CONTRA EL PINGALISMO CASTRISTA/
"Se que no existe el consuelo
que no existe
la anhelada tierrra de mis suenos
ni la desgarrada vision de nuestros heroes.
Pero
te seguimos buscando, patria,..." - Reinaldo Arenas
Dos días después de recibir el reconocimiento como campeón regular de las 135 libras, Richard Abril no estaba dispuesto a permitir que Sharif Bogere le acortara su reinado.
El cubano sobrevivió a un extraño arsenal de golpes y cabezazos, y hasta a un punto perdido por supuestos agarres, para retener la faja de la Asociación Mundial del Boxeo (AMB) al imponerse por decisión unánime al ugandés Bogere en el cuadrilátero del Hard Rock Hotel & Casino, en Las Vegas. “Estoy muy feliz por mantener la corona de la AMB, pero muy molesto con la forma en que se comportó mi rival’’, expresó Abril vía telefónica desde la ciudad del estado de Nevada. “Este hombre no vino a boxear, sino a embestir con la cabeza. Cuando le quitaron el punto ya era demasiado tarde, porque él venía haciendo eso desde el mismo primer round. La mía no fue una tarea fácil’’.
Sin duda, no lo fue.
Bogere estuvo muy agresivo en la primera mitad del combate y anuló el mayor alcance del antillano con acciones sucesivas para pegarse al cuerpo de su oponente y sacar de rango el jab de Abril, quien tuvo problemas para encontrar algún tipo de distancia donde colocar sus golpes y debió recurrir a agarres en busca de alguna solución que tardó en llegar.
Russel Mora, uno de los árbitros más controversiales de los últimos tiempos, sancionó a Abril en el octavo round con un punto por esos agarres, pero tardó demasiado en hacer lo mismo con Bogere por sus repetidas entradas con la cabeza –al menos dos heridas se vieron en la cara del cubano- y no fue hasta el 12mo asalto en que tomó cartas en el asunto y penalizó al africano.
De hecho, la esquina del cubano temió que la batalla pudiera ser detenida en el sexto cuando el doctor examinó profundamente una de las heridas en el rostro de Abril.
“No quiero entrar en polémica, pero Bogere no estuvo muy limpio con su actuación y debido a eso la pelea no resultó más atractiva’’, afirmó Carlos Rodríguez, presidente de Dream Team Boxing. “Pero fue evidente que las mejores acciones de la noche quedaron de parte de Richard. Ahora vamos a dejarle descansar y curar sus heridas antes de trazar una estrategia para el futuro’’.
Sólo a partir del séptimo asalto, Abril comenzó a soltar las manos con mayor efectividad y pasó a tener una actitud más constante con sus ataques. El combate, en general, estuvo muy lejos de lo que se esperaba de un choque de título mundial.
Según los datos aportados por Showtime, cadena que transmitió la pelea, Abril estuvo mucho más efectivo con los golpes de poder y sobre todo en las segunda mitad, lo cual fue decisivo a la hora de que los tres jueces votaran uno 115-111, y los otros dos 116-110 a favor del campeón.
Poco después de que Mora levantara la mano vencedora de Abril, se mostró desafiante ante uno de los campeones de la división y a quien muchos consideran la nueva estrella del boxeo.
“Quiero enviarle un reto a Adrien Broner y ojalá que no pelee tan sucio como Bogere’’, recalcó Abril. “Así podrá conocer el verdadero boxeador que soy’’.
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Por Andrés Pascual
Hace muchos años, en la Lisa,
La Habana, el legendario boxeador cubano Luis Galvani me dijo: “ningún
boxeador tiene miedo, preocupaciones sí, pero no miedo en el sentido que
se pueda pensar”.
En Miami, otro gran peleador cubano y patriota comprobado, Johnny Sarduy, me dijo lo mismo…
En
el boxeo de hoy escasean la técnica, la vergüenza, la consideración al
fanático… pero sigue intacto el concepto de que “nadie que sube como
profesional a un ring es cobarde”.
Nonito Donaire no es
un peleador cobarde, tampoco es un “flash”, como exageradamente lo ha
promovido el promotaje, a través de una prensa pagada por debajo de la
mesa, tiene buena velocidad y punto.
Pega con
suficiencia para noquear, pero sin capacidad de nocao punch. La derecha
es buena, pero no algo del otro mundo. Su mejor golpe es el gancho de
zurda, malo para poder conectárselo a boxeadores de guardia zurda
rápidos.
Nonito Donaire no debe ganarle al cubano
Guillermo Rigondeaux, porque el paisano de Mantequilla es mejor que él,
así, MEJOR: más rápido, más pegador y más boxeador técnica y
estratégicamente, entre el cubano y el filipino hay milla y media de
diferencia en cuanto a instinto e intuición a favor del antillano.
Las
peleas del asiático con Papito Vázquez y con Mathebula deberían servir
como puntos de comparación con respecto a lo que le espera a Donaire,
porque el boricua se fajó de palo a palo y el tipo no pudo concluir con
el nocao que su promocionada estelaridad exigía. El hombre acumula 4
fajas y lo eligieron como el mejor pugilista del año pasado.
Por
la fama, el dinero y la influencia de quien ha sido multicampeón y
mantiene dos versiones en su poder, es que cualquier riesgo peligroso
pudiera ser objetado, sobre todo, si reconoce (la negación que ha hecho
de la clase del cubano es la evidencia) que no solo va contra lo mejor
que pudiera enfrentar nunca, sino directo al matadero.
A
Nonito Donaire le debe estar preocupando muchísimo la posibilidad de
perder contra Rigondeaux, porque se le acaba la vida muelle que le
ofrece moverse en Fistiana como lo mejor, cuando él y su esquina saben
que un hombre le va a hacer polvo el sueño mágico de boxeador fuera de
liga que ha vivido hasta hoy.
Cuando no pudieron
imponer el “muy aburrido, no interesa”, entonces se aferran a las
tonterías del examen anti drogas, llegando una de ellas a configurarse
con la ridiculez de que “el cubano no tiene domicilio fijo para que VADA
pueda hacer el test”.
Esas justificaciones, que
sugieren que la pelea está en peligro de celebrarse, tienen como
objetivo evitar el pleito si es posible; no obstante, tal vez sin
quererlo, están conformando un claro encuentro de esos que llaman
“megapelea”, por el interés que ha ido adquiriendo, sobre todo, de parte
de los detractores del cubano que quieren “verlo muerto” a como dé
lugar, mayormente fanáticos mexicanos y del Caribe.
Nonito
no le gana a Rigondeaux ni si el sol comienza a salir desde el mar,
porque el cubano lo supera en todo, si no, al tiempo.
