cubanalisis
Antonio Arencibia
Han aparecido recientemente en la prensa cubana en el exterior artículos que analizan el impacto de la muerte de Chávez en el final del chavismo y cómo esto repercutiría en el del régimen castrista. Unos señalan que la debilidad económica estructural del proyecto “bolivariano”, evidenciado por una galopante inflación, el declive en la producción de crudo y la caída de sus reservas internacionales en divisas, apunta a la imposibilidad de mantener a los niveles actuales el subsidio petrolero a los socios del ALBA, y en especial a Cuba. Otros, los menos, aducen que los avances en la construcción del modelo neocastrista en la Isla garantizan que el régimen de La Habana esté en mejores condiciones que cuando desapareció la URSS para enfrentar el cese del subsidio de Caracas.
Debo advertir que este trabajo no está encaminado a incidir en un posible debate, ya que no comparto ni la tesis del “catastrofismo venezolano” como enfermedad contagiosa, ni dudo de la voluntad de los Castro de llegar a someter al pueblo cubano a una “camboyización” a la caribeña con tal de seguir en el poder. De lo que se trata es de estudiar, aún suponiendo de forma optimista que se mantenga el status quo en ambos países, cuál es el futuro de Cuba al margen de los grandes bloques económicos y aislada de las nuevas realineaciones estratégicas.
Hay que empezar por recordar que la pérdida de la posición económica ventajosa de que gozaba Cuba en América en los años 50 se debió a la nacionalización sin indemnización de las empresas estadounidenses y la subsiguiente alianza castrista con la Unión Soviética a nivel mundial. Aquella complicidad político-militar con el entonces enemigo principal de Estados Unidos produjo la exclusión de Cuba de su mercado histórico principal. A partir de entonces la tiranía castrista lanzó al país a una política aventurera, convirtiéndolo en base nuclear soviética, y luego envió sus tropas como punta de lanza del expansionismo soviético a nivel mundial. Esa “especialización guerrerista” en el seno del comunismo, en menosprecio de la economía cubana, llevó a una dependencia total de la URSS por más de treinta años, algo inédito en la historia de Cuba si se exceptúan los tres años de ocupación militar norteamericana tras la guerra de independencia. Aunque en 1972 Cuba se incorporó al CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica), un bloque de países comunistas para la coordinación de políticas económicas, muy poco se pudo hacer por el desarrollo, dada la dificultad de armonizar economías de rígida planificación centralizada y el lastre de una “abrumadora asimetría” que sufrían aquellas naciones (1).
Como la participación en el CAME duró relativamente poco tiempo, tras el fin de la URSS y el campo socialista europeo, el régimen de La Habana quedó prácticamente aislado y vulnerable, al perder no solo el especial aporte moscovita, sino la casi totalidad del comercio con las ex “democracias populares” y las nuevas repúblicas desprendidas de la Unión Soviética.
Nuevos bloques y más proyectos
Simultáneamente al derrumbe del comunismo en Europa se aceleraba la formación de nuevas agrupaciones económicas en el planeta. Una de las más importantes fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), integrado por Estados Unidos, México y Canadá. Por aquel entonces también avanzaba hacia la unidad Europa Occidental, al firmar el Tratado de la Unión Europea que incorporaría, además de la economía, las esferas de la seguridad, la política exterior, y los asuntos de justicia e interior como elementos a coordinar a nivel comunitario. En lo adelante la UE incorporaría a su seno a varias naciones ex comunistas del centro y el este del Viejo Continente.
Lo que parecía el triunfo unipolar de Estados Unidos sería retado en menos de veinte años por el pujante avance de China Comunista; así, las inversiones y el comercio con Occidente, que fueran promovidos por Washington en época de la gran rivalidad chino-soviética, convertirían al gran país asiático en su principal rival. Pero, aparte de China, no se puede descartar el peso económico creciente de otras naciones de Asia, como Indonesia, Singapur, Malasia o Filipinas que junto a otros “tigres asiáticos menores” formaban la ASEAN, (Asociación de Naciones del Sureste Asiático). En los años 90 se produjo la incorporación a ese bloque económico de Birmania, Vietnam, Laos y Cambodia, lo que permite a la asociación, hoy integrada por diez países, negociar sistemáticamente con Japón, Corea del Sur y China sobre temas económicos claves, como cooperación comercial y financiera, y seguridad alimentaria y energética.
