
Los acontecimientos impactaron y siguen impactando al mundo democrático a pesar de los indiferentes, de los fanáticos izquierdistas que invaden los medios de difusión, de los que piensa que con la dinastía Castro se puede dialogar y esperar cambios que favorezcan la libertad y la democracia en Cuba.
La demostración, organizada por la Fundación Cubano Canadiense con apoyo del CLAC (Cristian Labor Association of Canada) estuvo representada por la Delegación Montreal bajo la dirección de Máximo Morales, la Delegación Ottawa, por Nelson Taylor y la de Toronto, por Ismael Sambra, actual presidente de la organización. Banderas cubanas y de Canadá, pancartas con diferentes mensajes y colores. Un maniquí vestido de general con un letrero “I am Cuba’s new Dictator” y una celda con un letrero “No more jail for Cuban dissidents” fueron la atracción de los turistas y nacionales que visitaban la formidable arquitectura de uno de los edificios más atractivos y emblemáticos de Ottawa, The Parliament Hill, pues muchos decidieron tomarse fotos junto a estos simbólicos elementos representados que caracterizan la represión en Cuba. El mensaje fue claro, directo, exitoso.
Se repartieron proclamas y se expresaron pequeños discursos con equipos de amplificación y música cubana de fondo y se firmaron dos importantes documentos dirigidos, uno al Primer Ministro de Canadá, argumentando el porqué de nuestra presencia allí y otro dirigido a Amnistía Internacional para apoyar la petición de las Damas de Blanco, de ser considerada la fecha del 18 de marzo como “Día Internacional del Prisionero de Conciencia”. El presidente de la organización después de agradecer a los participantes su presencia, finalmente enfatizó “Esto es lo menos que podemos hacer, queridos amigos aquí reunidos, para apoyar la causa de nuestros hermanos cubanos que allá sufren día a día la represión de la tiranía. ¡Libertad para los prisioneros políticos cubanos!”
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