hernandez01/ Por Andrés Pascual El boxeo castrista no podía
asimilar la derrota ante ningún boxeador hispanoamericano,
sencillamente, no estaban preparados, porque se auto-consideraban,
fraudulentamente, como en el beisbol, “los mejores del mundo”, pero
nunca aclaraban que en los amateurs, porque los mexicanos, los boricuas,
los argentinos… o no permanecían mucho tiempo en el circuito, o nunca
alcanzaban a asistir a un evento aficionado notable, o tenían muy poca
edad y menos experiencia cuando lo hacían. En 1972, con
27 años de edad, el abuelo habanero Orlandito Martínez le ganó 3-2
(votación numérica de 5 jueces) al casi niño de 17 Alfonso Zamora, la
medalla de oro olímpica en Munich. Fue un pleito que hubiera podido
dársele al azteca por lo apretado. Zamora saltó y se hizo campeón mundial y el cubano siguió allí, en la misma “bobería”. Entonces
Puerto Rico se apareció con un bantam que, para el amateurismo en
aquellos años, nadie podría ganarle: fuerte, resistente, más aporreador
que pegador de nocao punch, con cierta debilidad técnica al atacar de
frente y con 18 años en 1973, Gómez le dio un saco de patadas a
Orlandito en el 3ero del primer pleito del Campeonato Centroamericano de
boxeo y otra en Dominicana Juegos Centroamericanos-74, todo el mundo
sabía que el oro en el 1er Campeonato Mundial Habana-74, si no aparecía
un contrincante fuerte de otro país, ningún cubano podría quitárselo al
boricua. Entonces seleccionaron a Jorge Luis Romero
para la división gallo en el Campeonato Mundial, un boxeador blanco, de
29 años, luego de que apareciera una sospechosa fractura de la víctima
de Gómez (Orlandito), en su mano izquierda Un detalle
de los años del Pacto de Varsovia: los jueces y referís robaban las
peleas para el campo comunista, porque les ofrecían prebendas como
vacaciones y apoyo (voto influencial) para que asistieran a torneos de
interés. Cuando Gómez llegó a La Habana, un periodista
extranjero le preguntó si no temía las decisiones arregladas a favor del
campo comunista y el joven declaró: “yo vine a noquear a todo el que
suba contra mi” y destruyó a 5, entre ellos a Aldo Consentino, un
francés al que le dieron mucho bombo y el puertorriqueño lo desinfló en
un intercambio de golpes en el primero. A Romero, por
el oro, con el tirano presente y luego de que Gómez lo tumbara varias
veces y le preguntara a Hamilton, referí americano, que si quería que lo
matara, lo derrumbó definitivamente en el 3ro. Una ofensa meridiana del
tirano: no le aceptó la medalla de plata que, como todos los cubanos
esa noche, Romero se la ofreció también, pese a todo, dio una muestra de
valor espartano en total indefensión.
Después Gómez
saltó y todo el mundo conoce cómo fue su actuación en Fistiana: acaso el
mejor supergallo de todos los tiempos, división que reinstaló José
Sulaimán por petición de su amigo Carlos Eleta en 1976, para acomodar a
Wilfredo en un peso donde pudiera ganar sin complicaciones. Esta
división estaba fuera de servicio desde principios de los 20’s. Cuando
Wilfredo Gómez inició el aporreo de sus víctimas conquistando a muchos
por anestesia general, a las que sometía brutalmente por su fortaleza,
por el poder de golpes de quien estaba físicamente mejor armado que el
resto y porque, nadie lo dude, sospechosamente, le permitían muchísimas
suciedades sin consecuencias, el legendario cronista cubano Rai García,
residente en Puerto Rico desde 1962, lo bautizó como Bazooka, hobby de
Rai desde la era de “Cuando Cuba Reía” que no terminó ahí, porque
también apodó a Benítez El Radar. Para hacer más fuerte
las campañas previas de Gómez, contrataron a uno de los mejores
cronistas cubanos de todos los tiempos, René Molina, exiliado desde 1962
también, como su Jefe de Prensa. Y el boricua continuó
haciendo su controversial historia por su estilo amañado, hasta que se
le ocurrió enfrentar a Salvador Sánchez, una máquina de boxear y matar,
no solo más fuerte que Gómez, sino mejor en todo que, viéndolo bien,
posiblemente hubiera sido el mejor boxeador mexicano si no fallece
trágicamente, lo que significa que estaba preparado para ser el mejor
entre hispanos de todos los tiempos. Gómez, según me
contó mi amigo René Molina, fallecido hace 6 años, tomó el pleito porque
desconsideró la clase del contrario, basado en que un par de sus
víctimas llegaron al límite contra el azteca, mientras él los había
noqueado. El error trágico y colosal de Gómez incluyó
que no tuvo en cuenta que Sánchez noqueaba después del 10mo round con
tanta facilidad como lo hacía en los 8 primeros, advertencia obligada de
que, cuando se encuentra un pegador así, por la fortaleza y la
resistencia que demuestra semejante condición, capaz de ganar cuando los
guantes pesan el doble, pues su clase se multiplica. ¿Quiénes
creían que Gómez podía contra Sánchez? Sus fanáticos, que, por la
pasión enfermiza que arrastra el nacionalismo, se cegaron ante
evidencias que conducían a una categorización: Salvador Sánchez no podía
perder contra Wilfredo Gómez porque lo superaba en todo, por eso el
ahijado de Plomo nunca se recuperó de un golpe casi mortal y continuó
más por instinto que por aptitud, porque no le estaba pegando un
boxeador cualquiera, sino el mejor peleador de divisiones pequeñas de la
historia en categoría de noqueador. Algunos quisieron
justificar la derrota con que Gómez, por exceso de confianza, había
abandonado el training varias veces para actividades de promoción del
pleito, mientras Salvador permanecía sin sobresaltos mediáticos en el
suyo. Yo no creo nada de eso, sencillamente, Wilfredo Gómez no pudo hacer más, porque estuvo frente a un verdadero fuera de grupo. ¿Si
Salvador no muere como ocurrió? Tal vez se hubiera producido una
revancha para que el mexicano le hubiera propinado otro nocao al de Las
Monjas, después de esa pelea, Gómez no volvió a ser el mismo...
a los familiares del difunto stevenson por favor, que tengan la decencia de darles el millon de dolares que la propaganda oficial siempre proclamo.
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efe/
Las autoridades deportivas de Cuba analizan la presencia de pugilistas cubanos entre los profesionales y la entrada de mujeres en esa disciplina, trascendió al término de la visita que realizó a La Habana el presidente de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA), Ching-Kuo Wu.
La futura inserción de los cubanos en la Serie Mundial (WSB) y en el Boxeo Profesional de la AIBA (PBA) fueron algunos de los temas abordados por Wu en sus entrevistas con el presidente del Comité Olímpico de la isla, José Ramón Fernández, y con el vicepresidente del Instituto Nacional de Deportes, Jorge Polo, informaron hoy medios locales.
En una rueda de prensa celebrada en La Habana, Wu dijo que la presencia de boxeadores cubanos en los proyectos de la AIBA "sería muy importante" no solo para la isla sino también para ese organismo, y añadió que los encuentros sostenidos sirvieron para la comunicación y comprensión mutua.
El Instituto Nacional de Deportes y el Comité Olímpico Cubano no se han pronunciado hasta el momento por aplicar los nuevos conceptos de la AIBA porque esos cambios "están en proceso de análisis".
"Esperamos que luego de la aprobación podamos iniciar estos proyectos en Cuba lo antes posible", indicó Wu, quien valoró a Cuba como uno de los países "más importantes dentro de la AIBA".
Por otra parte, el titular de la AIBA anunció que el sistema de clasificación para los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro asignará 100 de sus 250 plazas distribuidas en 30 a la WSB, y 70 a la PBA.
Agregó que la edad límite de los pugilistas aumentará de 34 a 40 años y el sistema de puntuación aplicado por la WSB será introducido en todas las competencias que auspiciará la AIBA.
Wu, quien dirige ese organismo desde 2006, inició el martes una visita de dos días a Cuba acompañado por otros funcionarios de esa entidad, el italiano Petrus Filippi y los franceses Giran Benoit y Karim Bouzidi.
Florentino Fernández (derecha) ensaya su famoso gancho de izquierda en
un entrenamiento con el legendario Muhammad Alí, en el famoso gimnasio
Fifth Street de Miami Beach en 1960.
Photo by John Pineda / Photo by John Pineda/ MH Archive [Nuevo Herald]
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Florentino Fernández, el boxeador cubano que hizo historia con una pegada descomunal y una furia indetenible sobre el ring, falleció este lunes en Miami a los 76 años, víctima de un ataque al corazón.
Florentino, apodado El Buey por sus golpes demoledores, es parte de la historia del boxeo cubano. Las enciclopedias del pugilismo los sitúan entre los 100 pegadores más potentes de todos los tiempos.
Salió de Cuba en 1963 ante la imposibilidad de continuar peleando como profesional. Se labró su fama a fuerza de puñetazos violentos y de un empuje que parecía retar el el límite de lo humano. La suerte no lo acompañó en las decisiones sobre el ring que no pudo inclinar por la vía del KO, y si no figura como campeón mundial es porque su rival, Gene Fullmer, estaba peleando en su patio aquel 5 de agosto de 1961.
"En el boxeo cubano no hemos visto jamás a un pegador de la precisión, de la violencia, de la capacidad destructiva de Florentino Fernández. Ningún boxeador cubano ha pegado así", escribió el cronista Eladio Secades.
Se retiró del ring oficialmente en 1972, con un impresionante récord de 50 victorias (43 por KO), 16 derrotas y dos empates. Trabajó como entrenador de boxeo en Coconut Grove, probó suerte en un restaurante y se ganó la vida como otro exiliado cubano más.
Lo visité en su modesto hogar de Miami a comienzos del 2006, a raíz de su cumpleaños 70. Aquella tarde repasó sus grandes hitos y volvió a repetir lo que casi todos los expertos admiten ahora tras analizar desapasionadamente el combate con Fullmer: que le robaron la pelea.
Y habló también de Cuba, de la comparsa de San Pedrito y de los carnavales en su natal Santiago, de las luces desconcertantes de La Habana de los años 50 y de lo que nadie podía quitarle ya: la gloria vivida. De la conversación por más de dos horas aquella tarde en Miami salió esta entrevista, publicada en un suplemento especial de El Nuevo Herald el 21 de mayo del 2006, y que ahora vuelvo a compartir con los lectores de CaféFuerte.
FLORENTINO FERNANDEZ, PUÑOS DE HIERRO
Por Wilfredo Cancio Isla
En la pequeña sala de su casa en Miami cuelga una foto de sus años de esplendor sobre los cuadriláteros. Florentino Fernández era entonces un pegador recio y destructivo, capaz de tejer una cadena de 16 knockouts (KO) consecutivos y hacer historia en el boxeo cubano de todos los tiempos.
Con una racha demoledora de 24 victorias al hilo desde su aparición en el boxeo profesional, en 1956, hasta su derrota frente a Rocky Kalingo en noviembre de 1959, Fernández emergió vertiginosamente como un ídolo de las multitudes. ''El Buey'' -apodo que se ganó a ritmo de puñetazos descomunales- no vaciló en subirse al ring para retar a peleadores marcados por la leyenda, se llamaran Rubin ''Huracán'' Carter, Dick Tiger o Emile Griffith.
Pero ninguno de esos combates dejaría una huella tan profunda en su carrera pugilística y en su vida como el enfrentamiento con el estadounidense Gene Fullmer por el campeonato mundial de los pesos medianos, el 5 de agosto de 1961. Una pelea a 15 rounds que a la distancia de cuatro décadas todavía suele traerle amargos recuerdos a Fernández.
''Fue una pelea brava, Fullmer era un boxeador muy fuerte pero yo gané'', afirma Fernández. "He visto después la grabación muchas veces y no me quedan dudas''.
Sobre el televisor descansa una copia en video de aquella batalla campal en Ogden, Utah, que terminó con una decisión dividida a favor de Fullmer. Fernández relata que sus golpes con la zurda llevaban ese día tanta furia que llegaron a provocarle tres fracturas en un brazo de su rival.
''Nunca me dio la revancha. Dijo entonces que si había que pelear con los cubanos como peleó conmigo, tenía que pensarlo dos veces'', rememora el célebre pegador cubano, que colgó definitivamente los guantes en 1972. Su récord sigue siendo hoy motivo de culto entre los protagonistas y amantes del boxeo: 50 victorias, 43 de ellas por KO, 16 derrotas y dos empates. De los 43 KO, 20 ocurrieron en combates finalizados antes del campanazo del tercer round.
The Ring -la Biblia del boxeo mundial- le ha concedido el lugar 56 en la lista de los 100 más poderosos pegadores de todos los tiempos.
Nadie ha pegado así
Acaba de arribar a los 70 años el pasado 6 de marzo, pero nadie que observe su complexión física y su andar de hombre esbelto podría acertar en un cálculo de edad. Todavía conserva cierta gallardía juvenil y sus brazos mantienen una robustez envidiable.
Y su memoria preserva tanto los pormenores dentro del cuadrilátero como los extravíos adolescentes bailando con la comparsa de San Pedrito en los carnavales de Santiago de Cuba, su ciudad natal.
Conversa con soltura y amabilidad. Ha desengavetado un manojo de fotos históricas que muestra con orgullo, una de ellas con el rostro ensangrentado durante uno de sus violentos desafíos y, sobrepuesta, una frase del gran Eladio Secades: "En el boxeo cubano no hemos visto jamás a un pegador de la precisión, de la violencia, de la capacidad destructiva de Florentino Fernández. Ningún boxeador cubano ha pegado así".
¿Cómo fue que se decidió a ser boxeador?
De niño me gustaba la pelota. Venía de una familia pobre y era un muchacho pacífico, pero cuando se metían conmigo y les soltaba un 'trastazo', la gente iba directo pa'l suelo. Comenzó el rumor de que yo pegaba duro. Tenía 15 o 16 años cuando fui por primera vez a un gimnasio para hacer entrenamiento y realmente me entusiasmó lo que pude hacer. En 1956 me fui a La Habana y empecé a entrenarme con Higinio Ruiz, que era un hombre muy sabio.
¿Alguien le inspiró como modelo de peleador en esos años?
Kid Gavilán. Era un boxeador muy técnico, pero también un fajador incansable. Para mí fue el mejor de todos.
De su paso por el boxeo amateur quedaron registradas 17 victorias muy rápidas, casi todas por KO, y una pelea con un compatriota que llegaría a convertirse en campeón mundial, Luis Manuel Rodríguez. ¿Cómo fue esa pelea?
Fue tremenda. Yo lo tiré una vez a la lona y le gané la pelea por decisión. No peleamos nunca más y desde entonces mantuvimos estrecha amistad hasta su muerte (en 1996).
En el profesionalismo su fama creció como la espuma, un KO tras otro. ¿Había una estrategia calculada en esas embestidas que enloquecían al público?
Mi estrategia era salir a decidir la pelea cuanto antes. En el boxeo hay que recibir golpes, pero si no te cuidas terminas hecho un guiñapo, porque a la larga los golpes hacen daño. En mi carrera de 16 años recibí muchos golpes, pero muchos menos que los demás, porque conmigo las cosas terminaban rápido la mayoría de las veces.
De campana a campana
A partir de 1959 se fraguan los más espectaculares combates de su carrera, siete de ellos con campeones mundiales. Para muchos conocedores del boxeo su nombre estará asociado para siempre con el KO que le propinara Rubin Carter en el Madison Square Garden de Nueva York en 1962. ¿Cómo fue eso?
Me cogió sorprendido y me tiró en el primer round. Cuando me levanté me pararon la pelea. Creo que estaba en condiciones de seguir.
¿Y que pasó con Dick Tiger en la pelea de Miami Beach?
Perdí por una herida. Si no, la historia hubiera sido otra.
El combate con Emile Griffith en agosto de 1960 lo pierde por decisión en 10 rounds...
Se agarró todo el tiempo para sujetarme el brazo izquierdo y así se fue la pelea. Yo quise la revancha con todos ellos, pero ninguno me la dio.
Y de todos, ¿cuál fue el más difícil para usted?
Fullmer, sin dudas. Pero también corrió mucho por todo el ring.
¿Cuál fue su escenario favorito para pelear?
El Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana. Alli perdí muy pocas veces.
¿Cómo recuerda La Habana de esos años?
Era una ciudad increíble. Todavía cierro los ojos y me la imagino llena de luces, paseando por el Malecón.
¿Por qué se fue en 1963?
Porque se acabó el boxeo profesional y no quería que todo acabara en el mejor momento de mi carrera.
¿No ha regresado?
Nunca. Hasta que todo no se arregle.
