EL GENERAL EN SU LABERINTO: ¿FRIJOLES O TANQUES?
Política-ficción, epítetos y “analistas” arrogantes sin análisis
Aunque el general Raúl Castro nunca haya pronunciado las palabras que aparecen a continuación, el espíritu de su discurso programático del 26 de julio del 2007 en Camagüey bien pudiera expresarse en un párrafo ficticio como el siguiente:
“Yo, Raúl Modesto Castro Ruz, declaro públicamente ante Cuba y ante el mundo que asumo todas las funciones como máximo dirigente del país, aunque no los cargos formales, y que comenzaré a establecer discretamente un programa de gobierno propio que garantice mantener el poder por tiempo indefinido, aunque por razones obvias no cuestionaré ni criticaré públicamente las políticas ni las declaraciones durante casi 48 años del Comandante en Jefe, quien continuará publicando “Reflexiones” cada vez que se le antoje, sin que eso signifique que el gobierno o el partido tenga necesariamente que guiarse por los criterios ahí expresados”.
Los especialistas en adjetivos podrán calificar lo que inicia este trabajo como “política-ficción”, como ocurre tantas veces cuando se emiten criterios que no concuerdan con los esquemas preconcebidos de Miami, pero sucede que los hechos, testarudos, se parecen más a análisis anteriormente presentados que a elucubraciones.
Cubanálisis-El Think-Tank, durante más de nueve meses, ha publicado sistemáticamente interpretaciones de la sucesión en Cuba, donde se presentaron conclusiones hasta entonces inéditas sobre diversos temas que hoy se aceptan ampliamente como “naturales”, pero que en su momento recibieron desde desprecios comisariales hasta serias refutaciones de mentes profundas y plumas brillantes que no coincidieron inicialmente con esas apreciaciones.
Cubanálisis-El Think-Tank concluyó en su momento, y ahí están para corroborarlo los documentos escritos que no se lleva el viento como las palabras, un conjunto de definiciones y conclusiones de la realidad sucesoria en Cuba entre las que se destacan:
--Que la sucesión se produjo callada, efectiva y exitosamente en el mes de agosto del 2006, mientras buena parte del mundo especulaba si Fidel Castro estaba vivo o muerto.
--Que la legitimidad revolucionaria que encarnaba Fidel Castro fue asumida por un “Comandante en Jefe Colectivo”, donde Raúl Castro aparecía como Sucesor y jefe máximo, con el respaldo de los únicos tres Comandantes de la Revolución que existen en Cuba: Ramiro Valdés, Juan Almeida y Guillermo García.
--Que la promoción simbólica de Ramiro Valdés al cargo de Ministro de Informática y Comunicaciones representaba en la práctica su elevación a la condición de segundo al mando de Raúl Castro. Las polémicas y divergencias de Raúl Castro y Ramiro Valdés, sacadas a la luz por Juan Benemelis y posteriormente desarrolladas como ficción en “Secreto de Estado Las primeras doce horas tras la muerte de Fidel Castro”, quedaron atrás con ese arreglo, que tuvo la bendición de Fidel Castro: la supervivencia del poder dictatorial establecido en Cuba resultó más decisiva para zanjar la polémica que las reclamaciones y percepciones de ambos, que en el ocaso de su vida prefieren cooperar y garantizar sus futuros que un choque incierto extremadamente peligroso.
--Que la dependencia e integración con la Venezuela de Hugo Chávez, que los "fidelistas" a ultranza deseaban mantener junto al inmovilismo en Cuba, no es aceptada como opción definitiva por Raúl Castro ni los generales, y se va a ir reduciendo en la medida que la situación económica lo permita. Aunque esta variante no se ha materializado todavía, pues el petróleo cubano sigue bajo el mar sin convertirse en dinero, es evidente que se mantiene un distanciamiento entre Raúl y Chávez, muy diferente a la situación que existía cuando Fidel Castro estaba al frente de Cuba.
--Que los disidentes internos no han logrado hacerse conocer ampliamente entre la población ni establecer un liderazgo: reprimidos sofisticada o brutalmente, y penetrados por los órganos de la seguridad, siguen siendo ejemplo de dignidad y valentía, pero no han logrado articular una “disidencia” según el ejemplo polaco o checo.
