Resumen de noticias
Lázaro González/ Cubanálisis-El Think-Tank
“No he estado enumerando las manchas en el sol
pues sé que en una sola mancha cabe el mundo”
Silvio Rodríguez [Resumen de Noticias]
Días “tranquilos” en Cuba y sobre Cuba, sin grandes acontecimientos que acaparen titulares en los medios como ocurrió durante los meses de marzo y abril. Sin embargo, pletóricos de esos hechos sin transcendencias épicas, pero que interconectados en el contexto adecuado revelan que en Cuba se esta haciendo historia.
En el necesario proceso de desmontaje del fidelismo, en tanto mecanismo de supervivencia y adaptación a los nuevos escenarios del castrismo, una de las direcciones de trabajo es convertir en referencia histórica en forma de piedra y bronce el ideario de Fidel Castro.
Un grabado en la Plaza de la Revolución Ignacio Agramonte en Camaguey, un busto en el centro histórico de Caracas, y una tarja a destiempo por el 50 aniversario del discurso de Fidel sobre la ciencia.
Más de tres meses después que se cumplió el cincuentenario del fatídico discurso que marcó el secuestro de la ciencia cubana por Fidel Castro, alguien se percató que era una excelente oportunidad para sepultar en un bronce, al que nadie le prestaría atención, otro de los legados del insepulto.
Tarea para el siempre dispuesto José Miyar Barruecos, uno de los primeros separados del contacto con el poder real, sin poder y nombrado rápidamente ministro de ciencia y tecnología en un país donde el 75% del producto interno bruto es generado por servicios y no por bienes materiales y tecnológicos. Un atribulado “Chomy” Miyar, con un no menos embarazado presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, contribuyen a la cremación del Comandante.
Es “curioso” el hecho que “Granma” resumiera el cincuentenario enfocado en el absurdo pero benigno: “El futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia”, sin hacer mención a lo que realmente constituyó la piedra angular del secuestro de la ciencia cubana por Fidel Castro, cuando aterrando al auditorio de científicos expresó: “el hombre de pensamiento que se sitúe contra la Revolución no es un equivocado, sino un enemigo consciente de la justicia, un enemigo consciente de los intereses de su pueblo, un enemigo consciente de su patria, porque no puede haber equivocados”.
Extraña circunstancia en personas tan atentas a los detalles, que se complementa en una suerte de reescritura del legado, en la omisión por el propio “Granma”, de los aspectos mas beligerantes e inapropiados de ese discurso [Ver El futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia].
Para matizar el panorama, Cuba anuncia a bombo y platillos, como es habitual, su ultimo descubrimiento científico, consistente en el empleo de la estreptoquinasa recombinante como supositorio para las crisis hemorroidales. Lamentablemente, el uso de la misma como terapia efectiva contra accidentes o síndromes agudos del sistema vascular data de 1999, según un reporte de investigación publicado en la Revista Cubana de Enfermería. En el referido trabajo se precisa que “siendo la estreptoquinasa un activador del plasminógeno, proveniente de células procarióticas, las cuales habitualmente son secretadas al medio de cultivo por un gran número de estreptococos de diferentes serogrupos. Por ser proteína de origen bacteriano, se han detectado algunas respuestas antigénicas a la misma”. Es decir, que cualquiera que la emplee como supositorio ante una dolorosa crisis, puede perfectamente quedar infestado con un estreptococo.
La cadena Sol Meliá fundada por Gabriel Escarrer Juliá en 1956 en Palma de Mallorca (España), es la compañía hotelera vacacional más grande del mundo, tiene 292 hoteles [y no mas de 300 como señala “Granma”] en 4 continentes, de los cuales 151 están enclavados en España [51.7%] y 141 en otros países [48.3%]. Lo curioso es que Cuba, con 24 hoteles en plena explotación, es la principal base de operaciones del grupo hotelero fuera de España, y eso pasa curiosamente inadvertido para “Granma”.
Es por ello que el propio Escarrer Juliá en persona viaja a La Habana para celebrar los 20 años del inicio de sus negocios con el clan de Birán, y además le envía una sentimental placa nombrando al sátrapa mayor como “fundador honorífico del Hotel Sol Palmeras”, que no de el conjunto de sus negocios en la isla. Los “otros” obtienen algo más que placas honoríficas.
