cubanalisis
Lázaro González
“Todo en el Estado, todo
para el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”
Benito Mussolini
“La distorsión de todas las relaciones de
precios, la coexistencia de mercados ‘oficiales’ y ‘negros’ y el
antagonismo entre quienes operan en el mercado y el Estado, que
lucha desesperadamente por conservar su autoridad, conducen al final
a una situación caótica, en la que falta prácticamente toda clase de
orden, ya sea el propio de la economía social de mercado, ya sea el
de tipo colectivista”.
Wilhelm Röpke
A
los efectos de completar el sumario recorrido por la Reforma General
de Precios que se acometerá próximamente en Cuba, procede referirse
a lo normado sobre los Márgenes Comerciales y el Precio Comercial
Mayorista a nivel de las empresas circuladotas, lo que determinará
el Precio Minorista y las Tarifas de Servicios al cual la población
realmente adquirirá los bienes y servicios.
A
manera de estimular el debate sobre tan complejo y álgido tema, se
han expuesto a manera de epílogo abierto algunos criterios
conceptuales-prácticos del autor que pudieran resultar de interés y
contribuir al diálogo y al enriquecimiento de la compresión del
mismo. Aunque es un trabajo destinado al publico en general, es
inevitable, en aras del rigor de la argumentación, emplear términos
económicos de uso habitualmente reservado a especialistas, pero que
el lector no familiarizado con ellos podrá sortear sin ninguna
dificultad ateniéndose a la exposición en estilo común, sin que por
ello sufra menoscabo de su comprensión.
III)
Determinación de los Márgenes Comerciales
III.1
Generalidades sobre los Márgenes Comerciales
-
Los márgenes comerciales de las empresas circuladoras se
determinan mediante tasas máximas, que se forman sobre la base de
unidades físicas a circular, para evitar que las variaciones de
precios del mercado aumenten sus utilidades y encarezcan aún más
los costos de la economía interna, excepto en los casos que sea
aconsejable expresar de forma porcentual, sobre el valor de
adquisición de las mercancías.
-
Las tasas de margen comercial, que se aplican en las relaciones
monetario-mercantiles entre las entidades estatales cubanas,
(incluye también a las unidades presupuestadas y a las sociedades
de capital totalmente cubano) que realizan la función
comercializadora o de circulación de mercancías en los diferentes
niveles, poseen las siguientes características, en general:
a.
Estas tasas tienen carácter de máximas, por lo que pueden
aplicarse valores inferiores a los oficialmente establecidos por el
MFP.
b.
Las tasas de margen comercial se determinan por el MFP por
grupos o familias de productos de características similares, lo cual
parte del principio de que para su comercialización, en un mismo
nivel de circulación, se requiere incurrir en gastos similares, por
lo que la tasa máxima debe ser igual para todas aquellas entidades
que circulen el mismo grupo de productos. Excepcionalmente se pueden
autorizar tasas por empresas. Cuando se apruebe para una entidad la
tasa máxima específica a utilizar en un nivel de circulación, todos
sus establecimientos o dependencias aplican hasta el límite
aprobado, y no se consideran sus funciones como entidades
circuladoras independientes.
c.
Estas tasas se estructuran de acuerdo con los diferentes
niveles de circulación, y se entiende como tales el nacional,
territorial, provincial y minorista, así como para la importación,
exportación o combinaciones de estas
d.
Para formar estas tasas se seleccionan aquellas empresas más
representativas en cada nivel de circulación, en cuanto a
eficiencia, tecnología y volumen de circulación, para determinar el
Gasto Medio que sirva de base para el cálculo de las tasas
e.
Las tasas de margen comercial tienen un carácter funcional.
El derecho a aplicarlas es de la entidad que realice la función
comercializadora que corresponde en cada nivel de circulación. De
comercializarse entre dos o más empresas circuladoras un producto en
un mismo nivel de circulación, la tasa aprobada para ello será
compartida entre las entidades participantes, de acuerdo con la
proporción de gastos que a cada una le corresponda, lo que debe
quedar establecido en los contratos suscritos al efecto
El
MFP centraliza la facultad de aprobar y modificar las tasas de
margen comercial, así como aprobar la metodología para la formación
y aplicación de las mismas, incluidos aquellos tratamientos
específicos que se puedan requerir para determinados grupos de
productos o alguno de ellos en particular.
Las
tasas de margen comercial atendiendo al nivel donde desarrollan su
actividad las empresas circuladoras, se clasifican en:
-
Tasa máxima de margen del importador o exportador: Es la tasa a
aplicar por las entidades con actividad de comercio exterior, que
incluye los gastos necesarios de exportación o de importación y
una determinada utilidad.
-
Tasa máxima de margen nacional: Cubre los gastos necesarios y la
utilidad correspondiente que, como máximo, se reconocen por la
circulación de las mercancías después de recibidas las mismas
desde el almacén o punto de envío del productor nacional, o desde
el muelle o punto de entrega del importador, hasta la entrega de
las mismas en el punto de recepción de la empresa mayorista
territorial o provincial, según sea el caso. También están
incorporados a esta tasa los gastos de transporte interno, entre
dependencias de la empresa nacional, cuando esto sea indispensable
para la ejecución de la circulación de los productos. Se incluyen
además, los gastos por las operaciones de cargue, tape y amarre de
las mercancías sobre los medios de transporte, cuando se extraen
de sus almacenes con destino a las empresas mayoristas
territoriales o provinciales, así como los asociados con la
transportación de la misma hasta su entrega en el punto designado
por el comprador o receptor. Los gastos correspondientes a las
actividades de destape y descarga, de las mercancías procedentes
de la importación o de productores nacionales, se asumen por estas
entidades mayoristas nacionales.
-
Tasa máxima de margen territorial: Cubre los gastos necesarios y
la utilidad correspondiente que, como máximo, se reconocen por la
circulación de las mercancías, después de recibirse las mismas en
el almacén de la empresa mayorista territorial, hasta situarlas en
el almacén o punto de recepción de la empresa mayorista
provincial. Comprende los gastos de transportación de las
mercancías, desde sus almacenes, hasta el punto de recepción de la
mayorista provincial. Incluye los gastos por el cargue, tape y
amarre de dichas mercancías y los de destape y descarga
correspondientes a la recibida de la empresa mayorista nacional.
-
Tasa máxima de margen provincial: Cubre los gastos necesarios y la
utilidad correspondiente que como máximo se reconocen en la
circulación de las mercancías, después de recibir las mismas en el
almacén del mayorista provincial, hasta poner los productos encima
del medio de transporte que los traslada al consumidor. Incluye
los gastos por la descarga de las mercancías recibidas de la
mayorista territorial o nacional y los asociados a la carga en los
medios de transporte de aquella mercancía con destino a las
empresas consumidoras. Esta tasa no considera gastos de transporte
para la recepción y entrega de los productos.
-
Tasa máxima de margen total: Cubre los gastos necesarios y la
utilidad correspondiente que, como máximo, se reconocen en la
circulación de las mercancías, en toda la red de comercialización
mayorista; desde el almacén del productor nacional, muelle o punto
de entrega del importador, hasta ser situadas encima del medio de
transporte que las traslade al consumidor final, operación esta
que se realiza en el punto de entrega de la provincia donde radica
el comprador. La tasa total es igual a la suma de las tasas para
los niveles nacional, territorial y provincial.
-
Tasa máxima de vinculación directa: Es la destinada a resarcir a
las empresas circuladoras de los gastos, fundamentalmente
administrativos, en que incurren al realizar la vinculación
directa entre los productores o importadores, con los consumidores
por ellas representados.
-
Tasa máxima de margen minorista: Cubre los gastos necesarios y la
utilidad correspondiente que, como máximo, se reconocen en la
comercialización minorista; una vez recibidos los productos en el
almacén del comercializador minorista, hasta su venta a la
población.
Generalmente las tasas de margen comercial cubren los gastos de
transportación, excepto en la circulación provincial, donde no está
concebido en sus funciones realizar ningún traslado de mercancía,
hacia o desde sus almacenes o cuando puntualmente se considere más
factible facturar este servicio de forma independiente.
Cuando una entidad circuladora traslada los productos o mercancías
con sus propios medios de transporte u otros contratados por ella,
sin corresponderle esta función, tiene entonces derecho a facturar
al suministrador o cliente, según corresponda, el flete resultante
de aplicar la tarifa de transporte que corresponde, por la distancia
entre los puntos de entrega y de recepción de la mercancía. De
ocurrir gastos de estadía, en la transportación de las mercancías
circuladas, estos se asumen por la entidad responsable de que esta
se produzca.
Cuando al productor no le corresponda cobrar el margen comercial por
no ser circulador de la mercancía y asuma la transportación de esta,
cobra como máximo, si la circulación la realiza con medios propios,
el precio de empresa más la tarifa de transporte vigente y si
contrata a terceros para ello, factura al comprador el valor cobrado
por la empresa transportista contratada para realizar dicha
circulación.
La
utilidad contenida en el margen comercial no debe exceder del 8.0%
sobre los gastos en operación comercial, excepto en los casos que se
definan por el MFP. Por otro lado, las entidades quedan obligadas a
revisar trimestralmente el resultado obtenido con la aplicación de
las tasas de margen comercial aprobadas para esa actividad, y en los
casos en que las utilidades en operación comercial excedan el 12.0%
de los gastos en operación comercial, se procede a la disminución de
estas tasas, excepto en las exportaciones y en los casos que se
decidan por el MFP. Los propósitos de este estreñimiento al
beneficio en la actividad empresarial son propios de etapas
pretéritas de rectificación de errores y tendencias negativas. Como
ya se ha señalado, una de los factores claves para el financiamiento
del presupuesto central y de la expansión económica de las empresas,
lo constituye precisamente el crecimiento de la masa de utilidad.
Adicionalmente las tasas se establecen por el MFP como estándar para
todo el nivel de circulación de mercancías sin considerar las
diferencias entre unas empresas y otras; solo conduce al
desestimulante comportamiento de “dejar hacer”. El cálculo de las
tarifas en unidades físicas y no en valor, es otra expresión de la
mojigatería del que compra pescado y le coge miedo a los ojos; por
una parte es inevitable valorarla en la facturación del servicio y,
por otra, subvalora la vital importancia logística de la
transportación y desestimula la actividad empresarial en esa
vertiente. Como es obvio, un producto cumple su función
eficientemente solo si “está” en el lugar demandado en el “momento”
requerido.
Precisando, ciertamente las tarifas de transporte se calculan en
unidades físicas (ejemplo tn/km,
intermodal transport unit, etc.), que pueden
variar de acuerdo al tipo de carga (agrupadas, a granel,
contenerizada, etc.) en correspondencia con el medio de transporte
empleado, pero la ficha técnica de gastos y costos se actualiza para
incorporar las variaciones de precios de sus componentes, algo que
no se realizará en la normativa cubana que determinará tarifas
“vitalicias” hasta que alguien se preocupe nuevamente por el asunto.
El impacto que puede tener esta decisión en las direcciones de
transporte, urgidas de la renovación tecnológica del parque
automotor y sus instalaciones será muy grave. Topando los márgenes
de utilidades y no incluyendo las variaciones de precios en su
determinación, se cierra una vía para el despliegue de la empresa y
se le relega a la posición de mera “servidora”, lo que desconoce el
valor agregado que incorpora en el tejido empresarial y en la
dinámica oferta-demanda.