Las relaciones de la ASEAN con Estados Unidos, que datan de 1977, se incrementaron notablemente en las reuniones a nivel de jefes de estado o de gobierno, celebradas en Singapur a fines del 2009 y en Nueva York en septiembre del 2010, en las que el presidente Barack Obama saludó el incremento del intercambio comercial entre ASEAN y Estados Unidos y el de las inversiones directas recíprocas, y anunció las negociaciones en curso con algunos de los países de esa asociación para incorporarse a un proyecto de mayor envergadura, la TPP (Trans-Pacific-Partnership), es decir, la Asociación Trans-Pacífica (2).
Vale la pena destacar que hoy en día un grupo importante de países socialistas y ex socialistas de Europa Oriental y del Sureste Asiático, se han reorientado, no solo hacia los bloques económicos regionales, sino incluso hacia nuevos bloques internacionales. El ejemplo más destacado es el de la República Socialista de Vietnam, que se ha venido apoyando en Washington para contrabalancear su diferendo territorial con Pekín en el Mar del Sur de China. El intercambio comercial entre Washington y Hanoi se ha incrementado de 1,000 millones de dólares en el 2001 a 26,000 millones en el 2012 y además Vietnam se ha incorporado a la Asociación Trans-Pacífica (3).
No se puede desconocer la gran significación que tienen las negociaciones en curso para constituir otro nuevo bloque económico denominado TTIP, (Transatlantic Trade and Investment Partnership) la “Asociación Trasatlántica de Comercio e Inversiones”. Si se logra, sería un TLC entre la Unión Europea y los Estados Unidos de América, que liberalizaría un tercio del comercio del planeta. Según opina la influyente The Economist, un acuerdo de esa índole “si se hace bien, podría afianzar un modelo económico trasatlántico que favorece la transparencia, el libre mercado, la libertad personal y el imperio de la ley frente a la visión estrecha y controlada propia del capitalismo de estado”. (4)
Ha surgido una agrupación especial formada por economías muy desarrolladas que se denomina BRICS por las iniciales de sus integrantes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. El bloque, que agrupa más del 40% del comercio y la población del globo, puede llamarnos a engaño porque sus integrantes no son considerados países de Occidente, y muchos de ellos se presentan como favorecedores de los trabajadores, aunque todavía cierta izquierda califica a algunos de ellos de “sub-imperialismos”, sin contar que consideran a China típicamente “imperialista”.
Los ambientalistas acusan a BRICS de alinearse junto a Estados Unidos en la reunión del 2009 en Copenhague sobre el Cambio Climático, para impedir la reducción obligatoria de emisiones de carbono que establece el Protocolo de Kioto. Los más acérrimos críticos de ese bloque plantean que sus miembros “hablan a la izquierda” pero “actúan a la derecha”, y consideran que la reunión que sus miembros sostuvieron en Durban, a fines de Marzo reeditó en nuevas condiciones el reparto de África llevado a cabo por la Conferencia de grandes potencias coloniales celebrada en Berlín en 1885.
A propuestas de la India y atendiendo a que China y Rusia, tienen las mayores reservas internacionales de divisas, el BRICS acordó crear en su reunión de Septiembre en San Petersburgo un Banco de Desarrollo como alternativa al FMI y al World Bank. Se ha apuntado que esa institución permitirá a los miembros del bloque “condicionar los fondos en función de las compras que los países beneficiarios hagan en los países que aportan el capital. Es decir, podrían, por la vía financiera, incrementar sus relaciones propiamente comerciales”. (5)
Teniendo en cuenta que China, Rusia y Brasil tienen un nivel muy alto de relaciones económicas y políticas con el régimen de La Habana, no se pueden echar esas críticas y advertencias en saco roto. La historia demuestra hasta la saciedad que el nivel de explotación de las potencias de segundo nivel sobrepasa la de las preeminentes.