Para dejar las cosas bien claras y no tener que repatriar gerentes generales infartados, como ha ocurrido recientemente, o recibir visitas inconvenientes por parte de Gladys Bejerano, la zarina anticorrupción a discreción, Don Gabriel se apresura a agradecer la confianza depositada en el grupo por Fidel Castro y su hermano menor y sucesor en la presidencia, Raúl Castro, y se comprometió a ‘‘no defraudarla jamás''. Eso es un hombre de negocios inteligente y agradecido, aunque deje por sentado que ahora el hombre se llama Raúl Castro. Recepción privada en “La Rinconada”, en casa de Luis Alberto Rodríguez Callejas o en otro lugar adecuado, para rendir merecido respeto al transitorio padrino y hasta quizás al mismísimo Vincent Mancini Corleone.
Gracias al empleado genético del castrismo Manuel Marrero, conocemos que se ha aprobado una política de desarrollo inmobiliario vinculada al turismo, lo que es otro elemento que desmonta el fidelismo, que se opuso ferozmente a ello.
Con absoluta precisión el ministro de turismo de Cuba declara en el marco de la Feria Internacional de Turismo Cuba 2010 que próximamente “saldrá el instrumento político” que regula esos negocios en “marinas, campos de golf y otras inversiones turísticas” para desarrollar regiones vírgenes. Y la precisión reside en el instrumento “político” y no legal que regirá el proceso.
Al margen del escepticismo reinante entre los potenciales inversionistas, pues declaraciones similares se han realizado en el pasado y siempre fueron detenidas después que el Señor de los Truenos regresaba del baño, es imprescindible entre otras medidas legales crear una figura migratoria inexistente actualmente, que podría ser la de “residente no permanente” y establecer meridianamente el derecho a la propiedad.
Nada por cierto de mayor relevancia desde el punto de vista del castrismo, que legisla hoy lo que es conveniente y mañana lo implementa discrecionalmente según sus intereses: de ahí la definición del castrismo como dictadura totalitaria pseudo-constitucional.
De pronto, incluso hijos y nietos de la astuta y oportunista fracción de la nomenklatura autorizada a obtener ciudadanías, siempre del primer mundo, como españolas, canadienses y suecas, entre otras, mediante mil y una formas que conocen perfectamente, pueden emplear incluso el propio financiamiento que les brinda la Castro Brothers Corporation para participar como inversionistas y cerrar el circulo de la prosperidad futura.
Mientras el pueblo de Cuba no tiene más esperanza que la supervivencia diaria, los “autorizados” están aceleradamente adquiriendo el futuro, en lo que no es más que una forma más de sepultar el fidelismo y garantizar el éxito del neocastrismo. Porque por si alguien aun no se ha percatado, fidelismo y neocastrismo son incompatibles, y los herederos y sucesores designados están conscientes de ello y actúan en consecuencia.
Otra de las nuevas “políticas” que le han sido autorizadas a uno de los pocos jóvenes ministros que administran sectores claves es la ampliación de la industria del golf. Actualmente Cuba cuenta solamente con dos campos de golf, uno en Varadero y otro en La Habana; sin embargo, está autorizada la construcción de 29 campos más. Se habla de un plazo de 15 años, probablemente por decir algo, pero la industria del golf es altamente lucrativa y esa cifra será ridícula en apenas unos años.
Dígame donde está el dinero y ahí voy, son las instrucciones precisas que tiene Manuel Marrero, el ministro genético. Si el 49% del turismo a Cuba es canadiense y casi todos juegan golf, y si el turismo norteamericano también juega golf, pues que pongan el dinero y los turistas, y Cuba la mano de obra esclava y la parcelita que le quitaron una vez a alguien.
El único campo de golf de 18 hoyos de Cuba, solo Dios sabe cuantas veces hubo que reconstruirlo desde cero, porque ni sabíamos de peraltes, y mucho menos de la orientación y la altura del corte del pasto. Tiger Woods jamás hubiera ganado un torneito infantil de golf en el 18 hoyos de Varadero. Queda claro que la sede de esta excentricidad cubana no podía ser otra que la portentosa mansión de los Dupont en Varadero. Habrán seguramente mejores campos de golf, pero no mejores mansiones.
Está por ver una negociación del ministro de la informática y las comunicaciones de Cuba con Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, o con Bill Gates. O a la ministra de la industria básica frente a frente con Lakshmi Mittal, el zar del acero y 8vo hombre más rico del mundo.
