La salud del mandatario se convirtió, desde entonces, en el tema más importante de Venezuela, que sigue expectante las acciones de un presidente que se obstina en mostrarse activo y vital para ahuyentar los rumores.
Sin embargo, la ausencia de información respecto a su estado durante su estadía en Cuba parece prolongarse desde su regreso. Ninguna autoridad ha precisado qué tipo de cáncer padece el mandatario y toda la información al respecto se maneja con hermetismo.
En medio del misterio, la Cancillería de Brasil ofreció a Chávez su ayuda para el tratamiento. Trascendió entonces que la propuesta era que fuera atendido en el hospital Sirio-Libanés, reconocido por los procedimientos para combatir esa enfermedad.
La fuente del gobierno de Dilma Rousseff que confió a la agencia Reuters que Chávez se tratará en ese país añadió que efectivamente lo hará en esa institución privada de salud. No pudo precisar, no obstante, cuándo llegará el venezolano.
Chávez se convirtió en el tercer presidente sudamericano en mandato que lucha contra el cáncer. Tanto el paraguayo Fernando Lugo como la propia Rousseff se recuperaron de un linfoma con el tratamiento del Hospital Sirio-Libanés de San Pablo.