El fin del ALCA, los Kirchner y el ALBA
Desde inicios de los años 90 Fidel Castro había esperado y conspirado, hasta que pudo fabricar el “milagro” chavista en Venezuela, con el que iba a intentar superar la tremenda crisis económica cubana y recuperar su estatus político como referente antiimperialista en el hemisferio. Antes de que Hugo Chávez saliera de prisión, los asesores del “Máximo Líder” y los dirigentes comunistas caraqueños le habían propuesto que diera relevancia al fracasado golpista, una muy, pero muy cuestionable figura política para cualquier izquierdista venezolano. Su recibimiento de primer nivel en La Habana, en 1994, le absolvió de toda suspicacia para la izquierda de su país y creó en el advenedizo tan fuertes vínculos de dependencia con Castro que tras su triunfo en las elecciones presidenciales venezolanas de diciembre de 1998 se dedicó de lleno a la colaboración con el régimen de La Habana. Esta se ampliaría seis años después con la creación de la Alternativa Bolivariana para América (ALBA), contrapartida del ALCA, un Área de Libre Comercio de las Américas, que propugnaba Estados Unidos para los países de la región con la exclusión de Cuba.
El proyecto ALCA se había aprobado en la I Cumbre de las Américas, celebrada en 1994 en Miami, Estados Unidos, presidida por Bill Clinton, y con la participación de 34 países del continente. La IV Cumbre de las Américas que se llevó a cabo en Mar del Plata, Argentina, en noviembre de 2005, produjo dos declaraciones finales contradictorias: una mención a favor de la reanudación del ALCA, que presentaron Panamá y EEUU, donde estarían comprendidos todos los países de la región excepto Cuba, y otra presentada por el Mercosur y Venezuela, que contaba con el apoyo tácito del presidente argentino Néstor Kirchner, en la que señalaban como las asimetrías entre las economías del continente afectarían el establecimiento de esa área de libre comercio continental.
Como recogió el diario argentino “Página 12”, al terminar la cumbre de Mar del Plata el presidente George W Bush le dijo a Kirchner, “Estoy un poco sorprendido. Acá pasó algo que no tenía previsto”. El presidente norteamericano sangraba por la herida que había visto venir, pues cuando a su colega mexicano Vicente Fox le tocó la palabra y pidió que se tratase el tema del ALCA, Kirchner lo cortó diciendo “No es tema de esta cumbre”, y le dio la palabra al próximo orador. Entonces, Bush se paró y estrechó la mano a Fox en señal de agradecimiento. Estados Unidos no había logrado el consenso para la reactivación del ALCA, porque Chávez había preparado con su homólogo argentino el descarte del plan norteamericano. Eso se hizo evidente en las declaraciones de Kirchner de que “La cumbre funcionó muy bien. El Mercosur y Venezuela han obtenido una acción muy importante que han tenido que reconocer las naciones más importantes”. (6) Desde entonces la mayor parte de los países ajenos a aquella trampa han firmado tratados comerciales con Estados Unidos, pero con el fin del ALCA se ha perdido la posibilidad de una negociación colectiva y la formación de una verdadera alianza económica regional.
Después de jugar su papel en Mar del Plata, Mercosur, -instado por la Casa Rosada-, se dedicó a cumplir otros objetivos políticos del chavismo, como la incorporación de Venezuela al grupo y la suspensión de Paraguay por la destitución constitucional del presidente Fernando Lugo. Sin embargo, según el ex presidente uruguayo, José María Sanguinetti, al hacerle el juego a los Kirchner, Mercosur se ha debilitado, pues Argentina, con su estrategia comercial y política, es el país que históricamente le ha puesto más obstáculos (7).
De la complicidad inicial con Chávez en la zancadilla a Bush, el matrimonio Kirchner pasó a una verdadera alianza con su benefactor que se puso de manifiesto con la compra por Venezuela de 1,000 millones de dólares en bonos de la deuda argentina, y el envío desde Caracas de una valija con ochocientos mil dólares en efectivo no declarados, que fuera interceptada a Guido Antonini Wilson, suma destinada a la campaña presidencial de Cristina Fernández en el 2007. La desolación de la mandataria argentina ante la muerte de su gran aliado ha sido pues, sincera.