Sin embargo, por uno de esos imponderables que solo pueden suceder en los trópicos castristas, el ministro de turismo de Cuba logra que Sir Richard Branson inaugure personalmente la línea de vuelos directos a Cuba de Virgin Atlantic, en un vuelo en su jet privado acompañado con dos bailarinas de Tropicana y el mítico campeón de boxeo inglés Amir Khan.
Nada mas exótico y atractivo se le pudo ocurrir, con la anuencia de Punto Uno, al hombre que sin haber terminado high school y sin recibir herencia alguna, hoy a las 59 años ocupa el lugar número 222 entre los hombres mas ricos del mundo, con una fortuna valorada en 4 billones de dólares, realmente insignificante ante la del clan de Birán. Pero Sir Branson es mucho más que su fortuna, es un espíritu y una mente innovadora proyectada a hacer posible lo que para el sentido común es imposible. Estos son los hombres que necesita el castrismo, y Marrero lo ha logrado.
Sir Branson pondrá en Cuba durante el primer ano de operaciones 42 mil ingenuos turistas ingleses en dos vuelos directos semanales, y entre 150 y 200 mil dentro de 2-3 años. Usted tiene todo el derecho a dudar de lo que diga un empleado del castrismo, pero nunca de una afirmación de un individuo como Sir Branson, al cual la reina no le otorgó el titulo nobiliario de Sir sin tener poderosas razones.
Y es que, a pesar del tono optimista mostrado por los directivos del turismo cubano en la recién finalizada Feria Internacional de Turismo, esta actividad está estancada, como lo demuestran las propias estadísticas gubernamentales.
Durante los meses más importantes de la temporada alta [Enero-Marzo] del 2010, los visitantes a la isla ascendieron a 810,150, con cero crecimiento respecto a igual periodo del año anterior. Mientras los ingresos brutos se incrementan en un 4.1% por razones de variaciones de precios, las pernoctaciones disminuyen en un 4.5%.
Canadá, el principal emisor de turistas a la isla, decrece un 5.7%, para descender al 47.8% del mercado total.
La única razón por la que la actividad turística no decreció esta asociada al incremento de los viajes procedentes de la comunidad cubana residente en Estados Unidos, gracias a las medidas tomadas por la administración Obama. De septiembre a abril, unos 100 mil cubano-americanos viajaron a la isla, pero a pesar de ello, América del Norte decrece un 4%.
Indudablemente no son buenas noticias para Raúl Castro. Los países emisores de turismo hacia Cuba han estancado sus demandas en una meseta, y se requeriría modificar las estrategias de captación del mercado por países y, lo que es más difícil para Cuba, reestructurar sus ofertas en correspondencia. Hoy por hoy, la única posibilidad real de incrementar los volúmenes de turistas reside en la apertura del mercado norteamericano.
El director de marketing de Havanatur, entrevistado por la agencia Europa Press, improvisa un discurso político, y al referirse al mercado norteamericano confiesa que son bastante optimistas sobre el levantamiento de las restricciones a los ciudadanos norteamericanos, “Pero tampoco lo estamos esperando porque Cuba ha vivido como un mercado para el turismo internacional hasta el día de hoy y no es que estemos ansiosos de que se abra para los norteamericanos porque ellos son un mercado más”.
Este innombrable “marketologo” de pacotilla debería prestar más atención al hecho de que a pesar de las decenas de billones de dólares invertidos en la infraestructura turística cubana y en campañas de promoción y entrenamiento, Cuba ocupa tan solo el 9no lugar entre los destinos turísticos de la región. Debería preguntarse por qué, y no sentirse satisfecho por esta más que mediocre posición.
Más aun, deberían no solo el, sino el ministerio de turismo de Cuba, e incluso el gobierno central, analizar profundamente por qué en el ranking de competitividad mundial del turismo que elabora el World Economic Forum, el paraíso turístico castrista no aparece.
Variables como políticas públicas y regulaciones, seguridad, salud e higiene, prioridad de la actividad turística, calidad de la infraestructura turística, aérea y de rutas; capital humano, competitividad de los precios internos, recursos culturales y naturales e infraestructura de comunicaciones, son consideradas en la elaboración del mismo, y ateniéndose a ellas no es difícil imaginar la posición de Cuba en el mercado turístico internacional. Lo demás es “cacareo” en la reunión del núcleo del partido.
En contraposición, una pequeña isla como Gran Canaria, de menos de 1,600 km², recibe más de 3 millones de turistas al año.
En Cuba nunca ha sido necesario publicar un extenso articulo en “Granma”, como el escrito por el eterno Juan Varela Pérez, titulado “Faltaron control y exigencia en la zafra”, para enviar al “plan payama” al más fiel de los ministros.
