Sin embargo, más que el artículo sobre Robles me ayudó en mi cavilación un enlace interno de la revista a un reportaje titulado “Campeones y empresarios”. Ahí nos enteramos de que a algunas glorias del deporte cubano les va mejor que a otras después que les llega el retiro. Claro, siempre hay un porqué.
DESTINOS CRUZADOS
Si como reveló el documental KnockoutCuba --realizado en la isla por Benito del Valle y el Dr. Darsi Ferrer-- algunos campeones mundiales y olímpicos como los púgiles Douglas Rodríguez, Enrique Regüeiferos y Jorge Luis Romero han llegado al ocaso de la vida olvidados, alcoholizados, enfermos y en la miseria, y otros como Félix Betancourt han tenido que sobrevivir vendiendo chicharrones o durofrío, otro es el destino de los que se esforzaron por enriquecer su militancia revolucionaria más allá de dedicar las medallas a Fidel.
(El pobre Douglas Rodríguez lo hizo después de ganar la medalla de oro en el mundial de La Habana 1974, peleando con las manos fracturadas y anestesiadas. “Cuando lo vea [al comandante] le voy a decir que los campeones de Cuba estamos en la calle”, les dijo a Ferrer y Del Valle unos tres años antes de morir)
Dayron Robles bien podría haberse inspirado en los ejemplos de atletas de la isla que después del retiro trabajaron para asegurar su vejez con florecientes negocios establecidos dentro de los márgenes de las reformas económicas de Raúl Castro.
La publicación nos cuenta lo bien que le va a la volibolista camagüeyana con su pizzería-bar “Tres Medallas”, enclavada en su casa del reparto Fontanar, “una vieja fantasía que su esposo [italiano] Gian Carlo Incerti hizo realidad”. Allí tiene “una huerta de 350 metros cuadrados, donde cultiva sus propias especies, con semillas traídas de Italia”.
Después de su retiro de las canchas Mireya Luis pasó a formar parte de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional, aceptando una petición de Juan Antonio Samaranch, en aquel entonces director del Comité Olímpico Internacional (COI). Luego se desempeñó como vicepresidenta de la Comisión Nacional de Atención a Atletas del Comité Olímpico Cubano (COC).
Raúl Diago le confesó a OnCuba que siempre se ha considerado un empresario. “Tras un lustro de experiencia como federativo al frente del voleibol cubano, hace poco más de un año decidió probar suerte con la gastronomía. 'Me fui metiendo poco a poco en este mundo. Tenía más ganas que preparación, pero me asocié con un chef que me enseñó y ayudó mucho, sobre todo capacitando al personal', dice". La revista indica que “de cierta manera, presidir la Federación Cubana de Voleibol lo hacía una especie de empresario, y su gestión dejó resultados positivos”.
DEBAJO DE LA ALFOMBRA
A fines de 2011 el portal Café Fuerte que administra el colega Wilfredo Cancio Isla reportó que Diago fue sustituido al frente de la Federación por el ex entrenador Eugenio George después que se viera envuelto en un escándalo de corrupción.
Según Café Fuerte, entre los hechos investigados figuraban el desvío del presupuesto para la organización del Torneo Norte, Centroamericano y del Caribe (NORCECA) de voleibol de playa en el 2010. Se le responsabilizaba además por el desfalco de fondos entregados por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) a su homóloga cubana con el fin de financiar un nuevo sistema de climatización del Coliseo de la Ciudad Deportiva.
El blog informaba asimismo que Diago fue puesto bajo medidas cautelares en su residencia del municipio habanero de Playa, la misma de la avenida 45 y calle 64 donde ahora tendría su "paladar" de finas copas y servilletas. El resultado de la investigación aún se desconoce. Al parecer, hicieron con ella “lo que dijo Villaverde al salir del hospital”: echarle tierra, y darle pisón.
LA PALADAR DE...
Después de todo, la situación era mucho peor para el ex ministro de Exteriores Roberto Robaina cuando intimó sin permiso con un mafioso gobernador mexicano y --según se dice-- conspiró con el gobierno español contra su mentor Fidel Castro.
El colega Iván García dice que uno puede ir, cenar, comprar sus cuadros y, si está presente, hasta conversar con el ex ministro, pero nunca tocarle una “tecla” política.
Iván frecuenta otra paladar que le queda relativamente cerca de su casa en La Víbora –-está en Santos Suárez— y que es propiedad de otra ex deportista olímpica, Tania Ortiz, miembro del plantel que conquistó el primer título de volibol femenino en una olimpiada para Cuba. Según el periodista, Ortiz imitó a una de sus compañeras, Magalys Carvajal, quien después de retirarse pidió permiso para jugar en ligas extranjeras sin que le consideraran desertora. A su regreso compró una casa, y ha seguido ingresando divisas como instructora de volibol.
El saltador de altura Sotomayor, el otro "campeón empresario" que presenta OnCuba, abrió su propia "paladar" menos de un mes antes del reportaje. Es una especie de restaurante temático, “dedicado a exhibir fotos y objetos personales de grandes deportistas. Entre las reliquias destaca una varilla ubicada a 2.45 metros, la altura que solo él ha superado de un salto”.
