por Antonio Arencibia
Hay que dar crédito al núcleo duro del gobierno interino en Cuba, de tener vista larga en cuestiones de supervivencia, sobre todo en petróleo. No acababa de concluir la XIV Cumbre del Movimiento No Alineado en La Habana, y sin mucha fanfarria se iniciaba la visita a la Isla del Ministro de Relaciones de Exteriores de la República de Azerbaiyán. El centro de las conversaciones oficiales en aquel momento lo constituyó la firma, por el Canciller visitante y la Ministra de Inversión Extranjera, Marta Lomas, de un convenio de colaboración y la creación de una Comisión Mixta Intergubernamental. El 30 de septiembre, como culminación de las actividades oficiales, el Ministro fue recibido por Juan Almeida, en su carácter de Vice-Presidente, quien expresó la satisfacción del régimen por esta primera visita de alto nivel de Azerbaiyán.
Pasaron unos seis meses y a inicios de abril de 2007, llegó el embajador azerí acreditado ante la cancillería habanera, para verificar el proceso de establecimiento de una embajada de Azerbaiján en Cuba. El diplomático, Sr. Agshin Mehdiyev, aprovechó la presentación de sus cartas credenciales al Comandante Almeida, para destacar que ambos países estaban trabajando “por restaurar muchas relaciones que se perdieron en el pasado por razones geopolíticas y también ampliarlas hacia otros sectores como educación, medicina, explotación del petróleo y el gas, entre otros”.
El 18 de Octubre pasado, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, firmó un decreto para que una delegación de su gobierno asistiera a la Primera Sesión de la Comisión Mixta Intergubernamental, haciéndola coincidir con la inauguración de la embajada en Cuba.
En Noviembre una delegación del Ministerio de Desarrollo Económico estuvo en La Habana tomando parte en la XXV Feria Internacional y en reuniones con representantes de las compañías “Cuba Níquel”, “LabioFarm”, “FarmaCuba” y “Maprinter”, reportó la agencia AzerTAg.
De Bakú a Cuba
Desde la visita del Canciller azerí a Cuba hasta Diciembre 1ro, ha transcurrido un año y tres meses, pero puede decirse que no es demasiado tiempo para impulsar unas relaciones que estaban prácticamente en cero. Para la ceremonia inaugural viajó a Cuba el Ministro de Desarrollo Económico de Azerbaiyán, Sr. Heydar Babayev y fue designada para acompañarlo en la misma, su homóloga cubana, Marta Lomas del Ministerio de Inversión Extranjera y Colaboración. El Ministro Babayev, llegó con un séquito de siete viceministros de su gobierno, entre ellos los de Relaciones Exteriores, Finanzas, Industria y Energía, Cultura y Turismo, Juventud y Deportes, Educación y Salud.
Según reporta la prensa oficial, antes de reunirse con el ministro del Comercio Exterior, Raúl de la Nuez, el titular de Desarrollo Económico de Azerbaiyán expresó su intención de establecer mayores intercambios comerciales. También fue recibido por la Ministro de Industria Básica y miembro del Buró Político, Yadira García.
De acuerdo a Prensa Latina, el Protocolo de la Primera Sesión de la Comisión Intergubernamental, firmado por Babayev y Marta Lomas, incluye nueve proyectos de acuerdo de alcance ministerial, e identifica intereses comunes en energía, turismo, tecnologías de la información, salud, deporte y educación, entre otros.
Bakú, es la capital y mayor ciudad de la República, cuenta con poco más de dos millones de habitantes, y alberga a una minoría de unos 80 mil rusos. Anexada por Rusia junto a la mayor parte del Cáucaso a expensas de Irán, a inicios del siglo XIX, la ciudad y la región circundante es famosa por sus enormes riquezas petroleras.
Es importante destacar que por sus lazos históricos con Irán, Azerbaiyán, tiene una población musulmana de mayoría chiíta. Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler lanzó la fracasada operación Edelweiss para apoderarse de los recursos energéticos de la entonces llamada República Socialista Soviética de Azerbaiyán. Con el derrumbe de la Unión Soviética, el referéndum de 1991 reafirmó la independencia del país, que simultáneamente tuvo que enfrentar una guerra con la vecina Armenia por el territorio de Nagorno-Karabakh.
