Con celeridad inusitada 10 confesos espías de Rusia partieron a su patria terrenal o ideológica (en el caso de la Peláez) canjeados no por cuatro americanos, por cuatro rusos. Obama tenía sumo interés en terminar este episodio que no encaja con la renovación de las relaciones EE.UU.-Rusia que él vendió en la hamberguera con Medyédev.
Como decía, Obama confrontaba un problema. No había espías americanos presos en Rusia. No era posible hacer un canje de 10 x 0. Lo iban a criticar por soltar prenda sin ganar nada. Pusieron a trabajar un equipo que encontró cuatro rusos acusados de espionaje pro Occidente y listo: se hizo un canje de rusos por rusos, que fue lo mejor que se pudo conseguir. Los rusos deportados están de acuerdo en no volver nunca jamás a EE.UU.
En Cuba, el régimen pretende que los 52 liberados se vayan de Cuba. Dice que pueden regresar con permiso, permiso que no se les va a dar. En el caso anterior EE.UU. está expulsando 9 rusos y 1 peruana. En este caso Cuba desea expulsar cubanos. No conozco país alguno en este loco mundo que autorice la expulsión de sus propios ciudadanos. El destierro es algo que buscan los perseguidos por causa mayor, no algo que el todopoderoso Estado utilice en lugar alguno, excepto, claro está, Cuba.
Como ya es sabido, salir de Cuba, excepto con el permiso de los Castro, implica perderlo todo, hasta la nacionalidad, hasta tanto te la quieran alquilar por un mes si deseas visitarla con visa estampada en pasaporte caro.
Se supone que es responsabilidad del Estado cuidar de sus ciudadanos. En Colombia el Estado hace lo imposible por rescatar a rehenes como Ingrata Betancourt. A veces intercambia terroristas por soldados. Los primeros intentan establecer un narco-estado y los segundos arriesgan sus vidas por rescatar a Ingrata Betancourt.
Son intercambios no equilibrados, estos entre Rusia y EE.UU. y Colombia y las FARC. En el primero EE.UU. envía chatarra a Rusia y Rusia le envía rusos que se oponen a la K.G.B. de Putin. En el de Colombia con las FARC, patriotas arriesgan sus vidas por la ingrata.
¿Y en Cuba, cuál es el intercambio?
52 hombres reciben su libertad, que nunca debieron haber perdido y Cuba espera recibir ayuda económica de Europa y turistas americanos. El régimen pretende seguir en el lucrativo negocio de crear y criar rehenes. Con un mínimo de alimentación, puede mantener en jaulas a los 115 restantes presos políticos y siempre puede acudir a sus campos de opresión a recoger tantos como sean necesarios.
¿Y por qué el plazo de cuatro meses?
Hay que alimentarlos, darles sol y esperar a ver si es verdad que Moratinos hace su magia en Europa, porque como el trato es efectivo por cubanos, “lo que importa es el cash”.