- ¡¡Pues mételo y no me fastidies más !!,... Es tu problema.
Días después, el marido llegó cabizbajo, pálido y profundamente abatido.
- ¿Qué pasó, querido? - Le preguntó la mujer, ...
- ¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?
- ¡Oh, no! - Gritó la mujer -- ¡Dime que no lo hiciste!
- ¡Sí, si lo hice, lo hice !,....
- ¡Oh, por Dios!, Y. ....... ¿Qué pasó ?,...
- ¡Me despidieron! - Respondió el marido.
- Pero .... y, .. .... eh .... . Que pasó con la cortadora de pepinos ¿te hizo daño ?,...
- ¡No, no .... También a ella la despidieron.