De
igual modo la formación de las tasas estándar de margen comercial en
unidades físicas se realiza sobre la base de los gastos de
circulación o de operación, por lo que su fundamentación requiere
contar con un adecuado sistema de registro contable que refleje con
veracidad los mismos. Los nefastos resultados de las comprobaciones
al control interno y el impacto de la unificación monetaria
convierten en quimera la validez que se requiere. Por último, y no
menos importante, calcularla sobre los costos y no sobre las ventas
puede conducir particularmente en márgenes tan restringidos del
8-12% a decretar la irrentabilidad de la actividad.
III.2 Calculo de los Márgenes Comerciales
A
los efectos de determinar la masa de utilidad a reconocer en la tasa
de margen comercial se aplica la normativa aprobada a los gastos de
operación comercial, exceptuando de los mismos los gastos por
concepto de Contribución a la Seguridad Social, las Prestaciones de
Seguridad Social a corto plazo, el Impuesto por la Utilización de la
Fuerza de Trabajo, los Gastos Financieros y los gastos por otros
conceptos tributarios, lo que incrementa arbitrariamente las
utilidades operativas.
Porque el margen comercial, siendo la diferencia entre el precio de
venta y los costos de adquisición mas otros gastos, puede ser bruto
cuando se calcula antes de impuestos y contribuciones, y neto
después de aplicados estos últimos.
Uno
de los errores mas frecuentes que cometen las Pymes y emprendedores
novatos reside precisamente en fijar el margen comercial sobre los
costos en lugar de hacerlo sobre las ventas. Y si ello es entendible
a ese nivel de empirismo, es técnicamente contraproducente su
instrumentación como una política publica de alcance global.
Puede generar confusiones lo establecido en el Artículo 51, cuando
refiere que “La determinación de las tasas de margen comercial se
efectúa preferentemente sobre las unidades físicas de los productos
circulados”, por cuanto el margen comercial se expresaría en valores
por unidades físicas que es lo que se norma por el MFP.
La
expresión precisa se encuentra en el Artículo 62, cuando explicita
la formulación de la tasa de margen comercial:
TMC
= [GO + U + O + Me] / UF
Donde:
-
TMC = Tasa de Margen Comercial
-
GO = Gastos de operación comercial o de circulación
-
U = Utilidad, que se determina aplicando la normativa establecida
a O
-
O = Incluye los Gastos Financieros (intereses y comisiones
bancarias), Gastos de la Seguridad Social (Contribución y
Prestaciones a Corto Plazo), el Impuesto sobre la Fuerza de
Trabajo y otros que centralmente se definan
-
Me = Mermas y deterioros dentro de los límites concebidos en la
planificación
-
UF = Unidades físicas a circular.
Donde el resultado se expresaría en Pesos por Unidad Física ($/UF),
que siendo técnicamente correcto esta reñido con la practica
generalizada de emplear tasas comerciales en términos porcentuales,
para lo cual bastaría sustituir la cantidad de unidades físicas en
el denominador por el Costo de la Mercancía Vendida (CV) y referirla
en por cientos:
TMC
= [(GO + U + O + Me) / CV] x 100
Sin
embargo los gestores de la reforma de precios insisten en el empleo
prioritario de una tasa comercial referida a un valor fijo por
unidad física, al considerar que así se evitan los riesgos
inherentes a la fluctuación de los precios de adquisición de los
productos (pesos/tonelada, pesos/m3, etc.), lo cual es cierto, pero
introduce la distorsión de soslayar el impacto de esas fluctuaciones
en la gestión comercial agravada por la condición de economía
abierta y alta dependencia de las importaciones. Y es que
ciertamente la filosofía de las normativas para la formación de
precios va dirigida no a emplearlos como factor estimulante para la
actividad empresarial, sino a conferirles el erróneo atributo de
precios “topados” que ya sabemos a donde conducen, observando la
dinámica de los mercados agropecuarios homónimos.
Constituyendo el objetivo central de cualquier reforma económica en
Cuba, el incremento de la oferta de bienes y servicios para
satisfacer una demanda solvente en expansión, [39] que
generaría a su vez nuevas ofertas en un ciclo virtuoso de
crecimiento de la riqueza social, el “sin prisa pero sin pausa” del
general a cargo convierte la actualización económica en la reforma
del topo. Constituye ex profeso parte integrante de la doctrina de
la pobreza estructural en tiempos conclusivos de la Operación Caguairán.
IV)
Determinación del Precio Comercial Mayorista
La
normativa de utilidad que se aplica sobre los gastos de operación
comercial en la esfera de la circulación se fija por grupo de
productos y nivel de circulación, con carácter de máxima, según se
determine por el MFP, por lo que se pueden aplicar tasas inferiores,
siempre y cuando se cumpla con las obligaciones fiscales. En los
gastos de operación o circulación no se pueden incluir los
siguientes gastos:
-
Multas, recargos y compensaciones
-
Gastos de publicidad y propaganda se lee en el Artículo 64, pero
las empresas no hacen propaganda sino que incurren en gastos
propios a la gestión comercial
-
Pérdidas ocasionadas por desastres naturales y los gastos
relacionados con la prevención o liquidación de las consecuencias
de los mismos
-
Gastos por paralización de establecimientos ocasionados por
decisión estatal o causa de fuerza mayor o que sean reclamables a
terceros
-
Gastos de capacitación
-
Faltantes y sobrantes de bienes materiales almacenados, así como
las mermas y deterioros en exceso a las normas establecidas
-
Gastos de años anteriores, que no fueron registrados en su
oportunidad
-
Gastos sufragados mediante fondos de estímulo económico y otros
fondos especiales formados a partir de la utilidad, de otros
ingresos, de asignaciones para fines especiales y de otras fuentes
-
Gastos incurridos por la entidad al recibir trabajadores en forma
permanente en actividades no relacionadas directamente con la
circulación o la dirección de la empresa, tales como construcción
y acondicionamiento de ciudades, poblados u ejecución de obras
sociales
-
Los gastos de embalaje y transportación, cuando se asumen por el
comprador
Solo
en los casos en que resulte necesario y se encuentre debidamente
fundamentado, el MFP aprueba tasas de margen comercial con
normativas de utilidad superiores. Para ello, se presentan las
propuestas al referido Ministerio fundamentando:
-
Nuevo margen de utilidad propuesto
-
Volumen de circulación y gastos de operación del año anterior,
actual y proyección para el período siguiente
-
Rendimiento de los activos con la utilidad establecida y con la
propuesta
-
Inversiones en ejecución, previstas y aseguramiento de estas
-
Otras consideraciones que fundamenten la propuesta incluyendo
indicadores específicos de la actividad comercial
-
Informaciones sobre el resultado de la gestión empresarial
En
lo que constituye una especie de juicio sumarísimo, al que muy pocos
directivos se presentaran por voluntad propia, pues “humanamente” es
preferible deterioros en la eficiencia de la gestión que en la
integridad personal.
Cuando las cambiantes condiciones del mercado recomienden el
incremento de las tasas, la solicitud, que tiene que contar con la
interminable e impertérrita cadena de aprobaciones del jefe del
órgano o organismo de la Administración Central del Estado, la
organización superior de Dirección Empresarial y los Consejos de
Administración del Poder Popular, entre otros, deberá argumentar la
misma sobre la base de los niveles de eficiencia a partir de los
cuales se autoriza la constitución de la entidad, su
redimensionamiento o su incorporación al Perfeccionamiento
Empresarial, manteniendo al menos, el mismo nivel de eficiencia
alcanzado en periodos anteriores. No es difícil imaginar la cautela
que los ejecutivos empresariales mostrarán antes de exponerse a la
cruenta y agónica tarea de ir convenciendo a todos y cada uno de los
niveles burocráticos citados, con el peligro cierto que el
cuestionamiento a la gestión amenace su status personal como ya se
ha comentado, porque no hay dudas en las siempre alertas conciencias
de los “cuadros” entre la opción empresa y el nicho ocupado en la
estructura piramidal de castas.
La
facturación de todas las entidades comercializadoras se efectúa a
precios de adquisición más el margen comercial y otros conceptos que
correspondan, excepto en los casos que el MFP defina se realice de
otro modo. Los precios mayoristas de los bienes de consumo y
servicios destinados al mercado minorista se forman como sigue:
-
El productor nacional entrega al comercializador mayorista a
precio de empresa.
-
El comercializador mayorista entrega al comercializador minorista
al importe resultante de adicionar al precio de empresa del
productor, el margen comercial que le corresponda y los tributos
que proceda.
-
La formación del precio de venta de las entidades circuladoras se
expresa de la siguiente forma:
Pv =
Pa + MC + T
Donde:
-
Pv = Precio de venta de la comercializadora mayorista
-
Pa = Precio de adquisición de la mercancía
-
MC = Importe de margen comercial según el nivel de circulación
(aplicar la tasa aprobada a Pa)
-
T = Impuestos y contribuciones (aplicar tasas aprobadas a Pv).
V)
Precios Minoristas y Tarifas a la Población
V.1)
Generalidades
La
Resolución No.21/2014 del MFP establece la Metodología General para
la Formación y Modificación de Precios Minoristas y las Tarifas a la
Población.
La
misma establece que las normas son de aplicación en las relaciones
monetario-mercantiles entre las entidades estatales cubanas,
incluyendo las unidades presupuestadas, las sociedades mercantiles y
otras personas jurídicas autorizadas, de capital totalmente cubano,
con la población.
El
Artículo 4 establece los principios generales de la formación de los
Precios Minoristas y Tarifas a la población:
-
Los precios minoristas deben garantizar la recuperación total de
los costos y gastos de los productos y servicios que se
comercialicen, las obligaciones fiscales que correspondan y
asegurar, además, un nivel de utilidad para las entidades
comercializadoras minoristas.
-
Los precios minoristas no reciben subsidios del Presupuesto del
Estado. No obstante, se pueden subsidiar productos o servicios de
consumo masivo, formen o no parte de la canasta familiar normada,
así como otros productos o servicios que excepcionalmente se
consideren.
-
Los precios minoristas se forman por correlación o por métodos de
gastos.
-
Los precios minoristas de los productos o servicios que de forma
normada se distribuyen a la población, se forman por métodos de
gastos, en cuyos casos, al precio mayorista de adquisición del
producto o del servicio en el establecimiento minorista, se
adiciona el margen comercial que corresponda y los tributos que
procedan.
-
Los precios minoristas de los productos o servicios que se venden
liberados se forman por correlación, según el precio de su similar
existente en los establecimientos minoristas del país, de acuerdo
con sus atributos, características, prestaciones, calidades
equivalentes; y se equiparan a las unidades de medida
correspondientes. Estos precios toman en cuenta el equilibrio
entre la oferta y la demanda. Cuando no resulte posible formar los
precios por correlación, se utilizan métodos de gastos.
-
Para los servicios que se comercialicen en Cuba y a su vez se
exporten, se pueden formar los precios a partir de tomar como
referencia los que el mercado internacional reconoce.
Inmediatamente con posterioridad al “Día Cero”, la población cubana
se levantará a realizar sus actividades cotidianas y entre
sorprendida y aterrada, conocerá que todas sus referencias
económicas y su vida misma habrán dado un cambio traumático mientras
dormía. Los incrementos que se producirán en los Precios Mayoristas
como resultado de la Reforma de Precios se habrán concretado en la
elevación brutal de los Precios Minoristas de la población.
