jueves, diciembre 18, 2014

Opositores ven el pacto entre Obama y Castro como 'una traición a los demócratas'

Líderes de la oposición en la Isla expusieron este miércoles sus críticas al anuncio de restablecimiento de relaciones entre el Gobierno de Barack Obama y el régimen de La Habana ya que estiman que no se dan las condiciones para justificar una apertura, por lo que consideraron las medidas como "una traición" a los demócratas que se oponen al régimen.
El director del grupo opositor Estado de SATS, Antonio G. Rodiles, consideró que las medidas anunciadas pueden ser una nueva "tabla de salvación" para el régimen en un momento delicado, tal y como pasó en 1994 con la crisis migratoria y el tratado que acabó facilitando la salida de más cubanos de la Isla.
Alertó que 20 años después de esos sucesos ahora podría estar promoviendo la "mutación" del régimen castrista a una nueva fase, el "neocastrismo", en el que la familia Castro ha tomado sus posiciones. El opositor advirtió que esta situación supone "un grave peligro para los cubanos de dentro y fuera de la Isla" y para "toda la región".
En este sentido, Rodiles dijo que, en un momento en el que en América Latina existe un debate sobre el autoritarismo, "la aceptación del neocastrismo en Cuba significaría un respaldo al autoritarismo en la región" y, en consecuencia, relegar los derechos humanos "a un segundo plano".
El anuncio de Obama y Castro "es fatal" y el no contar con la opinión de la sociedad civil "envía un mal mensaje", añadió.
En la misma línea, el líder del Frente Antitotalitario Unido (FANTU), Guillermo Fariñas, aseguró que del acuerdo solo se puede aplaudir la liberación de Gross, "que fue tomado como cabeza de turco por el Gobierno cubano para poder chantajear al Gobierno de Estados Unidos". 
Fariñas apuntó que, bajo su punto de vista, el Gobierno de Obama "ha sido desconsiderado con la ciudadanía cubana y con la sociedad civil que se enfrenta a este gobierno tiránico”. El opositor recordó que en un encuentro en Miami en 2013, el presidente Obama se había comprometido a tener en cuenta la opinión de los opositores ante cualquier medida relativa a la Isla.
El opositor, para quien el anuncio supone "una traición a los demócratas", lamentó además que los gobiernos de Washington y La Habana no hayan dado garantías sobre si habrá "reciprocidad" por parte del Gobierno de Raúl Castro a las medidas estadounidenses. 
"Debemos adaptarnos al nuevo escenario", subrayó Fariñas, reclamando al Gobierno norteamericano que escuche a la sociedad civil cubana antes de cualquier negociación. También alertó a la Casa Blanca de que debe dialogar con Alejandro Castro Espín, quien, aseveró, es quien "maneja" el poder militar en la Isla y no con ministros que calificó de "fantoches" del castrismo.
Por su parte, el expreso político Ángel Moya afirmó, en la misma rueda de prensa, no estar de acuerdo con el pacto alcanzado por Obama y Castro "porque se ha cedido ante la dictadura, a pesar de que existen las mismas condiciones que llevaron al embargo en 1961".
El opositor recordó que en la Isla "las cárceles siguen estando repletas, el Gobierno representa a una sola familia" y subrayó que "nada ha cambiado" porque "la represión continúa, la sociedad civil no está reconocida y no tenemos derecho a reunirnos ni manifestarnos".
A pesar de este contexto, Moya lamentó que el Gobierno de EEUU haya "cedido ante la tiranía" accediendo a la liberación de los tres espías cubanos encarcelados en cárceles estadounidenses. "Consideramos que no se ha logrado nada, aunque la familia Gross ha podido disfrutar de este hombre".
El expreso político consideró que "hasta que los 11 millones de cubanos que vivimos en esta nación no tengamos la posibilidad de disfrutar de nuestros derechos civiles y políticos no habrá victoria para el pueblo cubano".
Asimismo, recalcó que es necesaria una amnistía de presos políticos, la apertura del espectro político hacia el multipartidismo y que se reconozca a la oposición política. "No podemos estar hablando de nada positivo para este pueblo, a pesar de que hoy se están dando vítores." Las medidas anunciadas son, en opinión de Moya, "una traición a los que desde dentro nos estamos oponiendo al régimen".
En declaraciones a DIARIO DE CUBA, el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez,  afirmó que "siempre es mejor el contacto y la negociación que la hostilidad". En este sentido, la decisión de Obama, señaló, "pudiera quitar un poco de fuerza a la coartada del Gobierno para justificar la pobreza y la represión". 
En todo caso, añadió, "no creo que la normalización de relaciones tenga consecuencias positivas para la situación de los derechos humanos en Cuba" porque "sigue sin verse ni una sola señal de que el Gobierno esté dispuesto a asumir las reformas que necesita el país".
En cuanto a la liberación de 53 presos políticos, el opositor recordó que todavía no se conocen sus nombres, y subrayó que "esa es solo la mitad de la cifra total de presos políticos que hay en el país".
"Nos genera intranquilidad que las cuentas del régimen puedan crecer, porque el primer efecto podrá ser una más efectiva represión y un mayor nivel de corrupción", dijo en una declaración publicada en internet José Daniel Ferrer, secretario ejecutivo de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
"Estamos, sin embargo, dispuestos a apoyar cualquier cambio si a la larga éste revertiera en algún beneficio sobre el pueblo. Es en este terreno donde las organizaciones pacíficas prodemocráticas, ahora más que nunca, deben hacer valer el mayor cambio que Cuba necesita: el respeto pleno y ratificado a la Carta Universal de los Derechos Humanos. Ahí ha centrado su accionar la UNPACU, y lo seguirá haciendo aún con mayor fuerza", aseguró Ferrer.
"La UNPACU reafirma su criterio de que el principal actor en esta lucha es el pueblo cubano, que viene manifestando cada día con más fuerza su descontento con el régimen", añadió.
Por otro lado, el historiador Pedro Campos señaló que el anuncio de Obama es "un triunfo de la cordura y la sabiduría de las fuerzas más constructivas y objetivas en ambos gobiernos y una derrota para las fuerzas conservadoras que en los dos estados aspiraban a mantener el viejo estatus quo heredado de la Guerra Fría".
Asimismo, afirmó que "los partidarios del socialismo participativo y democrático que siempre nos hemos opuesto a las políticas agresivas, a las presiones y al embargo-bloqueo, saludamosos estos pasos de ambos gobiernos, esperamos que sean el inicio de una fructífera colaboración entre ambas naciones y de un despegue definitivo a una nueva era de paz, desarrollo y concordia para la nación cubana".
Posición de la Iglesia
Por su lado, la Iglesia Católica en Cuba reaccionó también con un comunicado en el que señaló que los cambios "marcan una nueva etapa en la relación" entre Cuba y Estados Unidos y expresaron "especial gratitud al Papa Francisco".
En su nota agradecieron "al señor, ya en vísperas de la Navidad, que nuevos horizontes de esperanza iluminen la vida del pueblo cubano, pues la distensión y las buenas relaciones entre pueblos tan cercanos son el fundamento de un futuro prometedor".
La Iglesia agregó que espera que "la voluntad manifestada por los presidentes contribuya al bienestar material y espiritual de nuestro pueblo" y valoró "altamente el reencuentro de los tres cubanos liberados con su patria y con sus familiares, así como el gesto humanitario hacia el prisionero norteamericano que ha podido reencontrarse con los suyos".

No hay comentarios:

Publicar un comentario