No es nada extraño que los Castro, que nada tenían que perder, hayan sido instigadores a través de Hugo Chávez de la trama contra el ALCA, esgrimiendo la utopía de “Nuestra América”, pero castristas y chavistas son bastante contradictorios en su posición frente a Washington. Dicen que los TLC con los yanquis son inicuos y explotadores desde La Habana se exige a Estados Unidos el levantamiento del “bloqueo”, se han hecho compras multimillonarias de alimentos exceptuados del embargo comercial, y buscan afanosamente que las corporaciones petroleras norteamericanas inviertan en la ZEE de Cuba. De igual forma, el difunto caudillo mantuvo el suministro constante de petróleo a su primer comprador, Estados Unidos, y los herederos “bolivarianos” se han apresurado a ratificar el abastecimiento a la gran nación del Norte, que dicen es “un importante nicho de mercado” y donde tienen “un complejo refinador propio”. (8)
América Latina y el Caribe
En América Latina la fragmentación es tal que no existe un bloque de países, sino varias agrupaciones con mayor o menor peso económico y político, como Mercosur, Unasur, Alba, y ahora CELAC, donde se escenifican de forma abierta o solapada las luchas de los países grandes, Brasil y Argentina, por imponerse sobre los demás, como se deduce de las discrepancias de “Lula” y Dilma Roussef con Chávez, y del más reciente incidente del uruguayo José Mujica al criticar en privado a la presidenta Cristina Fernández. Más allá de lo anecdótico de un presidente llamar “terca” y “peor” que su difunto marido (“el tuerto”), a una jefa de estado, hay detrás de ello un gran trasfondo político. El diferendo entre Buenos Aires y Montevideo en varias áreas, pero especialmente por la construcción de plantas de celulosa, se incrementó durante el gobierno del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez. Tras su toma de posesión en 2010, el nuevo presidente izquierdista José Mujica, a pesar de su desdén por el peronismo, trató de limar asperezas con su vecino del sur, pero las cosas no salieron bien. En opinión del ex presidente de Uruguay, José María Sanguinetti, “Mujica fue frustrándose porque, no hubo respuestas [argentinas] positivas”. El meollo de esa frustración está en otra frase de la conversación privada del mandatario que fuera revelada por un diario uruguayo, “Para conseguir algo de Argentina hay que recostarse un poco a Brasil. Es como la vieja ley del péndulo” (9).
Si observamos la región caribeña, ésta presenta un panorama de mayor desunión. Muchos de sus países están agrupados desde 1973 en el CARICOM (en inglés “Comunidad del Caribe”), pero algunos, como Bahamas, no forman parte de su mercado común, y los grandes países del área, como México, Colombia, República Dominicana y Venezuela son solo observadores. La mayoría de las pequeñas islas-naciones repiten membresía en CARICOM y en la Asociación de Estados del Caribe, (de la que Cuba forma parte) y además en el ALBA y Petrocaribe. Los países de América Central y República Dominicana forman el SICA (Sistema de la Integración Centro Americana) además de que -con excepción de Belice- todos han firmado Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, que trataremos a continuación. Precisamente el sábado 4 de mayo, el presidente Obama se reunía con los mandatarios de los países del SICA en San José de Costa Rica, después de su viaje oficial a México
Poco más de un año antes que Venezuela y el Mercosur boicotearan el ALCA en Mar del Plata, se había firmado un Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, República Dominicana y cinco países de América Central, conocido por sus siglas en inglés CAFTA-DR. La excepción es Belice, pues Panamá firmó después un TLC aparte que entró en vigor en el 2011. Es conveniente ejemplificar lo que ha significado el CAFTA-DR para dos países conocidos por su cercanía y relación con Cuba.
En Nicaragua, Daniel Ortega prometió durante la campaña presidencial del 2006, respetar la propiedad privada, las libertades civiles y el CAFTA-RD con Estados Unidos. Como consecuencia de ese tratado Nicaragua importó en el 2011 $1,060 millones en mercancías norteamericanas y exportó a Estados Unidos $2, 600 millones en productos nicaragüenses, lo que ha significado un incremento del 67 por ciento de sus exportaciones desde su incorporación al CAFTA-DR. Por su parte, República Dominicana ha incrementado las importaciones norteamericanas hasta un nivel de $ 7,300 millones y ha exportado productos por un valor de $ 4,200 millones. Aunque en estos momentos la balanza comercial es más favorable a Estados Unidos que a R.D., igual ocurre con otros países de la región como Perú y Chile que también han firmado tratados comerciales con los norteamericanos y están desarrollando economías fuertes. Como apunta el analista Sergio Arancibia, es una tendencia propia del camino del desarrollo incrementar las ventas a los países más avanzados tecnológicamente para adquirir en ellos bienes de consumo de alta calidad y bienes de inversión que aceleren la productividad (10).