Cuando el insepulto, sacando cuentas de bodeguero, luego de rechazar tajantemente todas las sugerencias sobre las enormes potencialidades del sector, consideró oportuno liquidar la industria azucarera cubana, denominó infaustamente al proceso “Tarea Álvaro Reynoso”, en lo que es un agravio a tan insigne personalidad de las ciencias agrarias cubanas. Para esta operación fue seleccionado nada menos que el hasta entonces jefe del estado mayor general de las FAR, el general Ulises Rosales del Toro, lo que garantizaba el éxito de la misión de crear las bases del desastre actual.
El consumo interno de Cuba alcanza las 700 mil toneladas anuales –uno de los mas altos del mundo per capita-, teniendo acuerdos comerciales de exportación que solo en el caso chino constituyen 400 mil toneladas. Queda claro que las zafras no pueden ser menores a 1.2 millones de toneladas, trabajando virtualmente sin reservas contra contingencias. Ello ha obligado a ejecutar importaciones urgentes de terceros países como Colombia y Brasil.
Pero, ¿cual fue la situación que dejo el general del Toro a su sustituto?
- Solo 44 centrales estaban en condiciones operativas de hacer zafra
- Apenas 3% de las áreas sembradas contaban con algún tipo de regadío
- Garantía de fertilización solo para el 50% de las áreas sembradas
- Rendimientos por hectárea en los últimos 5 años entre 24 y 41.6 toneladas, mientras el rendimiento promedio mundial supera las 67
- El pago de la producciones a los “cañeros” es la mas baja de todo el sector de la agricultura
- No menos de 100 mil trabajadores, técnicos, especialistas y administrativos desplazados, que hoy integran al mayor ejército de desempleados que haya conocido Cuba
Entonces, y a pesar de un Varela Pérez que escribe lo que le ordenan, las potencialidades de la industria azucarera cubana solo constituyen una fracción de las más de 3 millones de toneladas a que se refiere.
Luego, ¿por qué sustituyen a un ministro que hereda tan dantesca situación? La explicación la brinda el propio plumífero de “Granma”: “Pero de nuevo el conteo de los estimados estuvo mal en la mitad de las empresas y la mayoría de las provincias y, lo peor, que se autoengañaron y embarcaron al país”.
Sin embargo, hay que estar de acuerdo con lo que ponen en el teclado del “periodista” y que es otra diáfana manera de enterrar al Comandante: “Por lo que sigue significando para la economía nacional por su multiplicidad, que ofrece azúcar y derivados, por su historia, su tradición y sus orígenes, la caña forma parte del patrimonio cubano. No es casual que la zafra se siga atentamente, se comente y duelan sus resultados desfavorables. Reubicarla en el lugar que le corresponde es imprescindible”.
A pesar de los múltiples acuerdos en materia azucarera firmados con el presidente Lula da Silva, y la legión de empresarios que lo han acompañado, los mismos no han fructificado. Es la conciencia común la que ha convertido en un axioma aquello de que “los amigos de mis amigos, son mi amigos”, y nada más falso en política y, sobre todo, en negocios.
José Álvarez, un experto en la industria azucarera cubana y profesor universitario retirado, al respecto ha comentado que “Quien va a invertir en una industria que no existe? Pero el experto se equivoca.
Cuba mantiene como política exigir al menos 51% de participación en las joint ventures. Para el caso de la industria azucarera, en estado comatoso, pero con enormes potencialidades, no es una exigencia realista. Hágale un oferta al azucarero “amigo” de Lula, que por 5 años se limitara a cobrarle los impuestos correspondientes y que él haga lo que entienda que tiene que hacer, y que a partir del 6to ano aportara un 25% de la utilidades netas, y Cuba volvería a ser no solo una potencia mundial azucarera, sino también emergería al mercado mundial de los derivados.
Para los estrategas de la industria azucarera cubana no estaría mal que repasaran algunas de las principales características del mercado azucarero mundial:
- Los niveles de producción de azúcar en los últimos años crecen a un ritmo semejante al crecimiento poblacional
- El precio deflacionado del azúcar exhibe una tendencia decreciente desde 1900
- La elasticidad precio de la demanda exhibe un comportamiento promedio unitario
- El azúcar se enfrenta a la competencia de edulcorantes alternativos como el JMRF, y la tendencia actual es a un desplazamiento mayor de su participación en el mercado
- El crecimiento del consumo de JMRF se ha visto favorecido por las políticas proteccionistas aplicadas hasta mediados de los años 90 por países como Estados Unidos y Japón [Ver de la Caridad Mesa, Jesús: “Producción y mercado de azúcar”]
En lo que constituye, según el general de buró y actual presidente, la mayor prioridad estratégica del país –la producción de alimentos-, igualmente se obtienen resultados equivalentes al Zimbawe del nefasto Robert Mugabe.