¿Qué piensa del boxeo actual?
Mucha propaganda. En mi época había más caballerosidad y respeto entre los peleadores fuera del ring. Ahora hay menos boxeo pero se paga más por el espectáculo. Antes para ganarse $3,000 había que sudarla.
¿Cuál fue la suma más alta que ganó por una pelea?
Cuando discutí el campeonato mundial en 1961. Me dieron unos $15,000.
¿Asiste con frecuencia a carteleras de boxeo?
A veces. Otras lo veo por televisión, aunque sin esa furia de antes.
Dígame su secreto para mantenerse atlético y vital a los 70.
Nunca fumé ni bebí un trago de alcohol. Comía de todo, pero lo quemaba en el ring. Ahora estoy de vago, pero me mantengo.
pugil tunero de buen boxeo y escasa pegada, que llego a ser comisionado nacional del deporte. no se informan las causas de su prematuro deceso. -----------------
La familia cubana del boxeo siente hoy la pérdida de uno de sus hijos ilustres: Jorge Guzmán Socarrás.
Quienes tuvimos el placer de ver sobre el ring al destacado púgil zurdo tunero —de excelentes rúbricas en la década de los años 80 y principios del 90—, siempre lo recordaremos por su efectivo jab de derecha, con el cual preparaba las combinaciones de swinnes, ganchos y rectos de izquierda. Guzmán también sobresalió por su férrea defensa.
Su trayectoria deportiva en la división de 71 kilogramos, lo identifica como integrante del equipo provincial de Las Tunas (1978-1981) y de la preselección juvenil cubana (1981-1983). Además, fue miembro del equipo nacional de mayores (1983-1994).
Por su calidad, integró el equipo Cuba que finalmente no asistió a los Juegos Olímpicos de Corea del Sur, 1988. Además, Guzmán conquistó el cetro en el Campeonato Panamericano de la disciplina, dirimido en Puerto Rico, en 1991.
Su año de mejor cosecha fue 1992, cuando el profesor Alcides Sagarra lo incluyó en el grupo que competiría en la tradicional gira por Europa. Y Guzmán colmó las expectativas. Ganó el torneo Cinturón de Oro, de Rumania; el Usti Nad Labem, de la República Checa, y la Copa Química de Halle, en Alemania.
Luego de su retiro oficial de los trajines del encerado, el tunero se desempeñó como entrenador en su provincia natal, desde 1994 hasta 1999. También fue comisionado nacional de boxeo, y elegido como vicepresidente de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA).
Asimismo, prestó su ayuda técnica en Siria, donde clasificó a dos boxeadores para los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Y antes del lamentable deceso, impartía sus conocimientos a los integrantes de la selección nacional de Jordania, a los que acompañó a la cita estival de Londres 2012.
The
plane began its descent over the last 90 haunting miles of sea that
divides Cuba from the United States, a sea that might be the largest
graveyard in the world. Out my window the sunset glazed over the surface
of the ocean and glinted off the slits and nicks of wave-creases like
fresh wounds. Up and down the plane I heard the slap of blinders yanked
down over the windows while the rest of us eagerly took in the view.
It’s this last homestretch that always fleshes out the tourists from the
locals on flights to the island.
There are plenty of tragic and inspiring choices, but the most obvious legacy Castro will leave behind is the broken family.
As
the plane touched down at Jose Marti Airport I still wasn’t sure I
would be allowed to enter Cuba in the first place. I had spent my last
trip a few months earlier conducting illegal interviews with the
country’s most famous boxing champions, men who had turned down millions
and were only willing to discuss it if I paid them under the table. Of
course there was no official way to have these interviews given
the sensitivity of the topic. The state security had started following
me after the first interview. All the Cubans I was working with couldn’t
understand why we weren’t being arrested. But we kept going until we
landed every interview on my wish list. Then it was just a matter of
getting that material out.
While I probably should have
quit while I was ahead, my purpose this time around was to knock on the
door of one of the most politically radioactive residences in the
country—the wife of Guillermo Rigondeux, a 30-year-old two-time Olympic
boxing champion, branded by Fidel Castro as a Judas and traitor to the
Cuban people. I was there to track down the family of one of the most
notorious defectors in Cuban history.
Since Rigondeaux had escaped on a smuggler’s boat (venture humanitarianism between
Cuba and Cancun has thrived enormously the last few years) and become a
permanent exile, his family had been living under 24-hour surveillance
and nearly house arrest. Cuban state security doesn’t fuck around. As
attractive an analogy it might be for any foreigner to view Rigondeaux
as a kind of Orpheus, a highly charged defector forever abandoning his
life, nobody is in any hurry to have a camera and a microphone placed in
the face of Eurydice to discuss the matter. The official state version
of events is quite sufficient, muchas gracias. Bienvenido a Cuba!
Everyone
on the island knows that at Castro’s first trial, when he was asked to
confess who was intellectually responsible for his attack against
Batista, he proclaimed it was none other than “a poet.” But whether
Cuba’s Comandante likes it or not, his country is poetry of a different
order, something like 1984 penned by Charles Dickens.
The
first African slaves were brought to the island as far back as 1520, a
measure taken after the Spanish were in need of replenishing the native
Indian population (300,000 at the time Columbus first encountered them)
they had wiped out through a combination of genocide, disease and brutal
labor. Many Indians were so desperate to escape the calamity of their
lives under Spanish rule that they attempted suicide by trying to choke
on dirt. This concern ceased after the Spanish warned of severe punitive
measures on the family members of suicides.
One of the most
famously brave Indian chiefs, Hatuey, captured, tied to a stake and
about to be set ablaze, was offered conversion by the Spanish if he
accepted Jesus. Hatuey asked the religious man holding the flame if
indeed any Christians were in heaven. He was assured there were. Hatuey
replied that he would rather burn and be sent to hell than ever again
encounter people as cruel as the Spanish.
When Columbus first saw
Cuba in 1492 he described it as “the most beautiful land human eyes have
ever seen.” He asked the first local he could find if he had arrived on
an island, and was assured that he had, but that it was infinite.
I’ve
never been able to get the wrapping paper off trying to imagine the
expression on the face of the man who told Columbus that.
“Hope, Hope, fallacious Hope!/Where is thy market now?” -J.M.W. Turner
Almost 300 years later, on November 29, 1782, the events depicted in Joseph M. W. Turner’s famous painting, The Slave Ship,
unfolded. First known as the Zong Affair, and decades later as The Zong
Massacre, the story goes something like this: With a business disaster
looming—slaves were dying at more than the usual rate—Captain
Collingwood ordered some of the Zong’s human cargo—122 shackled African
men, women and children—thrown overboard into the shark infested waters
of the Caribbean. Another 10 slaves threw themselves overboard in a
display of defiance at the inhumanity.
These 132 deaths left the captain with high hopes of filing his insurance claim: lost-at-sea slaves would be insured, dead-on-arrival slaves would not.
At the trial for insurance fraud, England’s Solicitor General stated:
“What
is this claim that human people have been thrown overboard? This is a
case of chattels or goods. Blacks are goods and property; it is madness
to accuse these well-serving honorable men of murder… The case is the
same as if wood had been thrown overboard.”
In 2009, 228 years
after the Zong disposed of its cargo in the Caribbean, another boat
carrying human beings—who’d also been bought and sold on the market
place—sped under cover of night across the same Caribbean waters. This
time the boat was headed for Mexico, where a ransom masquerading as a fee was
to be paid for the lives of the men, women and children being
transported. Three of the occupants on the smuggler’s boat were elite
Cuban boxers. One of those boxers was Guillermo Rigondeaux. Despite over
400 fights inside a ring against the greatest boxers in the world,
Rigondeaux would describe this journey, with immense reluctance, as the
most traumatic event of his life.
“There may be no entrapped pool of human talent left on earth with the dollar value of Cuban athletes.”