El TLC entre Perú y EEUU entró en vigor en febrero del 2009, y en su segundo aniversario se constató que el comercio bilateral en el 2010 había llegado a 11,800 millones de dólares y marcaba un superávit en la balanza comercial de Perú. Aunque el monto total del intercambio se ha seguido incrementando, se ha revertido la tendencia a favor de Estados Unidos, lo que es típico de los países a medida que se incrementa el nivel de vida de la población y aumenta la compra de bienes de inversión. Por algo Perú aparece en los pronósticos económicos emitidos el pasado mes de abril por el Banco Mundial como una de las economías más florecientes de América Latina. Chile, por su parte, se reunió en Julio pasado con Estados Unidos para una evaluación conjunta de su TLC y ambos socios comerciales informaron que el comercio bilateral en el 2011 en bienes y servicios se había incrementado en más del 40 por ciento respecto al año anterior, y se había casi triplicado desde que entró en vigor el tratado el 1o de Enero del 2004. Estados Unidos fue la principal fuente de inversiones extranjeras directas en Chile en el período 1974-2011, representando el 25 por ciento del total invertido en esa nación suramericana. (11)
Colombia, cuya economía es una de las más notables de América del Sur, firmó acuerdos comerciales con Mercosur en el 2009 y con Canadá en el 2011; además, está en tratos para acuerdos similares con la Unión Europea, Corea del Sur y Japón. Pero a pesar de haber acordado en el 2006 un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, el Congreso norteamericano demoró su aprobación hasta octubre del 2011. Entre otros obstáculos estuvo el de la central sindical norteamericana AFL-CIO, que aún denuncia violaciones de derechos laborales en Colombia como formas irregulares de contratación, determinación unilateral del salario y dificultades de sindicalización a los trabajadores. Sin querer tapar el sol con un dedo, en el fondo de esas críticas está la oposición a la disminución de empleos en Estados Unidos. Este TLC entre Washington y Bogotá se implementará por fases, concluyendo en el 2021. De inicio, el 80 por ciento de las exportaciones norteamericanas de bienes de consumo e industriales a Colombia han cesado de pagar aranceles, y ya se ha venido experimentando el normal incremento del intercambio entre ambos países (12).
El declive del bloque económico castro-chavista
Creada por Fidel Castro y Hugo Chávez, la Alianza Bolivariana o ALBA se constituyó fundamentalmente para y por los regímenes de Cuba y Venezuela, y luego se amplió mediante el clientelismo político y los subsidios. Como señala Víctor M. Mijares “Su declive comenzó con su contracción de 2009, la salida de Honduras luego de la destitución de Manuel Zelaya, y sufrió una herida letal con la muerte de Hugo Chávez”. (13) La visita relámpago de Nicolás Maduro a La Habana y la publicitada firma de “51 proyectos de colaboración para el año 2013” en educación, salud, deporte cultura, energía, comunicaciones y el fortalecimiento de las misiones sociales, no apunta a nada nuevo, y la cifra de 2,000 millones de dólares para este ejercicio, que se le atribuye al venezolano, no ha sido reportada ni en Granma, ni en la Agencia Venezolana de Noticias.
Al margen de ese show de La Habana para realzar la “ejecutividad” de Maduro, las últimas maromas que hacen los raulistas y los herederos del chavismo no pueden enmascarar la debilidad de la ALBA. Por ejemplo, la reunión en Caracas del Consejo de Complementación Económica de la Alianza culminó el 23 de abril con el anuncio del ingreso de Santa Lucía al bloque (14). Hay que señalar que Santa Lucía es un país caribeño independiente, que mantiene al monarca del Reino Unido como su soberano y jefe de estado. Su población de 167,781 habitantes es menor que la del municipio habanero de San Miguel del Padrón. Castries, su capital, tiene 15,000 habitantes, menos que el pueblo de Guisa en la Sierra Maestra. Su economía se basa principalmente en el turismo, y es famosa por las operaciones bancarias que allí se desarrollan por ser un paraíso fiscal. De los nueve países que de ahora en adelante integran la Alianza Bolivariana, hay cuatro en el Caribe, al norte de Venezuela, y no llegan al medio millón de habitantes (Antigua y Barbuda 89,971, Dominica 73,126, San Vicente y las Granadinas 103,537, y Santa Lucía 167 781: total 434,415)
Por eso, si hay algo que resalta al comparar las islas con Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba y Nicaragua es la asimetría de los países del ALBA, que fuera el pretexto de Néstor Kirchner para darle el tiro de gracia al ALCA en Mar del Plata. Esto es válido para los cinco mayores integrantes, que en opinión de la economista chilena Sandra Manuelito, de la CEPAL, si bien tienen un discurso político similar, en la economía son distintos. Y a continuación resalta algunos rasgos importantes:
· que “Venezuela es donde el modelo ha sido más intenso, donde más aumentó la participación del Estado en la economía”, pero Cuba “está en un proceso inverso al resto. Busca aumentar la inversión privada”.
