Todos huyen de mi blues, nena/ Martin Guevara

Martin Guevara 

Todos huyen de mi blues, nena.
Parecía decir estos días el máximo líder de la revolución cubana.
Y en realidad es que ya está quedándose solo con sus incondicionales.
Atrás quedaron otros tiempos, en que las huestes cansadas de comer en la misma mesa con el mismo mantel, corrían delante de las consignas que desde su tribuna en la isla lanzaban los dirigentes a propios y extraños.
Y por ellas perecían, soportaban dolor, encanecían en una prisión hostil. Consiguiendo en efecto, otro mantel y otra mesa, y no encontrando en el fondo del plato de sopa a ningún Fidel tangible, a ningún discurso salvador que lo fuese a rescatar, ni una arenga alimenticia.
En cada selva una patada en el trasero,
y en el babero,
El blues del abandono nena.
En algún medio de difusión propagandista, escuché durante la semana pasada que el máximo líder de la revolución cubana hacía un alegato antibelicista, al juzgar el acoso, asedio y posterior asesinato del tirano Muamar el Gadafi, por las tropas de los rebeldes Libios, apoyados por las tropas de la OTAN, como un acto de destrucción imperialista.
Concediendo que en efecto, no dejaron correr demasiado tiempo los buenos aliados para, apenas conocida la noticia de la ultima bocanada de aire de el Gadafi a causa de su brutal linchamiento,  acudir raudos a cubrir los apetitosos pozos de petróleo. Me pregunto:
¿Se trata de los mismos dirigentes , de barba y verde olivo que encendían cuanta tibia mecha hubiese, cercana a algún barril de pólvora  en el tercer mundo?
¿ Los mismos que mandaban tropas a cuanto país africano las solicitase, fraternal y desinteresadamente?
¿ Quiénes abrazaron la carrera armamentista de la URSS, e incluso se plegaron a los modos y modales del poco refinado Jruschov en aquel octubre tormentoso,  y seis años más tarde encubrieron la invasión de tanques en la Primavera de Praga, y apoyaron todos los desmanes que el uso de la fuerza imperialista soviética produjo y amenazó con causar?.
Estoy convencido de que me los han cambiado.
Algún truco nacido de la novísima tecnología de los últimos días, habrán usado para colocar a unas pésimas réplicas, de aquellos grandes revolucionarios inclaudicables, que cualquier cosa soportarían antes de ver caer los pilares del socialismo estalinista, de la dictadura del proletariado, antes de entregar los principios leninistas a cambio de cualquier solución que los mantenga vivos y en la poltrona.
Siempre fieles a aquel lema marxista, pero no de Carlos sino de Groucho  que rezaba:
_ ¡Estos son mis principios!, si no le gustan, tengo otros.
Algo habrá hecho la CIA me temo.
Hoy en Cuba se puede comprar lo que sea con una buena suma de dinero capitalista. Casas , coches, empresas. Campos de golf.
Revolución be bop.
Se prefiere el comprador extranjero.
Es el paraíso de las empresas. No existen huelgas, los salarios son bajísimos, y no hay sindicatos garantes.
Sigue habiendo partido único, y dictadura, aunque ya ni se molestan en decir que pertenece al proletariado.
Y ahora  se nos hacen pacifistas.
Solo nos faltan unos comandantes adalides de la democracia, abanderando a los indignados por la escasez de participación de los pueblos, en la oxidada costumbre de votar tan solamente cada dos años.
Un comandante de Wilkileaks, y de Green Peace, y de Amnesty levantando su voz por los presos de conciencia.
Y también uno, con una guitarra bajo un framboyán cantando su blues:
Nobody’s fault but mine.