El “camarada” Orlando Lugo Fonte, ex 1er secretario del Partido Comunista de Cuba en la occidental provincia de Pinar del Río y designado desde hace varios años como presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños [ANAP], miembro del consejo de estado por nómina y fuerte candidato al “plan payama”, declara sin ruborizarse que 60 mil cubanos se convirtieron en agricultores agropecuarios durante el 2009.
Lo que el camaján no explica es que, a pesar del Decreto Ley 259, el 50% de la superficie agraria de Cuba permanece ociosa y con elevados niveles de infestación de marabú, que sin proponérselo la humilde planta, se ha convertido en el árbol nacional de Cuba. Sencillamente, no hay más personas dispuestas a convertirse en campesinos, y si algún insensato considera que el millón de “sobrantes” en la economía nacional es una fuente de fuerza trabajo suficiente para cubrir el déficit, es porque ha perdido el juicio, en tanto no existen factores económicos y menos aun socio-sicológicos que estimulen a una población eminentemente urbana a “campesinarse”. La gente puede vivir de otra manera, y por ello nuevamente nos encontramos con que se ha arribado a la meseta de la demanda.
Como nota simpática, un reconocido especialista en protección y conservación de la naturaleza [Manuel García Caneiro], recuerda en una conferencia magistral que durante 1955 y 1960 Cuba exportaba flores al sur de los Estados Unidos, y que hoy se importan de Ecuador.
Nunca he entendido a las personas que consideran al órgano oficial del Partido Comunista de Cuba una publicación aburrida: cualquier otro calificativo es aceptable, pero aburrida, nunca. Si Aristófanes, Moliere, los hermanos Marx, y hasta el mismísimo Mario Moreno (Cantinflas) no nos hubieran abandonado, seguramente hoy serían lectores consuetudinarios del Granma, el cual acaba de descubrir que Sin implementos no hay agricultura.
Entre los grandes “éxitos” que se anota la mecanización agraria en Cuba se encuentra la producción de 120 arados de tracción animal. No puede dejar de resaltarse que la producción está limitada por los laminados que deben ser importados y que, como es conocido, el país no está en condiciones de financiar. Es decir, que las acerías cubanas son incapaces de suministrar una ridícula cantidad de toneladas de acero para elevar la productividad del sector que el presidente designado considera el más estratégico del país.
Por otra parte, basta venderle a los campesinos a precios razonables con máximos márgenes comerciales del 10% y no al 300-500% que suelen aplicar, y se monta el esquema de autofinanciamiento de la actividad. Al campesino que no tenga los recursos para hacer esas inversiones básicas en implementos agrícolas, otórguesele un crédito con mínimas tasas de interés, a mediano plazo, y con un periodo de gracia de una cosecha.
A Jorge Luis Sierra Cruz, ingeniero mecánico de 48 años y quien ha transitado por todas las estructuras de la nomeklatura en Cuba, hasta llegar a ser miembro del buró político, vicepresidente del consejo de ministros y ministro del transporte, le acaban de aplicar el “plan payama”, sin más explicaciones que errores cometidos en el desempeño de sus funciones.
Curiosamente, Sierra fue entrevistado el pasado 1ro de Mayo por la televisión cubana, perfectamente no sabía que el lunes iba a ser “siquitrillado”, como ha ocurrido tantas veces, y le costó la muerte a Hugo Azcuy por infarto masivo del miocardio, cuando era secretario del núcleo del partido en el Centro de Estudios de América, y leyó en una mañana desafortunada que el CEA era, según declaraciones de Raúl Castro en un pleno del partido, la quinta columna del imperialismo en Cuba.
Sierra Cruz, uno de los pocos jóvenes que había sobrevivido las purgas de Raúl Castro, era de hecho considerado como miembro de la segunda generación castrista y fuerte aspirante a ratificarse en la sucesión al neocastrismo. Al parecer, el mensaje que se quiere transmitir es que aquí mandan los viejos de Raúl Castro.
