entendieron camaradas dialogueros y colaboracionistas???; la "cosa" no es con ustedes sino con los yumas. o mejor, como lo aprecia varela >>
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Desde CUBAENCUENTRO.com/
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Bruno Rodriquez en el encuentro con CAFE [28/9/12] |
Respuestas de Bruno Rodríguez a cada punto adelantado por CAFE [Cuban Americans for Engagement], según recoge el artículo de Alfonso:
Respecto
a la participación de emigrados cubanos en la toma de decisiones en el
llamado “proceso de actualización”, el Canciller dijo que “sería
positivo” que ustedes (CAFE) opinaran, pero rechazó que “los malos
cubanos que apoyan el embargo” lo hicieran. Con esas excepciones, dijo,
el concepto esencial es “con todos y para el bien de todos”.
En el
segundo punto relacionado con la participación de emigrados en las
inversiones privadas, Rodríguez señaló que, a pesar de que existe “la
base legal para que los cubanos de la emigración inviertan”, al Gobierno
cubano no le interesan inversores que aporten “100 mil, 200 mil, 300
mil dólares”, porque Cuba lo que “demanda” son miles de millones de
dólares.
“Cuba anda buscando inversiones que son de magnitud a las que no llega como regla la emigración”, expresó Rodríguez.
Sobre
la política migratoria, el Ministro acotó que si bien es necesario
acercarla a los estándares internacionales, primero se requiere de “una
estandarización de las políticas migratorias de EE.UU. hacia Cuba”,
señaló.
Luego de aludir a la Ley de Ajuste Cubano, inexistente
para mexicanos, dominicanos o haitianos, Rodríguez indicó que “nosotros
tenemos un sistema de habilitación de pasaporte que como regla permite a
cualquier cubano viajar, entrar y salir y permanecer períodos de tiempo
dado en Cuba sin hacer ningún trámite específico y creo que eso abarca a
la inmensa mayoría de los cubanos que viven en cualquier parte del
mundo”.
“Fue un salto de la política migratoria” cubana, “la eliminación del permiso de entrada que era masivo”, añadió.
En
cuanto al precio de los pasaportes, que dijo se podría discutir,
“obedece a determinadas razones”, indicó. “Nadie va a financiar con los
pasaportes el desarrollo económico de Cuba”, agregó.
Respecto al
tema de la reconciliación tratado durante el encuentro, que fue
calificado de “positivo” por Alfonso, el Canciller cubano evitó
expresarse sobre la posibilidad de crear comisiones para “aquellas
personas perjudicadas injustamente por el proceso revolucionario, pero
expresó puntos que consideramos legítimos e importantes a tomar en
cuenta en el debate sobre pasadas injusticias y las políticas
actualmente vigentes”.
“Es responsabilidad nuestra diferenciar la
parte de la emigración que ha sido víctima de esas políticas que han
llegado a atentar sin pudor hasta contra nuestros vínculos familiares,
de los perpetradores terroristas y pro-embargo, cuyos abusos y
agresiones al pueblo cubano, no justifican ni son equiparables a los
errores y abusos cometidos por el gobierno cubano contra segmentos no
pequeños de emigrados”, dice la autora del artículo.
Según
Alfonso, Rodríguez indicó: “Reconciliación no puede ser amnesia, no
puede ser olvido ni puede ser equiparación simplificadora”, para luego
referirse, por un lado, a la “emigración inicial”, de criminales,
torturadores, represores y corruptos; a grupos cómplices que “intentaron
e intentan hasta este minuto provocar una invasión militar
norteamericana que costaría un baño de sangre, y que colocaron a Cuba al
borde de un holocausto nuclear durante la Crisis de octubre”; así como a
las “insuficientes medidas” de flexibilización del embargo promovidas
por el presidente estadounidense Barack Obama.
“No hay hoy mayor
obstáculo a un cambio de política hacia Cuba que determinados Comités de
Acción Política y determinados congresistas cuyo sentido de sus vidas
políticas es esto. Me dicen que hoy por hoy están siendo bloqueadas las
licencias de los viajes de contacto pueblo a pueblo”, añadió el
Canciller.
Por último, Alfonso subrayó en su artículo el carácter
“positivo” del encuentro, en el que participaron también otros miembros
de la comunidad cubano-americana en Nueva York, Miami y otros estados, y
consideró que “Juntos dimos otro paso para continuar un diálogo de
buena voluntad entre cubanos nacionalistas, de diversa ideología, pero
comprometidos a derrotar el odio, los rezagos de las circunstancias
geopolíticas de la Guerra Fría, y los errores cometidos por ambas
partes”.