|
panfletonegro.com |
La jerarquia catolica cubana que encabeza el cardenal Jaime Ortega Alamino y que alfombra con sus sotanas el infame camino por donde marcha el NeoKaxtrizmo, ha considerado conveniente ordenarle [o sera al reves] a su elite de laicos precisar el papel que su lider desempena en la Cuba contemporanea. Pretende [?] ser una vigorosa respuesta a las criticas recibidas por nuestro cardenal, realmente es una denuncia.
Al referirse a las "partes" del espectro nacional, Espacio Laical -en su rol de vocero " laico" del Arzobispado- califica como aniquilador al movimiento disidente y opositor, en tanto las criticas al regimen se remiten a los preteritos excesos "fidelistas" y no a la dinamica represiva de Raul Castro. Si se puede comulgar con la aseveracion que el movimiento opositor no ha elaborado un programa politico integral, descalificarlo por condenar y criticar los horrores, atrocidades y sistematicas violaciones de los mas elementales derechos humanos de la nacion por el mismo Clan de Biran que ha detentado el poder absoluto por mas de 53 anos, constituye una ignominia en lo etico-moral y un grave error en lo politico.
A diferencia de otras naciones, en Cuba la iglesia catolica no cuenta con bases sociales que soporten sus aspiraciones de constituir el unico interlocutor-mediador con el gobierno [con vistas a avanzar su agenda eclesial], sino que esa funcion le ha sido asignada tacticamente por el poder, que no tiene escrupulos de ninguna indole en devolverle las sotanas o limpiar el piso con ellas.
[negritas -lg]
----------------------------------------------
............................
"Es posible afirmar que en
los escenarios cubanos no ha existido otro actor social que se haya comprometido
de forma tan radical en la construcción de una alternativa global de cambios
positivos para Cuba.
Una personalidad clave en este camino,
siempre crispado y zigzagueante, ha sido el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de
La Habana. Teniendo claro que se trata de un camino largo, y haciendo gala de la
paciencia y la moderación que le son habituales, el Cardenal se ha consagrado a
la construcción de una hoja de ruta que prefigura un camino de cambio gradual,
pacífico, inclusivo, sin traumas para el país. Él ha sido el artífice de la
reconstrucción de las estructuras pastorales y de los mecanismos de diálogo
social y político en la Arquidiócesis de La Habana. Las revistas y estructuras
pastorales le han permitido al Arzobispo desplegar una agenda de diálogo amplia,
en constante interacción con muchos ciudadanos, intelectuales, académicos,
grupos de la sociedad civil, otras denominaciones religiosas, miembros del
Gobierno cubano y del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país, la Santa
Sede , gobiernos de otros países, la Iglesia que peregrina en Cuba y en otras
partes del mundo, así como con actores sociales y políticos cubanos situados en
el exilio de Miami y en otras regiones del mundo. Todo ello lo ha llevado a
conseguir una posición de liderazgo que ha desbordado lo estrictamente pastoral
para convertirse en una propuesta de transformación ordenada y gradual del orden
nacional.
Esta gestión del cardenal Ortega nunca
ha representado una aceptación acrítica de lo mal hecho por las partes del
espectro nacional. Unas veces en público y otras en privado, ha cuestionado el
quehacer político opositor dentro y fuera de Cuba, que suele caracterizarse por
criticar, condenar e intentar aniquilar, sin proyectos claros y universales para
el destino de la nación. Desde su amor indiscutible a Cuba libre y soberana, la
Iglesia no puede comulgar con proyectos monitoreados y acoplados, en muchos
casos, a agendas dictadas desde fuera de la Isla y sin un distanciamiento
crítico claro sobre las medidas de bloqueo contra nuestra
Patria".
..................
No hay comentarios:
Publicar un comentario