Los
nuevos Precios Minoristas no serán subsidiados como ha sido practica
habitual en la economía patriarcal del Don isleño,
independientemente que no se realice una Reforma General de Salarios
y Pensiones, indistintamente de si los productos o servicios
corresponden a la circulación normada o no. No se continuará la
práctica de proteger a los sectores de la población de menores
ingresos, y solo excepcionalmente aquellos productos y servicios de
consumo masivo que se consideren serán beneficiados nadie sabe en
que magnitud ni tiempo.
Para
los casos que la formación del nuevo Precio Minorista transcurra por
el método de gastos, estos contendrán los notables incrementos que
provienen de los Precios Mayoristas. Mientras que los que se formen
por el método de correlación la referencia más probable será el
mercado libre de oferta y demanda incluyendo el subterráneo, frente
a cuyos niveles de precios una parte significativa de la población
no puede satisfacer sus necesidades vitales. La caída del poder
adquisitivo y la depauperación del nivel de vida de la población se
verá acentuada por la devaluación y desaparición del peso
convertible, no compensada por la revalorización del peso como
resultado de la elevación del índice de precios al consumidor.
Si un moderado incremento del precio de la gasolina y de los
productos básicos, rápidamente revocado, desató el proceso de
derrocamiento de Tafari Makonnen, el último supuesto descendiente
del profeta Salomón, el Emperador de Emperadores coronado como Haile
Selassie I, ¿la dinámica que se desatará con posterioridad al “Día
Cero” generará reacciones similares?
[40], [41]
V.2)
Calculo de los Precios Minoristas y Tarifas a la Población
Las
normas y procedimientos por los que se rigen la formación de los
Precios Minoristas y las Tarifas a la Población entran en vigor
simultáneamente con el resto de las disposiciones en el momento que
se establezca la unificación monetaria.
El
Artículo 5 regula el procedimiento para el caso de las entidades que
realizan comercialización de productos o servicios que se
distribuyen a la población de forma liberada, las que deberán
determinar el precio mínimo al que se podrá ofertar el producto o
servicio. Este precio mínimo se determina por el método de gastos y
representa el monto mínimo con el que se recuperan los costos y
gastos y se cumplen las obligaciones fiscales.
El
precio mínimo se determina de acuerdo a la siguiente expresión:
Pmin = Pmay + MC + T + O
Donde:
-
Pmin = Precio mínimo
-
Pmay = Precio de adquisición de la mercancía
-
MC = Margen comercial minorista
-
T = Impuestos y contribuciones que se definan
-
O = Otros conceptos que se autoricen reconocer en el precio por el
MFP
Se
observa claramente como se traslada al Precio Mínimo por el Precio
de adquisición (Epígrafe IV: Precio Comercial Mayorista) los
incrementos que a su vez provienen de las empresas importadoras
(Epígrafe I: Calculo del Precio Mayorista del Producto Importado o
productoras nacionales, Epígrafe II: Calculo del Precio Mayorista de
Productos y Servicios Nacionales), más las tasas de utilidad o
márgenes comerciales correspondientes y otros cargos.
Si
al momento de la eliminación de la dualidad monetaria, el precio
minorista que se determine a partir de la correlación es menor que
el precio mínimo, se establece el precio por correlación como precio
de venta a la población. La diferencia que se produzca entre este
precio minorista y el mínimo, se asume con el resultado empresarial.
De
igual forma para los precios minoristas que se formen por métodos de
gastos, se utiliza como precio de venta el precio mínimo. Mientras
que los precios minoristas de los productos y servicios que se
comercialicen por las formas de gestión no estatal, se forman por
correlación, con excepción de aquellos que se establezcan
centralmente con carácter obligatorio.
La
formación de las tarifas minoristas por métodos de gastos se calcula
de la siguiente manera:
T =
C + G + U + I
Donde:
-
T = Tarifa para la población
-
C = Costo total (no incluye partes, piezas o componentes que se
utilicen)
-
G = Gastos a reconocer en la tarifa
-
U = Utilidad
-
I = Impuestos y tributos que correspondan
Las
tarifas se expresan en la unidad de medida en que se comercializa el
servicio.
Para
las tarifas minoristas formadas por métodos de gastos, la tasa para
el cálculo de la utilidad se aplica sobre el Costo Total, compuesto
por los Gastos Asociados a la Producción y los Servicios más los
Gastos Directos, sin que en ellos se incluyan los costos de las
partes, piezas y accesorios que se sustituyan, los que se cobrarán
de forma independiente con el recargo comercial correspondiente.
Asimismo se excluyen de la base para determinar la Utilidad, los
gastos Generales y de Administración, los de Distribución y Venta,
los Financieros, los pagos por concepto de Seguridad social a corto
plazo, Contribución a la Seguridad Social, el Impuesto por la
Utilización de la Fuerza de Trabajo y otros tributos.
En
los casos de aquellos servicios que requieran insumos de alto valor
y frecuentes modificaciones de precios, el MFP puede determinar que
se aplique la tasa de utilidad como un porcentaje de los gastos
directos y los gastos asociados a la producción, sin incluirlos;
para no estimular indebidamente la prestación de estos servicios con
materiales más costosos, según consideran los patrocinadores de la
reforma mas preocupados por las bridas contentivas que por el
acicate galopante.
Se
contempla mantener una alta centralización en la aprobación de las
propuestas de precios y tarifas a la población, las que recaerán en
el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y el MFP. La
imprescindible flexibilidad que la operatoria de la actividad exige
quedará restringida a los plazos de 30 a 45 días hábiles para su
aprobación. De igual manera, se conservarán por 5 años los
expedientes de los mismos.
En
casos excepcionales motivados por interés social o económico, el
precio minorista o tarifa a la población que no permita la
recuperación total de los costos y gastos, se podrá asumir la
diferencia por financiamientos o transferencias del MFP. Se faculta
a las entidades minoristas a disminuir los niveles de precios y
tarifas siempre que el importe del precio mínimo calculado no se
cubra con el precio minorista.
La
consigna populista de “Aunque lo he
expresado en otras ocasiones no es ocioso y mucho menos ante el
Congreso obrero, reiterar que en la Cuba revolucionaria nadie
quedará desamparado y no habrá espacio para las denominadas terapias
de choque contra el pueblo. Ninguno
de los cambios que realizaremos podrá jamás atentar contra las
conquistas sociales fruto de la Revolución”;
[42] se desmorona a los pocos días de pronunciadas
estas palabras, ante el desalmado cinismo del propio que ordena.
VI) Breves consideraciones
teórico-practicas sin punto final
Sin
animo de sentar cátedra ni dar por concluido el necesario debate
teórico-práctico, institucional y académico, sobre las Reformas
Monetaria y de Precios que aceleradamente se instrumentan en Cuba y,
ateniéndonos a lo establecido, es conveniente precisar las más
relevantes inconsistencias que generan la aplicación de las
normativas aprobadas imposibles de ejecutar simultáneamente en el
“Día Cero”.
VI.1) En materia de Unificación Monetaria:
-
No existen evidencias ni fundamentos que permitan asumir que en
los actuales y previsibles escenarios donde el 99.29% del sistema
empresarial cubano no está apto por razones de control interno
(0.71% satisfactorio, 49.47% aceptables y 49.82% deficiente o malo
- Ver nota 10); se vaya a modificar favorablemente, sino que
permanecerá como espada de Damocles sobre el poder como pago por
no realizar el cumplimiento efectivo de la obligación contraída de
actuar responsablemente en su función publica de gobierno.
-
La Reforma Monetaria en Cuba se limita a la simple unificación de
monedas entre el Peso Cubano Convertible (CUC) y el Peso Cubano
(CUP) a favor de este ultimo, y no como una reforma de la política
monetaria, entendida como la proposición de un nuevo sistema que
provea la liquidez necesaria a los factores económicos y
posibilite el financiamiento óptimo a la postrada economía cubana
y a su vez contribuya a que emprenda -y por consiguiente el país-
la senda definitiva de la prosperidad y la sustentabilidad.
-
La equiparación aritmética de Pesos Convertibles (CUC) con Pesos
Cubanos (CUP) en la determinación del saldo de todas las cuentas
del registro contable de la empresa cubana entraña un error
conceptual de funestas repercusiones para la evaluación de la
actividad económica empresarial y del país y, por consiguiente,
para el sistema de cuentas nacionales, que impiden la correcta
evaluación y la toma de decisiones adecuadas.
-
Dada la elevada dependencia de la economía cubana del factor
importador, se impone la aplicación de un correlato rectificador
de la deformación estructural de los precios en una economía donde
ninguna de las monedas de circulación oficial (CUC y CUP)
disfrutan de convertibilidad real.
-
Sin embargo, este factor de corrección en la valoración del CUC
respecto al peso cubano o CUP, es sustituido por un tipo de cambio
general y único que no tiene racionalidad económica mas allá de lo
que el empirismo de la conveniencia les aconseja.
-
El declarado objetivo central de la unificación
monetaria de crear condiciones para estimular la elevación de la
eficiencia, la medición adecuada de los hechos económicos e
incentivar la exportación y la sustitución de importaciones
[43] demostrará en la praxis económica de los próximos
períodos su aberración conceptual y contraproducente ejercicio.
VI.2) En materia de Reforma General de Precios:
-
Los niveles superiores de la Administración Central del Estado se
reservan todos los derechos inclusivos sobre la elaboración de las
normas y su revisión e instrumentación. Asimismo conservan el
control absoluto sobre las modificaciones en materia normativa y
de precios, así como en su aprobación, relegando a las empresas al
simple rol de suministradoras de información estadística-contable.
-
Incluso en los restrictivos marcos de un sistema económico de
economía centralmente planificada que pretende mantener el papel
preponderante de la propiedad estatal, el redimensionamiento de la
empresa cubana en tanto pilar central generador de la riqueza
social de la “edificación de un
socialismo próspero y sostenible, menos igualitario y más justo,
lo que en definitiva propiciará mayores beneficios a todos los
cubanos”, [44] requiere y permite sin menoscabo
sensible al poder político, una independencia técnico-operativa
que le es vedada.
-
Absolutamente rígido constituye una reforma de precios que
considera solamente los métodos de formación de precios
ateniéndose a la correlación y por los costos y gastos. Se observa
que la concepción seguida por los gestores de la reforma restringe
los grados de libertad en esta materia directamente con el ámbito
nacional en que se desempeña la actividad. Si para las empresas
importadoras, exportadoras y las que sustituyen importaciones, se
reconocen precios de correlación como referencia a los cuales se
les añaden los costos y gastos propios de la entidad, para las
empresas de circulación netamente interna se privilegia su
formación por los costos y gastos. Y ello no es casual, sino una
arquitectura preconcebida que subroga al poder central las
decisiones en esta materia, mientras la distiende en la medida que
la dependencia exterior exige. No es por consiguiente una
ineptitud conceptual, sino una concepción monopolística del poder
en lo económico.
-
Como resultado de la aplicación contaminada de la unificación
monetaria, se trasladan a la formación de los precios en sus tres
niveles (mayorista, comercial y minorista), las distorsiones de
los registros de los hechos económicos, independientemente del
método seleccionado.
-
Incluso de no verificarse la estimación del autor sobre el rango
de 1.5 - 2.0 en que se incrementarán los saldos contables y por
consiguiente mínimamente
los precios que se formen tomándolos como base, estos
necesariamente se moverán al alza, generando no un ajuste
corrector -que tendría racionalidad de haber sido resultado de una
depuración contable-, sino una elevación generalizada de los
índices de precios al productor y al consumidor que provocaría un
proceso inflacionario incontrolado por la vía de la transmisión de
los incrementos ocurridos en el precio mayorista de empresa hacia
la entidad comercializadora y que culmina en el consumo productivo
de otra entidad y en definitiva -directa o mediatamente- en el
alza del precio minorista a la población.
