Con un raquítico crecimiento de 2,7%, Cuba se ubica en el lugar 15 entre 20 naciones del continente. "Las reformas emprendidas por Raúl Castro no logran activar los motores de la economía", afirma Luis, 38 años, contador.
"En el tema migratorio se produjo la reforma principal", expresa Amalia, 63 años, ama de casa. Pero cualquier balance serio que se haga del año 2013 en Cuba resulta preocupante. La productividad anda por los suelos. Los salarios congelados. Y los índices financieros están atrofiados por el uso de dos monedas y tres o cuatro tipos de cambios diferentes.
Las bajas inversiones extranjeras, que no alcanzan el 10% del PIB, inciden en la recesión que sufre la economía. "Con una Ley de Inversiones enrevesada, un mercado laboral controlado por el gobierno que impide la libre contratación, un burocratismo colosal que frena la agilidad en diferentes negocios con capital foráneo son, entre otras causas, las claves para el escaso monto de inversiones directas que permitan renovar el obsoleto parque industrial y tecnológico", explica Juan Carlos, economista retirado de 69 años.
Cuando en 2006 el General Raúl Castro heredó el poder, durante 47 años administrado por su hermano Fidel, prometió transformaciones profundas en la agricultura y un vaso de leche para cada cubano. "Siete años después, ni lo uno ni lo otro", comenta Juana, 26 años, peluquera.
A pesar de que Castro II considera los frijoles más importantes que los cañones, en 2013 la agricultura sufrió una debacle. La producción azucarera se incumplió en 192 mil toneladas. Y la de frijoles en 6 mil. La de viandas decreció en 154,4 millones de toneladas. Las mayores caídas fueron en plátanos, con un 33%, y papas, un 16%.
Los cultivos de ajos, cebollas, melones, coles y lechugas también mermaron. Por cuarto año consecutivo, la producción citrícola sigue sin crecer: en 2013 descendió un 28%. En otras frutas, el retroceso fue de un 7%. Del desastre solo se salvaron las cosechas de malangas, boniatos, yucas y algunas hortalizas. En la recolección de guayabas y piñas hubo pequeños crecimientos.
Y aunque la ganadería reportó un crecimiento del 9,4%, con mayores entregas de carne vacuna y porcina, la producción lechera solo llegó a 365 millones de litro, un 12%.
"Los tecnócratas han puesto especial énfasis en la agricultura. Las normas de arrendamiento de tierra se han corregido tres veces y los precios de compra del Estado a las diferentes cosechas han crecido", opina el vendedor de un agromercado.
Es cierto. Las cooperativas tienen una mayor autonomía. Los campesinos privados pueden vender sus cosechas directamente a centros turísticos o comercializar sus excedentes en mercados agropecuarios, atendiendo a la oferta y demanda. Pero no ha sido suficiente. En 2013, el régimen tuvo que destinar 2 mil millones de dólares a la compra de alimentos. Y las previsiones para 2014 no son optimistas.
Celso, ingeniero agrónomo con veinte de años de experiencia, opina que hay varias causas para el pobre desempeño de la agricultura, "pero la fundamental es que el sistema nunca ha funcionado. También por fenómenos como el empobrecimiento de la tierra en el país: unos 2,5 millones de hectáreas están erosionadas; la salinidad y la sodicidad han comprometido la producción de más de un millón, y otros 2,5 millones de hectáreas se encuentran compactadas. Esto, unido a un mal manejo del agua y a inadecuadas técnicas en el manejo de los suelos, lleva a la desertificación que ya ocupa el 16% del territorio nacional".
Difícil y caro para el ciudadano es conseguir comida, sobre todo porque el problema estructural de la economía no solo se circunscribe a la agricultura. Las bajas cotizaciones del níquel en el mercado mundial provocaron una disminución en los ingresos por concepto de exportaciones. Y el turismo tampoco creció lo esperado. En 2013 no se llegó a los tres millones de visitantes previstos.
Aunque el gobierno apuesta por un turismo de alto estándar y planifica la construcción de campos de golf, cotos de cazas y hoteles de lujo, el visitante que recala en Cuba, como promedio, llega con la opción de 'todo incluido' y sus gastos son inferiores a otras zonas turísticas del Caribe.
"La excepción son los cubanoamericanos, que vienen cargados de paquetes y gastan generosamente los dólares, comprándole cosas a sus parientes", apunta un taxista. En su opinión, el ministerio de turismo debe tomar nota del crecimiento de los excursionistas nacionales.
El turismo interno creció un 12,6% en los primeros siete meses del año pasado. Alrededor de 625 mil turistas locales, 100 mil más que en 2012, se alojaron en hoteles de playas y cayos. Recuérdese que antes de 2008, los cubanos residentes en la isla sufrían un vergonzoso apartheid turístico, y las instalaciones turísticas eran solo para extranjeros.
Según el economista Juan Carlos, "además de las remesas, la otra entrada principal de divisas frescas el gobierno la obtiene de la venta de servicios médicos en el exterior". Los más de 21 mil galenos en países de Asia, África y América Latina reportaron ganancias de 6 mil millones de dólares. Y de acuerdo al grupo The Havana Consulting, la diáspora en Estados Unidos y Europa giró un estimado de 2 mil 600 millones de dólares.
El trabajo por cuenta propia muestra señales de agotamiento. El 60% de los negocios privados decrecen o crecen muy poco. Reinerio, dueño de un paladar, piensa que “si no tienes publicidad de primera, excelencia en el servicio y una ubicación en zonas frecuentadas por turistas y diplomáticos, es muy difícil prosperar”.
Pavel Vidal, ex economista del Banco Central de Cuba, dijo a la agencia AP que "a todo este sector privado se le ha dado una nueva oportunidad, pero evidentemente hay un ambiente macroeconómico que no favorece la expansión de la demanda que ellos necesitan". Tras el entusiasmo inicial, el número de cubanos con negocios propios se ha mantenido creciendo lentamente en los últimos dos años, llegando a 444 mil en 2013, el 9% de la fuerza laboral del país.
Donde sí no ha habido apertura es en el tema político. Cuba sigue siendo la única nación del hemisferio occidental que prohíbe la oposición.
Raúl Castro cambió los métodos. Ya no hay juicios sumarios ni largos años de cárcel para los opositores. Ahora el modus operandi son los actos de repudio, patadas de kárate y detenciones exprés. El peor acoso lo sufren los disidentes de barricada. Desde hace 21 meses, en precarios calabozos duermen Sonia Garro y su esposo Ramón Alejandro Muñoz. Acusados de 'atentado' y 'desorden público' están en un limbo jurídico.
Si vivir en Cuba es difícil, debido a las carencias materiales, bajos salarios y precios exorbitantes de artículos de primera necesidad, ser opositor es el último escalón. Mientras el cubano de a pie sigue esperando el vaso de leche prometido por el General en 2008, disidentes como Antonio Rodiles esperan que en 2014 la democracia esté un poco más cerca.