Una insurrección militar depuso en 1993 al presidente Elchibey, electo democráticamente y colocó en el poder al antiguo jefe de la KGB y luego dirigente del PCUS, Heydar Aliyev. Este fue reelecto en 1998, y favoreció grandes inversiones extranjeras en el país. Al morir, su hijo y antiguo primer ministro del gobierno, Ilham Aliyev, pasó a ocupar la presidencia y la jefatura del Partido del Nuevo Azerbaiyán.
Dos terceras partes del territorio azerí contienen grandes yacimientos de petróleo y gas natural. La compañía estatal petrolera SOCAR, firmó en 1994 contratos por treinta años con varios consorcios como Amoco, Exxon, British Petroleum para la explotación de sus yacimientos y se considera que estos se encuentran entre los más importantes del mundo. La construcción del oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan (BTC) que comenzó a operar en el 2006, está diseñado para transportar 50 millones de toneladas de petróleo crudo anualmente desde los yacimientos azeríes del Mar Caspio atravesando Georgia y llegando a Turquía.
A pesar de las críticas de Human Rights Watch y de las denuncias de la Directora Ejecutiva de Freedom House, Jennifer Windsor, por las violaciones de los derechos políticos en Azerbaiján, en abril del 2006, Ilham Aliyev viajó a Washington donde sostuvo una entrevista privada con el Presidente George W.Bush, para disgusto de los defensores de las libertades cívicas.
La importancia estratégica de Azerbaiyán no solo es de tipo energético. En junio pasado, Vladimir Putin propuso al presidente Bush que abandonase su plan de instalar un sistema defensivo en la República Checa y Polonia y a cambio construir en Azerbaiyán un escudo antimisiles conjunto de Rusia y Estados Unidos.
Dinastías aliadas y otros amarres
Por mucho que se quiera negar, el equipo del general Raúl Castro ha estado trabajando sin hacer mucho ruido en planes a largo plazo que suponen no depender del petróleo venezolano más de lo imprescindible. Han estado observando como la ambición hegemónica del Teniente Coronel lo ha llevado a crear más problemas que los que puede solucionar, y se ha hecho evidente que va a enfrentar una seria crisis de gobernabilidad.
Por ello Raúl Castro ha orientado buscar otros amarres para evitar jugarse el futuro a la carta chavista. De ahí los viajes de sus generales "africanos" a Luanda y la visita de Dos Santos a Cuba. El presidente de Angola tiene que agradecer que los soldados cubanos le garantizaran que su país iba a poder contar con el petróleo del enclave de Cabinda.
La visita del presidente brasileño Luiz Inacio da Silva, Lula, a La Habana, pospuesta para este mes de diciembre, tiene como objetivo la reinserción de Petrobrás en las prospecciones en la Zona Económica de Cuba en el Golfo de México. El presidente da Silva, después de la confirmación de grandes yacimientos de hidrocarburos en aguas de su país, y con la mayor producción de etanol de caña del mundo, puede ser mucho más generoso ahora que está más confiado en el futuro brillante de Brasil.
El tercer “amarre” de Raúl Castro es el de Azerbaiyán, ex-república soviética desde donde salía la mayor parte del petróleo soviético que se envíaba a Cuba. Y quien es sucesor de su hermano se coaliga perfectamente con quien es sucesor de su padre. Pero además, desde 1994, Ilham Aliyev empezó su ascenso al poder cuando fue nombrado vicepresidente de la compañía estatal petrolera SOCAR.
La cuarta jugada corresponde a la siempre compleja relación con Hugo Chávez. Tiene el compromiso de inaugurar la refinería de Cienfuegos en algunos días. Pero eso beneficia ampliamente al gobierno de Raúl Castro. La instalación queda en Cuba y si algo muy serio ocurriera en Venezuela, no se la pueden llevar. En el peor de los casos, si no se recibiese petróleo venezolano, se refinaría el criollo, o el angolano o el azerí.
¿Y qué pasaría en un caso como ese con las factura acumulada del combustible y de la inversión chavista? Pues nada; como dice el dicho cubano: “apúntalo en el hielo”.
Hay que reconocer que estos “sucesores” no son nada tontos.