--Que la desastrosa situación económica y política del país obliga a los sucesores a intentar transformaciones económicas limitadas, y absolutamente alejadas del espíritu democrático, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de la población y lograr el respiro necesario para mantener el poder. Aunque no es claramente visible todavía, pues la sombra macabra de Fidel Castro se mantiene como “Gran Hermano” vigilando y estorbando el proceso, se perfilan tímidos pasos en esta dirección.
--Que el régimen sucesorio no tenía como única opción de supervivencia a Estados Unidos, sino que estaba en condiciones de maniobrar con diferentes variables y aliados tácticos que le permitieran encontrar oportunidades de supervivencia ignorando a Estados Unidos. Y ya ha declarado públicamente que puede esperar hasta una próxima administración estadounidense, que estaría al mando en enero del 2009, para intentar buscar soluciones.
--Que aunque Fidel Castro está vivo, su regreso al poder es imposible. Mientras algunos hablaban de un Castro muerto y embalsamado, y las grandes cadenas de televisión del mundo, incluida la del gobierno chino, se concentraban en La Habana para tratar de captar la imagen de Castro en uniforme en la Plaza de la Revolución, tanto el 2 de diciembre del 2006 como el 1ro de mayo del 2007, Cubanálisis-El Think-Tank adelantó su conclusión: no hay regreso para Fidel Castro.
--Que ya se han suspendido las visitas constantes de Chávez a Castro por decisión de Raúl, por razones políticas, porque Chávez aparecía como el contacto de Fidel con el mundo, y por lo tanto su vocero, aunque esas razones se enmascaraban con argumentos médicos. Aunque sigue la comunicación entre Castro y Chávez, por carta o a veces teléfono, han terminado las revelaciones sensacionalistas de Chávez sobre retornos y buena salud. Su última visita fue en junio y acaba de anunciar que irá en diciembre: el Secreto de Estado se está aplicando también, a Hugo Chávez"
--Que el petróleo submarino en la cuenca del norte de La Habana era una realidad que comenzaría a explotarse lo más rápido posible, y que en un plazo de dos o tres años brindaría a los sucesores la posibilidad de desembarazarse del abrazo chavista sin hacer quebrar la economía.
--Que el grupo de los “talibanes”, conjunto de jóvenes e inexpertos burócratas aceleradamente promovidos a los primeros planos de gobierno por simpatías personales de Fidel Castro, no era bien visto por los militares, quienes no les permitirían mantener posiciones claves de poder, pero ni siquiera tampoco ganar protagonismo.
--Que Raúl Castro trataría de mostrar una imagen más amable hacia Estados Unidos, aunque si no se hacían gestos concretos de apertura por alguna de las partes no sería posible comenzar a desbloquear el diferendo.
--Que la administración de Estados Unidos no mostraba ninguna iniciativa ni creatividad para enfrentar la situación, y los mensajes provenientes de distintos funcionarios mostraban, o al menos hacían pensar en, puntos de vista diferentes e incoherencias en cuanto a como enfrentar la realidad de un Fidel Castro que no ha muerto y un Raúl Castro que no acababa de mostrarse como el máximo ejecutivo del régimen.
--Que el exilio se aferraba tercamente a una sola opción, la de la sublevación popular y el derrumbe de régimen bajo su propio peso, y si esta opción no se materializaba se vería en un momento sin estrategias ni tácticas para comprender el escenario, y mucho menos para proponer caminos o variables para enfrentar al raulismo.
Todas estas conclusiones y análisis, que pueden encontrarse en la página principal de Cubanálisis-El Think-Tank en la sección titulada “UN ANÁLISIS COMPLETO DE LA SUCESIÓN DE FIDEL CASTRO EN CUBA”, estudio integral de la realidad cubana desde el 26 de julio del 2006, se complementa con la documentación y conclusiones publicadas en el libro “Jaque al rey. La muerte de Fidel Castro (con carácter provisional)”, por Juan Benemelis y Eugenio Yáñez, y buena parte de los más de 88 trabajos sobre el tema publicados en la Sección “En El Think-Tank”.
Cubanálisis-El Think-Tank, que no es dueña de la verdad ni pretende serlo, seguirá considerando sus interpretaciones y conclusiones, eso que algunos llaman “política-ficción”, como resultado de un análisis serio, sensato, profesional y responsable de la realidad sucesoria en Cuba.
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