hay forma humana de que el Beisbol Organizado me haga pensar de otra forma que
no sea mal cuando de algunos cubanos que actúan en Grandes Ligas se trata, uno
de ellos, el tremendísimo pitcher derecho Liván Hernández.
Resulta que al villareño del brazo incansable, pitcher de hierro en
tiempos de damas que hacen como que juegan pelota, lo relacionaron con Angelo
Millones, un delincuente boricua cuyo principal hobby era traficar drogas y
otros entretenimientos de mayor rigor.
escueta comunicación de las Oficinas del Comisionado fue que uno de sus
representantes viajaría a Puerto Rico con el fin de revisar hasta los
calzoncillos del jugador en todos los niveles, instancia legal incluida.
hace mucho un amigo cubano, versado en asuntos de jurisprudencia, me escribió
desde la Isla del Emcanto y me confesó
que no había forma humana de relacionar al pitcher con lavado de dinero
u otro tipo de supuestos delitos como posesiones del delincuente a su nombre.
ha vuelto a utilizar el nombre del criollo otra vez en el caso y Major Leagues,
más rápido que la fiscalía, tampoco volvió a comentar el asunto ni nunca dio a
conocer el resultado de las entrevistas con el pelotero ni con otras instancias
en Borinquen.
embargo, los Nacionales de Washington acaban de informar que han sacado a Liván
Hernández de la rotación por sus 36 años y “para proteger los brazos jóvenes”,
que lo colocarán en un puesto que nadie conoce como “maestro habilitado sin
título ni nombramiento oficial” de esos bisoños (algunos de 31, de 30, de 29
años) y también pudiera ser utilizado como bateador emergente.
hoy, el cubano lidera al club en innings lanzados con 170; en ganados con 8; va
segundo en ponches con 98 y su promedio de clp es de 4.29 y el de la novena
3.68; mientras al staff del Washington le batean para .259, al hermano del
Duque para .258.
último juego que tiró el pasado 30 de agosto fue su 8va victoria contra Atlanta
9-2, con trabajo impecable de 7 entradas, 5 hits, 2 carreras, las dos limpias,
3 bases y un ponche.
vez Liván se propuso para representar a Puerto Rico en uno de esos mal llamados
Clásicos Mundiales porque “quiero ganarle a Castro” y el propio dictador
ripostó con el chantaje de siempre: “si lo llevan no vamos…”.
Liván Hernández no forma parte del grupo de “sospechosos peloteros
cuenta-propistas en el exterior” de hoy, manejados desde el Buró Político, que
están enviando hacia acá en cantidades exageradas y la Oficina del Comisionado
lo conoce, como el propio Dpto de Estado: para Selig es parte de ampliar el
negocio a escondidas, de lo que están hablando muy en silencio con la
dictadura; para la Administración Obama, otro frente que propicia la violación
del embargo autorizado; es decir, permitirlo sin que nadie pueda investigarlo.
año próximo el cubano no podrá ser contratado por ningún club y esto es un
entredicho, como le ocurrió a Canseco cuando el Montreal, sospechosamente los
Nacionales hasta hace poco que fueron propiedad de las Oficinas y de los
propietarios de clubes, lo dejó fuera. Entonces estará en la simbólica lista negra
que significa apestado.
entrar en comparaciones, Alex Rodríguez está atado a un notorio traficante de
sustancias desde Canadá y las Grandes Ligas amenazan con “hablar con el
dominicano”; mientras, pasa el tiempo, el tipo sigue cobrando (no jugando) y
nada sucede.
que tener gandinga para sacar de la rotación, acaso del juego, a un pitcher cuya actuación este año es buena para
triplicarle el millón 250 mil que devenga, lo que no harán; sino que lo
suspenden a la silenciosa, posiblemente después que lo presionaron para que
“estuviera de acuerdo” en aceptar lo que, evidentemente, es un trato impuesto a
la cañona.
Liván, con 473 juegos abiertos consecutivos, quinto cubano más ganador en
Grandes Ligas, no en Series Nacionales; el mejor pitcher nacido en la Isla sin
beisbol profesional, Héroe de Serie Mundial de verdad, ni de Cartagena ni de
Los Pocitos; sencillamente, lo mandaron a sacar de circulación como hace el G-2
con quien crea en Cuba y no comparo nada, solo digo y…defiendo al mío
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