Por MARÍA LILIBETH DA CORTE
EL UNIVERSAL
"Hasta la victoria siempre. Estamos venciendo", así se despidieron ayer los presidentes de Cuba, Fidel Castro y de Venezuela, Hugo Chávez, luego de conversar vía telefónica durante una hora 22 minutos, en la edición 298 del Aló Presidente, en lo que sería el primer contacto en vivo del líder cubano desde que cayó enfermo hace casi 15 meses.
Antes de la conversación fue transmitido un video de 17 minutos de la reunión que sostuvieran ambos líderes el pasado sábado, la cual se extendió -dijo Chávez- más de 4 horas. Durante el encuentro el mandatario venezolano le obsequió a Castro un cuadro que pintara cuando estuvo preso en la cárcel de Yare. El líder isleño pidió que se lo autografiara.
El programa dominical fue transmitido desde la población de Santa Clara, en la isla de Cuba, y estuvo dedicado al guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara, por los 40 años de su muerte. Esto y la reaparición de Castro ocuparon gran parte del Aló Presidente, el cual se prolongó hasta las 4 de la tarde, ya que estaba prevista la "preinauguración" de la refinería de Cienfuegos, hasta donde se trasladarían vía terrestre.
Fue visible la emoción de Chávez al hablar con Castro, quien se encargó de dar fe que la llamada era en vivo al describir los movimientos que realizaba el mandatario nacional. "Te veo con la mano izquierda moviendo, sí, ya sé que tú eres zurdo. Ahora te estás riendo", dijo Fidel desde su sitio de reposo médico en La Habana.
Durante la conversación el jefe del Estado venezolano destacó el trabajo que adelanta su gobierno con el de la isla, lo que aprovechó para soltar: "Somos un solo gobierno".
Antes había recordado la afirmación del vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, quien en una ocasión dijo que la isla tenía dos presidentes: Castro y Chávez". "A la oligarquía venezolana le da urticaria. No queremos que se enfermen, pero Lage lo dijo, que Cuba tenía dos presidentes y luego yo dije por allá: Venezuela tiene dos presidentes también. Pero somos un solo gobierno. Nosotros vamos hacia la confederación de Repúblicas bolivarianas, martiana, caribeña, suramericana", agregó.
"Nosotros, Fidel, que lo sepa el mundo, vamos a convertir esta agregación de países, ALBA y más allá del ALBA, en una confederación de repúblicas. La unión de nuestro pueblo la vamos a convertir en una región- potencia", auguró Chávez.
Seguidamente aseveró que los vínculos entre la isla y Venezuela vienen de tiempos previos a la independencia. Esta afirmación la realizó luego de leer una carta que recibió Francisco de Miranda mientras estuvo en La Habana y cuya autoría atribuyó al padre de Simón Bolívar. "Los amores, estas ganas entre Cuba y Venezuela, tienen siglos", sentenció el primer mandatario.
Entre bromas, críticas al mandatario estadounidense, George Bush, el líder cubano exaltó la figura del presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno de 1958, Wolfgang Larrazábal.
"Fidel está, ya lo vieron en las imágenes, de muy buen ánimo, de muy buen color; le dije: oye, estás colorado, estás más colorado que yo, (tiene) la barba bien cuidada, con un ánimo y una mística inmejorable", comentó Chávez, luego que Castro se despidiera porque iba "a tomar unas pastillas". Amenaza a oposición boliviana
Quizás adelantándose ya a su visión de una confederación de repúblicas, Chávez advirtió a "la oligarquía boliviana" que su gobierno no "se quedará de brazos cruzados" si logran derrocar o asesinar a su par Evo Morales. Dijo que los oligarcas de esa nación, "valiéndose de artimañas y de terrorismo", sabotean la Constituyente.
Auguró que "a todas luces" la Constituyente boliviana no va a poder redactar una nueva Constitución. A manera de reflexión dijo que "las oligarquías no perdonan "y por eso le dice a sus ministros que "con esas corrientes no hay que buscar el consenso. ¡No! ¿Cuál consenso? El de Washington. Ellos no quieren consenso sino la hegemonía y la imposición. No hay consenso posible ni habrá con oligarquía alguna", resaltó.
"Tengan mucho cuidado porque entonces no sería el Vietnam de las ideas, de la Constituyente, sería entonces el Vietnan de las ametralladoras de la guerra. Sépanlo", amenazó Chávez a la oposición boliviana.
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