La publicación apunta que Sotomayor está comenzando a sus 45 años una nueva vida, “supervisando compras, menús, imagen, economía”… “Si triunfo, mi familia también” dice el canguro criollo. Iván García recuerda que el saltador ha recibido numerosos premios, incluyendo en 1993 –el mismo año en que impuso en Salamanca su récord mundial todavía intacto -- el Príncipe de Asturias de los Deportes, dotado con 50.000 euros.
Sotomayor también ha sido patrocinado por marcas comerciales:
Terminada su carrera en el atletismo, Sotomayor, quien siempre era presentado en la propaganda oficial como un paradigma de la juventud comunista cubana, se licenció en cultura física y deportiva, e ingresó en el funcionariado del INDER, ocupando los cargos de presidente de la Subcomisión de Atención a los Atletas, y miembro del comité de la Federación Cubana de Atletismo.
EL “PUTINISMO” QUE VIENE
Estos campeones olímpicos “fieles a la revolución” se están beneficiando de una actitud de ‘laissez faire’ del gobierno de Raúl Castro hacia las personas políticamente bien vistas, que forma parte de “el putinismo que viene para Cuba: capitalismo sin democracia", según me dice desde La Habana el director del semanario independiente Primavera Digital, Juan González Febles.
“Por supuesto que la paladar de [Roberto] Robaina no puede ser igual que la cafetería de Periquito Melcocha, que es sólo uno de los “factores” (representantes de organizaciones de masas) en una barriada de San Miguel del Padrón; habrá diferentes categorías. Pero lo que sí es seguro es que tanto la de Periquito como la de Robaina van a tener un apoyo y protección oficial que no tendrán las de otros cuentapropistas”, añade el comunicador. “A la de Robertico los inspectores estatales nunca irán; a la de Periquito, irán el primer día y después no volverán”.
De esa ventaja competitiva no sólo se benefician campeones olímpicos y ex funcionarios, sino toda clase de VIP (gente muy importante) leal del arte y la cultura, las ciencias y el estamento militar, en ciertos casos representados por familiares. Según Iván García, otra paladar que está por abrir en La Habana es la que está construyendo Israel Rojas, del popular dúo Buena Fe, en el reparto Sevillano (¿recuerda cómo se ganaron unos puntos a costa de las Damas de Blanco?).
¿LA PALADAR DE DAYRON?
Mucho menos probable es que se inaugure en La Habana “La paladar de Dayron”. El vallista guantanamero, ex plusmarquista mundial y campeón olímpico en Pekín 2008, podría conseguir compitiendo sin la camiseta de Cuba el capital original que necesitaría, pero definitivamente “no está en el bombo”. Dayron no pidió permiso para competir con su propio nombre, y es obvio que no le perdonarán haber renunciado a la selección nacional, cuando se hartó de que el INDER no le pagara lo que le debía.
Otro deportista de alto rendimiento devenido funcionario, el bicampeón olímpico de Munich y presidente de la la Federación Cubana de Atletismo Alberto Juantorena, le está organizando a Robles un gardeo a presión y en toda la cancha, y ya logró que no lo dejaran participar en el Grand Prix de Gotemburgo. También empezaron a caerle encima los medios oficiales. Semejante acorralamiento podría conducir a que esta gloria de Cuba escoja otro país para seguir desarrollando su proyecto de vida y no acabar como Douglas Rodríguez, Regüeiferos, Romero...
Me pareció muy completo y honesto este comentario que dejó José Figueredo debajo de “¿Por qué Dayron Robles no compite por Cuba?”, la primera descarga de artillería mediática contra el vallista, a cargo del periódico Trabajadores:
“Antes de juzgar a Dayron hay que saber exactamente por qué decidió no competir más por Cuba, Hay muchos comentarios sobre supuestas deudas del INDER con él; desgraciadamente nuestro país no quiere entender y aceptar lo que la mayoría de los deportistas y el pueblo desea, que nuestro atletas participen en clubes y ligas profesionales teniendo la remuneración que justamente les toque, y a la vez sigan defendiendo los colores de nuestra bandera”.
“Mientras se mantenga esa política absurda y desfasada en el tiempo, seguiremos perdiendo grandes talentos en todos los deporte. Si no se rectifica, el deporte cubano seguirá cuesta abajo, muchos ejemplos ya tenemos; al menos ya se rectificó algo con el boxeo, De no hacerlo no tendría salvación”.
“Ahora hay que ver si les dan a los boxeadores lo que les pertenece de los premios y no les quitan la mitad, Hay que quitarse la venda de los ojos y entender que no todos los talentos están dispuestos a perder sus capacidades deportivas por caprichos que no tienen hoy en día ningún sentido. Lo que hay que hacer con Dayron es autorizarlo a competir con algún club profesional y que a la vez compita por Cuba en los grandes eventos, Cuando se haga eso con todos los deportes veremos el resurgir del béisbol , el voleibol, el baloncesto”…
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