El exboxeador Arnaldo Mesa, subcampeón olímpico en Atlanta 1996 y tres veces medallista de bronce mundial, falleció este lunes en Holguín, víctima de una hemorragia cerebral.
La doctora Lázara Suárez, de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Vladimir Ilich Lenin, declaró a la agencia oficial AIN que el expúgil "había ingresado a la institución médica con elevada presión arterial, lo cual lo llevó a sufrir de un daño cerebral severo".
Arnaldo Mesa Bonell nació el 6 de diciembre de 1967 en el municipio holguinero de Frank País. Nacionalmente logró cuatro títulos en torneos Playa Girón y cinco en los internacionales Giraldo Córdova Cardín.
Con apenas 19 años debutó en campeonatos mundiales. En Reno 1986 logró la medalla de bronce, actuación que repetiría en Moscú 1989 y Belfast 2001, siempre en los 57 kilos.
Su resultado más sobresaliente ocurrió en 1996, cuando mereció la presea de plata al caer en la final olímpica ante el húngaro Istvan Kovacs (14-7), en la división de 54 kilogramos.
Por Andrés Pascual Una
vez le pregunté al maestro Nacho Beristaín que si alguna vez le ha
disgustado el boxeo, la leyenda azteca de la esquina y el training me
ripostó que “cada vez que escuchó a ciertos comentaristas hablando por
televisión”. Este sábado opté por internet pata ver el
programa de Las Vegas, si dos sabelotodo son pocos, hubo que dispararse a
4 españoles diciendo una cantidad de barbaridades que, cada segundo de
ataque de aquel ejército de increíbles poco conocedores a mis tímpanos,
me ponía en la línea de Nacho: estuve a menos de 1 minuto de apagar el
aparato, sin embargo, conté hasta 1,000, me aplaqué a medias y vi las
peleas Gamboa vs Fareñas y Márquez vs Pacquiao. Yo creo
que no vale la pena comentar la estelar, que concluyó con un nocao que
asustó a todos los que observamos la forma cómo cayó el filipino y los
segundos siguientes sin respuesta. Pero algo voy a
decir: el swing de derecha que tiró al asiático para un knockdown fue
menos fuerte que otros que el oriental asimiló sin problemas en las tres
peleas previas y, si agregamos la derecha corta que lo horizontalizó,
igual: ninguno de los dos son los golpes de más poder y puntería
lanzados por el mexicano a través de 3 combates y cuarto. Yo creo que
ayer se vio a un Pacquiao sano, hombre natural, porque, luego de
conectar con precisión a Márquez, de lastimarlo peligrosamente, no pudo
rematarlo y todo eso junto dice bastante… Yuriorkis
Gamboa ganó bien, yo pensé y así lo escribí, que no ganaría, pero se
sobrepuso al tiempo de “descanso” y dominó las acciones, aunque aceptó
algunos buenos golpes de un contrario de guardia rara, que se agachaba
demasiado peligrosamente. Gamboa tiene que corregir las
entradas de frente, completamente parado y tiene que separase tirando,
además de que debe ponerle más atención a la defensa cuando lanzas sus
golpes, porque se queda descubierto y lo golpean a mansalva al fallar. Supongo
que el cubano retomará el sendero del trabajo regular, es decir, que le
busquen las peleas que un boxeador de su categoría necesita, hasta que
adivine un disparo por otro campeonato mundial que le haga oficial la
clase respetable que tiene.
haciendo defensa de torso, con las manos bajas la mayor parte del tiempo, gamboa nuevamente sufre una caida ante un rival de segunda categoria. al cierre juan manuel marquez le propino a manny paccquiao un espectacular nocao que pasara a la antologia de los mejores de la historia del boxeo.
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Al Bello/Getty ImagesYuriorkis Gamboa le pega un gancho de izquierda sobre la cabeza de Michael FarenasLAS VEGAS -- Yuriorkis Gamboa pareció que nunca se fue y que jamás dejó de boxear.
ESPNdeportes.com/ Por Carlos Nava
El
boxeador cubano venció por decisión unánime al filipino Michael Farenas
para apoderarse del cinturón interino Superpluma de la Asociación
Mundial de Boxeo.
Para Gamboa fue su primer pelea en
casi 15 meses, desde que derrotó al mexicano Daniel Ponce de León el 10
de septiembre del 2011 en Atlanti City.
El filipino
nunca dio verdaderos problemas a Gamboa, quien se los povocó asimismo
cuando por mofarse del rival bajó la guardia o empezó a bailar arriba
del cruadrilatero.
Los jueces vieron ganar a Gamboa 118-110, 116-112 y 115-113.
Desde
el primer asalto, el cubano, apadrinado ahora por el rapero 50 Cents,
fue al frente, buscó el combate, soltó golpes y hasta se burló de
Farenas en diversas ocasiones.
Parecía que en el
segundo asalto, el filipino ponía en situación complicada a Gamboa,
quien respondió con un derechazo que puso en el suelo a Farenas, quien
ni siquiera completó la cuenta de protección porque terminó el round.
Para el tercer asalto, Farenas ya sangraba de ambas cejas; cortado por los golpes del cubano.
Sin embargo, se las ingenió para salir adelante los siguientes tres capítulos, hasta que en el séptimo fue derribado por Gamboa.
El
cubano, con una actitud muy prepotente, se llevó un susto en los
séptimos y octavos asaltos, al ir para abajo, aunque el réferi Tony
Weeks consideró que fueron caídas accidentales.
A esas alturas, la esquina de Farenas hacía milagros para detener el sangrado de ambas cejas.
Parecía que Gamboa finiquitaba a Farenas en el noveno episodio con una ráfaga de golpes contra las cuerdas.
Pero
el filipino sacó una izquierda de la nada que puso en la lona al
cubano, ante la algarabía de la gente en una ya repleta arena del MGM
Grand.
A partir de ahí, Farenas quiso hacer algo,
pero en realidad falto de distancia y puntería frente a Gamboa, quien
sólo se metía en líos con la guardia abajo y entrando en zona de
contragolpe.
Ya en el resto de los rounds, Farenas intentó castigar, sin éxito alguno, al cubano, quien se ciñó su campeonato.
Por Andrés Pascual El problema que confronta el
zurdo Erislandy Lara no tiene que ver con su estilo ni con influencias
nocivas, a no dudarlo, tal vez sea uno de los pocos boxeadores cubanos
de los últimos 20 años que pelea como un profesional, sino con su
temperamento. El oriental, un estilista con capacidad
noqueadora, no hace la pelea exageradamente afuera, de mucha velocidad y
poco disfrute del público de sus compañeros. En su
forma de pelear se distancia de Rigondeaux, un tremendo boxeador a quien
evitan mencionar con seriedad, porque puede ganarle a cualquiera, a fin
de cuentas, en el boxeo gana el que más conecte y menos reciba, algo
que ni acepta ni sabe cierto fanático moderno, al que le importa poco la
historia y no puede entenderla, porque ni aprende a leer ni a escribir
correctamente y ese tipo de fanático sabe que me refiero a él. Lara es un peleador de media distancia básicamente, elegante, peligroso por zurdo y con instinto rematador. No
tiene nocao punch, pero ningún boxeador de hoy lo tiene, derrumban
porque castigan mucho, pero no pueden liquidar con un golpe y, las
retahílas de nocaos que tienen algunos, son producto de la intervención
de los referíes por el miedo a una fatalidad en su turno de trabajo, eso
se sabe y se puede comprobar en la cantidad exagerada de
participaciones del tercero en el ring bajo decreto de nocao técnico, de
igual forma que casi se acabó el fuera de combate en el amateurismo; en
el profesionalismo es más rara la anestesia general al conteo de diez
cada día. Sin embargo, Lara pertenece, como Paul
Williams, al grupo de boxeadores con clase para brillar como campeones,
pero, por temperamentales, porque un día suben y lucen un mundo y en la
próxima pueden decepcionar por la apatía y el desgano, nunca el
pronóstico se puede confiar, no obstante, Vanes Martirosyan ni inicia la
cartilla para descifrar al cubano. Mañana, si quiere
hacer las cosas como puede, debe ganar por cualquier vía y, cuando lo
entiendan los mandamases, si no pierden mucho dinero en el lance, hacer
lo mismo contra el Canelo Álvarez después.
