domingo, abril 13, 2014

UNEAC: Venderlo Todo e irse a la Mierda

oportuno constatar esa coincidencia de apellidos simbolicos. a pedrito de la hoz lo conoci en cienfuegos en el 80 y siempre tuve la certeza que su liberalismo alcoholico, fiestero y provocador era en cumplimiento de una mision de oportunista a la caza de una oportunidad.
barnet era en los 70 un renombrado pedofilo en el instituto de etnologia. ni una palabra vi sobre la bronca que tienen montados los cineastas. 
--------------------------
Juan Martin Lorenzo/ Open Cuba
Se terminó el circo de la UNEAC, o el congreso de escritores y artistas de Cuba - ¿es así como describen a esta organización oficialista? -. Me pregunto, sin embargo, cómo puede reclamar una organización tamaña unanimidad, “ser de Cuba”, cuando una gran mayoría de artistas cubanos están en el exterior, algunos no pueden incluso visitar sus predios, y otros ni los conocen sus ciudadanos en la isla. ¿Quizás por su partícula “Nacional” que agrega su nombre?
¿Entonces cómo pudo ser miembro Carpentier que siempre tuvo la ‘infortunada desgracia’ de vivir en Paris y a Cabrera Infante, muchos de esta nueva oleada de aplaudidores, no lo quisieron admitir por vivir en Londres?
Suerte de malabarismo que toda institución totalitaria tiene. En tanto, el congreso – en minúsculas – quedó con la generación de radicales atrincherada en sus puestos. "La Vieja Dama Indigna" de Barnet, el prestidigitador de Granma Pedro de la Hoz – ya el apellido es una muestra de cuál es su función en ese órgano propagandístico – y Digna Guerra. Esta suerte de apellidos militares que asumen su función con la misma inercia en una institución que reclama no serlo, ya puede adivinar con sus propios apellidos la función escatológica que celebran.
Mientras, el dictador solo agregó una gota de cinismo, típico de estos personajes: toda una dulzura por la disidencia oficial. No está de acuerdo con la unanimidad, nunca – ha dicho él – lo ha estado. Me pregunto entonces por qué no se sometió a un plebiscito para sentarse en el poder, o por qué no se convocaron a elecciones libres. O, aun mejor, quiénes de los que le aplaudieron lo puede interpelar en la Asamblea Nacional o en este congreso de la UNEAC.
En fin, el mar.
Por su parte, Miguel Barnet acudió a un símil más adecuado para la ocasión, dijo, literalmente: “La UNEAC es en Moncada de la Cultura”.
¡Cierto!
¿Qué pasó allí?
Un grupo de ilusos vestidos de militares atacaron un cuartel militar para dar un golpe de estado. Fracasaron porque su jefe fue, y esencialmente siempre lo ha sido, un pendejo. Ni llego a entrar al cuartel. Se alude por ahí que su automóvil se perdió en el tráfico madrugador – a todas luces inexistente - de las calles santiagueras, después de una noche de carnaval donde ni un alma ya cruzaba sus calientes arterias pavimentadas. Pero esto no es importante. De justificaciones oportunas está sembrado el camino del infierno, para decirlo de algún modo.
Lo esencial es que el Moncada desembocó en festín de sangre de una dictadura, para caer en otro festín de sangre en otra dictadura. Las dos diferentes, e iguales… con algunas diferencias esenciales también.
Entonces Batista no reclamaba organizaciones culturales oficiales. Censura existía, parcialmente, pero se escribía y se producía en Cuba arte libre en contra de esa misma dictadura. Las consecuencias del Moncada, sin embargo, fueron otras.
Se instauró un régimen totalitario que reclamó instituciones, desangró artistas de su tierra, y sus obras. Nacionalizó todo, hasta el espíritu libre de las letras y hoy, ¡vaya legado espiritual!, lo vende todo para irse a la mierda. Es eso lo que sucede en Cuba con las nuevas leyes y los nuevos gerentes de verde-olivo. Vamos, que hoy el MINCULT puede cambiar de nombre y llamarse "MONCULT", vestirse de verde en todo su esplendor: de uniforme y de billetes uniformados. Muy apropiado para el momento 'cultural', ¿no creen?
¿Y el arte qué?
Pues lo mismo. Un mercenarismo de malabares y corneta. O se van a escribir a otras latitudes, o se ejerce la pluma a fuerza de oportunismos. ¿Tengo que mencionar nombres por aquí?
¿Qué literatura, qué arte y qué artistas hoy trascienden las fronteras de Cuba?
¿Quiénes escriben y publican y se hacen de puestos visibles en aquella isla?
Los que quieren sobrevivir la ventolera tratan de hacer una obra inícua, baladí, con destellos de cosmopolitismo. Tratan de plantar puentes entre una realidad que los elude y una virtualidad que los aplasta. Intrascendencia, así tratan de sobrevivir. Suerte de “Carpe Diem”, ¡vamos! Los otros, no. Los otros o se repliegan, o se van vendiéndolo todo a New York y desde allí escriben oscuras y cifradas oraciones intelectuales, semejando desabridamente un carpenteriano estilo decembrista y afeminado, o sencillamente tuercen el cuello y aplauden el discurso.
Es eso el fruto de este “Moncada de la Cultura”: venderlo todo para irse a la mierda.
Sí, Barnet, en esta ocasión tus palabras describen esencialmente la geografía nacional de las letras. Quizás el célebre escribidor oficialista debería leer el mensaje incisivo que Nicolas Boileau le enviaría desde sus versos: “Antes de escribir, aprenda a pensar”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario