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Tomado de Cuba Democracia y Vida: :: M E N U
La Habana, Cuba. 10 de enero de 2009.
Presentación de Estudio Sociológico
El estudio presenta los resultados de un sondeo realizado a muestras poblacionales de la capital habanera, durante los meses de noviembre y diciembre de 2008, mediante la aplicación de cuatro encuestas de opinión, utilizando la técnica “cara a cara”.
Los consultados fueron escogidos al azar, en los municipios Centro Habana, Habana Vieja, Plaza, Playa y Díez de octubre.
Se abordaron como temas el “nivel de aprobación de la elección del Sr. Raúl Castro como Presidente de la República y el grado de aceptación del sistema de elección presidencial vigente”; “el grado de relación entre los ciudadanos y el poder popular”, “la valoración de la situación actual de la economía” y “la valoración de la situación actual de la agricultura”.
Este trabajo constituye la tercera investigación sociológica materializada por Cubabarómetro, proyecto académico y sociológico que tiene el propósito específico de reflejar las distintas tendencias y corrientes de opinión de la sociedad cubana.
Saludos cordiales,
Dr. Darsi Ferrer
Promotor.
Click aquí para que vea el Informe con los resultados de la investigación.
Telf: 05 29 39 9 82. E-mail: cubabarometro@gmail.com
Dir: Calle San Bernardino 265 entre Serrano y Durege, localidad Santos Suárez, municipio 10 de Octubre, La Habana, Cuba.
RESUMEN
Encuesta # 1: Refleja que la elección del Sr. Raúl Castro como presidente de la República no cuenta con la aprobación de la mayoría de los consultados y otro elevado por ciento se muestra indiferente. Sólo el 7,40 % se manifiesta de acuerdo.
De igual modo, el 77,2 % considera que debe sustituirse el mecanismo vigente de elección presidencial por el voto directo de todos los ciudadanos electores.
Encuesta # 2: Evidencia la desconexión entre las estructuras del poder y la ciudadanía. Alrededor del 90 % de la muestra poblacional desconoce incluso el nombre del alcalde de su localidad, y considera que no son representados por el Delegado del poder popular de su distrito electoral.
Encuesta # 3: Un pequeño grupo, el 6,31 %, asegura que marcha bien la economía nacional; entre ellos resaltan los hombres blancos mayores de 50 años.
La mayoría de los consultados considera que la economía va mal, y en este grupo destacan las mujeres negras menores de 25 años. Además, opinan que el salario no les satisface siquiera para cubrir las necesidades elementales y, refieren, que no tienen motivación de trabajar para el Estado.
Más del 80 % opina que el aumento de la edad de jubilación de los trabajadores no soluciona la carencia de fuerza laboral que hay en el país.
Para un elevado por ciento la autorización de los negocios privados mejora la oferta de bienes y servicios, y el Estado no debe continuar como propietario de las pequeñas empresas.
El 54, 44 % considera alta la cifra de personas desempleadas.
Encuesta # 4: La mayoría de los consultados, 93,0 %, coincide en señalar que los campesinos deben tener la propiedad de la tierra, en lo que el 4,80 % considera que debe ser el Estado el propietario.
Más del 70 % opina que la alternativa gubernamental de entregar la tierra en usufructo no constituye un incentivo para el trabajo y la productividad en la agricultura, y que la liberalización de la producción y la comercialización agrícola beneficiarían la situación alimentaria.
CONCLUSIONES
El modelo político que rige a la sociedad cubana no deja espacio al mundo privado y obliga a los ciudadanos a una dependencia cuasi absoluta respecto al Estado, por lo que toda interpretación sociológica debe contemplar esta particularidad, distinta a la realidad de las sociedades abiertas.
Como tendencia general, los resultados del sondeo poblacional reflejan una actitud de rechazo tanto al sistema político como a las figuras que ejercen el poder. Al mismo tiempo, manifiestan la contradicción existente entre las medidas económicas que implementa el gobierno y las reformas estructurales que aspira el pueblo.
En términos políticos los consultados muestran un nivel de politización alto, más marcado en los blancos, seguido por los mestizos y menos significativo en los negros. Las mujeres están menos interesadas en estos temas. No obstante, resulta evidente la desconexión de los ciudadanos con las estructuras del poder, si se toma en cuenta el desconocimiento general acerca de los funcionarios electos del Poder Popular, instancia que representa el eslabón más cercano a las personas.
Llama la atención el reclamo mayoritario de mantener una relación más directa con el Estado a través de la elección directa del Presidente de la República. Un índice de que el sentido de la democracia directa y plebiscitaria es más fuerte que la representativa.
El significativo nivel de desaprobación a la persona del Sr. Raúl Castro, 58,2 %, puede ser reflejo de una manifestación de antipatía hacia todas las caras visibles del gobierno. Así como el elevado nivel de indiferencia, 30,4 %, quizás sea un indicador de resignación o incredulidad que de ese cambio presidencial surja una situación más favorable para la población.
En términos económicos los encuestados expresan una tendencia a tomar mayor control sobre sus vidas, a desconfiar del Estado y un apego tácito a la propiedad privada. Este sentido es más fuerte entre los hombres blancos, en rango de edad entre 26 y 50 años. Los negros son los menos identificados con la propiedad. Las mujeres perciben con mayor nitidez las necesidades primarias. Los mestizos representan el grupo más activo, o sea, los que más se identifican con las medidas liberalizadoras y de rechazo al modelo vigente.
Es notable la significativa apatía que hay en la sociedad por el trabajo, como señala el 54,44 %, lo que no resulta de una característica particular de los cubanos, sino que sobresale la responsabilidad del Estado, con su modelo corporativo y excluyente, como el principal obstáculo para el uso de la fuerza laboral en la producción de bienes y servicios, pues el resultado individual del trabajo no se deriva en satisfacción de las necesidades y el bienestar de los trabajadores.
Los momentos actuales son complejos por los negativos efectos que ejerce la crisis económica y financiera mundial sobre todos los países, además de la necesidad de nuevas fuentes de energía, el incremento del precio de los alimentos, los problemas medioambientales, entre otros elementos que justifican la aplicación de nuevas variantes o alternativas de desarrollo, para cubrir las expectativas y garantizar el progreso ascendente de la vida material de los ciudadanos.
Aferrarse a esquemas de probado fracaso según lo demuestra la historia, deja al país en una situación desfavorable internacionalmente y, hacia el interior, incrementa la crisis artificial que afecta gravemente a la sociedad cubana.
Dr. Darsi Ferrer
Promotor.
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