martes, abril 03, 2012

¿Cuál es la verdad que nos hará libres?

Cubanálisis El Think-Tank

Eugenio Yáñez 
No hay la más mínima intención de cinismo, sarcasmo o relativismo en el título de este trabajo, sino todo lo contrario: una profunda intención de razonar brevemente, con calma y mente abierta, sobre algunos aspectos de realpolitik entre los álgidos temas puestos sobre la mesa tras la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba.

Cubanálisis no pretende juzgar nada ni a nadie con estos análisis, sino simplemente poner a consideración de nuestros lectores una amplia gama de criterios sobre el tema, que puedan serles útiles, con la modesta intención de contribuir a complementar lo que puedan haber leído y escuchado hasta ahora. Nada más lejos de nuestras intenciones que pretender sentar doctrinas o verdades, maneras de pensar, o decirle a los demás lo que esté bien o mal.

Se han escrito miles de análisis y reportajes sobre la visita papal a la Isla y las derivaciones que podrían esperarse tras la misma, desde quienes santifican tanto al Papa Benedicto como al Cardenal Jaime Ortega, hasta quienes quisieran crucificarlos si pudieran. Desde quienes aseguran que la visita es un triunfo absoluto de la Iglesia y un fracaso completo de la dictadura totalitaria, hasta quienes suscriben absolutamente lo contrario.

Incluso entre los mismos colaboradores habituales de El Think-Tank los lectores podrán comprobar que se plantean diferentes enfoques y criterios al momento de analizar los acontecimientos relacionados con la visita de Benedicto XVI a Cuba y los pronósticos para los próximos tiempos. Lo cual resulta algo verdaderamente muy positivo, pues indica que no nos aferramos a dogmas ni verdades eternas, ni dependemos de un torpe y absurdo “centralismo democrático”, ya que somos perfectamente capaces de pensar con cabeza propia, sin tener que pedirle permiso a nadie, y de poder convivir y colaborar profesionalmente aún teniendo criterios diferentes sobre un tema.

Por eso, más que pensar, buscar y procurar “la verdad” en abstracto, parece importante, actuando en un plano epistemológico y metodológico, tratar de comprender los caminos para lidiar y aprender con “la verdad” de cada uno, no por un relativismo barato y absurdo, sino como expresión, respeto y reconocimiento de las múltiples y diferentes percepciones humanas ante una misma realidad.

De manera que, más que pretender encontrar una única verdad definitiva, absoluta y predeterminada, se trataría de encontrar los caminos de la interacción humana para que esa verdad, o esas verdades, interactúen, se complementen y se pongan a tono con el desarrollo de los conocimientos, la razón, las percepciones y las libertades humanas, para de esa manera poder vivir y disfrutar de un mundo realmente nuevo y superior, y de una sociedad donde la dignidad y la libertad humanas sean el centro de todas las cosas y toda las vidas.

Por eso la pregunta: ¿cuál es la verdad que nos hará libres?  Mas >>

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