En su parrafo introductorio, el Sr. Amor Bravo califica como pesima la gestion realizada por el gobierno de La Habana en materia economica, calificando de comunista a dicho regimen. Resulta muy dificil tipicar en un sentido economico estricto como comunista a las politicas seguidas por el Castrismo. Durante medio siglo diversas estructuras socioeconomicas han coexistido junto con otras tantas politicas economicas donde al margen de los "do de pecho" socialistas y comunistas dados por La Habana, permitan a las mismas ser consideradas como estructuras propiamente socialistas o comunistas, como tampoco lo ha sido Fidel Castro. En esa mescolanza que no amalgana que ha sido la conduccion de la economia cubana existen incluso factores implicitos del denominado por Marx Modo de Produccion Asiatico.
El autor sostiene que al parecer Raul Castro enmendara los errores en la gestion economica, lo que lleva a revisar la fecha de publicacion del articulo, pues ha quedado evidenciado que salvo timidas y cosmeticas medidas sin ningun efecto significativo en la dinamica socioeconomica del pais, las acciones emprendidas por el sucesor-presidente en dos anos y medio tienen basicamente un caracter populista hacia lo interno y de lavado de imagen hacia el exterior.
Para sostener su real hipotesis de que solo el mercado y la propiedad privada pueden impulsar una radical transformacion de la economia del pais, acude a un analisis comparativo tomado del ultimo Informe de la Cepal. Cita como ejemplo la deficiencia del capital publico y de infraestructuras de Cuba. Mientras la formacion bruta de capital fijo en Cuba es de solo el 8.2% del PIB, America Latina con toda su secuela de real subdesarrollo muestra un 21.9%.
Ante todo no se pueden sacar conclusiones fundamentales sustentadas ni en los informes que Cuba brinda a los organismos internacionales, ni en los de la propia Cepal. Bastaria que al Economista en Jefe o al General-Presidente les hicieran notar este pobre comportamiento para que Jose Luis Rodriquez le orientara inmediatamente a Oscar Mederos que rehaga inmediatamente los informes estadisticos de Cuba.
La afirmacion que "Los economistas sostienen que la base sobre la que se construye el crecimiento económico de un país es el capital de infraestructuras, cuya existencia, calidad y suficiencia es condición básica para superar las graves lacras del subdesarrollo y el atraso"; es valida para determinadas escuelas de pensamiento economico, en tanto otras priorizan otros factores como la inversion, el ahorro, las politicas fiscales, el gasto privado e incluso el propio gasto publico.
Es igualmente inexacta y parcializada la conclusion elaborada a partir de un indicador de dudosa confiabilidad estadistica acerca que ante la ineficaz politica inversionista del regimen, la unica solucion factible es la iniciativa privada. Erroneo conceptual e historicamente. Sin tiempo para hacer un recorrido historico, bastaria apuntar que al margen de las politicas fiscales, paquetes financieros a las grandes corporaciones en condiciones precarias, el acento y el punto de apalancamiento de las politicas economicas de los Estados Unidos y Canada para atenuar los efectos de la recesion en marcha y relanzar la economica de toda norteamerica es precisamente el gasto publico [gubernamental].
Es cierto lo que expresa el Sr. Amor sobre el asfixiante peso burocratico que sufre la economia cubana; a lo cual anadiria inoperante, temblorosa e incapacitada burocracia cubana; pero considerar que el 44.4% del Pib son ingresos del gobierno central es desconocer como se conforma el sistema de cuentas nacionales del regimen.
En su extrapolacion de las estadisticas, el autor comete imprecisiones de juicio al afirmar que "El gobierno cubano controla prácticamente a la mitad de la economía nacional detrayendo por vía directa ese porcentaje de los bienes y servicios producidos en el país, en tanto que sus gastos alcanzan el 48,6% del PIB, un porcentaje aún mayor que anuncia el descontrol y el despilfarro existente en el manejo de los recursos públicos."
Para solucionar la critica situacion de una economia desvencijada y en bancarrota eterna, propone como panacea universal "... el pleno desarrollo de las actividades economicas privadas". Y si bien es cierto que la iniciativa privada es un motor dinamizador de la economia en presencia de un mercado estructurado; en la condiciones cubanas hay que crear las condiciones minimas para que los efectos catalizadores de la actividad privada puedan actuar. Lo demas es el caos. Sin instituciones publicas solidamente fundamentadas, sin una politica fiscal sensata y estimuladora, sin un contexto de derechos humanos y mercantiles y sin crear demandas reales [una de las confusiones mas comunes entre los economistas y los analistas de la economia cubana, consiste en que olvidan que una necesidad no es si una demanda; la demanda de bienes y servicios no es mas que una necesidad vertebrada en un interes con capacidad adquisitiva] entre otros factores.
Las actuales politicas economicas desplegadas por los principales polos de desarrollo economico no privilegian la concepcion de presupuestos equilibrados, contrariamente a la importancia que le concede el autor.
En su disertacion sobre el tercer elemento de su analisis, el deficit publico, el autor confunde los conceptos de Pib y Presupuesto; cito "La disparidad entre gastos e ingresos en términos de PIB". El Pib no es una cuenta "T" de ingresos y gastos como si lo es el Presupuesto. De acuerdo con la informacion que brinda la Oficina Nacional de Estadisticas de Cuba, el Pib del 2008 totalizo 45 774,0 millones de pesos a precios constantes de 1997, en tanto que el deficit en la ejecucion del Presupuesto Central se fijo en 4 200,0 millones de pesos.; es decir el 9.17% y no el 4.2% que senala el autor.
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