en su intervención ante el Foro de la Libertad en la capital noruega dialogó con los medios internacionales y en el diario El País de Madrid aparecieron sus declaraciones para el corresponsal Antonio Caño en las que adelantó que la situación interna de Rusia era muy delicada y que vislumbraba “en dos o tres años una explosión masiva” ante al acoso a la población.
Allí enfatizó, mas bien repitió, lo que nos dijo en una entrevista para mi programa radial “La Cola Feliz” por la emisora Éxitos 99.9 FM de Caracas, al referirse a la relación Rusia-Venezuela: “…la presencia de Rusia en Venezuela no es ideológica, es cuestión de mafia”.
Desarrollando más su discurso sobre la conchupancia entre Putin y Chávez se explayó: “Todos los dictadores sobre la faz de la Tierra tienen lazos estrechos, sean Putin, el Gobierno chavista, Irán, Corea del Norte, Siria… Tienen contactos. Hacen negocios juntos, pero, más importante que eso, se apoyan los unos a los otros porque no quieren cambios y tienen miedo del efecto dominó. Temen que si uno cae, caigan todos los demás”. Igualmente que todos esos negocios no están intencionados a montar un imperio o a continuar una ideología: “No es ideológico, es una cuestión de mafia. Todo está basado en el dinero y en el poder, no en la ideología”. Mas adelante en referencia directa a Venezuela el luchador civil ruso enfatizó: “Venezuela tiene dinero. Yo creo que más bien se están protegiendo el uno al otro. Porque si Putin cae, el Gobierno chavista perdería un aliado fundamental en el exterior. Y, si el Gobierno chavista cae, muy probablemente todos los demás Gobiernos de América Latina que le siguen harían frente, seguramente, a grandes problemas”.
La penetración de las mafias rusas petroleras, armamentistas y de construcción de viviendas están a la vista de quien quiera enterarse con solo colocar en Google los nombres de los dirigentes rusos que han venido visitando -y cobrando- a sus pares venezolanos en los años recientes.

La entrevista completa en El País:
(http://internacional.elpais.com/internacional/2013/05/18/actualidad/1368914319_067917.html)