-
Mientras en un controlado contexto de inflación moderada en
economías de libre mercado, esta ejerce una acción estimuladora
sobre el crecimiento económico, la elevación general de los
precios en el contexto cubano se produce como resultado de
decisiones políticas formalizadas tecnocráticamente que no se
corresponden con las realidades económicas del país. Por otra
parte, si las autoridades de las economías de libre mercado
cuentan con instrumentos para reforzar los elementos favorables y
acotar los impactos nocivos, en el caso que evaluamos se carecen
de tales mecanismos económicos que son sustituidos por
intervenciones de carácter burocrático sin fundamentación
económica.
-
Por consiguiente al no tener una naturaleza económica la elevación
de los precios y limitados en ejercer acciones rectificadoras del
proceso más allá de intervenciones administrativas de naturaleza
voluntarista, el control de la inflación generará, como ha sido
observado en innumerables oportunidades, estancamiento económico.
La estanflación pasara a constituir el estado natural de la
economía cubana.
El
rancio tufo del foquismo económico guevarista se expande medio siglo
después, impregnando de principio a fin la reforma neocastrista.
[45]
Epilogo abierto
Uno
de los analistas mas agudos de las economías centralmente
planificadas del centro y este de Europa, el húngaro János Kornai
[46] [47], un desconocido para buena parte de la
intelligentsia
cubana, conceptualizó el término economía de penuria o de escasez
(no confundir con economía de subsistencia [48]), para
referirse a un sistema socioeconómico donde el déficit de la oferta
en las décadas de los 70 y 80 en esas
regiones se transformó en crónico.
Para Kornai los bajos niveles de oferta de bienes y servicios no era
resultado de errores de planificación ni de determinación de
precios, sino que eran inherentes al sistema de economías
centralmente planificadas. Subrayó que la escasez era crónica,
intensa y se presentaba frecuentemente, aunque en ocasiones
surgieran excedentes coyunturales. Su presencia se manifestaba en
todos los sectores de la estructura económica, afectándola tanto
horizontal como verticalmente.
Asimismo señalaba que se producían sustituciones forzosas de bienes
y servicios, se reprimía la inflación, ocurrían restricciones
presupuestarias y se obligaba al ahorro, todo en un contexto
paternalista. Igualmente describió las posibilidades del
comportamiento de los compradores. [49]
Sin embargo, Kornai no precisa en su obra la causa de la economía de
escasez, que no atribuye a errores de planificación ni en el cálculo
de los precios, por lo cual se aparta de la polémica sobre el
cálculo económico en el socialismo iniciada por Ludwig von Mises,
quien negaba rotundamente la posibilidad de un cálculo económico
racional en el socialismo, y en la que tomaron parte, entre otras,
figuras como Friedrich von Hayek, Oskar Lange y Abba Lerner.
Los
trabajos de Lange y Lerner conocidos como la solución Lange-Lerner
al problema del calculo económico en el socialismo planteada por von
Mises, afirmaba que mediante un proceso iterativo de ensayo-error
una oficina central de planificación podía asumir las funciones que
desempeñaba el mercado. En su Camino de Servidumbre (1944),
Friedrich von Hayek concluye que en ningún caso los planificadores
centrales pueden contar con toda la información necesaria y
suficiente para tomar decisiones racionales, por lo que sus cálculos
no pueden superar al sistema de precios que se conforma en el
mercado, en tanto autorregulado sistema de compartir información.
[50] Lange y Lerner, por su parte, partían del supuesto
de la equivalencia mercado-planificación. [51]
Sin
embargo en este debate teórico sobre un problema de naturaleza
práctica los participantes frecuentemente inclinaron sus juicios por
vocaciones ideológicas más que en argumentaciones científicas y en
verificaciones prácticas. Por otro lado, muy pocos aportes
sustanciales se han producido en un tema que data de 80 años, con la
excepción de los trabajos de Leontief y Novozhilov. [52]
Para
Hayek el punto limitante en el cálculo de los precios era la
dificultad de acceder -siete décadas atrás-, al volumen de
información requerida, no la imposibilidad técnica en si de los
cálculos. Ello hoy lo alinearía con los que consideran que el
cálculo económico no es más que un proceso matemático complejo de
optimización soluble, contando con la información sobre los recursos
existentes y las preferencias de los consumidores.
Otra
corriente considera que empleando investigaciones estadísticas de la
demanda y la contabilidad en unidades reales, una economía
centralmente planificada podría obtener óptimos de riqueza social
sin la función reguladora del mercado. [53] Sin embargo,
estudios sustentados en la Teoría del Caos realizados en el Ludwig
von Mises Institute, sugieren la imposibilidad de efectuar
estimaciones a largo plazos en sistemas complejos como los
económicos. [54]
Pero
el tema del cálculo económico en el cual es un caso particular la
determinación de los precios, no es un asunto de “formulitas” como
recientemente apuntara festinadamente un distinguido economista
cubano [55] (como tampoco la devaluación del peso cubano
donde el “Día Cero” ocurrirá exactamente lo contrario), sino que
encierra dos elementos de sumo relieve conceptual y práctico.
La
añeja pero vigente polémica se ha concentrado en el aspecto
técnico-estadístico de la factibilidad y viabilidad o no de
sustituir el mecanismo regulador del mercado por cálculos de
oficinas centrales, obviando lo que para el autor constituye el eje
cardinal de cualquier intento en este sentido, incluso si fuera
técnicamente posible: la “razón social”, donde las opciones y
preferencias de las personas se podrían subsumir, como efectivamente
corrobora la experiencia histórica, en la “razón de Estado”. Los
ciudadanos con sus anhelos y aspiraciones son transformados en
individuos subsumidos a la gloria común que impone el corrupto “Apparátchik”
de la meritocrática
casta piramidal, elitista y tecnocrática, del poder
político central.
De ahí a la excomunión y/o exterminio de los resistentes por un lado
y, a la modulación conductual del ser humano por la vía del síndrome
de la indefensión adquirida que se concreta en el caso cubano en el
síndrome del castrismo-neocastrismo, solo se requiere una cuota de
tiempo. Luego no es fundamentalmente una discusión teórica sobre un
problema técnico como en su momento lo enfocaron Mises, Hayek, Lange
y Lerner, sino que el factor intrínseco al sistema que Kornai no
logró concretar y que origina la insuficiente oferta de bienes y
servicios, reside en la implantación en estos sistemas
socioeconómicos de economías centralmente planificadas de un
mecanismo de generación y perpetuación de la escasez y la penuria
económica crónica que hace dependiente al ciudadano, ahora
individuo, del estado. La reproducción de la pobreza estructural es
bastión del sistema de control y coerción social, en tanto
componente del poder.
Por ello no es posible comulgar con criterios del tipo:
-
“… se ha dicho que la devaluación puede ser un
mecanismo para romper el círculo vicioso entre bajos salarios y
baja productividad: no hay más salario porque no hay productividad
y no hay productividad porque no hay salario. Entonces, con la
devaluación, las empresas se pueden ver beneficiadas, aumentan
salarios, los trabajadores están más incentivados y aumenta la
producción y la productividad.”
-
“Se ha dicho, y fue también lo que se hizo en
los años 2003, 2004, que nadie pierde con la reforma monetaria,
eso son cuentas de ahorro. Por tanto, si eso es así y se ha
reiterado, pues, nada, manténgalo diversificado, es siempre la
mejor opción, una cesta de monedas.”
-
“Cuando toda la economía funcione en pesos
cubanos y el peso cubano sea convertible, muchos sectores, que hoy
no son de interés para el inversionista extranjero por una
restricción monetaria pues serían potenciales sectores de interés
para el inversionista extranjero, la telefonía hacia los cubanos,
el transporte, la propia agricultura, es decir toda la economía es
potencialmente de interés para el inversionista extranjero.”
[56]
Ciertamente comentarios de una trivialidad propia de una oficina de
propaganda y que solo en consideración a pensadores como los que
venimos examinando le dedicaré una igualmente trivial pregunta: ¿qué
se supone que haga en Toronto, Munich o Beijing el inversionista
extranjero con los pesos cubanos que obtuvo de utilidades en su
negocio en cualquier rama de la economía ahora “unificada”? La
decencia me impide en estas páginas expresarme con similar
desparpajo.
Los improperios prodigados a Hayek usualmente en forma de critica
académica, dimanan de que este aunque no alcanzó a conocer el empleo
de la pobreza estructural como gerencia del poder, consideró que la
implementación de las decisiones de los planificadores centrales
acarrearía inexorablemente la instrumentación de medidas coercitivas
que conducirían a las sociedades socialistas a transformarse en
estados dictatoriales. [57]
Y
en ello se sustenta la concepción que anima la unificación monetaria
y la reforma general de precios en Cuba, que actualizan en los
nuevos escenarios el mecanismo reproductor de la pobreza
estructural; capturando mediante un tipo de cambio oportunista y sin
referencias económicas, el diferencial marginal de la divisa
libremente convertible; a la vez que eleva los precios finales a la
población a un punto de equilibrio donde el incremento de la demanda
que crean nuevas fuentes de liquidez de origen interno o generadas
en el exterior, es absorbida por el diferencial de precios a fin de
mantenerla acotada a la oferta considerada conveniente por el poder.
Un recorrido por el actual listado de precios estatales de bienes y
servicios “liberados” a la oferta y la demanda, permite corroborar
su puesta en práctica. Uno de los objetivos centrales de los
sistemas de planificación centralizada socialistas ha sido la
igualación de la renta, que se implementa mediante un activo
dirigismo e intervencionismo en todos los niveles de la estructura
socioeconómica mediante la imposición de las “formulitas” y, que
reduce al rango deseado el poder de compra y la libertad económica
general de los sujetos sean entidades o personas, a la posición de
equilibrio conveniente a los fines de garantizar el control social y
económico absoluto.
Se observa que el sistema económico cubano como modelo concreto, al
margen de su postergada formulación teórica por parte de sus
patrocinadores, se está conformado como una síntesis de una Economía
Planificada, en la que el gobierno central regula normando, con una
Economía Centralizada, donde se produce la distribución de recursos
como una mera asignación por razones generalmente coyunturales que
dimanan de las prioridades de orden político, social e ideológico
sin referencias al mercado.
Porque lo que no entienden los que por razón debieran, es que los
precios resultante de la reforma que se norma, que a diferencia de
promover el establecimiento de precios competitivos se decretan
precios de monopolio. Mientras en un mercado competitivo los
consumidores productivos y privados se relacionen con las entidades
productivas por medio de la aceptación del precio de mercado
sustentado en la relación oferta-demanda, en un mercado monopolista
artificial, por las barreras que impone el Estado por su condición
dominante, y donde el consumidor no tiene otra opción que la de
aceptar las condiciones imperantes como el que nos ocupa, el precio
de monopolio será superior al precio de mercado. De facto estamos en
presencia de una simbiosis de monopolio con oligopolio operando
impunemente en un mercado cautivo que impide cualquier otra libre
alternativa competitiva.
Expresándolo técnicamente, el poder de mercado monopolista
resultante de la reforma de precios estará absolutamente determinado
por la elasticidad-precio de la demanda, donde los cambios de esta
ultima son provocadas por las variaciones del precio; de tal manera
que la oferta de productos que maximice los beneficios se
corresponda con el óptimo de Pareto donde el ingreso marginal se
iguala con el costo marginal.