Molly Katchpole, The 22-Year Old Whose Campaign To Take Down The Big Banks Is Already Working


Business Insider
Molly Katchpole just graduated from the Roger Williams University in Rhode Island this spring, and is working two part-time jobs in Washington DC to make ends meet. 
So when she heard that Bank of America was going to levy a monthly $5 debit card use fee on her, and all of their other customers that don't have a mortgage and/or $20,000 in the bank, she got angry. And that anger lead to her starting a petition on change.org.
And then that petition got her over 300,000 signatures in only a few weeks. Her letter is below if you'd like to read it.
Katchpole didn't stop there. When her petition started gaining traction (about 195,000 signatures) only a week or so after it was posted, she went to her local Bank of America with her petition in hand and closed her account. She also cut up her debit card on camera and moved her money to a credit union.
Here she is on CNN talking about her experience on Erin Burnett's show:

A medio siglo del abismo: la crisis de los cohetes de 1962 ( I I, FINAL)

Cubanalisis

Diego Trinidad
Los primeros barcos cargueros (de un total de 85) comenzaron a zarpar para Cuba a mediados de julio desde el Mar Negro. Y para asegurar más el secreto de la operación, Khrushchev le ordenó al agente de la GRU y nuevo confidente de Robert Kennedy, que buscara una reunión con Robert, la cual se celebró en la Casa Blanca el 31 de mayo, pues el Presidente decidió participar.
 
Bolshakov le pidió al Presidente, como un “favor” a Khrushchev y para eliminar “provocaciones”, suspender los vuelos de reconocimiento sobre el Caribe y los barcos rusos en rumbo a Cuba.  Kennedy accedió, aunque los vuelos no fueron suspendidos del todo. Kennedy a su vez le pidió a Khrushchev, por mediación del “canal secundario” favorito de los hermanos, que pusiera la cuestión de Berlín “en el hielo” por el momento, lo cual era parte del plan de Khrushchev de todos modos.[1].
 
Pero en agosto todo cambió. Primero, comenzaron a llegar rumores a EEUU de “tubos largos” moviéndose sigilosamente en la noche por las carreteras de Cuba. Estos rumores provenían de exiliados cubanos recién llegados a Miami y entrevistados en el aeropuerto de Opa Locka por la CIA, aunque también de otras fuentes como agentes de gobiernos aliados. Mas la CIA no le daba mucho crédito a los “inventos” o exageraciones de los cubanos que llegaban diariamente a EEUU. Los nuevos exiliados también reportaban la llegada de más y más tropas rusas (a pesar de que llegaban vestidos de civiles).
 
Sin embargo, a los reportes de los pocos aviones que seguían volando sobre los barcos rusos en camino a Cuba sí había que creerlos, sobre todo cuando confirmaban la presencia de largos cilindros tapados por lonas en las cubiertas de muchos cargueros. Muy pronto, los analistas fotográficos del Centro Nacional de Interpretación Fotográfica (NPIC) de la CIA confirmaron que los cilindros muy probablemente eran SAMs. Y la CIA comenzó a presionar al gobierno de que era necesario reanudar los vuelos de aviones U-2 sobre Cuba para tener una idea más clara de lo que en realidad estaba ocurriendo.
 
Pero una vez más,  Dean Rusk se opuso a vuelos de U-2 sobre Cuba por temor a provocar un incidente internacional en caso de que fueran descubiertos, y Rusk contaba con el apoyo del asesor de seguridad nacional McGeorge Bundy esta vez. Ahora la política doméstica intervino, pues los reportes de cubanos recién llegados encontraron acogida en algunos políticos republicanos que estaban involucrados en reñidas campañas en las elecciones congresionales de noviembre, notablemente los senadores Homer Capehart de Indiana y Kenneth Keating de New York. Los dos senadores comenzaron a denunciar al gobierno por permitir la aumentada presencia de soldados y armamentos rusos en Cuba.  Kennedy y sus ayudantes lo negaban, pero las acusaciones continuaban y las encuestas reflejaban que las duras críticas republicanas estaban surtiendo efecto en los votantes. De manera que después de muchas deliberaciones, un vuelo de U-2 sobre Cuba fue autorizado para el 29 de agosto, el mismo día en que Keating por primera vez denunció la presencia de cohetes en Cuba.
 
Minutos después que las fotos de este vuelo fueron reveladas, los analistas fotográficos de NPIC descubrieron ocho sitios bajo construcción de emplazamientos de SAMs.[2] La sensación causada por los descubrimientos del vuelo del 29 de agosto además levantaron la sospecha de John McCone, director de la CIA, quien correctamente dedujo que la presencia de SAMs en Cuba era precursora de la introducción de cohetes estratégicos.[3]
 
Pero antes de que los cohetes estratégicos fueran eventualmente descubiertos por los próximos vuelos de U-2 autorizados, una verdadera batalla campal fue librada por parte de Rusk y Bundy principalmente, opuestos a la autorización de más vuelos de U-2, por temor de que las misiones fueran descubiertas, o peor, que un U-2 fuera derribado, y analistas de la CIA, incluyendo su director, McCone. Memorias de Girón volvieron con las consideraciones políticas prevaleciendo sobre las de seguridad nacional, ahora increíblemente después de descubrir SAMs en Cuba. 
 
