El Duelo ....Castro y Don Hoak |
Hola Amigos...Hemos rescatado este articulo escrito por el historiador deportivo Edwin "Kako" Vasquez que aunque tiene 5 años de publicado consideramos que aun mantiene todavía la frescura y la vigencia desde el momento que después de 60 años de sucedido el hecho Castro aun hace lo imposible porque el mundo gire alrededor de su omnipresente figura. Sin ir tan lejos recientemente les robo el show a los peloteros cuando los despidió hacia la copa Intercontinental de Taiwan y de paso aprovecho para promover informativamente un ejemplar literario de su autoría, pero aparte la anécdota aquí narrada nos resulta muy graciosa ya que esta fue una de las pocas veces que alguien le impidió de alguna manera a este señor su afán de protagonismo esta vez dentro de un terreno de pelota.."El duelo de Castro, Don Hoak". Hoy emprenderemos otro viaje al pasado tocando esa fibra íntima que distingue a ese deporte llamado béisbol. Los relojes del tiempo marcan el año (1950-1951) en la llamada región del Caribe conocida como “La Perla de las Antillas”, Cuba. Su capital la Habana una bella ciudad con espléndidos parques y artísticos edificios que guardan el recuerdo de la época española. A pesar que Cuba ha padecido de funestas dictaduras y de momentos no muy gratos, el béisbol ha servido como una.... esencia socio-deportivo para aliviar al carácter de la cubanidad. Desde su inicio en el siglo pasado en los años de (1865-1866) el béisbol se ha convertido en una tradición de abolengo cultural en el diario vivir de la multitud cubana. Dentro de sus parajes beisbolisticos, existen peloteros que han escrito páginas doradas en este deporte a nivel nacional e internacional dándole ese toque de prestigio incuestionable y como es lógico existen historias y hechos que han pasado de generación en generación que definen y perpetúan al béisbol cubano como único y sin igual. Al desmenuzar esas grandes historias encontré una muy interesante donde los actores principales del reparto están representados por Fidel Castro (estudiante graduado de leyes, tenía 25 años de edad) y Don Hoak ( Pelotero estadounidense, tenia 22 años y en la foto es el tercero de izq - der junto a Mantle y Roger Maris ). Don Hoak llegó como tercera base a Cuba para reforzar al equipo de Cienfuegos en la temporada invernal (1950-1951) ya casi listo para jugar en las Gerandes Ligas y que debutó en Abril 18 con el, Brooklyn Dodgers, a la edad de 26 años. Como jugador de Ligas Menor en Estados Unidos este pelotero había sido uno de los mejores pagados recibiendo un salario de 800 dólares mensuales. El Cienfuegos como parte del contrato le pagaría la suma de 1,000 mensuales, 350 para gastos y un lujoso apartamento con mucama y guardia de seguridad en el elegante Club Náutico cerca de la Habana. En otras palabras el pelotero americano además de jugar béisbol viviría cómodamente como si fuera un rey durante la temporada invernal. Ahhh, se me olvidaba, en su tiempo libre jugaba golf, gustaba de ir a bucear y pescar langostas. En la otra cara de la moneda nos encontramos a los estudiantes de la Universidad de la Habana no cansados de hacer sus manifestaciones políticas en cualquier lugar. Como dato curioso muchas de estas manifestaciones se consolidaban en los partidos de béisbol interrumpiendo la acción del mismo. Sencillamente ellos bajaban de las tribunas al terreno de juego cargando toda su propaganda que incluía pancartas alusivas, pitos, bocinas y fuegos artificiales. Estas demostraciones duraban de15 a 20 minutos volviendo luego los manifestantes a sus lugares en las tribunas. El Dictador Fulgencio Batista que estaba de turno en el poder, toleraba estas maquinaciones porque pensaba que no representaban ningún peligro para su persona. En muchas ocasiones él, se encontraba en el parque sentado en las tribunas junto a sus guardaespaldas observando los acontecimientos con una sonrisa a flor de piel. La pieza más importante de estos movimientos era un joven llamado Fidel Castro que acababa de graduarse de leyes y servía como líder intelectual de las manifestaciones. Era una especie de argumento social que a la postre se reproduciría trayendo consigo unos resultados que se pondrían de moda más adelante en la historia de Cuba. Siguiendo con Hoak este se enfrentaría a Fidel Castro en un juego nocturno entre el Marianao y el Cienfuegos. Esa noche la demostración tomaría otro giro; Fidel Castro invadió el terreno