Desde PANTALLA PLANA CUBANA
Treinta días viviendo como un cubano
Por: Patrick Symmes.
Los discursos ideológicos desde los que se defiende el supuesto éxito de la Revolución cubana encuentran su refutación más inobjetable en la vida cotidiana de los cubanos de a pie. En esta crónica, Patrick Symmes relata el ejercicio de vivir durante un mes en esas mismas condiciones.
Creo que en las dos primeras décadas de mi vida no pasé nunca más de nueve horas sin comer. Más tarde experimenté intervalos más largos –en China en los años ochenta, viajando con insurgentes en remotas zonas de Colombia y Nepal, cruzando Sudamérica en motocicleta, completamente arruinado– pero siempre volvía a casa, me daba un atracón, comía cualquier cosa, cuando quería, y recuperaba el peso que había perdido y más. Había experimentado la trayectoria habitual de la vida americana y ganado medio kilo al año una década tras otra. Cuando decidí ir a Cuba y vivir un mes con lo que los cubanos deben vivir, pesaba 105 kilos. Nunca había pesado tanto en mi vida.
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