· que Ecuador tiene una economía dolarizada y por tanto, “no puede hacer política monetaria ni puede devaluar, como hizo Venezuela este año. Tampoco tiene controles de capitales como Venezuela”.
· que Venezuela y Ecuador con altísimas primas de riesgo no colocan deuda en los mercados, pero Bolivia sí lo hizo a 10 años de plazo y con un interés del 4.8 por ciento.
· gran dependencia de Venezuela y Ecuador de su producción petrolera, y la de Bolivia de la de gas natural, mientras que la pequeña economía de Nicaragua depende de la exportación de textiles producidos con el sistema de maquiladoras. (15)
La entrada de las islas caribeñas al ALBA y la participación de otros países como Bahamas, Belice, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, República Dominicana, y Suriname en Petrocaribe, es para aprovechar las ventajas política o económicas que todavía ofrece Venezuela. Por eso había una delegación dominicana en la reunión de ministros del ALBA el 22 de abril en Guayaquil, Ecuador, donde se aprobó la creación de un observatorio internacional para combatir lo que llama “abusos de las empresas transnacionales”. Al margen de la presencia allí del gobierno de Santo Domingo, la aprobación de ese órgano es para enfrentarlo al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), del Banco Mundial, del que se retiró Venezuela, “el país que más demandas en curso tiene en el CIADI, de firmas extranjeras que exigen indemnizaciones por las nacionalizaciones de sus activos decretadas en 2007 por el gobierno del fallecido Hugo Chávez”, reporta la AFP. (16).
El gobierno de Rafael Correa es otro de los miembros del ALBA que impulsan el enfrentamiento con las empresas transnacionales ya que ha cancelado los tratados de protección de inversiones que tenía con Francia, Alemania, Reino Unido, Suecia e Irlanda, e inició el fin del que tiene con Estados Unidos, en protesta por sentencias de tribunales norteamericanos por demandas de las petroleras Oxy y Chevrón en contra de Ecuador. Quizás pronto veamos a Argentina como observadora en ese Observatorio, (valga la redundancia), teniendo en cuenta su cercanía al chavismo y la necesidad de apoyo a sus decisiones contra transnacionales, ya que Repsol le ha planteado un arbitraje en CIADI por la expropiación de su filial YPF.
Tampoco es gran sorpresa el anuncio que hizo en la reunión del ALBA en Guayaquil el ministro de Industrias de Venezuela, en el sentido de que Uruguay ha expresado su voluntad de integrar el SUCRE a su sistema financiero (17). Algo le habrán ofrecido sus aliados izquierdistas al presidente Mujica para que se meta en esa aventura. Pues “Sucre”, para quienes no lo recuerdan, es una moneda virtual que significa Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos, que funciona como intercambio de información financiera entre los bancos, y unidad de cuenta común entre los países de la Alianza Bolivariana. Llama la atención que esa “moneda”, que se aprobó en la Cumbre del ALBA en Cumaná, Venezuela del 2009, se resucite tres años después como la gran noticia y nuevos asociados, a no ser que sea parte de la puesta en escena de Nicolás Maduro como nuevo líder de la Alianza.
El neocastrismo al garete y sin remos
Se podrá discutir el alcance de los cambios en Cuba, pero la izquierda guevarista del continente está calladamente horrorizada ante la herejía de la aplicación creciente en la Isla del pago en salario a los trabajadores por el sobre cumplimiento de las normas, siguiendo el apotegma de Marx para la sociedad socialista “de cada cual según su capacidad a cada cual según su trabajo”. Sin demasiada divulgación se van priorizando los estímulos materiales en el país y basta ir a la prensa de provincias para encontrar ejemplos de importantes ganancias legales de obreros, cuentapropistas y usufructuarios, que si bien son risibles en comparación con los de otros países, eran algo impensable hace una década.
