Y EL
CARDENAL JAIME LUCAS DE ORTEGA Y ALAMINO
Por Julio Soto Angurel
[Cortesia del autor]
Muy pocas cosas me quedaban por ver en esta animada e interesante encarnación que vivo que me dejaran perplejo.
Se trata que el miércoles 4 de agosto del 2010, se han reunido un general norteamericano de cuatro estrellas del cuerpo de marines, Mr. James Logan Jones, que en estos momento es Consejero de Seguridad Nacional del Presidente Barack Hussein Obama de Estados Unidos con un pacífico cura, un enviado de Dios, con el Cardenal cubano Monseñor Jaime Lucas de Ortega y Alamino.
El General James L. Jones que tiene una excelente formación académica es graduado de la Escuela de Servicios Exteriores de la Universidad de Georgetown.
Siempre estuvo bien vinculado al poder militar en el cuerpo de Marines y cercano al poder político en Washington.
Sirviendo en el cuerpo militar antes mencionado, fue a pelear a Vietnam como segundo Teniente comandando una compañía que pertenecía a la 3era. División. Tuvo tan buen desempeño que allí lo ascendieron a Primer Teniente.
Asistió a la Universidad Nacional de Guerra lo que le sirvió para ser nombrado asesor del Comandante del Cuerpo de Marines, después estuvo al frente de la 24 Unidad Expedicionaria de tras la Guerra del Golfo.
En 1999 fue nombrado Comandante del Cuerpo de Marines y nominado para jefe o Comandante de Batalla del Comando de Combate europeo (United States European Command) y Comandante Supremo de la OTAN y después propuesto como Comandante de Batalla del Comando de Combate del Centro (United States Central Command), declinó semejante cargo militar al frente de esa formidable agrupación de combate y pasó a retiro ocupando cargos de mucha importancia vinculados con el desempeño de las guerras que Estados Unidos libra en Irak y Afganistán y también en el mundo civil. Este listado se queda muy incompleto ante semejante hoja de servicios.
Ahora en estos momentos el General James L. Jones es el Consejero de Seguridad Nacional del Presidente Barack Obama.
El Cardenal Jaime L. Ortega tiene también una vida muy interesante, lo conocí siendo niño cuando era mi guía en una organización infantil del Cuerpo de Boys Scouts en Matanzas, provincia cubana de la que es nacido, después tuvimos relaciones muy afines en la Juventud Estudiantil Católica que era dirigida entonces por un sacerdote extraordinariamente bondadoso y sabio, que tuvo un final muy triste por el despotismo castrista me refiero al ya fallecido Padre Tito.
Jaime casi se tuvo que ir exiliado a estudiar a Canadá al seminario religioso, regresó a Cuba a servir a la iglesia, lo detuvieron y estuvo preso en los campos de concentraciones de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción UMAP unos tres años, fue liberado y se fue a la provincia de Pinar del Río a servir en su parroquia moviéndose anónimamente a caballo por los campos de Cuba, visitando a los campesinos en áreas remotas.
Se distinguió tanto que fue nombrado Obispo de la Provincia de Pinar del Río, después Arzobispo de La Habana, hasta llegar a Cardenal dirigiendo la Iglesia Católica de una Cuba oficialmente atea y comunista.
El Cardenal Jaime no tiene poder político en Cuba para decidir nada, pero en realidad el Cardenal Jaime se le ha visto siempre como un prelado católico completamente afín al gobierno de Cuba, demasiado colaborador de los gobernantes Fidel y Raúl Castro Ruz.
Esos dos gobernantes que han impuesto una tiranía comunista por más de cincuenta años, han destruido el país y cometido desmanes insoportables contra el pueblo de Cuba, ensayando toda suerte de artificios para volver de nuevo a la aplicación de la esclavitud en Cuba contra todos los cubanos de todas las razas, en Cuba cuando era una colonia española, se practicó la esclavitud contra determinados grupos étnicos y raciales, por más de tres siglos.