Mas la política doméstica también seguía interviniendo, con otro discurso del senador Keating el 31 de agosto denunciando, con todo lujo de detalles, torpederos rusos en Cuba, desembarco de tropas adicionales, vehículos anfibios, tanques de guerra y múltiples convoyes de camiones cerrados conteniendo posibles cohetes dentro, por la configuración de los camiones. Mucho de esto fue luego confirmado por los próximos vuelos autorizados. Los torpederos, por ejemplo, eran lanchas lanzadoras de misiles cruceros conocidas como KOMAR, y tres bases adicionales de SAMs fueron detectadas en los lugares denunciados por Keating, sugiriendo que su información provenía de fuentes confiables.[4] Pero el Secretario de Prensa de Kennedy, Pierre Salinger, continuaba negándolo todo, y el embajador ruso Anatoly Dobrynin igualmente aseguraba al gobierno americano que la URSS nunca introduciría armamentos “ofensivos” en Cuba. Aún así, un nuevo vuelo de U-2 fue autorizado para el 5 de septiembre, sobre áreas de Cuba no cubiertas en el vuelo del 29 de agosto. Tres nuevos sitios de SAMs fueron detectados, más cinco MiGs 21, los más modernos de la URSS, que podían alcanzar hasta 70.000 pies de altura, poniendo en peligro a los U-2 que volaban a esa altura.[5]
 
Una reunión urgente fue citada en la Casa Blanca el 7 de septiembre, cuando Kennedy fue informado en detalle de los descubrimientos de los vuelos del 29 de agosto y del 5 de septiembre. La mayor preocupación mostrada por Kennedy era sobre si los SAMs encontrados podían ser considerados armamentos “ofensivos’, puesto que esto era lo que había prometido al pueblo americano no permitir en Cuba, y también era lo que la URSS había declarado que nunca haría. El Presidente no quedó satisfecho sobre la cuestión y ordenó terminantemente que nada sobre los descubrimientos de los vuelos fuera revelado, especialmente a los medios informativos, amenazando al general Carter y a Ray Price, sub-director de inteligencia de la CIA, con despedirlos “si leo algo sobre esto mañana en el Washington Post”.[6] Bundy reportó más tarde que “El Presidente le dijo al general Carter que esta información no debía ser incluida en publicaciones de inteligencia pendiente a más exacta determinación y ordenó que ningún reporte sobre armamentos que pudieran ser ofensivos fueran publicados sin su aprobación”.[7]
 
Anadyr sufrió modificaciones desde casi el principio, cuando los planeados submarinos nucleares no estuvieron listos para la operación. Una vez más, los esperados adelantos tecnológicos no se materializaban, y en el caso de los submarinos nucleares la situación había sido eminentemente peligrosa, pues primero, en una prueba para lanzar cohetes nucleares, el prototipo Proyecto 658, K-19, el primer submarino nuclear ruso, después de varios intentos fallidos de lanzar un cohete, cuando por fin se logró, el cohete cambió de rumbo en el aire y se autodestruyó, sin siquiera alcanzar la mitad de la trayectoria. Peor, regresando por el Atlántico norte a su base en la URSS, el reactor atómico se sobrecalentó y los 128 marinos de su tripulación malamente escaparon con vida al tener que ser rescatados, aunque todos estuvieron expuestos a cierto grado de radiación y algunos murieron tiempo después.[8]
 