Nada le ha llegado fácil en la vida a Inocente Fiss, pero de cuando en cuando se le abre alguna oportunidad como la que se le presenta el 17 de noviembre. Esa noche el cubano (15-0, 9 KO) combatirá por un título interino de la Asociación mundial (AMB) en las 154 libras contra Robert García.
El llamado “Lucero Espirituano” ha venido volando por debajo del radar con varias peleas fuera de EEUU, pero en esa fecha tendría su primer gran momento si logra salir airoso en el Cosmopolitan Hotel and Casino, en Las Vegas.
En medio de un entrenamiento, Fiss hizo un alto para conversar con El Nuevo Herald sobre su carrera, pero sobre todo, de esa vida que ahora le envía un pedazo de esperanza disfrazada de pelea.
Esta es una gran oportunidad para ti. Pocos esperaban que fueras por un título interino.
“Me he sacrificado mucho y creo que hacía tiempo me merecía algo así. No ha sido fácil estar lejos de mi familia, abandonar mi país. La soledad puede ser un rival enorme. Entonces, ya era hora. Esta oportunidad no la voy a desaprovechar. Voy a ganar sea como sea y cueste lo que cueste’’.
¿Has visto algo de tu rival?
“He visto un video, se ve un púgil fuerte, que viene para adelante. Pero creo que mi técnica es superior y confío en que venceré’’.
¿Cuándo hablas con tu familia en Cuba, ¿qué te dicen?
“Mi familia es muy unida, lo más grande que me ha dado la vida. Siempre me están dando los mejores consejos, como si temieran que me fuera a meter en problemas. Cuando supieron que se me había dado esta pelea se pusieron muy contentos. Por supuesto, ellos quieren que salga vencedor. Si gano yo, también ganan ellos. Esos pensamientos positivos, es como si cruzaran las 90 millas y me impulsaran hacia adelante’’.
En Cuba eras conocido, ¿por qué viniste a Miami?
“Desde niño nada fue fácil para mí. Siempre me tocó lo más difícil. Cuando llegué al equipo nacional con 18 años, pensé que tenía las puertas abiertas, pero no fue así. A pesar de que tuve buenos resultados muchas veces no contaban conmigo para las competencias importantes. Era como si me echaran a un lado. Una de las causas por las que estoy en este país es por las tantas decepciones en Cuba”.
Luego de varios años en Miami, ¿estás contento con tu carrera?
“En sentido general sí. En mis dos últimos dos años en la isla me alejé por completo del boxeo, de modo que me fue más difícil al principio retomar el entrenamiento en serio que las peleas mismas”.
Tú me hablas de la soledad con cierto dolor.
“Aquí estoy prácticamente solo, así que para vencer a la soledad entreno como un loco. Me pongo a correr, a tirar golpes, trato de cansarme mucho para no pensar en otras cosas, me enfoco en ayudar a mi familia. Intento canalizar ese dolor en energía, convertirlo en rabia de guerra. Algún día espero que todo cambie, pero por ahora esto es mi vida’’.
Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/10/26/1330991/inocente-fiss-un-camino-abierto.html#storylink=cpy
de acuerdo con pedro luis diaz su entrenador, solis quien podria estar "listo" para una pelea por un titulo mundial, topara con el noruego residente en valencia Leif Larsen, el 12 de octubre en espana.
fragmento de la pelea donde larsen le propina ko a danny williams el otrora demoledor de un depauperado tyson.
Michael Will-AP/
Cuba's Yoan Pablo Hernandez, left, attacks challenger Troy
Ross of Brampton in their IBF cruiserweight world title bout in
Bamberg, Germany, on Saturday.
The Associated Press
BAMBERG, GERMANY—Cuba’s Yoan Pablo
Hernandez successfully defended his IBF cruiserweight title on Saturday
with a unanimous decision against Canada’s Troy Ross of Canada.
Apart from the opening round, which
Hernandez dominated, Ross appeared livelier throughout and clearly
thought he had done enough to win.
“I pretty much pumped the floor with
him today,” said Ross, who resides in Brampton, Ont. “I know I won the
fight because I put all my hard work into it. I’m too strong, too fast.
I’m just a better boxer today ... it’s a bad decision.”
The judges awarded it 114-113, 115-112, 116-112. The decision was whistled by the crowd.
“Respect for Troy Ross. He’s a good
boxer and a great fighter. I knew that he had a strong punch,” Hernandez
said as the crowd kept whistling.
Hernandez was in serious trouble
during an explosive third round and received an eight count in the fifth
before referee David Fields allowed the Cuban southpaw to continue.
Ross, also a southpaw, was dominating the close exchanges and Hernandez was unable to trouble the smaller man from distance.
Ross himself was wobbling in the
ninth, when Hernandez caught the 37-year-old with a heavy left blow but
appeared too exhausted to finish him off after a flurry of punches.
The 27-year-old Hernandez, based in
Germany since 2005, improved his record to 27-1 (13 KOs), while Ross
dropped to 25-3 (16 KOs).
Nonito Donaire le ganó por decisión dividida a Wilfredo Vázquez jr (un
juez estaba en “la luna de Valencia”, entonces votó 115-112 por el
boricua) la faja mundial vacante de peso supergallo versión OMB.
Si algo demostró Papito en esta pelea fue que le sobra el valor para
ganarle a un peleador como el filipino, pero le falta la velocidad,
porque la famosa pegada del llamado Flash no espanta en las 122 libras
y, cualquier otro recurso, nadie lo apreció como determinante en la
victoria que, aunque holgada, puede catalogarse de “pírrica”, por la
forma como le dejaron la cara: recibió más que un catcher de beisbol
después de un maratón de 18 innings, no obstante, conectó más y con más
poder, alguna que otra vez, al hijo del legendario triple-campeón y
orgullo puertorriqueño, Wilfredo Vázquez.
Hay peleadores de estos tiempos que no pueden soportar la carga de
respeto por el público y por el oponente que exige ser un boxeador de
grandes ternas y números, entonces se dedican a payasear, a deslucir un
pleito sin importarles cuánto afectan su imagen: la conducta francamente
ridícula del asiático bajando la guardia, incluso agachándose delante
de Vázquez jr, causó el efecto contrario al que buscaba, porque casi
todo el mundo entendió esos gestos poco atractivos como resultado de la
frustración a que se puede llegar cuando no se tiene el poder suficiente
para noquear a alguien que, si bien no podía ganar, no se contuvo en su
empeño de, por lo menos, complicarle las cosas a este payaso de factura
oriental.
Papito lució mejor que Donaire, porque todo el mundo sabía que no podía
ganar, pero muy pocos que se iba a mantener de pie, recibiendo y
tirando, en medio de una derrota que le resultó muy cara al ganador.
Por mi parte, me quito el sombrero ante Papito Vázquez, que boxeó como
un campeón y perdió como tiene que perder alguien digno de tamaño
calificativo: con honor y responsabilidad profesional; mientras, la
imagen de Nonito distó mucho de la que, obligatoriamente, tiene mostrar
quien aspira a que se le respete y se le trate como al fenómeno de
Fistiana que, realmente, no es.
Antes de terminar, Guillermo Rigondeaux es más rápido que Donaire y pega
más, por lo que sería un milagro que esa pelea se celebre, porque la
gente detrás del paisano de Pacquiao podrán ser de todo menos estúpidos.
Esas payaserías y ese nombre terminan la noche que se le ocurra a su esquina subirlo contra el cubano, si no al tiempo.