Para sustituirlo como vicepresidente del gobierno nombran nada menos que a una momia de 80 anos, el veteranísimo Antonio Enrique Lussón, quien fuera ministro de transporte, jefe del Ejercito Juvenil del Trabajo en Camaguey [esa otra macabra institución no muy conocida donde por un ridículo salario obligan a los jóvenes reclutas a servir como obreros agrícolas], jefe de las tropas especiales de las FAR [el más viejo del mundo sin dudas, como ahora seguramente también lo será en su nueva designación] y de quien se cuenta que últimamente estaba al frente de la rehabilitación del sistema ferroviario del país, con un amplio presupuesto generosamente aportado por Caracas.
Por cierto, alguien ha comentado que Guillermo Fariñas estuvo bajo su mando directo en Angola.
El general Luzón, que ha tenido sus altas y bajas en el sistema de castas del castrismo, fue uno de los primeros que mostró claramente su vocación por la “buena vida”, e igualmente fue pionero en enviar al exterior como empresarios a sus hijos.
Pero contrario a los que consideran que la militarización el país se incrementa con esta designación, que no ha sido validada formalmente por las instituciones que debieran por ley, como para demostrar una vez más que en Cuba se hace lo que el señor de los truenos considere, la realidad indica que el refuerzo del consejo de ancianos es temporal, pues pronto habrá que sustituir a los fallecidos por otros que no fallezcan tan pronto, y ese puede ser el momento para nombrar a los Putin y Mevdevev “cubiches”.
Miguel A. Murado, de la Voz de Galicia, interpreta estos acontecimientos como que “Raúl Castro prosigue de esta forma la militarización de la economía, como ya se hizo en los años setenta, solo que en este caso no es una estrategia, sino una necesidad, puesto que el Ejército de la isla es la única institución cubana en la que Raúl Castro tiene plena confianza”; comete un error de juicio garrafal: el clan de Birán no confía en las instituciones ni en los hombres, los utilizan.
En esta misma cuerda del análisis, otros se entretienen sacando cuentas de cuantos militares ocupan puestos en el consejo de estado y de ministros, sin percatarse que eso no tiene ninguna importancia. La pretendida tesis de la militarización de la sociedad cubana tiene sentido no en los grados militares simbólicos, y siempre provisionales, que se puedan ostentar, sino en las esencias de un sistema que no tiene otras formas de proceder. Los nombres y cargos carecen de importancia. Lo cierto y real son los modos de operar.
Continuando con el tema de la economía estratégica, y justo cuando la explosión de la plataforma submarina Deepwater Horizon amenaza con convertirse en el mayor desastre ecológico mundial, obligando al presidente Barack Obama a reconsiderar sus planes para levantar las restricciones a las exploraciones petroleras en la costa norteamericana, se produce la noticia de que finalmente Repsol, después de muchos titubeos, ha firmado contrato para perforar en un bloque de la zona económica exclusiva cubana.
Intencionado y oportuno anuncio geo-económico y geopolítico que deja sin respuestas congruentes hasta a un renombrado experto en temas petroleros como Jorge Piñón.
Otras administraciones norteamericanas pudieran haber considerado este anuncio como un buen pretexto para una declaración de guerra al régimen. Sin embargo, es un excelente ejemplo de cómo el régimen emplea el “timing” en sus operaciones.
Esto ha llevado a que otro experto alarmado –Phil Peters-, esté recomendándole al gobierno norteamericano que emprenda negociaciones con el régimen sobre temas de seguridad en la explotación petrolera.
Mientras Cuba se promueve con 20 billones de barriles de petróleo en su zona economica exclusiva, una investigación del servicio geológico norteamericano sitúa las reales reservas en 4.6 billones de barriles y unos 9.8 trillones de pies cúbicos de gas natural. Al final no importa lo que realmente hay, sino lo que se dice que hay, en un mundo donde el petróleo es cada vez más escaso.
Sin embargo, lo cierto y real es que de los 59 bloques en que se divide la zona económica exclusiva de Cuba, 17 se encuentran contratados, pero todavía no ha sido comercializado el primer barril de petróleo.
Es decir, ¿por qué perforar en las aguas territoriales norteamericanas con todos los inconvenientes políticos y ecológicos que le causan a la administración norteamericana, si pueden mediante convenientes acuerdos perforar en aguas castristas? Algo que seguramente no pasará inadvertido al norte del Estrecho de la Florida.
Luego, sin en una “sola mancha cabe el mundo”, ¿cual es el Sol que nos alumbra?
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