Recientemente hubo una reunión
internacional en La Habana, en la que asistieron diversos mandatarios
americanos. Faltó el presidente Martinelli de Panamá. No obstante
estuvieron otros que hoy están con problemas económicos serios:
Venezuela y Argentina. Estuvo el presidente de Uruguay, José Múgica
quien fue preso político de la dictadura militar de su país y hoy es el
dirigente político más sencillo, austero y claro de Iberoamérica.
La prensa de izquierda iberoamericana le echa la culpa a las
trasnacionales de la crisis argentina y protegen a la señora Fernández,
al no aludir las malas decisiones de política económica de Buenos Aires.
Fernández ha dejado la economía en un jovencito que está suprimiendo el
bienestar del pueblo argentino, es en palabras de una colega mía de la
Universidad Iberoamericana, “un pibe sin ideas”.
Por su parte, Venezuela tiene el peor desempeño económico de América,
precisamente porque el presidente de ese país, el señor Maduro no sabe
gobernar ni tiene prestigio político, social, académico, intelectual,
etcétera. Maduro fue nuevamente a La Habana a recibir órdenes de los
hermanos Castro aferrados al poder desde hace 55 años. Venezuela es un
satélite cubano.
En La Habana, declararon al difunto Hugo Chávez como “humanista
incansable”. ¿Cómo puede ser humanista un individuo que protegió a
terroristas etarras, financió a los guerrilleros colombianos, escondió
al super corrupto político Montesinos, brazo derecho del inolvidable
demagogo, Fujimori?
El presidente mexicano, Enrique Peña, quien tampoco es un estadista ni
tiene logros políticos que puedan reconocerse, fue a Cuba para tratar de
quedar bien con Raúl Castro. No les bastó a los cubanos la condonación
de la deuda, quieren más, y el gobierno mexicano está dispuesto a dar
más como lo hicieron los gobiernos de extracción priista, que
protegieron a Castro frente a Estados Unidos una y otra vez, con una
diplomacia falaz en la región.
En un acto lamentable, Peña fue a visitar al semiretirado Fidel Castro,
en un acto que es considerado de sumisión. ¿Por qué el gobierno mexicano
le proporciona más balones de oxígeno al gobierno dictatorial cubano?
¿Qué valor puede haber en visitar a un gobernante que lucró con la venta
de armas, de drogas (Pablo Escobar fue su socio), y que estuvo asociado
a la Libia de Kadafi, a la Unión Soviética, y que actualmente tiene
ligas con China y Corea del Norte?
México pierde terreno internacional. Su asociación económica y política, arrastra al gobierno de Peña a un callejón sin salida.
Si he criticado la intervención estadounidense en México, también
critico que los Castro mantienen redes de espías en México. ¿Todavía los
partidos mexicanos de izquierda le creen a Fidel, después de
traicionarlos en 1988 cuando vino a bendecir el ascenso ilegítimo de
Salinas de Gortari, que se siente dueño de México?
Mañana, o mejor dicho en un futuro próximo, se comprobará que Fidel
ordenó la muerte y desaparición de Camilo Cienfuegos, de que estuvo
detrás del movimiento subversivo en Chiapas en 1994, que negoció drogas
con un dictador panameño hoy preso y con carteles de drogas colombianos.
¿Cuánto dinero tienen invertido los hoteleros españoles y el magnate
mexicano Slim en Cuba?
Todos ellos contribuyen a fortalecer una dictadura corrupta, asesina,
saqueadora y mentirosa. Cuando Fidel declaró hace años que su gobierno
jamás ha torturado profirió la mayor mentira dicha en suelo cubano.
El gobierno inexperto e ineficiente de México se involucra con una
dictadura, y por tanto se negará a pronunciarse sobre la situación de
los derechos humanos en la isla, porque supuestamente es un tema
interno. Esto es falso, los derechos humanos están por encima de la
soberanía de los Estados, más aún de las dictaduras.
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