Desde el sitio de Ichikawa
Disidencia en Cuba (II): ¡Adiós a las armas!
Enviado por ei en diciembre 24, 2010 – 14:02 pm Arnaldo M. Fernández En su
réplica al artículo de Ivette Leyva, Marta Beatriz Roque apuntó que la oposición a Castro se ejerce ya «sólo con las armas del corazón y la dignidad». De paso pidió «la ayuda necesaria para alcanzar el poder movilizativo del pueblo», ya que «el movimiento disidente [carece] de recursos». Sólo que así está condenado a moverse en un círculo vicioso. El agua por todas partes y el régimen castrista entorpecen el flujo de recursos a tal punto que, como puntualizó Johnatan Farrar, la prioridad del movimiento disidente consiste en buscarlos para la mera subsistencia de sus miembros. En lugar de bases para movilizar al pueblo se montan tinglados burocráticos de acceso a recursos cada vez más escasos. Sobrevienen entonces los pugilatos de poder y las marginaciones, que no sólo impiden la movilización popular, sino también la unidad del grupo disidente. Lo que pasó en ATC entraña, además, que no hay corazón ni dignidad para sobreponerse a la infiltración de agentes de Castro ni a sus medidas activas.
ATC se creó (abril 10, 2008) como «coalición parlamentaria» y enseguida se armó un 20 de mayo al exponerse su co-presidenta, Marta Beatriz Roque, en vínculo con el exiliado Santiago Álvarez y su fundación Rescate Jurídico, que debió llamarse Embarque Moral. La imagen de la disidencia se deterioró aún más por pedirse constancia de recibo a quienes se repartía el dinero, enviado a través de aquella fundación, y propiciarse así que los recibos firmados salieran por la Mesa Redonda de la TV cubana.
Héctor Palacios Ruiz y Elizardo Sánchez Santa Cruz propusieron a Chaviano como secretario de ATC, porque «Martha y Vladimiro [Roca] estaban haciendo mal uso de las finanzas». Chaviano acaba de tachar a Sánchez, Palacios y Gómez Manzano de cofradía al servicio de la Seguridad del Estado, que habría urdido esta trama:
- Sánchez sugirió a Chaviano ampliar la terraza de su casa, sede de ATC, para dar más espacio al «parlamento opositor», y luego comentó a Gómez Manzano que Chaviano tenía «planes de construcción». Al espetar en la Alianza Democrática Cubana (ADELCU) que «los fondos [de ATC] no soportarían una auditoría», Sánchez dejó sembrado que la ampliación era interés personal de Chaviano, ligado de cajón al desvío de fondos de ATC.
- Palacios sumó algo pertinaz en las peripecias de la disidencia cubana: la clave sexual. Chaviano habría viajado a Santa Clara con «una muchachita» del sitio de ATC en Internet y tratado de «darle una cañona» a Martha Bonachea, secretaria de ATC. Tania Díaz llamó para contar que había visto a Chaviano con mujer distinta de su esposa en un restaurante, amén de tener otra con casa y todo en Santa Fe, y otra más en El Vedado. Así se reforzó la idea del desvío de fondos.
- Gómez Manzano soltó que el estado de cuentas de ATC había que «verlo con detenimiento» y dio largas al affaire Bonachea, quien venía de sabotear a las Damas de Blanco y hasta armó tángana (agosto 12, 2010) en casa de Chaviano.
Guillermo «Coco» Fariñas había aconsejado a Chaviano sobrellevar a Gómez Manzano, porque este «puede buscar recursos, allá afuera creen en él». Así mismo planteó disolver ATC «para solucionar el conflicto; luego se creará una alianza de los principales líderes, para el análisis e intercambio de opiniones, unas 30 personas entre las cuales Bonachea no clasifica». Chaviano se abroqueló con sus 15 años de cárcel y repuso que:
- Bonachea es «comodín del G-2 [y] su objetivo es el de emigrar». Habría sido elegida como secretaria de ATC, porque la policía no dejó llegar al Grupo Sajarov, que hubiera inclinado la votación a favor de Julián Martínez.
- Los segurosos, después de haber presentado a Sánchez como el agente «Juana» para «desprestigiarle, le obligaron a continuar trabajando» para Castro. Chaviano dice tener pruebas, pero le recomendaron «que fuera discreto, [porque] si no el exilio, a quien este señor [Sánchez] se las debe, formaría un escándalo».
- Funcionarios salientes de la oficina de intereses de los EE. UU. en La Habana habrían revelado a Chaviano que Palacios es «agente del gobierno cubano que opera contra la oposición»
- La Seguridad del Estado habría reclutado también a Gómez Manzano, o al menos aprovechado su ego desmedido para destruir ATC
Lo más trágico es que Sánchez, Palacios y Gómez Manzano pueden retorcer fácil contra Chaviano la misma tacha de ser agentón de Castro. Así no se puede forjar oposición eficaz, sino más bien un Departamento de Disidencia Interna del Ministerio del Interior. Al exilio llegan muchas noticias desalentadoras: ladrón transfigurado en disidente y jinetera en activista, recados de una disidente a otro en prisión para decirle que su esposa andaba con un periodista independiente, dinero enviado para pasaje y usado en fiestas (con la saga de pedir más porque la policía habría decomisado) y cosas por el estilo, que ni siquiera se verifican para «no dar armas al enemigo». Chaviano acaba de romper el hechizo y lo malo se ha de aborrecer, aunque sea de nuestro bando.
-Foto: © AP Conferencia de prensa de ATC (La Habana, diciembre 3 de 2009). Sentados, de izquierda a derecha, Félix Bonne, Francisco Chaviano y Gisela Delgado, esposa de Héctor Palacios, quien aparece al fondo hacia la izquierda [con espejuelos]. También al fondo, pero hacia la derecha, René Gómez Manzano, detrás de la mujer rubia [Ana Margarita Perdigón]. Al centro, de negro y con collar, Martha Bonachea. Elizardo Sánchez no está en la foto.
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