de juego en una forma sorpresiva y caminó hacia la goma de lanzar y le pidió el guante al lanzador del Marianao que abandonó el terreno de juego sin decir nada. Hoak observaba a Castro alto y delgado sin espejuelos, lucía una mini barba, llevaba puesta una camiseta blanca por fuera del pantalón y unos zapatos negros. Con el guante ya puesto le hizo una señal al receptor veterano Mike Guerra del Marianao para calentar su brazo y que había jugado en las Grandes Ligas con los Senadores del Washington y Atléticos de Filadelfia. Hizo aproximadamente de 6 a 7 lanzamientos mostrando su gran repertorio; mientras Hoak disfrutaba de todo lo que "el gran lanzador tiraba". Al terminar de calentar y para asombro de Hoak el susodicho lanzador le hizo una seña dándole a entender que se metiera a la caja de bateo. Los estudiantes ante la acción de Castro comenzaron a arremolinarse fuera de las dos líneas de foul de tercera y primera. Aquello se convirtió en un espectáculo que tenía unas dimensiones de “ego político y personal” de parte de estos dos hombres parados ante el tiempo y espacio de la vida. El pelotero americano miró al árbitro para ver qué decía a lo que estaba sucediendo y este se quedó como si la cosa no fuera con él. Don Hoak pensó: -¡Que diablos es esto, que estoy haciendo, le estoy siguiendo el juego a este!Hoak, desde su punto de vista accedió a entrar al cajón de los bateadores porque no podía quedar mal ante tanta gente y tirar por el piso la estampa del Tío Sam. Castro hizo su “wind up” y le sirve una curva pegada al cuerpo en el primer lanzamiento al bateador norteamericano: - Bola una -, dice el árbitro, Castro se sale de la goma de lanzar y camina unos pasitos atrás para coger un poco de aire. Increíble pero cierto el árbitro le comenta a Hoak: “Tienes que hacer el swing temprano por que los lanzamientos vienen por toda la goma y tendré que cantarlos strike. Hoak pensó:”Si le hago swing fuerte y temprano a la bola podía matar con una línea silbante a alguno uno de los estudiantes que estan parados por tercera”. Bingooo, exactamente, en el segundo lanzamiento Castro dispara una recta con velocidad y Hoak saca el bate a tiempo y conecta de foul sobre la cabeza de los estudiantes que se tienen que mover rápidamente para no ser golpeados. Castro nuevamente sobre la loma y en su gallinero se prepara para el tercer lanzamiento dispararando otra recta a velocidad la cual el bateador conecta de foul hacia las gradas. Con dos strike en su cuenta el bateador se dice para sus adentros: “Si Castro me poncha habrá conquistado a Washington D.C. y todos comenzaran una fiesta en este parque". El temperamento de Hoak se calienta, luego de haber estado tranquilo durante la primera parte de la contienda en el home plate, la sangre le comenzó a hervir y se dijo en su mente:......... "A mí no me importa tener que pelear con este y todos los estudiantes que están presentes, si me ocurre algo, ¡eso sí!, tengo un bate en la mano para responder" ....Al momento y pensando las cosas bien Hoak se vira y le replica al árbitro: “Yo tengo una carrera por delante en las Grandes Ligas y dinero que ganar y no voy a quedarme aquí parado para recibir un pelotazo en la cabeza de parte de este señor, así que me voy a retirar de esta idiotez” El umpire jefe del partido era Don Amado Maestri, y haciendo honor a su nombre un maestro para "ampayar" pero de muy malas pulgas que frecuentemente se daba de golpes con los jugadores, en México fue muy famoso y en una ocasión pues expulsó al mismo presidente de la liga Mexicana Jorge Pasquel y éste lo expulsó del a liga...(.foto de este suceso ) No pasaron ni cinco segundos cuando el árbitro Maestri muy fino en su trabajo decide acabar con la comedia sacando a todos los jugadores del terreno e informándole a la policía que debían retirar a Castro si se quería proseguir el juego. Los policías fueron hasta la lomita de los suspiros dejándole saber a Castro que se debía retirar. Aunque fue desalojado del terreno de juego, Castro se marchó satisfecho con su hazaña demostrándoles a los manifestantes de lo que era capaz de hacer y aumentar las simpatías de sus seguidores. De esta manera amigos lectores, ocurrió este suceso interesante por demás. Luego de los años Don Hoak replicó en una entrevista: “FIDEL CASTRO DEBIÓ HABER SIDO LANZADOR EN VEZ DE PRIMER MINISTRO”...Edwin Kako Vazquez, historiador deportivo. |
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