En mi caso, lo he vivido y experimentado dos veces. No es demasiado tarde para salvar este país de un socialismo. Cuando países como Cuba, Venezuela y otros abiertos enemigos de los Estados Unidos han admitido que les gustaría que ganase el Señor O., o cuando éste ha dicho que se sentará a negociar con gente con quien es imposible negociar porque no es su naturaleza, por ser líderes que por el contrario han sembrado odio entre unos y otros, además de herir por años la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos, esas actitudes reflejan una ignorancia intolerable sobre América Latina y los procesos políticos y alianzas que hoy por hoy caracterizan la región. Tal vez será por eso que el Señor O. JAMÁS ha pisado un país latinoamericano, no ha visto las realidades de nuestros pueblos hermanos y no ha entendido nuestra idiosincrasia, la cual es imposible ser explicada por simples asesores.
El sólo analizar estos hechos en los que pareciera que nuestros hermanos hispanos que vivimos ahora en este país de libertades, por las debilidades y graves errores de la actual administración parecieran estar listos para votar por el Señor O., fue lo que me motivó, aún cuando soy independiente de cualquier afiliación partidista a dar a conocer por quién votaré en estas próximas elecciones del 4 de noviembre.
¡Mi voto será por el Senador John McCain!