Mi
joven amigo y brillante cronista mexicano Ismael Rubio, me envió un
“dossier” sobre el heavyweight cubano amateur, tres veces campeón
Olímpico, Teófilo Stevenson, que me indujo a escribir este comentario.
El problema que existe con Piropo (como le llaman en su pueblo), es
que sus éxitos como aficionado están ahí; su superioridad en un
circuito que pareció hecho a su medida está ahí; pero ciertas
contradicciones también.
Hay una idea que mucha gente no expresa por miedo a ser catalogado
como un exagerado desconocedor, pero quisieran decirla y es que el
cubano hubiera noqueado a Mohamed Alí, lo que basan con su desempeño en
el olimpismo; sin embargo, a nadie de esta gente se le ocurre ni sugerir
por quién sabe qué, ¿Qué hubiera pasado si Joe Louis, Armstrong, Alí,
Monzón, Durán, Chávez, Leonard o el mismísimo Robinson se hubieran
mantenido toda su vida atlética entre aficionados? Y, por decencia, por
honestidad y por sportsmanship, que es el resultado de todo lo anterior,
deberían.
Voy a comenzar de atrás hacia adelante: Stevenson no “se retiró”
porque diera muestras de decadencia, al tipo lo sacó de circulación su
más grande fanático, manager y propietario de su cuerpo y su mente,
emperador absoluto de la Cuba esclava y máximo tirano y dictador de toda
la América, Fidel Castro cuando su conducta delincuente se les fue de
las manos por el consentimiento oficial y contrató a alguien para un
atentado a un rival en el amor, o mató a un ciclista manejando ebrio por
lo que nunca fue juzgado.
Bebedor empedernido sin control, capaz de reconocerse a sí mismo
como un privilegiado al que se le permitía cualquier cosa (concesiones
del régimen que solo le vetaban actividades contrarrevolucionarias,
incluso hablar), pues le hicieron un antisocial como a casi todos los
privilegiados que forman parte del botín ideológico, especie de Hall of
Shame de la vitrina de la tiranía, para crear una historia posiblemente
indebida y realmente incompleta, capaz de funcionar para propios y
extraños, como sucede con los mexicanos y el material 100 Leyendas del
Boxeo, que incluye a Stevenson.
En 1968 el boxeador era un larguirucho joven y prometedor que no
sabia boxear ni lanzar un jab, menos aún la derecha recta recta. Pero,
por su tamaño y su velocidad en el ring, llegaron a la conclusión de
que, si lograba tirar los golpes del abecedario, podía noquear en el
amateurismo.
Para trabajar con Stevenson no designaron ni a Alcides Sagarra ni a
Sarvelio Fuentes ni a ningún cubano que estuviera en trajines de
gimnasio en esa época, sino que el Polit Buró de la URSS, propietarios
del país entonces, le envió un sicólogo de la KGB, especialista en el
lavado de cerebros de deportistas, nombrado Andrei Chervonenko, que no
era titular ni en los Consejos Deportivos de barrio en Moscú y nunca
estuvo en la selección soviética.
Al tipo lo llevaron a Cuba para pisotear la moral deportiva del
boxeo cubano histórico al imponerlo por encima de quienes sabían más que
todos los trainers soviéticos juntos; sin embargo Teófilo lo llamó “su
padre” y el propio Sagarra, su ayudante, lo consideró “la 8va Maravilla
del Mundo”. Por eso nadie entiende cómo el fanático cubano de hoy, por
aquí o residente en la Isla, eleva a alturas siderales a Sagarra con lo
que le sucedió hace más de 40 años, ni cómo le hacen un altar a “la
escuela de Enrique Garmuri”, que incluye el rechazo a los Klitschko,
cuando Stevenson fue una copia adelantada del estilo de estos ex
soviéticos: parado e incapaz de contrarrestar el ataque con decisión,
sobre todo de peleadores de menos estatura.
Los setentas sirvieron para que la tiranía incrementara la
exportación de la ideología comunista a través, entre otros sectores,
del boxeo: en muchos países de Africa y Asia campeaban por su respeto,
situación que servía también para romperse anualmente sus propios
récordes de participación en sus torneos, porque países como Argelia o
Guinea Ecuatorial, aunque fuera con un solo competidor, estarían en
eventos como el Campeonato Mundial Habana-74, en Dresde, en el Cinturón
de Oro de Rumania o en Minsk.
Entonces era común que, de 25 participantes en una división, por lo
menos 15 debutaran o estuvieran en su pelea inferior a 20 como amateurs
por evento; es decir, en su vida. Y 50 peleas en el amateurismo es una
total y absoluta inexperiencia para el boxeo que, cuando se salta al
profesionalismo, requiere un tratamiento especial más intenso que el que
tenga 100 ó más y hablo de países con boxeo rentado.
¿Cuántos ínvestigadores de la leyenda Stevenson, “campo
capitalista”, como los que facturaron 100 Leyendas del Boxeo, se han
dado a la tarea de revisar la experiencia de sus contrarios en eventos
internacionales, sobre todo aquellos nocaos en la primera y segunda
eliminatoria de cualquier evento y hasta en terceras? Por ejemplo, en un
torneo de Cuba, Luis Martínez estaba en su pleito # 10 ú 11 cuando
Stevenson lo noqueó. Pero cuando al pinareño Angel Milián le robaron la
decisión en su primera pelea contra el tipo, no tenía 30; ni Igor
Visotski, cuando perdió en el Cardín-73 en Santiago de Cuba en el ring y
le dieron el veredicto más por lo mal y acobardado que lució Teófilo a
pocos meses de ganar en Munich-72 que por lo que pudo hacer el entonces
soviético en el ring.
La frustración de Stevenson ante los hombres que no le temían y lo
atacaban sin misericordia era tal que no tiraba, retrocedía, bajaba la
guardia en actitud rara y se disponía a recibir de todo, pero, si estaba
en Cuba, ningún referí podía permitir que le dieran hasta derrumbarlo,
como Pupy Santiago. Eso sucedió en pleitos contra Milián.
En 1978, creo que en Belgrado, el italiano Francesco Damiani le
recetó la medicina y le ganó apabulladoramente; tres años antes, en
1975, Visotski lo había noqueado con igual tratamiento en Minsk; por
último, un pesado que falleció recientemente, Greg Page, con el estilo
de Alí, lo ridiculizó dándolo por todos lados y le quitaron la pelea. Lo
mismo hizo contra Milián el americano.
Para el fanático cubano “revolucionario” ha funcionado el rechazo
de Stevenson a la oferta del millón de dólares en Munich “porque su
pueblo valía más”; pero nadie razona que esa no era una época de
millones por pelea, mucho menos por la firma; que ningún promotor ni
entidad estaban preparados para semejante trato, porque Don King recién
comenzaba con Alí y Arum no tuvo nada que ver con el supuesto; o que la
televisión de gran demanda, que se encarga de esos pagos fabulosos ni
existía y la de entonces no se arriesgaba con un nombre amateur, que
nadie podrá decir nunca qué hubiera hecho como profesional, porque no
saltó. Entonces, como todas las mentiras del castrismo que muchos creen y
no solo en Cuba, el promotor fue un fantasma.
Me lo dijo una vez Angelo Dundee y se lo saqué de la boca
públicamente al Dr Fight, Ferdie Pacheco, durante el lanzamiento del
libro de Enrique Encinosa “Azúcar y Chocolate”: después de invitarlo en
la soga a que lo golpeara y de preguntarle qué más tenía, Alí le
solicitaba al público el round en que deseaban que lo noqueara y…lo
hacía.
La pelea entre Alí y Stevenson no se produjo porque Castro no
quiso, se aconsejó; para evitar comentarios suspicaces, pidió un referí
amateur, jueces amateurs, ring de dimensiones amateurs, técnica amateur y
sistema de cinco peleas en días consecutivos de tres rounds.
