De hecho, los dos aviones MIG-21 que integran el arsenal reconocido por Cuba después de la captura de la nave, descubiertos ayer, tenían los tanques repletos de gasolina para jet.
Así lo advirtió ayer la procuradora de la Nación, Ana Belfon, al concluir el séptimo día de inspección a la nave.
Según Belfon, de la forma como iban los aviones y equipos, sin medidas especiales para evitar derrames, la nave era una bomba ambulante.
Precisó que al entrar en contacto con el azúcar, que es un carburante por excelencia, y en condiciones de intenso calor, el combustible pudo haber estallado.
A su vez, el presidente, Ricardo Martinelli, también resaltó el peligro potencial que implicó el paso del buque por las aguas del Canal, agravado, incluso, dado el hecho de que los equipos bélicos fueron depositados en contenedores deteriorados, cuyos seriales de registro fueron borrados como para evitar un eventual seguimiento de parte de las autoridades.
Eran depósitos descartados por diferentes navieras, expresó Belfon.
De acuerdo con Martinelli, ayer fueron abiertos otros cinco contenedores de los ocho hallados en la primera bodega de la embarcación, con los que suman siete los vagones inventariados. Falta uno, que será bajado del buque y abierto hoy.
En concreto, ayer fueron hallados los fuselajes de los dos aviones MIG-21, un avión para recarga de combustible en el aire, dos vehículos para remolques de radares, una base para lanza-cohetes, una antena de radar con su plataforma y muchos cables.
Como se dijo, en los dos contenedores donde estaban los aviones también había varios depósitos con combustible.
Según el Presidente, se calcula que en las otras cuatro bodegas del buque, que no han sido abiertas, hay por lo menos 27 contenedores con equipos bélicos.
Se le preguntó sobre el impacto del incidente en las relaciones con Cuba, y prefirió no dar opiniones. “Yo prefiero que ese tema sea tratado con la Cancillería. No voy a opinar si esto ha empeorado las relaciones con Cuba [...] nosotros hemos actuado de manera consecuente con las normas internacionales. No hemos afectado a nadie en esta operación. Panamá sigue siendo un país de paz”, dijo.
DECOMISO
Por su parte, el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, informó que hasta ayer se han descargado del buque 278 contenedores con entre 300 y 400 quintales de azúcar cada uno, lo que da un aproximado de entre 83 mil 400 y 111 mil sacos de 100 libras de azúcar cada uno.
Explicó que no han cargado más los contenedores, porque son cadetes de la Policía Nacional los que realizan el acarreo y no se quiere que resulten lesionados como consecuencia de la extenuante labor.
Dijo, además, que las labores se realizan de una manera equilibrada, a fin de evitar que el buque pierda balance en el agua.
Reiteró que Panamá acatará la resolución que sobre el caso dicte el Consejo de Seguridad de la ONU, cuyos expertos llegarán al país a partir del 5 de agosto próximo a revisar la carga.
De entrada, sin embargo, no descartó la posibilidad de que el país decida mantener secuestrada la embarcación, la carga bélica e incluso el azúcar, todo ello conforme al derecho internacional.
Informó que los equipos bélicos que sean bajados del buque serán llevados a resguardo a alguna base del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), que no especificó, bajo custodia del Ministerio Público.
En relación con la tripulación, la procuradora Belfon acotó que esta semana harán un nuevo intento por tomar declaración indagatoria a los 35 ciudadanos norcoreanos que ya fueron acusados por delitos contra la seguridad colectiva.
Dijo que a los marinos se les ha dado asistencia médica y sicológica, e incluso se les nombró defensores de oficio.
Finalmente, el fiscal primero de Drogas, Javier Caraballo, a cargo de la investigación, afirmó que basados en los hallazgos durante los primeros siete días de inspecciones, y al ponderar la actitud de Cuba y de Corea del Norte, que no declararon las armas y más bien intentaron ocultarlas y engañar a Panamá con un supuesto embarque de ayuda humanitaria, no tienen duda de que se está en presencia de un caso de tráfico internacional de armas; sin embargo, sigue la revisión de la nave y no descartan hallar drogas.
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