Por eso se entrenan como gerentes de las únicas industrias y actividades que son rentables, o que podrían llegar a serlo, casi todas ya manejadas por el Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR).
Un adelanto del futuro de los militares en Cuba es el Grupo Corporativo GAE, perteneciente al MINFAR y al Ministerio del Interior. El GAE opera restaurantes, hoteles, instalaciones turísticas, transporte aéreo, marítimo y terrestre, más de 300 tiendas recaudadoras de divisas (las “shopping”) y otros muchos establecimientos. Tiene tentáculos bancarios por todo el mundo y emplea en la Isla a miles de trabajadores. Lo peor es que el GAE no rinde cuentas a nadie y sus ingresos no van directamente al presupuesto nacional, sino que primeramente pasan por un limbo financiero que es “ordeñado” de forma secreta por la Junta Militar (de 17 miembros) y el generalato.
Estos empresarios que en el futuro próximo pasarán de “proletarios” a propietarios, serían quienes más se beneficiarían si Barack Obama decidiese burlar al Congreso de Estados Unidos y autorizar el envío de capitales a la isla.