La caída en desgracia de Max Marambio en Cuba
En la actualidad, Río Zaza es la principal inversión de Marambio en la isla de Fidel. Pero la historia empresarial del ex GAP en Cuba no comenzó con ella, sino mucho antes. Fue a mediados de 1977, cuando se comenzó a esbozar Cimex, que sería conocida después como la primera incursión capitalista del régimen comunista cubano, que entra en pleno funcionamiento al año siguiente. ¿Su rubro? El turismo y las divisas.
“Me dediqué a la apertura de un intercambio turístico especial -contó el propio Marambio en una entrevista con Ercilla en julio de 1990-, porque se trataba de hacer venir a Cuba a la comunidad residente en Estados Unidos”. Al principio los viajes se triangulaban a través de México y Jamaica, pero la era de Jimmy Carter le dio alas adicionales al negocio al levantar la prohibición de vuelos desde EEUU. Cimex incluso instaló una discreta oficina, como agencia de Havanatour, en Miami, que estuvo a cargo de la secretaria de Salvador Allende Miria Contreras, la Payita.
En 1982, cuando asumió la Presidencia de EEUU, Ronald Reagan volvió a imponer la restricción de vuelos, pero el golpe al negocio no fue mortal. Cimex -en este caso a través de Mumex- se encargaba también del total de las adquisiciones en terceros países de mercadería para surtir las “diplotiendas”, una red de comercio exclusiva para extranjeros en cuyos establecimientos sólo se podía cancelar con dólares. La concesión para ambas actividades sólo la tendía Cimex, y los ingresos se compartían entre el Estado cubano y el empresario chileno, quien ha contado que a él le quedaba sólo “un pequeño porcentaje”. ¿Un porcentaje de cuánto? El mismo Marambio contó a Qué Pasa en 1993 que Cimex llegó a proporcionar 100 millones de dólares al año al régimen cubano.
En esto de llevar divisas a la isla, Marambio compartía responsabilidades con Antonio de la Guardia, encargado de otro departamento dependiente de Cimex. Él mismo ha reconocido que fueron muy amigos y cercanos, pero que se distanciaron “debido a severas diferencias personales”.
El que terminó con este primer negocio de Marambio en la isla fue el propio Fidel, a fines de 1983, molesto por el contrabando cultural de los disidentes en la isla. “Le empezaron a ver la colita a un capitalismo incipiente, un capitalismo de pacotilla (como lo llamó Fidel), y le dieron un tablazo a esa colita, y se acabó el cuento”, fue la particular forma como el propio Marambio lo contó a La Segunda en 1993.
Poco después, Marambio entusiasmó al comandante con otro negocio. Esta vez de foi gras. 60.000 huevos de gansos traídos desde Hungría sirvieron de inicio a su segundo emprendimiento en la isla. Marambio contó en 1993 a La Segunda que esta vez el acuerdo económico respecto a La Oca -como se bautizó esta empresa- con el régimen no fue a porcentaje de los ingresos, sino una fórmula mucho más innovadora: “Ellos se quedaban con la carne y yo con los plumones”, graficó. En la misma entrevista antes citada, el empresario contó que La Oca llegó a tener un millón de gansos en Cuba.
En la entrevista a Ercilla mencionada anteriormente, Marambio reconoció también, en 1990, la propiedad de dos empresas mixtas en URSS, una de ellas dedicada a la edición de libros de lujo y algunas revistas de publicidad. Eran los tiempos en que evaluaba la instalación de una planta industrial en Iquique, en sociedad con Carlos Cardoen. En 1993, según contó a Qué Pasa, con Cardoen compartía en Cuba dos proyectos: 7.000 hectáreas de plantación de cítricos y una planta concentradora de los mismos y la construcción de un hotel de 276 habitaciones en Varadero, denominado Oro Verde, que involucraba la inversión de US$26 millones de dólares. Fue el mismo año en que declaró a El Mercurio: “Soy un pobre con plata”.
En 1995, ya instalado en Chile, dueño de una parcela en Pirque, que nombró “Quinta Nazareno” y cuyo dormitorio estaba decorado al estilo “África Mía”, Marambio nuevamente habló de sus negocios, nuevamente con La Segunda. Allí dijo que “hacer negocios en Cuba es complicado. Hay una burocracia que se resiste a los cambios. Cada negocio es como una islita dentro de la islita. Definitivamente, creo -y espero- que nunca será un país capitalista”.
Desde el 2003, Marambio maneja sus inversiones a través de la sociedad Comercializadora y Exportadora Poniente Levante (POLE S.A.), con actividad en el sector turístico, agroindustrial e inmobiliario. //LND
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