Curioso fin de año en el que las sorpresas se acumulan, los árboles de Navidad regresan y los sexólogos comienzan a usar el lenguaje de los machistas. Mariela Castro me ha llamado gallita y, en su lenguaje de especialista en género y sexualidad, la palabra toma connotaciones homofóbicas. Quizás porque yo soy una desconocedora de los términos de su especialidad, no logro entender qué quiso decirme al endilgarme un rol masculino dentro de un sustantivo femenino, que en eso de la gramática sí que puedo alardear de saber algo. ¿Creerá ella que hago labores de hombre porque exijo derechos y reclamo el respeto a las preferencias políticas? No veo las plumas en mi cola, pero si para ser una muy delicada gallina debo aceptar que un grupo de septuagenarios –todos hombres– decidan cada aspecto de mi vida, entonces me inclino al travestismo y hago quiquiriquí como el gallo con más hormonas del corral.
Reinaldo se ríe desde su delantal de florecitas y me confirma que sí, que soy una gallita de espuelas afiladas. Concuerdo con la prestigiosa especialista en que soy “insignificante”, una anónima pollona que ha logrado con su pío pío incomodar a los finos gallos de pelea. Esos que están tan poco entrenados en el debate que a la mínima discrepancia saltan soltando plumas, hiriendo a todos lados. Se incomodan y terminan por sacar la lengua y –allá atrás– les vemos las feas entrañas de la intolerancia, que tanto hacen hoy en día por disimular.
Comentario en el blog de Yoani
Enterate, interesante. dijo:
Diciembre 17, 2008 , 14:39
El esposo de Mariela Castro se llama Paolo Titolo, es fotografo y llevan bastante tiempo casado, el no sabe que ella le a puesto los cuernos con mucha gente, yo conozco algunos personalmente.
Resulta que Mariela Castro se casó en segundas nupcias con un fotógrafo italiano, llamado Paolo Titolo, quien llegó a Cuba a fines de los años 1980 estando aun casado con Shobha Battaglia, la hija de Letizia Battaglia, la celebre fotógrafa italiana, famosa por sus bellísimas fotos sobre Palermo y Sicilia. Paolo y Shobha vivieron juntos un año en Cuba hasta que decidieron separarse y él se casó con Mariela. Tuvieron tres hijas. El año pasado, otra fuente italiana me comentó que Paolo había abandonado la isla, volado a Sicilia y allí se aprestaba a publicar un libro sobre los Castro. Seria una especie de biografía fotográfica “consentida” de su familia cubana. Pero esto, tampoco era seguro. Lo que sí se sabe fue que hace unos años, Paolo no quiso conversar con un reportero italiano en La Habana y desde entonces nadie lo ha vuelto a ver. Rumores indican que estaria de gerente de algunas inversiones cubanas en Italia.
Para ver la foto en grande y completa dele un click aqui.
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