Optimilidad de Pareto: Una solución x* es Pareto optima si y solo si
no existe otro vector x* tal que:
V =
f[x] = [v1, … , vk] domine a u = f[x*] = [u1,
… , uk]
El economista y
profesor argentino Enrique A. Bour, ha expresado con meridiana
claridad lo que puede representar para una sociedad el criterio de
eficiencia de Pareto: “Una economía puede encontrarse en una
situación Pareto-óptima pero completamente desagradable desde el
punto de vista de casi cualquier juicio ético”.
[58]
Por otra parte, si en una competencia perfecta el ingreso marginal
se equipara al precio y la condición de equilibrio precio al coste
marginal de acuerdo con:
Si dP/[dQ] = 0,
entonces:
IM = dIT/dQ =
dP/dQ x Q + dQ/dQ x P = 0 x Q + P
Pero en los términos en que se realizará la reforma de precios que
ratifica el carácter monopolista por un solo proveedor y ante la
ausencia de productos sustitutivos donde no se compra pan sino “el
pan”, en una frase lapidaria del colega Navarro Vega, se produce el
efecto contraproducente que la elevación del precio conduce a una
restricción alícuota de las ventas y por consiguiente de los
ingresos, provocando que el ingreso marginal llegue a ser menor que
el propio precio, lo que explica que todas las medidas adoptadas
para estimular el crecimiento de la producción en las empresas y el
PIB e incrementar la rentabilidad empresarial hayan fracasado.
Es decir:
dP/[dQ] ‹ 0
En otra concepción pagana del característico totemismo de las
autoridades cubanas, consideran que la condición monopolista del
mercado que establecen garantiza la maximización de los beneficios,
cuando de hecho la disminución de los ingresos por debajo del
ingreso marginal conjuntamente con elevados costos fijos,
obsolescencia productiva y tecnológica y desinterés de la componente
laboral junto a otros factores, los minimizan. Y es que la
elasticidad precio de la demanda es inversamente proporcional al
diferencial precios competitivo y monopolista.
Entonces en un mercado cautivo donde la reproducción de la pobreza
estructural es objetivo de Estado, y en ausencia de una gama de
bienes y servicios sustitutivos u otras alternativas, la elasticidad
de la demanda de los productos de primera necesidad tenderá a ser
absolutamente inelástica. No importa a que precio vendan el arroz y
los boniatos, la gente tiene que comer. Mecanismo perfecto para
consolidar la dependencia de la población al poder, la que reacciona
desesperadamente buscando alternativas a su insuficiente liquidez en
el acotado y agónico cuentapropismo, el mercado negro y la
malversación; así como en la corrupción o simplemente en las
diversas opciones foráneas.
En efecto el mecanismo que se implementa es conocido como un
monopolio discriminador de precios, donde el poder económico que
impone el precio maximiza su beneficio por cuanto la curva de
ingreso marginal se iguala a la curva de la demanda. Si por un lado
puede emplearse como un mecanismo para restringir el consumo,
igualmente puede instrumentarse como política económica dirigida a
presionar a los consumidores para que obtengan liquidez adicional
para satisfacer sus demandas, en cuyo caso los precios se irán
incrementando a similar razón que la demanda agregada, para mantener
el poder monopólico del mercado y el esquema de pobreza estructural
relativa.
Por cuanto el poder de mercado del monopolista está absolutamente
determinado por el efecto de la elasticidad-precio de la demanda,
económicamente estamos en un escenario donde la maximización de
utilidades por el monopolista determina que la curva de la demanda
presente una pendiente negativa no voluntaria (0 < η < -1;
elasticidad precio de la demanda inelástica), con un ingreso
marginal inferior a cero, por lo que la alternativa sería reducir
los niveles de producción. Dado que el costo marginal representa la
oferta total, desaparece la curva de la oferta en virtud de la
relación biunívoca entre cantidad y precio y donde el ingreso medio
coincide con la curva de la demanda.
Para un lector no avezado en estos temas la acotación anterior puede
resultar un despropósito tecnicista, pero lo cierto es que el
monopolista requiere conocer para calcular el nivel de producción
que maximice sus beneficios acotando la demanda, sus curvas de
ingreso marginal y de costos medios; tal y como se norma
oportunamente para todos los niveles de precios en la reforma que se
implementa. Luego no es una simple solución tecnocrática, sino que
constituye un procedimiento conscientemente elaborado para reforzar
la cuota de poder económica del estado monopolista. (Ver: Índice de
Lerner que permite calcular el poder de monopolio de mercado de cada
empresa y el Índice de Herfindahl para toda una rama o todo un sector
[59]).
Considerando como artículos de lujo, en el contexto cubano, la
telefonía celular, un automóvil o la ropa, entre otros rubros, cobra
sentido la puesta en práctica de la función del precio monopolista
como factor de la pobreza estructural y regulador de la demanda
elástica; así como la guerra despiadada a las “trapishopping” de
cuentapropistas que venden ropa importada directamente fuera del
control gubernamental. Y es que la iniciativa alternativa acota y
resquebraja el poder. [60]
Se verifica aun en el engendro reformador neocastrista lo que es
ciencia económica constituida, que refiere que en un mercado
monopolista el precio tiende a crecer socavando el poder adquisitivo
de la población y confirmando que la economía de la penuria es
conditio sine qua non de la supervivencia del poder. Los costos
sociales asociados a la unificación monetaria y la reforma de
precios serán apocalípticos si no se instrumentan oportunamente
medidas correctivas.
Pero el poder cuenta con herramientas extra económicas de control y
coerción social asociadas a la indefensión adquirida de la población
[61] y donde se conforma una variante social del
Equilibrio de Nash [62] sustentado en el miedo, donde todos los actores
sociales conocen las estrategias de los otros y cada cual emplea su
mejor estrategia.
De tal manera que se arriba a un statu quo donde los sujetos no
modifican sus estrategias siempre que los otros se atengan a las
suyas, con lo cual cada uno maximiza sus beneficios en el contexto
de las posiciones de los otros y desaparece el atractivo a
modificarlas individualmente. Mientras el estado hace como que
paga, la población hace como que trabaja.
Ello no conduce a optimizar el resultado global pero si el de cada
sujeto, como podría ocurrir en el caso del dilema del prisionero,
donde la construcción de consensos y coordinación de los esfuerzos
individuales posibilita obtener el máximo beneficio común. Pero lo
que ocurre en Cuba es que ambos sujetos “confiesan”, con lo que se
configura un equilibrio de Nash de estrategias puras; mientras que
si entrambos cooperaran entre si arribaríamos no a un equilibrio del
miedo sino a un óptimo de Pareto.
Donde se infiere la incongruencia entre el estado de equilibrio de
Nash en lo político-social con la optimalidad paretiana en lo
económico.
Una posible solución a la misma, como sugiere el comportamiento del
gobierno que revela al detalle las normas de la unificación
monetaria y la reforma de precios, pero oculta el tipo de cambio y
el “Día Cero” que determinan el proceso, podría encontrarse en una
variante social del equilibrio de Stackelberg [63], que
es un caso particular del de Nash para juegos reiterativos.
Stackerlberg describe la situación repetitiva en la que dos o más
empresas (jugadores, grupos sociales, etc. –LG), una de las cuales
es líder y las otras seguidoras, compiten en el mismo segmento de
mercado. La empresa dominante siempre juega primero y sus
estrategias determinan la del resto de los jugadores, por lo que
estas últimas no saben cual será el próximo movimiento de la líder
que es consciente que sus jugadas son observadas por sus
competidores para adoptar las suyas; las que sin embargo, no tienen
suficiente poder de mercado (económico, político, etc.) para
modificar la situación planteada, por lo que no pueden alterar el
equilibrio ni transformar la competencia en otro tipo.
El equilibrio se establece cuando la empresa líder (jugadores,
grupos sociales, etc.), fija su espacio de mercado monopólico y las
restantes a su vez se establecen como monopolios en los segmentos o
nichos disponibles. Un escenario similar se delinea aceleradamente
en Cuba y que debe estar definitivamente conformado en el 2018,
cuando concluya la última etapa de la Operación Caguairán y los
sucesores designados asuman definitivamente el poder real y formal;
dado que uno de los pilares de la concepción neocastrista de las
reformas precisamente ha reservado para su gestión central por la
elite del poder aquellos sectores, industrias y zonas de carácter
estratégico. La estrategia del Zhuanda Fangxiao aplicado con éxito
por los mandarines chinos, consistente en “mantener lo grande y
deshacerse de lo pequeño”,
[64] explica tal
comportamiento, aunque el discurrir del tiempo de cocción de la rana
hervida cubana bajo el renqueante y simplón “andar sin prisa pero si
pausa”, acote lo “pequeño” por temor a que la situación se vaya de
control. Nada teme y desconcierta más a un general que un mapa
militar donde no estén claramente definidas las posiciones de las
tropas con banderitas rojas y azules o, un campamento militar de
“pepitos” bonchistas y reguetoneros.
¿Qué hacer para transformar el círculo vicioso del equilibrio
Stackerlberg en un círculo virtuoso de oportunidades, gestor de
riqueza social y prosperidad humana sustentables? Complejamente
simple, a riesgo de ser considerado un enfoque economicista, porque
el presente no es un trabajo sobre legítimas y necesarias
transiciones políticas, sino una revisión critica de dos aspectos de
la reforma económica con visión perspectiva.
Por razones de espacio no es posible desplegar en detalle los
procedimientos técnico-económicos que sustentarían el proceso, sino
simplemente una aproximación a brocha gorda del objetivo a lograr.
Dado que el precio (libre de otras consideraciones distorsionantes)
de un producto en un mercado real está determinado por el equilibrio
entre la oferta y la demanda a cierto nivel, de lo que se trata es
de generar un incremento de esta última para que se conforme un
nuevo equilibrio en un nivel superior:
§
D1 : Demanda 1
§
D2 : Demanda 2
§
Q1 : Cantidad de
productos 1
§
Q2 : Cantidad de
productos 2
§
P1 : Precio de
Equilibrio para Q1 - D1
§
P2 : Precio de
Equilibrio para Q2 - D2
- S1 : Oferta 1
- S2 : Oferta 2
Donde se verifica que: D1 ‹ D2; Q1
‹ Q2; P1 ‹ P2; Q1 - D1
‹ Q2 - D2; con lo cual se pasa del nivel de
equilibrio 1 al 2 con el consiguiente incremento de la oferta y la
demanda que equilibran los precios. De esta manera y no desde
oficinas centrales de planificación se puede lograr el crecimiento
estable y equilibrado de la economía y el nivel de nivel de vida de
la población [65], donde se verifica que S1 ‹
S2; como muestra la grafica.
Donde se comprueba que el circulo vicioso “bajos salarios-baja
productividad”, no se rompe por efecto de la unificación monetaria,
sino por la liberalización de las condiciones operativas de las
empresas que transitan de un escalón de equilibrio precio-demanda a
otro por si mismas, transformando el círculo vicioso en un ciclo
virtuoso.
