Cuando hace unos dias el embajador de Estados Unidos en Mexico, Carlos Pascual, expreso medio en broma y medio en serio, que el problema que Estados Unidos tiene con Cuba sera resuelto por el cambio climatico en 50 anos, porque la isla va a desaparecer bajo el mar, y dado que el susodicho ademas de siniestro es un experto en cambio climatico, es conveniente explorar esa posibilidad.
En un articulo que publica Luis Ubeda en CubAhora, uno de los tantos sitios web que tiene el regimen, se expone el impacto de los cambios climaticos en la isla, en investigacion que es financiada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
En el mismo se precisa lo siguiente:
"La realidad es que el mar ha subido entre 10 y 20 centímetros a escala mundial, con respecto al promedio de la era preindustrial. Con más de seis mil kilómetros de línea de costas, el archipiélago mayor del Caribe posee un área terrestre total de 110 mil 860 kilómetros cuadrados. De esta superficie, Cuba ocupa 104 mil 945 km² y el resto se distribuye en más de cuatro mil islas, cayos y cayuelos. La plataforma insular abarca 67 mil 832 km² y tiene una profundidad promedio de seis a ocho metros.
Así las cosas, la elevación del nivel del mar en un metro, según los cálculos de expertos, desencadenaría serios problemas, como por ejemplo el hundimiento de más de 374 mil hectáreas en todo el país, fundamentalmente de manglares y pastos. El 14 por ciento del área boscosa del archipiélago se perdería por esta causa.
Hoy, tres millones 500 mil personas viven a pocos kilómetros de la costa, mientras que casi el 60 por ciento de la población total influye negativamente en los ecosistemas costeros. Los pronósticos indican que el incremento del nivel del mar perjudicará más la costa sur de la parte más occidental de la provincia de Pinar del Río y del municipio especial Isla de la Juventud.
Los especialistas aconsejan detener de inmediato las construcciones de obras urbanas, industriales o turísticas, con perspectivas de explotación superiores a los 50 años, en las áreas costeras más propensas a la entrada del mar. Arquitectos e ingenieros también deberán desarrollar concepciones constructivas que contrarresten el efecto de las inundaciones, entre otras recomendaciones.
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