Es necesario reconocer que la iglesia Católica siempre fue una sustentadora y apoyadora de la esclavitud en Cuba y del despotismo español.
La Iglesia Católica nunca tuvo problemas en ser una fiel aliada y subordinada del mando colonial que mantenía a Cuba bajo un severo e insoportable despotismo.
A tanto llegó el actuar de la Iglesia y el mando militar de España en cuba, que dio lugar a una insurrección para salir de todas formas de una larga cadena de atropellos.
Una parte de la ilustrada nobleza criolla, que era terrateniente y esclavista decidió sacudirse del yugo de España y de la Iglesia Católica y se fueron a una guerra de independencia, se fueron a la lucha armada, arrastrando consigo a sus anteriores esclavos a los cuales les dieron la libertad. Esto es un hecho único en la historia
La Iglesia estuvo siempre en contra de los independentistas y fue aliada fiel e incondicional de las tropas españolas que combatían al ejército libertador.
Esta terrible y cruenta guerra, no fue privativa de cubanos, fue una guerra fratricida, porque de ambas partes, participaron cubanos nobles, plebeyos, españoles, negros esclavos y población en general.
Hubo un denominador común en los independentistas: prácticamente todos sus líderes eran masones, la masonería cubana fue el elemento que aglutinó en un ideario libertador a los hombres que lideraban la independencia.
La Iglesia Católica, y el Vaticano fueron enemigos irreconciliables de los masones.
Hay que reconocer que los curas españoles apoyaban al mando español y hubo curas españoles que pelearon con las armas en la mano contra los independentistas.
Había algunos curas cubanos, que recibían también el despotismo y el desenfreno de los curas españoles y prácticamente casi todos los curas cubanos apoyaron la guerra de independencia en contra de España y en contra de sus compañeros eclesiásticos españoles. Por lo menos un cura cubano fue fusilado por su colaboración con la causa de la independencia y me parece que se le debe de recordar en nombre de todos aquellos curas que fueron perseguidos por el despotismo colonial español, se trata del Presbítero Francisco Esquembre y Guzmán que fue cura párroco de la iglesia Nuestra Señora del Rosario en el pueblo de Yaguaramas. El cura Francisco Esquembre y Guzmán fue fusilado el 30 de abril de 1870 en los campos de Marsillán, ciudad de Cienfuegos.
Fue juzgado en consejo de guerra por su conducta al estallar la insurrección y por haber bendecido la bandera rebelde y predicado un sermón subversivo.
Gloria y recordación eterna, para el sacerdote Francisco Esquembre y Guzmán.
Al final de la guerra, con un país destruido y una iglesia dividida se logró que el mando de la misma pasara a manos cubanas. Se subsanaron odios y algunos curas cubanos que apoyaron la insurrección tuvieron algún desempeño en la iglesia de la nueva Cuba ocupada ahora por el ejército de ocupación norteamericano, que después de concluida la guerra en la que participaron en su final España Cuba y Estados Unidos que quería y quiere quedarse con Cuba, los norteamericanos por puro oportunismo se solidarizaron con los españoles y le dieron a los combatientes del ejército libertador un estado de ejército derrotado.
Los norteamericanos se apoderaron del país y con ellos entraron las religiones norteamericanas infiltrándose también en la población.
Al final después de muchos azares políticos los norteamericanos tuvieron que irse y se fueron los españoles, pero la Iglesia se quedó y adoptaron una nueva estrategia de ocupación con el advenimiento de los colegios religiosos católicos y de nuevas órdenes religiosas y la iglesia se llenó de españoles de nuevo, que se infiltraron en toda nuestra vida republicana para recuperar la colonia perdida.
Pero también los norteamericanos también se siguieron infiltrando en todos los sectores del país y órdenes religiosas como los jesuitas vertebraron los colegios donde influían con su enseñanza.