Y
en tanto la demanda agregada es función del PIB o Renta Nacional y
los tipos de interés, es posible evaluar el impacto macroeconómico
de las decisiones de política fiscal y monetaria de un gobierno. En
una grafica del Modelo Hicks-Hansen, también conocido como Modelo IS-LM:
Donde:
- IS es la Inversión-Ahorro [Saving
en inglés]
- LM es la Demanda-Oferta de
Dinero [Liquidity preferente-Money Supply en inglés]
- Y es el PIB o Renta Nacional
- i es el tipo de tipo interés
La
curva IS [Inversión-Ahorro] se desplaza a la derecha, bien por una
política fiscal de incremento del gasto o de transferencias; o por
una reducción de la tasa impositiva, lo que conduce al
desplazamiento del equilibrio a los niveles Y2 e i2. Observándose
que la interacción de los mercados reales Inversión-Ahorro y el
monetario determinan la demanda de dinero y por consiguiente el
precio del mismo o tasa de interés. Pero esta última influye a su
vez en la demanda de inversión y por ende en el volumen del PIB o
Renta Nacional. Por definición la Demanda Agregada es la totalidad
de bienes y servicios que la población, empresas y entidades
públicas entre otras, desean y pueden consumir del país para un
nivel determinado de precio.
Toda vez que la curva IS representa las distintas combinaciones
entre la renta nacional y la tasa de interés donde la oferta
agregada y la demanda agregada en el mercado de productos se
igualan, nos revela los niveles de renta y tasas de interés donde el
mercado de bienes se equilibra. El aumento de la producción es
efecto de una expansión de la demanda agregada (pendiente negativa)
por la reducción de la tasa de interés que estimula la inversión
empresarial y el privado de la población. Pero con tipos de interés
fijados arbitrariamente y planes de inversión centralmente
establecidos, sin participación de los sujetos económicos, el costo
de oportunidad perdido es inmenso. Constituye una herramienta tan
simple y universalmente empleada, que diariamente se pone en
práctica millones de veces tanto por parte de una vendedora
ambulante en una polvorienta candonga en Luanda que en la guerra
comercial por el mercado de los smartphones, y es que al margen del
refinamiento del Modelo Hicks-Hansen, es conciencia empírica que el
ciudadano común compra mas cuando bajan los precios y restringe el
gasto cuando estos suben.
Ateniéndose a los objetivos de la política macroeconómica que se
privilegie, se pueden emprender acciones para desplazar la LM
(Demanda-Oferta de Dinero) o la IS (Inversión-Ahorro). Las políticas
fiscales actúan sobre la LM, donde una intervención expansiva
permite aumentar la producción (PIB) y disminuir la tasa de
desempleo, mientras que una de tipo restrictiva dirigida a disminuir
la inflación afectaría el nivel de Renta Nacional (PIB).
Para modificar la IS se emplean herramientas de política monetaria
cuyo fin es regular mediante la cantidad de dinero y el tipo de
interés la estabilidad económica. De acuerdo a las circunstancias
que afecten el equilibrio macroeconómico se instrumenta una política
monetaria expansiva con vista a incrementar la masa de dinero o una
restrictiva dirigida a reducirla. [66]
Expresado de otra manera, si el gobierno realmente quisiera
incrementar la inversión para elevar la producción de bienes y
servicios, una de las herramientas clásicas con probado efecto
multiplicador, se encuentra en la movilización atractiva y
transparente por diferentes vías de los recursos financieros
inmovilizados hoy en gastos fijos anacrónicos asociados a un aparato
administrativo hipertrofiado, en gastos de defensa injustificados y
en el ahorro público y privado, entre otras fuentes. Una exposición
detallada de esta herramienta, lógicamente, queda al margen de los
propósitos de estas consideraciones.
Ante todo no habría “Día Cero” ni secretos de estado de ninguna
índole, salvo los que estrictamente dimanen de la seguridad y
soberanía nacional y oportunamente establecidos por ley.
Sustituyendo la formal, tergiversada y manipulable rendición de
cuentas y revocación de poderes al uso; la “accountability”,
concepto que no tiene una precisa traducción al idioma español, pero
que podría resumirse como responsabilidad por los resultados,
regiría todas las funciones del estado, el gobierno y los
funcionarios públicos en todos los niveles de gestión. Transparencia
y responsabilidad pública por los actos como premisa de gobierno.
Instrumentar una política económica gradual y multiestructural con
diferenciados ritmos y etapas, que accione los resortes claves hoy
ignorados u ocultos de la economía nacional y permita el despliegue
de las potencialidades de los sujetos económicos, a la vez que se
suprime el “dirigismo” y el “intervencionismo” matón. Para ello se
requiere adoptar un conjunto de medidas macro y microeconómicas
mediante la promulgación de leyes y regulaciones que transformen la
actual concepción cuartelaria de la economía en una administración
publica que, mediante incentivos y no ordenanzas, modifique el clima
socioeconómico creando los espacios adecuados para el florecimiento
de las oportunidades y el emprendimiento.
La intervención estatal en la economía se restringiría a influir en
la conducta de los sujetos económicos mediante incentivos,
beneficios, limitaciones y acotaciones; con vistas a cumplir
objetivos de desarrollo y crecimiento económico, empleo y balance
exterior; así como alcanzar el equilibrio macroeconómico a mediano
plazo, el control de los índices de precios productivos y al
consumidor y estabilidad monetaria entre otros.
Para ello el Estado -incluso el actual- cuenta con los poderes y
herramientas, pero no evidentemente con la voluntad, para
instrumentar una política monetaria que estimule la dinamización de
la economía, propicie una inflación controlada como factor de
estimulación, equilibre el presupuesto nacional sin acudir a la
emisión monetaria e imponga tipos de interés diferenciados que
promuevan la inversión y el ahorro. Igualmente será necesario
reformular sobre bases fundamentadas pero alentadoras, un sistema
crediticio que facilite el financiamiento empresarial y privado, con
fuentes tanto internas hoy inmovilizadas u ocultas como externas. Es
incalculable el impacto multiplicador de un sistema de microcrédito
en la dinámica económica de las Pymes y su contribución a la
movilidad de la estructura social. De igual modo se elaboraría un
programa técnicamente argumentado para alcanzar la convertibilidad y
revalorización progresiva real del peso cubano.
Se requiere articular una política fiscal económicamente
fundamentada que ajuste el gasto público al nivel correspondiente,
sin deteriorar los servicios sociales básicos, ni desprotegiendo al
sector de la población más vulnerable. De igual manera se
procedería al reajuste integral y radical del sistema impositivo y
tributario que permitirá el paulatino equilibrio de las finanzas
nacionales. Conjuntamente se procederá a la corrección de los
registros contables doblemente distorsionados luego de la
unificación monetaria y estimulará que las empresas adopten la
política de precios que consideren más conveniente en cada momento.
En esta materia, otra tarea prioritaria será proceder al ajuste de
las cuentas nacionales, compatibilizando su sistema estadístico con
la metodología internacionalmente aceptada. Los resultados
macroeconómicos se emitirán trimestralmente y estarán disponibles
íntegramente para su consulta publica irrestricta.
Constituyendo parte crucial del reordenamiento, se establecería la
obligatoriedad de todos los funcionarios públicos electos o
designados, a todos los niveles del estado, gobierno, partidos y
agrupaciones u organizaciones, de declarar públicamente todos los
activos que poseen. La “accountability”, la transparencia y el
derecho al ingreso legitimo son los antídotos naturales a la
corrupción y el “resolver”.
Se reformaría la recientemente aprobada Ley de Inversión Extranjera,
que pasaría a ser la Ley de Inversión Nacional, sin limitaciones por
destino de la inversión, lugar de residencia, vocación política o
cuantía. La inversión, sea interna o foránea, multimillonaria o
modesta, genera empleo, prosperidad social y personal y, por
consiguiente, las necesidades, sean empresariales o privadas,
adquieren la solvencia necesaria para convertirse en demandas
estructuradas, que generan a su vez la ampliación de la oferta en
una espiral virtuosa que constituye la única y sustentable fuente
del desarrollo socioeconómico, la prosperidad y la riqueza social y
personal.
Igualmente se legislará la Ley de Empresas, donde estas tendrán el
derecho de tomar las decisiones que consideren oportuno en los
marcos que prescribe la ley, tanto en materia de surtidos de bienes
y servicios como de precios, inversiones, salarios y sueldos,
estructuras funcionales y comercio exterior, etc. No se permitirá la
intromisión estratégica ni operativa de los organismos superiores y
los “factores”, los cuales pasarían a cumplir sus reales funciones
de Estado (metodológico, asesor, controlador, etc.) los primeros y
sociopolíticos los segundos. Considerando el actual contexto
político que impera en el país, no hay reparos a que las empresas
continúen aportando el 50% de las utilidades después de impuestos
(requiere una evaluación puntual para evitar igualitarismos que no
consideren las ventajas competitivas particulares y objetivos de
interés prioritario, así como “favoritismos” de naturaleza
caudillista), al único accionista que es el Estado, aunque lo
deseable sería que se desplegara a la libre adquisición publica -con
prioridad para sus trabajadores- su cartera de acciones.
No solo la práctica económica en China y Vietnam han corroborado tal
proceder, sino que en los países más desarrollados del mundo operan
con éxito bajo ese esquema empresas públicas, cuyo único accionista
son los gobiernos provinciales o federales.
Pero ello no sucederá al menos en el medio plazo, aunque estas
cuartillas sean la crónica anticipada del por qué fracasarán. Y es
que los Tonton Macoutes de La Habana que sufren del Complejo
de Mesías Salvador extemporáneo, siguen creyendo a pie juntillas,
junto con el Führer, que “Detrás de la economía también debe
haber poder, dado que solamente el poder garantiza la economía”.
[67] [68]
Apéndice
En
una reciente reunión del Consejo de Ministros convocada para
examinar la marcha del proceso de unificación monetaria y cambiaria,
se desataron las alarmas de los presentes, lo que conllevó a que el
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros reconociera la
complejidad de un asunto que debe continuar siendo estudiado y, con
mas estridencia nerviosa que de costumbre, alertara que “Es
importante la gradualidad en el proceso, para no dar bandazos”.
Y esta resquebrajada confianza proviene de la comprensión plena que
no solo se acabó el pan y el casabe, sino que en esta materia la
despensa neocastrista solo cuenta con las tradicionales herramientas
del poder voluntarista.
Mientras Leonardo Andollo Valdés, segundo jefe de la Comisión
Permanente para la Implementación y Desarrollo, acudía a la
tradicional cantaleta cuartelaria que con exigencia y disciplina se
garantice lo establecido de que “los OACE (Consejo de Ministros y
los Organismos de la Administración Central del Estado) solo
ejecuten funciones estatales, mientras que las OSDE (Organizaciones
Superiores de Dirección Empresarial) son organizaciones creadas por
decisión gubernamental, que únicamente realizan funciones de
carácter empresarial. En tanto, las Juntas de Gobierno son un órgano
de dirección del Estado para controlar y atender a las OSDE, con el
fin de exigir eficiencia y disciplina, así como el cumplimiento de
la legislación vigente”
Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la
Implementación y Desarrollo, por su parte calificó la situación como
extremadamente compleja. Reiterando que esta no es una medida que
resolverá por sí sola todos los problemas actuales de la economía,
pero que “su aplicación resulta imprescindible a fin de
restablecer el valor del peso cubano y de sus funciones como dinero”.
Todo ello, unido a las restantes políticas aprobadas, propiciará el
ordenamiento del entorno económico y la medición correcta de sus
resultados, agregaba.
