Huber Matos falleció en la madrugada del 27 de Febrero en Miami. El día 25 había ingresado en el Hospital Kendall Regional donde se le diagnosticó un ataque masivo del corazón. El día 26 pidió que le retiraran el equipo que lo ayudaba a respirar, porque quería despedirse de su esposa María Luisa Araluce y de sus hijos y nietos. Durante el día recibió llamadas desde Cuba de los principales dirigentes de su partido, Cuba Independiente y Democrática (CID) quienes le ratificaron que la organización no descansaría hasta que la isla fuera libre. Activistas en Holguín le cantaron el himno nacional y miembros de la organización en toda Cuba fueron notificados de la situación y del compromiso con su dirigente. Sus últimas palabras fueron “La lucha continua ¡Viva Cuba Libre!”.
Huber Matos dejó un testamento político y una carta a los venezolanos. Será velado en Miami el domingo 2 de marzo y pidió ser trasladado a Costa Rica, país que lo acogió cuando llegó exiliado por primera vez durante la lucha revolucionaria en 1957. Fue de Costa Rica de donde partió hacia la Sierra Maestra a unirse a la guerra de guerrillas, y a esa nación regresó luego de cumplir dos décadas de prisión en 1979. “Quiero hacer mi viaje de regreso a Cuba desde la misma tierra cuyo pueblo siempre me demostró solidaridad y cariño, quiero descansar en suelo costarricense hasta que Cuba sea libre y de allí a Yara, a acompañar a mi madre y a reunirme con mi padre y con los cubanos.”
Huber Matos Benítez nació en Yara, Cuba, el 26 de noviembre de 1918. Fue un maestro de escuela convertido en revolucionario por su oposición a la dictadura de Fulgencio Batista. En 1957, durante una de las operaciones de apoyo logístico a los rebeldes, Matos fue capturado por el ejército de Batista en las inmediaciones de la Sierra Maestra, pero pudo escapar y exiliarse en Costa Rica. Allí, con el respaldo del presidente José Figueres reunió armas con las que aterrizó en un avión de carga en la Sierra Maestra. Estas armas fueron decisivas para el triunfo del pequeño y mal equipado Ejército Rebelde contra la ofensiva lanzada por las tropas de Batista en 1958. Por su audacia y liderazgo en la lucha guerrillera, Matos fue el rebelde que más rápido ascendió a comandante, como jefe de la Columna 9 Antonio Guiteras. Los frecuentes combates y triunfos de esta columna convirtieron a Huber Matos y a sus hombres en una leyenda. La Columna 9 estuvo a cargo del sitio, rendición y toma de la ciudad de Santiago, acción determinante para la victoria final del movimiento revolucionario. Las fotografías del ingreso triunfal de Fidel Castro en La Habana muestran a su lado a Huber Matos y a Camilo Cienfuegos.
Al salir de prisión, una representación del gobierno costarricense viajó a Cuba a acompañarlo en su viaje a Costa Rica, donde un numeroso grupo de cubanos lo esperaba en el aeropuerto junto al presidente Rodrigo Carazo, José Figueres y Oscar Arias. Desde el exilio hizo una tenaz labor de denuncia al régimen castrista. Esto lo llevó a fundar en 1980 en Caracas, Venezuela, el movimiento Cuba Independiente y Democrática (CID), que cuenta hoy con una numerosa militancia organizada en delegaciones en todo el territorio de la isla. Los miembros del CID son con frecuencia hostigados, apresados y a veces torturados por las autoridades cubanas.
En su libro autobiográfico “Cómo llegó la noche”, del cual se han vendido más de 100.000 ejemplares y que circula clandestinamente en Cuba, Matos narra con detalle su participación en el ejército revolucionario y su posterior reclusión en el presidio, en la que fue sometido a toda clase de torturas.
El comandante Matos se graduó de maestro en Santiago de Cuba y alcanzó un doctorado en Pedagogía en la Universidad de La Habana.
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