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CARTA ABIERTA AL CANTANTE COLOMBIANO “JUANES”
Jorge Hernández Fonseca
7 de Agosto de 2009
Leo en la prensa mundial su intención de dar un concierto en la plaza de la revolución, en Cuba. El gesto suena bonito, porque sería dedicado a un pueblo oprimido por una dictadura totalitaria, bastante más opresiva que las dictaduras que sufre tradicionalmente Nuestra América.
Si no fuera porque aquellos que en la isla oprimen al mártir pueblo cubano, son los mismos que todavía hoy apoyan y sustentan con armas y dinero a los guerrilleros que enlutan su precioso país –Colombia-- a Dios le pediría que bendijera su hermoso gesto.
Si no fuera porque miles (sí, miles) de cubanos jóvenes --como lo es Ud. hoy-- cayeron asesinados por causas políticas en los paredones de fusilamiento de la misma dictadura que le permitirá cantar en su patio, a Dios le pediría de todo corazón agradecer su arte.
Si no fuera por la existencia traumatizada de decena de miles de jóvenes idealistas --también con su edad, ayer-- que sufrieron largos e injustos años de terrible ensañamiento carcelario por causas políticas, a Dios le pediría por el mayor éxito posible para su presentación.
Si no fuera porque todo el que se arriesga a mezclar su nombre con el de un dictador soberbio y discriminatorio, sufre posteriormente del síndrome de culpa por haber sido usado como una simple herramienta, a Dios le pediría que le ayudara a organizar en mejor show de su vida.
Si no fuera porque la dictadura tomará las medidas adecuadas para que Ud. en su concierto no hable nada sobre libertad, democracia y tutela obligada de los carneros, a Dios le pediría que le diera coraje para hablar el lenguaje rebelde que la juventud cubana hoy quiere escuchar.
Si no fuera porque comprendo humanamente --desde ahora-- su sabida autocensura durante la fiesta, y su posterior justificación asociada al “respeto que había que tener sobre los asuntos internos” de un país hermano, a Dios le pediría que lo iluminara en la hora cierta.
Si no fuera por las balas asesinas que en su país –Colombia-- mataron y continúan matando tantos inocentes, enviadas a su tierra por las mismas manos que firmarán la autorización de su concierto, a Dios le pediría para que le diera luz durante esa noche especial.
Si no fuera porque la quinta parte de los cubanos no podrá asistir a su concierto en la isla, por estar desterrados lejos de su patria y su familia por razones políticas, a Dios le hubiera pedido que le diera la dicha de potenciar lo mejor de su música ante un pueblo esclavo.
Si no fuera porque Ud. ha invitado a su concierto a otros jóvenes artistas, que creen que Che Guevara no es un asesino, sino un aventurero desinteresado, y que el dictador es un libertador y no un déspota, le pediría a Dios que iluminara su pensamiento antes de subir al escenario.
Pero como desgraciadamente nada de esto va a ser posible, mientras haya opresión en Cuba:
A Dios le pido que la ignominia no lo mancille siendo genuflexo ante el tirano.
A Dios le pido que nunca más su patria –Colombia-- sea traicionada por la dictadura.
A Dios le pido que la terrible idea de “dictaduras buenas” sea erradicada del lenguaje.
A Dios le pido no perdonar, si la soberbia traiciona los principios.
A Dios le pido que el gallo cante tres veces antes de subir al escenario que lo enlodará.