Acerca de las tareas desarrolladas en este periodo inicial, mencionó
la realización de seminarios de preparación en todo el país sobre
las normas emitidas en los que han participado más de 20 mil cuadros
y funcionarios. “Esto ha posibilitado conocer un grupo importante
de consideraciones que nos permiten profundizar e identificar
dificultades que existen para enfrentar el proceso”. Consideró
que los máximos jefes de los OACE, OSDE, consejos de administración
provinciales y entidades nacionales son los responsables de conducir
dicho proceso. “Hay que prever y anticiparse a cualquier problema
para saber cómo responder ante ellos. La preparación será
fundamental para evitar la mayor cantidad de tropiezos”,
concluyó. Muy posiblemente los seminarios de preparación se
convirtieron en reuniones críticas donde los ejecutivos encargados
de aplicar en la práctica empresarial las normativas establecidas
señalaron a “camisa quitada” sus inconsistencias concretas, las
enormes dificultades prácticas para implementarlas y los negativos
efectos que producirá. El sueno idílico de un proceso tecnocrático
de ordeno y mando se transmutó en una pesadilla ante su primera
aproximación práctica. De ahí que presumiblemente se haya
reprogramado el calendario de implementación y pospuesto
indefinidamente el “Día Cero” previsto inicialmente para el 31 de
marzo. [69]
Con las alarmas que declaran el estado de emergencia retumbando, el
general en su laberinto neocastrista, firmó la inmolación de los
próximos mártires a sacrificar en el altar del poder. La renovación
y sucesión de la meritocracia de castas está en marcha acelerada.
Notas
[39] No hay espacio para referirse al tema con el
detenimiento que requiere, pero las evidencias en proceso indican el
crecimiento de la demanda solvente [no confundir con necesidades
acumuladas que solo se transforman en demandas cuando se cuenta con
la liquidez necesaria para actuar en el mercado mediante el poder de
compra] por diferentes fuentes.
[40] Ver el Síndrome del Neocastrismo/ http://cubaindependiente.blogspot.com/2011/07/el-sindrome-del-neocastrismo-lazaro.html
[41] Ver “Cuba, el Socialismo y sus Éxodos”/
Navarro Vega, A.; Editorial Palibrio 2013, Pág. 169-218
[43] “Un paso trascendental, por su repercusión
en todas las facetas de la vida nacional, lo constituyó la puesta en
vigor del cronograma de trabajo para la unificación monetaria y
cambiaria, el cual se iniciará en el sector de las personas
jurídicas, o sea, los organismos estatales, entidades empresariales,
cooperativas y otros, con el propósito de ir creando las condiciones
para el incremento de la eficiencia, medir adecuadamente los hechos
económicos y estimular a las ramas que generan ingresos por
exportación o sustituyen importaciones. En la segunda etapa se
extenderá a las personas naturales.”/ Discurso de Raúl Castro Ruz en
la clausura del Segundo Período Ordinario de Sesiones de la VIII
Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio
de Convenciones, el 21 de diciembre de 2013, “Año del 55 de la
Revolución”.
http://www.cubadebate.cu/especiales/2013/12/21/presidente-raul-castro-comparece-en-asamblea-nacional-del-poder-popular-fotos/#.UzwjUVerNuM
[44] Ibidem.
[45] Al respecto, ver lo que
escribió hace exactamente 50 anos Ernesto Che Guevara, a la sazón Ministro de
Industrias, al exponer su concepción sobre la formación de precios en el
socialismo:
“En la teoría de la formación de los precios tenemos también
divergencias profundas. En la autogestión se forman los precios
«atendiendo a la ley del valor», pero no se explica (hasta donde
nuestros conocimientos alcanzan) cuál expresión de la ley del valor
se toma. Se parte del trabajo socialmente necesario para producir un
artículo dado pero se ha descuidado el hecho de que el trabajo
socialmente necesario es un concepto económico-histórico y, por lo
tanto, cambiante, no sólo a nivel local (o nacional) sino en
términos mundiales; los continuos avances en la tecnología,
consecuencia en el mundo capitalista de la competencia, disminuyen
el gasto de trabajo necesario, y, por tanto, el valor del producto.
Una sociedad cerrada puede ignorar los cambios durante determinado
tiempo, pero siempre habría que volver a estas relaciones
internacionales para cotejar su valor. Si una sociedad dada los
ignora durante un lapso largo, sin desarrollar fórmulas nuevas y
exactas en su reemplazo, creará interconexiones internas que
configuren su propio esquema del valor, congruente en sí mismo, pero
contradictorio con las tendencias de la técnica más desarrollada (el
ejemplo del acero y el plástico), esto puede provocar atrasos
relativos de alguna importancia y, en todo caso, distorsiones a la
ley del valor en escala internacional que hagan incomparables las
economías.
El impuesto de circulación es una ficción contable mediante
la cual se mantienen determinados niveles de rentabilidad a las
empresas, encareciendo el producto para el consumidor, de tal manera
que se nivela la oferta de artículos con el fondo de la demanda
solvente; creemos que es una imposición del sistema pero no una
necesidad absoluta y trabajamos sobre fórmulas que contemplen todos
estos aspectos.
Consideramos que es necesaria una estabilización global del fondo
mercantil y la demanda solvente: el Ministerio de Comercio Interior
se encargaría de nivelar la capacidad de compra de la población con
los precios de las mercancías ofrecidas, considerando siempre que
toda una serie de artículos de carácter fundamental para la vida del
hombre deben ofrecerse a precios bajos, aunque en otros menos
importantes, se cargue la mano con manifiesto desconocimiento de la
ley del valor en cada caso concreto.
Aquí surge un gran problema ¿cuál será la base de formación de
precios reales que adopte la economía para el análisis de las
relaciones de producción? Podría ser el análisis del trabajo
necesario en términos cubanos. Esto traería aparejado distorsiones
inmediatas y la pérdida de visión de los problemas mundiales por las
necesarias interrelaciones automáticas que se crearían. Podría
tomarse, en contrario, el precio mundial; esto acarrearía la pérdida
de visión de los problemas nacionales, ya que nuestro trabajo no
tiene productividad aceptable en términos mundiales en casi ninguna
rama.
Proponemos, como primera aproximación al problema, que se considere
la creación de índices de precios basados en lo siguiente:
Todas las materias primas de importación tendrán un precio fijo,
estable, basado en una media del mercado internacional más unos
puntos por el costo de transporte y del aparato de Comercio
Exterior. Todas las materias primas cubanas tendrían el precio de su
costo de producción real en términos monetarios. A ambos se les
agregarían los gastos de trabajo planificados más el desgaste de los
medios básicos para elaborarlas y ese sería el precio de los
productos entregados entre empresas y al Comercio Interior, pero
constantemente estarían afectados por índices que reflejaran el
precio de esa mercancía en el mercado mundial más los costos de
transporte y de Comercio Exterior. Las empresas que operan por el
régimen de financiamiento presupuestario trabajarían sobre la base
de sus costos planificados y no tendrían beneficios; todos los
lograría el MINCIN (naturalmente, esto se refiere a aquella parte
del producto social que se realiza como mercancía, es lo fundamental
como fondo de consumo); los índices nos dirían continuamente (al
aparato central y la empresa) cuál es nuestra real efectividad y
evitaría tomar decisiones equivocadas. La población no sufriría nada
con todos estos cambios, ya que los precios por la mercancía que
compra están fijados independientemente, atendiendo a la demanda y
la necesidad vital de cada producto.
Por
ejemplo, para calcular el monto de una inversión, haríamos el
cálculo de materias primas y equipos directamente importados, el
gasto de los equipos de construcción y montaje, el costo de los
salarios planificados, atendiendo a las posibilidades reales y un
cierto margen para el costo del aparato constructor.
Esto podría darnos, al finalizar la inversión,
tres cifras: una, el costo real en dinero de la obra; otra, lo que
debía costar la obra según nuestra planificación; la tercera, lo que
debería costar en términos de productividad mundial. La diferencia
entre la primera y la segunda se cargaría a la ineficiencia del
aparato constructor; la diferencia entre la segunda y la tercera
sería el índice, en el sector de que se trate, de nuestro atraso.
Esto nos permite tomar decisiones fundamentales sobre el empleo
alternativo de materiales tales como el cemento, el hierro, los
plásticos; los techos de fibrocemento, aluminio o zinc; las tuberías
de hierro, plomo o cobre; el uso de ventanas de madera, hierro o
aluminio, etc.
Todas las decisiones pueden apartarse del óptimo matemático
atendiendo a razones políticas, de comercio exterior, etc., pero
siempre tendríamos el espejo de los sucesos reales en el mundo
frente a nuestro trabajo. Los precios nunca estarán separados de su
imagen mundial, que será cambiante en determinados años, de acuerdo
con los adelantos de la tecnología y donde cada vez tendrá mayor
preminencia el mercado socialista y la división internacional del
trabajo, luego de lograr un sistema socialista mundial de precios
más lógico que el usado actualmente.”/ “Sobre el Sistema
Presupuestario de Financiamiento” [1964], Obras 1957–1967, Casa de
las Américas, 1970, Tomo 2, p. 272 –273. [Nota: Se ha respetado la
ortografía y sintaxis originales]/
http://www.marxists.org/espanol/guevara/64-finan.htm
[47] Los textos mas representativos de la obra
de János Kornai: Economics of Shortage [1980], The Socialist
System, The Political Economy of Communism [1988], The Road to a
Free Economy (1990), The Socialist System: the political economy
of communism, Oxford University Press [1992, Highway and Byways
(1995), Struggle and Hope (1997) and Welfare in Transition [2001].
Actualmente encabeza el proyecto de investigación Honesty and Trust
in the Light of Post-Socialist Transition
[48] Se entiende como
economía de subsistencia aquella que se basa fundamentalmente en la
agricultura o la ganadería en estructuras generalmente familiares,
que sólo alcanza para la alimentación y el vestido de la propia
familia o grupo social y en la que no se producen excedentes
significativos que permitan el comercio o, en caso de que se
produzcan, estos son escasos y se destinan de forma inmediata al
trueque con otras familias o grupos sociales.
[49] Según la teoría de János Kornai, las
posibilidades a las que se enfrentan los compradores son las
siguientes:
- Posibilidad 0: El
comprador va a la tienda, encuentra el producto que quiere y lo
compra.
- Posibilidad 1: Hay el
producto, pero el comprador debe hacer cola para comprarlo, porque
hay más compradores que unidades del producto. A veces, las colas
se forman sólo por la posibilidad (o el rumor) de que el producto
esté disponible. Los consumidores pasan mucho rato haciendo cola,
a menudo incluso muchas horas al día, sólo para comprar productos
básicos como por ejemplo alimentos. Por otros productos hay una
lista de espera, que en algunos casos puede ser muy larga. Por
ejemplo, la lista de espera en la Unión Soviética y Cuba para
obtener un apartamento durante los años ochenta era de 10-15 años.
- Posibilidad 2: El
producto no está disponible, así que consumidor acepta una
sustitución forzada. Compra otro producto más o menos similar al
que pretendía adquirir.
- Posibilidad 3: El
producto no está disponible, así que el comprador lo busca en otro
lugar; o el producto no está disponible, pero se sabe que en un
futuro lo estará, así que el comprador decide posponer la compra.
Esto es una forma de ahorro forzoso, porque el consumidor no
quería, originariamente, ahorrar o seguir teniendo su dinero.
- Posibilidad 4: El
producto no está disponible, así que el comprador deja de
comprarlo.
[50] Von Mises
(1920): "Die Wirtschaftsrechnung im sozialischen Gemeinewsen",
recopilado en Collectivist Economic Planing, 1935.y el ensayo de
Lange publicado en 1936-37, en Review of Economical Studies [En
espanol: O. Lange & F. Taylor, Sobre la teoría económica del
socialismo, Barcelona, 1970].
