El presidente boliviano, Evo Morales, se encontraba este viernes acorralado por sus antiguos aliados tras dos semanas de protestas de los sindicatos obreros, que no cesan en su pedido de
arrancar un aumento salarial superior al 10% que el mandatario decretó en febrero solo para cuatro sectores clave: militares, policías, maestros y trabajadores de la salud.
"Este es un momento difícil del presidente Morales por no escuchar a la Central Obrera Boliviana (COB). El hombre está acorralado por los sindicatos.
Tiene que ceder para sobrevivir políticamente", dijo el ex sindicalista Filemón Escóbar, mentor político del mandatario indígena.
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