Faltan cosas, pero menos de las que necesita Teófilo Stevenson para
que lo suban y mantengan indebidamente en el pedestal que algunos
pretenden.
Si la cosa sigue así, cuando el tirano muera, en México
posiblemente hagan otra historia sobre este asesino como el inventor del
boxeo. Nadie debe dudar de lo que liberales oportunistas son capaces.
¨Saturno jugando con sus hijos¨/ Pedro Pablo Oliva
Seguidores
Carta desde la carcel de Fidel Castro Ruz
“…después de todo, para mí la cárcel es un buen descanso, que sólo tiene de malo el que es obligatorio. Leo mucho y estudio mucho. Parece increíble, las horas pasan como si fuesen minutos y yo, que soy de temperamento intranquilo, me paso el día leyendo, apenas sin moverme para nada. La correspondencia llega normalmente…”
“…Como soy cocinero, de vez en cuando me entretengo preparando algún pisto. Hace poco me mandó mi hermana desde Oriente un pequeño jamón y preparé un bisté con jalea de guayaba. También preparo spaghettis de vez en cuando, de distintas formas, inventadas todas por mí; o bien tortilla de queso. ¡Ah! ¡Qué bien me quedan! por supuesto, que el repertorio no se queda ahí. Cuelo también café que me queda muy sabroso”. “…En cuanto a fumar, en estos días pasados he estado rico: una caja de tabacos H. Upman del doctor Miró Cardona, dos cajas muy buenas de mi hermano Ramón….”. “Me voy a cenar: spaghettis con calamares, bombones italianos de postre, café acabadito de colar y después un H. Upman #4. ¿No me envidias?”. “…Me cuidan, me cuidan un poquito entre todos. No le hacen caso a uno, siempre estoy peleando para que no me manden nada. Cuando cojo el sol por la mañana en shorts y siento el aire de mar, me parece que estoy en una playa… ¡Me van a hacer creer que estoy de vacaciones! ¿Qué diría Carlos Marx de semejantes revolucionarios?”.
Quotes
¨La patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie¨ - Marti
"No temas ni a la prision, ni a la pobreza, ni a la muerte. Teme al miedo" - Giacomo Leopardi
¨Por eso es muy importante, Vicky, hijo mío, que recuerdes siempre para qué sirve la cabeza: para atravesar paredes¨– Halvar de Flake[El vikingo]
"Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir"- Lorca
"Al final, no os preguntarán qué habéis sabido, sino qué habéis hecho" - Jean de Gerson
"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie" - Giuseppe Tomasi di Lampedusa
"Todo hombre paga su grandeza con muchas pequeñeces, su victoria con muchas derrotas, su riqueza con múltiples quiebras" - Giovanni Papini
"Life is what happens while you are busy making other plans" - John Lennon
"Habla bajo, lleva siempre un gran palo y llegarás lejos" - Proverbio Africano
"No hay medicina para el miedo"-Proverbio escoces "El supremo arte de la guerra es doblegar al enemigo sin luchar" -Sun Tzu
"You do not really understand something unless you can explain it to your grandmother" - Albert Einstein
"It is inaccurate to say I hate everything. I am strongly in favor of common sense, common honesty, and common decency. This makes me forever ineligible for public office" - H. L. Menken
"I swore never to be silent whenever and wherever human beings endure suffering and humiliation. We must always take sides. Neutrality helps the oppressor, never the victim. Silence encourages the tormentor, never the tormented" -Elie Wiesel
"Stay hungry, stay foolish" - Steve Jobs
"If you put the federal government in charge of the Sahara Desert , in five years ther'ed be a shortage of sand" - Milton Friedman
"The tragedy of modern man is not that he knows less and less about the meaning of his own life, but that it bothers him less and less" - Vaclav Havel
"No se puede controlar el resultado, pero si lo que uno haga para alcanzarlo" - Vitor Belfort [MMA Fighter]
Liborio
A la puerta de la gloria está San Pedro sentado y ve llegar a su lado a un hombre de cierta historia. No consigue hacer memoria y le pregunta con celo: ¿Quién eras allá en el suelo? Era Liborio mi nombre. Has sufrido mucho, hombre, entra, te has ganado el cielo.
Para Raul Castro
Cuba ocupa el penultimo lugar en el mundo en libertad economica solo superada por Corea del Norte.
Cuba ocupa el lugar 147 entre 153 paises evaluados en "Democracia, Mercado y Transparencia 2007"
Cuando vinieron a buscar a los comunistas, Callé: yo no soy comunista. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, Callé: yo no soy sindicalista. Cuando vinieron a buscar a los judíos, Callé: yo no soy judío. Cuando vinieron a buscar a los católicos, Callé: yo no soy “tan católico”. Cuando vinieron a buscarme a mí, Callé: no había quien me escuchara.
Un sitio donde los hechos y sus huellas nos conmueven o cautivan
CUBA LLORA Y EL MUNDO Y NOSOTROS NO ESCUCHAMOS
Donde esta el Mundo, donde los Democratas, donde los Liberales? El pueblo de Cuba llora y nadie escucha. Donde estan los Green, los Socialdemocratas, los Ricos y los Pobres, los Con Voz y Sin Voz? Cuba llora y nadie escucha. Donde estan el Jet Set, los Reyes y Principes, Patricios y Plebeyos? Cuba desesperada clama por solidaridad. Donde Bob Dylan, donde Martin Luther King, donde Hollywood y sus estrellas? Donde la Middle Class democrata y conservadora, o acaso tambien liberal a ratos? Y Gandhi? Y el Dios de Todos? Donde los Santos y Virgenes; los Dioses de Cristianos, Protestantes, Musulmanes, Budistas, Testigos de Jehova y Adventistas del Septimo Dia. Donde estan Ochun y todas las deidades del Panteon Yoruba que no acuden a nuestro llanto? Donde Juan Pablo II que no exige mas que Cuba se abra al Mundo y que el Mundo se abra a Cuba? Que hacen ahora mismo Alberto de Monaco y el Principe Felipe que no los escuchamos? Donde Madonna, donde Angelina Jolie y sus adoptados around de world; o nos hara falta un Brando erguido en un Oscar por Cuba? Donde Sean Penn? Donde esta la Aristocracia Obrera y los Obreros menos Aristocraticos, donde los Working Class que no estan junto a un pueblo que lanquidece, sufre y llora por la ignominia? Que hacen ahora mismo Zapatero y Rajoy que no los escuchamos, y Harper y Dion, e Hillary y Obama; donde McCain que no los escuchamos? Y los muertos? Y los que estan muriendo? Y los que van a morir? Y los que se lanzan desesperados al mar? Donde estan el minero cantabrico o el pescador de percebes gijonese? Los Canarios donde estan? A los africanos no los oimos, y a los australianos con su acento de hombres duros tampoco. Y aquellos chinos milenarios de Canton que fundaron raices eternas en la Isla? Y que de la Queen Elizabeth y los Lords y Gentlemen? Que hace ahora mismo el combativo Principe Harry que no lo escuchamos? Donde los Rockefellers? Donde los Duponts? Donde Kate Moss? Donde el Presidente de la ONU? Y Solana donde esta? Y los Generales y Doctores? Y los Lam y los Fabelo, y los Sivio y los Fito Paez? Y que de Canseco y Miñoso? Y de los veteranos de Bahia de Cochinos y de los balseros y de los recien llegados? Y Carlos Otero y Susana Perez? Y el Bola, y Pancho Cespedes? Y YO y TU? Y todos nosotros que estamos aqui y alla rumiando frustaciones y resquemores, envidias y sinsabores; autoelogios y nostalgias, en tanto Louis Michel comulga con Perez Roque mientras Biscet y una NACION lanquidecen? Donde Maceo, donde Marti; donde aquel Villena con su carga para matar bribones? Cuba llora y clama y el Mundo NO ESCUCHA!!!