Y los ensayos de Abba Lerner:
"Economic Theory and Socialist
Economics", Review of Economical Studies, 1934 y
"Statistcis and Dynamics in Socialist
Economics", Economic Journal, 1937.
[51] La solución de Lange y Lerner construye un
modelo práctico en el que por un procedimiento iterativo de ensayo y
error una Oficina Central de Planificación ejercería de hecho las
mismas funciones que el mercado. Lange de hecho elaboró dos modelos
alternativos. En el primero los bienes de consumo y los servicios
del trabajo son asignados por medio del libre mercado sobre la base
de los precios monetarios, mientras que a los demás inputs se les
asignan precios contables. Los valores de equilibrio de ambos grupos
de precios se determinan mediante un único procedimiento iterativo.
En cada estadio del proceso el planificador anuncia un vector de
precios no negativos, e imparte a los directores de las empresas
socialistas las dos reglas siguientes:
minimizar el coste medio de producción empleando una combinación de
factores tal que el producto marginal en el valor de cada uno de los
factores iguale a su precio,
determinar el nivel de producción en el punto en el que el coste
marginal del producto iguale al precio fijado por la Oficina Central
de Planificación.
De modo parecido, al tratar los precios anunciados como parámetros,
las familias maximizan sus funciones de utilidad. Se obtienen así
las funciones de demanda de los bienes y de la oferta de trabajo.
Para cada bien o servicio, el planificador junta las propuestas
recibidas de las empresas y de las familias. Si para un determinado
bien o servicio se registra un exceso de demanda positivo (negativo)
su precio aumentará (disminuirá). El nuevo vector de precios se
anunciará a las empresas y las familias, y el proceso empezará de
nuevo, hasta que todos los excesos de demanda se eliminen. Como
admitió el propio Lange, el procedimiento es precisamente el tanteo
walrasiano.
[52] Ver
Leontief, W. W. (1941). The structure of
American economy, 1919-1929 : an empirical application of
equilibrium analysis (1st ed.). Cambridge: Harvard University Press
y Novozhilov, V. V. (1970). Problems of cost-benefit analysis in
optimal planning. (H.McQuiston, Trans.). White Plains, N.Y.:
International Arts and Sciences Press.
[53] Ticktin, Hillel [1997]; Bertell Ollman;
ed. Market Socialism: The Debate Among Socialists. New York; London:
Routledge./http://mises.org/misesreview_detail. aspx? control=88
[56] Dr. Pavel Vidal;
entrevista citada.
[57] En lo que es conocida como
la observación de Rummel [R.J. Rummel], se señala que los mayores
genocidios del siglo XX ocurrieron en países con planificación
central donde la libertad individual estuvo fuertemente restringida,
como fueron los casos de la Unión Soviética, la Republica Popular
China y la Alemania Nazi.
[58] "Por consiguiente, una
situación es considerada Pareto no óptima si es posible mejorar la
situación de alguien sin empeorar la situación de nadie. Este
concepto es razonable como concepto de "eficiencia" pero
insuficiente como concepto de "óptimo". Una economía puede
encontrarse en una situación Pareto-óptima pero completamente
desagradable desde el punto de vista de casi cualquier juicio ético.
Es mejor considerar a la optimalidad en sentido de Pareto como un
término descriptivo (algunos economistas hablan en su lugar de
ausencia de derroche o de excedente distribuíble) más que normativo.
Una nota importante adicional es que la optimalidad de Pareto es una
noción de equilibrio general que depende de cuáles son las
alternativas incluidas. Por ejemplo, dos países pueden registrar
asignaciones Pareto-óptimas pero si se permite el comercio entre
ambos la asignación general ya no es Pareto-óptima."/ Enrique A.
Bour; Eficiencia y Bienestar/ http://www.ebour.com.ar/pdfs/Eficiencia%20y%20Bienestar.pdf
[59] Índice de Lerner:
De donde se deduce que L = -1/Epd
Que mide el grado de poder de monopolio de una empresa. Se determina
mediante la razón de la diferencia entre el precio P y el costo
marginal CM respecto al precio, o mediante el inverso multiplicativo
del valor absoluto de la elasticidad precio de la demanda. El valor
de L puede oscilar desde cero, para una empresa de competencia
perfecta, hasta uno, para una empresa de monopolio puro.
Índice de Herfindahl:
Que
representa una medida del poder de monopolio de una industria en
conjunto. H se determina mediante la suma de los cuadrados de los
valores de las participaciones en las ventas del mercado de todas
las empresas de la industria.
Donde S i es la participación en el mercado de la i-ésima empresa de
las N empresas que conforman la industria. Mientras más grande sea
el valor de H, mayor será el poder de monopolio de la industria.
Es evidente que el cálculo de índice de monopolio global para toda
la economía es asunto trivial.
[60] Un buen ejemplo lo
constituye el reciente mercado estatal de autos, donde el valor
promedio por auto es de 35,743 CUC; en un rango de 21,450 CUC para
el Hyundai Atos del 2006 y 110,000 para el microbus Hyundai-tq12./
http://cubaindependiente.blogspot.ca/2014/01/cuba-venden-725-autos-por-valor-de-26.html.
En el siguiente link se calcula el precio de un auto en anos de
vida: http://www.chiringadecuba.com/2014/01/24/calcule-su-carro-en-anos-de-vida-o-en-vidas/
[61] Ver “Cuba, el Socialismo y
sus Éxodos”/ Navarro Vega, A.; Editorial Palibrio 2013, Pág.
169-218/ http://cubaindependiente.blogspot.ca/2014/02/un-libro-imprescindible-cuba-el.html
[62] Formulado por el
matemático norteamericano John Forbes Nash ganador del Premio Nobel
de Economía correspondiente a 1994 por sus aportes a la Teoría de
Juegos. También conocido como Equilibrio de Cournot, de Cournot y
Nash o simplemente del Miedo.
[63] Heinrich Freiherr von
Stackelberg, economista alemán con aportes significativos a la
Teoría de Juegos y la organización industrial, creo el modelo de
competencia que recibe su nombre/ Moscu, octubre 31, 1905 – Madrid,
octubre 12/ 1946.
[64] Un desarrollo mas detenido
de la estrategia que el gobierno de Raul Castro sigue en esta
dirección se puede ver en El Zhuanda Fangxiao cubano: mantener lo
grande,deshacerse de lo pequeño/ http://cubaindependiente.blogspot.ca/2010/12/el-
zhuanda-fangxiao-cubano-mantener-lo.html
[65] Un reciente ejemplo del
enfoque que aplica la tecno-burocracia cubana sobre la variación del
precio de la leche en polvo, lo ofrece el siguiente reportaje del
periódico oficial Granma y que demuestra la imposibilidad de lograr
un adecuado control de precios operativo con la flexibilidad que
exige la dinámica económica: “El caso que nos ocupa es la puesta en
vigor el pasado 4 de abril de la Resolución 165 de 2014 del
Ministerio de Finanzas y Precios, en la cual se dispone el
incremento en el precio para la venta de la leche en polvo que se
comercializa en CUC.
Octavio Beltrán Castillo,
director de Comercio, Turismo y Servicio del Ministerio de Finanzas
y Precios (MFP), informó acerca del incremento del precio de este
producto de 4 mil 720 a 5 mil 563 dólares la tonelada, lo que
generaría pérdidas al sistema empresarial de no hacer los ajustes
correspondientes en el precio minorista de este producto.
En la reunión, en la cual
participaron además Iván Carranza Ojeda, jefe del grupo lácteo y
Erenis Beltrán Sariol, jefa del Departamento de Precios, ambos del
grupo empresarial del Ministerio de la Industria Alimentaria;
Bárbara Soto Sánchez, Vicepresidenta Comercial de CIMEX y Félix
Granado Montero, activista de precios de esa cadena, se insistió en
que la política del país ha sido la de, a pesar de las fluctuaciones
del mercado, evitar los incrementos de renglones de primera
necesidad como estos relacionados con la alimentación, pero ante tal
aumento de los gastos, para mantener además la leche que se vende
subsidiada de forma normada, se decidió adoptar esta medida.
El incremento del precio en la
venta de leche en polvo, que en la bolsa de 500 g pasa de 2.90 CUC a
3.35 CUC —0.45 centavos—, y en el caso del paquete de 1 kilogramo
pasará a venderse de 5.75 CUC a 6.60 CUC —0.85—; incluye únicamente,
de acuerdo con información ofrecida por Bárbara Soto, lo
correspondiente a la erogación que hará el país para adquirir el
producto en el extranjero; es decir, no se le adicionan los gastos
de transportación, almacenamiento u otras causas.
En cuanto a la leche en polvo
normada, Erenis Beltrán Sariol subrayó que la misma no recibirá
ningún cambio en su comercialización en moneda nacional (CUP), como
parte del esfuerzo que hace el país para que la población no se vea
afectada.
“No obstante, el Estado cubano
-para mantener el actual precio de venta minorista de la leche que
se entrega para la canasta familiar normada y las dietas- tiene que
aumentar en 12 millones de pesos anuales el presupuesto que
inicialmente estaba planificado para subsidiar este producto”./
http://www.granma.cu/cuba/2014-04-10/se-incrementa-el-precio-de-venta-de-la-leche-en-polvo
[66] Siendo la demanda de
dinero sensible al tipo de interés a un nivel de renta dado [MD
= k·Y - h·i; donde k es
la sensibilidad de la demanda de dinero al nivel de renta, y h
es la sensibilidad de la
demanda de dinero a la tasa de interés], el equilibrio del
mercado se fijara en
aquel punto de la curva LM que satisfaga:
Donde:
·
M – Cantidad de dinero en el mercado
·
p – Nivel de precios
·
h – Sensibilidad de la demanda de
dinero al tipo de interés
·
k – Sensibilidad de la demanda de
dinero al nivel de renta
·
Y – Renta o nivel de producción
En ocasiones la tasa de interés
es fijada como variable independiente por las autoridades de los
bancos centrales, aunque ciertamente responde a un riguroso calculo
de los efectos que provocara en la economía. En Cuba una referencia
de esta naturaleza por un economista inquieto, puede convertirlo de
la noche a la mañana en un enemigo publico o un contador de retoños
de cepas cañeras, acorde con del nivel de testosterona del miembro
correspondiente de la meritocracia.
[67] Adolfo Hitler; El enemigo
de los pueblos, párrafo 8º.
[68] Y ese comportamiento no
debiera sorprendente considerando que el Complejo de Mesías Salvador
está presente desde un primer momento con el empleo literal como
consigna de la imitación hitleriana como acertadamente destaca Isis
Wirth: “En el juicio por el putsch del 9 de
noviembre de 1923 en Munich, Hitler proclama: ‘Los jueces de este
estado pueden condenarnos tranquilamente por nuestras acciones; mas
la historia, que es encarnación de una verdad superior y de un mejor
derecho, romperá un día sonriente esta sentencia, para absolvernos a
todos nosotros de culpa y pecado. Pero esa misma historia emplazará
también ante su tribunal a aquellos que, imperando hoy en el mundo,
huellan leyes y derechos, precipitan nuestro pueblo en la ruina y
que, además, en medio de la desgracia de la patria, colocan sus
intereses personales por encima de los de la comunidad’. Lo incluyó
luego en Mein Kampf.”/ Isis Wirth/http://tomarlapalabra.
wordpress.com /2010/06/21/hitler-y-castro/
[69] http://www.granma.cu/cuba/2014-03-31/temas-vitales-para-la-actualizacion-de-la-sociedad-y-la-economia-cubana