El raulismo ha empezado a hacer lo que Fidel Castro frenó en los años 90. El problema no solo son dos décadas de atraso, sino el ritmo de los cambios. De ahí que cuando terminen de hacerse el resto de la humanidad se planteará un nivel tan superior de necesidades que la nación cubana seguirá desfasada respecto a la mayoría de los países.
A grandes rasgos, la aún restringida libertad de viajar al extranjero no es más que la continuación de la vieja táctica castrista de permitir desde los primeros años la salida del país por vías legales e ilegales de cientos de miles de cubanos desesperados, con lo cual se ha estado aliviando la presión social y obteniendo divisas por las remisiones a familiares En Estados Unidos, según el Censo del 2010, residían 1’900 000 personas de origen cubano, el tercer grupo de “hispanos” en ese país. Quienes piensan que terminar con la Ley de Ajuste Cubano pondría fin a esa situación deben saber que en igual fecha había 1’500 000 dominicanos residentes, el quinto grupo en número de los llamados Hispanics en la nación norteamericana. Si tenemos en cuenta que la población dominicana no goza de un estatus especial para alcanzar la residencia norteamericana, debido a la cercanía y a los lazos familiares la creciente llegada de nuevos cubanos a Estados Unidos está prácticamente garantizada, con o sin “ajuste”, a no ser que haya una legislación prohibiéndolo, lo que parece poco posible. Como la emigración cubana va a seguir siendo un factor de peso, el neocastrismo tendrá que legalizar la compra de propiedades en la Isla. Sin llegar al nivel de relaciones con su emigración que tiene China Comunista, a medida que pase esta década se esperan algunas ventajas para la entrada y permanencia en Cuba de los que viven en el extranjero.
El elemento catalizador de un despegue entre el régimen y Estados Unidos debería ser el fin del “bloqueo”. Pero ni siquiera la Casa Blanca de Obama, -que ha autorizado libertad de viajes y de remesas familiares a Cuba para la población de origen cubano de Estados Unidos-, va a avanzar hacia el levantamiento del embargo económico y financiero al régimen. Eso no solo se debe a que está cercano el fin del ciclo vital de los que forjaron la alianza con el comunismo soviético, sino además a que se mantiene una fuerte cabeza de playa castrista en Venezuela para instigar y asesorar a los ineptos herederos del socialismo “bolivariano” en el matonismo histérico contra la oposición y en la agitación antinorteamericana, fórmula con la que intentan perpetuar el chavismo sin Chávez.
La Habana está atrapada en esa disyuntiva, no puede permitir un cambio de régimen en Venezuela por lo menos hasta las elecciones presidenciales del 2019, cuando no debe estar el Comandante (y si “está”, no va a tener ninguna importancia), cuando Raúl Castro -en el mejor de los casos- ocupe su palco desde el retiro. Mientras tanto gana un tiempo precioso, seis años con el petróleo fluyendo hacia Cuba, los médicos cubanos no tendrán que optar por la nacionalidad venezolana, y la intromisión militar y de inteligencia se mantendrá, aunque más discreta.
Aquí caben muchas preguntas retóricas: ¿tiempo, para qué? A falta de petróleo propio en aguas del Golfo, ¿esperará el régimen por mejores precios para extraer níquel? ¿seguirán aprovechándose al máximo el turismo, las remesas familiares, y los pagos en divisas por el trabajo en todo el mundo de miles y miles de cooperantes? Si se lanzan a la producción textil masiva en maquiladoras ¿acaso van a venderle a los chinos? ¿cuál es el rumbo futuro de la nave cubana comandada por el neocastrismo?
Los informes del Banco Mundial a que hicimos arriba referencia, complementados por las proyecciones de la CEPAL para América Latina y el Caribe no auguran un año favorable a la región. Ambos informes otorgan a Panamá un crecimiento entre el 8 y el 9 por ciento y un 6 por ciento a Perú, los dos países punteros. El informe de Augusto de la Torre, Economista Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, es rotundo, han cesado las importaciones crecientes de China y han caído los precios de las materias primas, la región se espera que crezca un 3,5 por ciento este año, una mejora respecto al 3 por ciento del año pasado pero aún por debajo del promedio de 5 por ciento previo a la crisis de 2008/09 o el 6 por ciento de 2010
En el análisis por países, el informe señala que el peor crecimiento será el de Venezuela, solo un 0.1 por ciento, y deja esta recomendación para todos: “El viento de cola desapareció, y ya no podemos avanzar sin esfuerzo. Ha llegado la hora de remar” (18).
