Le escribe un cubano balsero quién durante los 20 años que vivió en Cuba fue educado bajo los principios comunistas del Ateísmo y el odio oficializado a quienes asistían a la iglesia, viví como testigo circunstancial los abusos y ofensas a mis vecinos y compañeros de clases por practicar el cristianismo y asistir a iglesias de cualquier denominación, no tuve la suerte de tener una familia cristiana, y nunca pisé una iglesia católica por miedo al repudio como niño confundido por el adoctrinamiento, eso no me alejó de Dios. Después de todo lo vivido, le puedo decir que al llegar al exilio y después de muchos años y gracias a mi esposa, me bauticé católico a los 33 años de edad. Monseñor, el Sur de la Florida está lleno de EXILIADOS Políticos católicos cubanos, víctimas de la dictadura castrista, lleno de familiares de fusilados que murieron en el paredón gritando con honor y valentía “Viva Cristo Rey”, este segundo terruño está lleno de católicos exiliados que su único delito fue tratar de practicar su religión bajo una dictadura ateísta. Monseñor su idea de organizar un peregrinaje a Cuba para la visita del Santo Padre es desafortunada al igual que sus declaraciones, por tratarse del lugar donde se encuentra, usted “sin darse cuenta”, está fungiendo como agencia de viajes a Cuba para darle credibilidad a un régimen criminal y asesino y por si fuera poco llenarle las arcas de dólares. Esa Dictadura es la responsable de miles de muertes de balseros en el mar, miles de católicos fueron hundidos en sus balsas y embarcaciones por sacos de arena lanzados desde el aire por los miembros de las tropas represivas que cerraron los colegios e iglesias católicas. Monseñor el acercamiento a un régimen criminal y asesino del pueblo católico cubano no es la forma de liberarlo, cada paso de acercamiento que da la iglesia es respondido con mas represión a su pueblo, mas golpes y encarcelamientos, cuando usted gratifica al régimen organizándole viajes turísticos como si nada estuviera pasando , está avalando su represión y violación a los derechos humanos de los católicos cubanos que en las puertas de las iglesias son masacrados al más cruel estilo de Hitler. Las mujeres católicas cubanas, sin ir muy lejos, sufren cada domingo esta represión al salir de misa en la Habana y caminar con una flor en la mano, ¿Que ha dicho usted sobre eso? ¿Que ha dicho el Cardenal Ortega? ¿Es el silencio forma de estar del lado de los humildes y el pueblo de Dios? ¿Cuantas misas ha usted servido en sus viajes a Cuba pidiendo por la salud de los presos políticos cubanos y la libertad del pueblo católico? Usted tomará la decisión final de ir o no en ese viaje turístico a Cuba, si lo hace tome también la decisión de identificar los fieles con una camiseta que Diga “Exilio Católico cubano de Miami” y dígale a la dictadura que su comitiva va vestida así, usted verá como se le acaba el viajecito sin ni siquiera aterrizar en la Habana, si tiene usted miedo hacerlo, entonces no es un fiel representante de Cristo, dígame ¿Cuando Cristo temió ante un solo reto? Recuerde que Jesús murió en la cruz por su pueblo, y prefirió morir sacrificado a latigazos por su amor a ellos, ir de viaje turístico a una Dictadura criminal y asesina del pueblo católico, es como ir de paseo al palacio de Pilatos, mientras este se lavaba las manos y mandaba a Cristo a la cruz.
Enrique Padrón
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