La Compañía de Jesús, es una orden religiosa al servicio del Papa, esa orden es una orden militar, los curas jesuitas son consustanciales con la oración, con el desarrollo cultural e intelectual y con la conspiración política y la penetración. Los jesuitas son grandes conspiradores y son maestros del trabajo secreto, la penetración y la infiltración. Los jesuitas saben hacer la guerra y se dedican a ella.
Los jesuitas formaron a los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz.
Todos conocemos lo que ha ocurrido en Cuba en estos cincuenta años de destrucción y extinción de nuestro estado-nación cubano.
El Cardenal Ortega activo y callado colaborador de los tiranos que implantaron la esclavitud en Cuba de nuevo, sin tener mando político y militar es investido de una autoridad y va a Estados Unidos, aparente enemigo de los hermanos Castro Ruz que a su vez también aparentan ser enemigos de los primeros.
Lo reciben funcionarios imperiales del Departamento de Estado y nada más y nada menos que el General James Jones, le presta atención. Un General de cuatro de estrellas de los marines, le presta atención a un cura, que se ha reunido últimamente con otro general de cuatro estrellas que es ahora el Presidente de Cuba, Raúl Castro.
Un marine y un cura y recibe también este cura, un especial agasajo de una agrupación como los Caballeros de Colón que se fundó y creó en Estados Unidos y que tienen en sus filas a un sin número de capellanes. Los Caballeros de Colón que usan visiblemente las espadas en sus ceremonias, las espadas son armas, las espadas sirven para matar.
Los capellanes, estos son curas militares, pero los capellanes combaten, los capellanes matan, hay muchos capellanes que son jesuitas, porque estos se dedican a la guerra.
La conspiración y la guerra son consustanciales con los jesuitas.
También los jesuitas tienen un lugar destacado en los Caballeros de Colón.
¿Hablar supuestamente de la libertad de unos pocos presos políticos cubanos justifica ser recibido por funcionarios del Consejo de Seguridad, del Departamento de Estado y por un general de cuatro estrellas retirado pero con un peso importantísimo en opiniones y tomas de decisiones en el imperio?.
No, no me trago eso. En el pasado reciente, durante la administración del Presidente Bush hubo una reunión secreta entre José Ramón Machado Ventura un funcionario castrista y el Papa con una semana de antelación de que se reunieran en el Vaticano el Sumo Pontífice y el Presidente George W. Bush.
No, el imperio presta una inusual atención a un pacífico hombre de Dios que se ha estado reuniendo con el Presidente Raúl Castro.
Pero todo se hace de espalda al pueblo de Cuba, quien se puede creer lo que diga el Cardenal Ortega del resultado de esas reuniones.
El Cardenal Ortega es un amanuense del gobierno castrista, el Cardenal Ortega es un vive bien, que no le importa el pueblo de Cuba sino su posición de privilegiado que solo monta en su auto Mercedes Benz.
Los hermanos Castro odian y desprecian a los cubanos y a Cuba.
El Cardenal Ortega es más un representante del odio de los curas españoles que apoyaban la esclavitud en Cuba que un cura que apoya el progreso material y espiritual de los cubanos creyentes en esa religión católica.
Algo traman los Castro, la Iglesia Católica y Estados Unidos en contra de nuestra isla y de nuestro pueblo.
De siempre, el imperio norteamericano vio a Cuba como su primera frontera más al sur, ellos le llamaban “ne plus ultra” es decir, la mayor perfección, el punto más alto de la excelencia.
De lo único que pueden hablar el general americano, los funcionarios del Consejo de Seguridad y los del Departamento de Estado, es de Cuba, de la isla de Cuba, de la posesión de la isla de Cuba.
Vamos a perder nuestro estado-nación, eso se va a consumar.
No lo permitamos.
Ante la traición hay que responder con el patíbulo. Hay que castigar a esos traidores como se merecen.
No se les puede dejar escapar ni que obtengan el refugio y protección imperial.
La Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior tienen que actuar, son los únicos que pueden hacer algo.
Todo queda por ustedes.
Respetuosamente:
Julio Soto Angurel jusoan@hotmail.com
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