Si esas advertencias náuticas son válidas para países que en su conjunto crecían hace cinco años al 5 y al 6 por ciento, poco podrá hacer la nave de Cuba, al garete desde los años 90, y ahora atada al país de menor crecimiento regional.
Seis años son poco tiempo para fabricar los imprescindibles remos, soltarse y buscar un buen puerto, es decir para salir del aislamiento y entrar en un verdadero bloque económico.
Notas
(1) Robert Bideleux and Ian Jeffries, A History of Eastern Europe: Crisis and Change, p- 564, Routledge, New York,1998
(2) En Noviembre 12 del 2011 los líderes de Australia, Brunei, Chile, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y Estados Unidos anunciaron su acuerdo respecto al proyecto de una Asociación Trans-Pacífica (TPP) que incrementará el comercio y las inversiones entre ellos. Desde Junio del 2012 Canadá se ha sumado a las negociaciones para la formación del TPT, en Marzo 15, el Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe, expresó el interés de su país en participar en las discusiones sobre el bloque y el presidente Obama acaba de informar al respecto al Congreso de Estados Unidos.
(3) Office of the United States Trade Representative, 04/24/2013, United States Advances Trans-Pacific Partnership Goals with Vietnam.
www.ustr.gov/about-us/press-office/press-releases/2013/april
(4) “America and the European Union have a chance to achieve something large: a transatlantic pact that would, at a stroke, liberalise a third of global trade (…) Done right, it could anchor a transatlantic economic model favouring openness, free markets, free peoples and the rule of law over the closed, managed visions of state capitalism”. A transatlantic tipping-point, The Economist, Abril 27, 2013.
(5) Ver: Patrick Bond, The Rise of “Sub-Imperialism”, Counterpunch, November 23-25, 2012; Sergio Arancibia, El banco emergente del BRICS, analítica.com, 19 de abril de 2013.
(6) Fernando Cibeira, Un final con el corazón partido, Página 12, 6 de noviembre de 2005.
(7) Sanguinetti: Venezuela no podrá mantener su peso y visibilidad sin Chávez, EFE, 9 de abril de 2013.
(8) Venezuela mantendrá suministro de crudo a EEUU pese a tensión diplomática, AFP, 12 de marzo de 2013.
(9) Ver: Mujica sobre Cristina: "Esta vieja es peor que el tuerto", El Observador, 4 de Abril de 2013; “La dirigencia uruguaya criticó a Mujica por llamar "terca" a CFK”, 5 de Abril de 2013, Perfil.com.
(10) Ver: U.S. Department.of State, Benefits of U.S. Free Trade Agreements; Sergio Arancibia, El banco emergente del BRICS, analítica.com, 19 de abril de 2013.
(11) Joint Statement of the Second U.S.-Peru FTA Free Trade Commission Meeting, Lima, Peru, July 13, 2011; Joint Statement of the VIII Meeting of the United States - Chile Free Trade Commission, July 3, 2012, Office of the United States Trade Representative.
(12) Ver: Overview of the U.S.-Colombia Trade Agreement; Labor in the U.S.-Colombia Trade Promotion Agreement, Office of the United States Trade Representative.
(13) Víctor M. Mijares Del ALBA al ocaso, analitica.com, 1 de mayo de 2013.
(14) Gabriela Lizarzaburo, Culmina reunión de Consejo Económico del ALBA con firma de resolución, Agencia de Noticias Andes, abril 23 de 2013.
(15) Alejandro Rebossio, No es lo mismo Venezuela que Ecuador, Bolivia o Nicaragua, blog “Eco Americano“, EL PAÍS, 18 de abril de 2013
(16) La ALBA creará observatorio para luchar contra abusos de transnacionales, AFP, 23 de abril de 2013.
(17) Menéndez saluda iniciativa de Uruguay de incorporar el Sucre, AVN, 23 de abril de 2013.
(18) Ver: Oficina del Economista Jefe del Banco Mundial para ALC, Sin viento a favor, América Latina y el Caribe deberán impulsar motores de crecimiento interno, Banco Mundial, abril 17 de 2013; Andrés Oppenheimer, Latinoamérica: los países que más crecen, El Nuevo Herald, jueves 25 de abril de 2013
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