Los asistentes al WEF deberán abordar temas como la guerra de divisas y comerciales en el evento; además debatirán sobre la inflación y los problemas del sistema financiero mundial.
Más de 30 jefes de Estado, unos 1,400 líderes empresariales y ocho jefes de bancos centrales asistirán a la cita en Davos, un lujoso centro de esquí en Suiza, para la cumbre que comenzará el miércoles.
En un reporte publicado antes de la reunión, el Foro Económico Mundial calificó el riesgo de que el estado calamitoso de las finanzas gubernamentales lleve a cesaciones en pagos de deuda soberana como una de las mayores amenazas que enfrentará el mundo en el 2011.
Klaus Schwab, que dirige el Foro, dijo que las naciones sufren de un "síndrome global de agotamiento" y que están demasiado débiles para lidiar con la serie de amenazas interrelacionadas que enfrentan las empresas y gobiernos.
Para ayudar a enfrentar el problema, el Foro lanzará en su reunión anual una red global diseñada para ayudar a los diseñadores de políticas y jefes corporativos a compartir información sobre riesgos potenciales.
El mandatario francés, Nicolas Sarkozy, que actualmente preside el Grupo de los 20 (G20), ofrecerá el jueves un discurso que se concentrará en su agenda global del G20: nuevas reglas para enfrentar la volatilidad en los precios de las materias primas, y evitar disturbios por alimentos y un crecimiento débil.
El aumento en los precios de los alimentos, el combustible y los metales ha reforzado la preocupación sobre la inflación. La situación también podría conducir al proteccionismo y el tipo de disturbios vistos en Túnez y Argelia en las semanas recientes.
Los altos precios de los alimentos también podrían golpear el gasto de consumo en los mercados emergentes de rápido crecimiento y poner en riesgo la frágil recuperación de la economía mundial.
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