Resulta que el país está al borde de la bancarrota y el partido en el poder conduce “sus intereses” políticos de re-elección hacia argumentos sociales, algunos muy nocivos para una economía que decide la del mundo.
La Reforma Migratoria… ¿Debería ser un aspecto de seguimiento diario por la media a fin de que se apruebe como positiva la gestión del presidente-candidato que, además, solo atiende a una porción del delito de “ilegal”: a los mexicanos, con alcance por intereses definidos también al resto de descendientes de hispanos, portugueses, franceses o ingleses del sub-continente como haitianos, jamaicanos, brasileños, argentinos, colombianos… que nunca habla sobre otros de países del sudeste asiático, por ejemplo, para considerarlos en el saco propuesto también?
El matrimonio gay… ¿Cuál es el interés en hacer presidente a quien beneficie a los gays con leyes oportunistas de campaña por medio del ponte de acuerdo entre sus organizaciones y el propio presidente?
El Dream Act… No bastan las promesas a los ilegales y se cercena otra arteria que desangre al país, como cargarle al estado los riesgos (y gastos) socio-políticos de casi naturalización de un sector que, tengan o no la culpa en cuanto al delito de la entrada irregular, están aquí como intrusos, “dignos de lástima y consideración”, fabricados a propósito por el pulpo mediático.
Aun en el caso del Dream Act, las matrículas se las van a poner a 1,000 años luz de la tierra, pero entre la alegría por la condonación del delito violatorio de la Constitución y el “agradecimiento eterno al Califa”, ni se han dignado en averiguar.
Los gays, quizás porque la Biblia los condena, no creen en Dios mayoritariamente ni los musulmanes en el nuestro, por eso coinciden tan de buena forma con el Califa y su partido, por eso la bandera americana la retiran 3 de 4 veces que Obama acude al púlpito en la Casi Blanca, para no ofender a ese tipo de aliados que lo entienden inmediatamente y complacidos…
¿Dónde están los americanos? ¿Cómo es posible que la elección de un presidente de este país descanse en las manos de un par de minorías y de políticas anti-americanas derivadas?
Ah, pero la Media es capaz de cualquier cosa para beneficiar a la izquierda procomunista, una de ellas, la información tergiversada del estado de la carrera, basado en polls creados al efecto, con el claro objetivo de confundir para hacer desistir de votar republicano al ciudadano pobremente informado, porque “si desde ahora está perdido, ¿Para qué voy a invertir el tiempo en votar…?
Obama estuvo en Miami y su propuesta solo atendió a la inmigración ilegal y a “su reforma perniciosa”; en una de las ciudades más pobres del país, donde la queja por el desempleo es el orden del día, más que del miamense, del radio y la televisión que, pese a tener como cantaleta diaria estos fenómenos, como buenos liberales, se adaptaron a la agenda de nuevo tipo enfilada a apoyar a su “presidente” para un segundo término y… no tocaron el tabú (políticamente correcto).
Yo quisiera saber, una vez que a Obama no le interesa como elemento de importancia capital el grave problema económico de un país al borde de la bancarrota, en una ciudad donde las mayoría hispana es legal, ¿Cómo fue posible que la media se preocupara tanto por la reforma migratoria en las entrevistas y el propio presidente en la sarta de basura que dice como promesas en sus discursos que, si engancha otra vez, de alguna forma las obstaculizará, repito, yo quisiera saber quién es el encargado de enfrentar los gravísimos problemas crecientes de la crisis del mercado laboral y de la economía?
Para lo anterior, de magnitud imprecisable e impredecible en importancia ¿Dónde está el presidente de los Estados Unidos? Por eso el más grande discurso que he escuchado en 4 años fue el de Clint Eatswood en la CNR, por eso la Media, con más miedo que sorna, porque leyeron las entrelíneas, intentó ridiculizarlo infructuosamente y, hoy, como solución a evitar las respuestas que no tienen lo silencian, aun en shows como el de Jon Stewart. Realmente esa silla, para la nación americana, está más vacía que nunca y sin intención de ocuparse si lo re-eligen.
Lo peor del problema es que, por necesidad de competir, es decir, de lograr votos a favor, el partido republicano se ha visto arrastrado hacia esa vorágine inmunda e indecente, sacrificando parte del conservadurismo obligatorio para arreglar un país que, a ciencia cierta, nadie sabe si lo tiene, que contempla como objetivos del manchurianismo otra vez, la concesión al enemigo, la blandenguería, la infidelidad, la traición y el anti-patriotismo de un presidente no solo antiamericano, sino antisocial.
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