De la misma manera, los barcos de guerra rusos necesarios para proteger a los cargueros con sus cohetes, cabezas nucleares y demás componentes de Anadyr, simplemente no existían, gracias a una decisión tomada años antes por Khrushchev. Poco después de asumir sus funciones de jefe supremo de la URSS en 1955, debido a un accidente en el Mar Negro que explotó y hundió el gigantesco barco de guerra Novorossysk, con la pérdida de toda la tripulación de 608 marinos rusos, un enfurecido Khrushchev paró en seco la expansión de la marina rusa ordenada por Stalin en los años 50, y nombró a un héroe de la Guerra Patria (como llamaban los rusos a la Segunda Guerra Mundial), el almirante Gorshkov, nuevo jefe de la marina. Al final de 1957, 350 barcos de guerra habían sido retirados y la construcción de submarinos de petróleo también había sido reducida en favor de submarinos nucleares. Cuando Khrushchev necesitó barcos para escoltar y proteger a los cargueros en ruta a Cuba, no había ninguno disponible. Khrushchev airadamente increpó a Gorshkov: “¿Cómo es posible que no haya barcos?” Gorshkov contestó: “Pero señor, usted ordenó que se destruyeran”. A lo que Khrushchev increíblemente replicó, “¡Yo no ordené tal cosa!” [9] Así era Khrushchev.
 
Así que sólo se pudieron mandar cuatro submarinos petroleros para “proteger” a la gigantesca armada en camino a Cuba en el verano de 1962. Pero con una peculiaridad desconocida hasta hace muy poco: cada uno contaba con un torpedo con cabeza nuclear, el cual podía destruir una flotilla entera de Grupo de Portaviones americano, un área enorme en la superficie del Mar Caribe, y un seguro inicio de una guerra nuclear general si se producía tal ataque submarino. Además, y otra vez increíblemente ¡los cuatro comandantes de los submarinos petroleros clase Foxtrot que iban hacia Cuba estaban autorizados a usar los torpedos nucleares! Así fue la orden del almirante Gorshkov al almirante Rybalko, jefe de la Operación Kama, la porción maritima de Anadyr: “Usted usará estas armas [los torpedos atómicos] si las fuerzas americanas atacan a sus submarinos… o si recibe órdenes de Moscú de hacerlo”.[10] Y todo esto cuando esos torpedos nucleares sólo habían sido probados DOS veces, ambas veces explotando antes de tiempo y antes de alcanzar sus objetivos.
 
La operación Anadyr fue descubierta cuando los vuelos de U-2 fueron finalmente re-autorizados por Kennedy a finales de septiembre, aunque por la nubosidad sobre Cuba, hasta el 14 de octubre no se pudo realizar el que descubrió los cohetes. Dos días después Kennedy fue informado de la evidencia y se le mostraron las fotos por el director de NPIC, Arthur Lundahl.
 
Inmediatamente, un mecanismo para lidiar con la Crisis fue confeccionado por la Casa Blanca, denominado ExComm (indicando Comité Ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad). Y comenzaron las deliberaciones sobre qué hacer al respecto, después de todas las seguridades a Kennedy de que esto nunca sucedería, desde su asesor de seguridad Bundy, pasando por el director de la Oficina Nacional de Estimados, Sherman Kent (“creemos que el aumento de la capacidad militar rusa en Cuba comenzada en julio no refleja una política rusa radicalmente nueva hacia Cuba”)[11] y, por supuesto, terminando por los rusos, quienes negaron la presencia de cohetes aún después de haber sido descubiertos. Todavía el 18 de octubre, cuando Kennedy malamente se pudo contener de mostrar las fotos que guardaba en su buró, en una reunión con Gromyko en la Casa Blanca, el ministro ruso una vez más le dio al Presidente las mayores seguridades de que las armas y “asesores” rusos en Cuba eran estrictamente para proteger a Cuba.
 
El ExComm se reunió por primera vez el 16 de octubre. En esa primera reunión estaban presentes, además del presidente y su hermano Robert, por el Departamento de Estado, el Secretario  Dean Rusk, los Sub-secretarios Charles Bohlen y George Ball, el Secretario de Estado Asistente para Latinoamérica Edwin Martin, y el asistente presidencial y Embajador at large Llewellyn Thompson. Por el Departamento de Defensa, el Secretario Robert McNamara y sus asistentes Roswell Gilpatric y Paul Nitze. Por la CIA, como el Director McCone estaba fuera del país, estaban el Sub-Director Marshall Carter y el Director de NPIC Arthur Lundahl. El Secretario del Tesoro Douglas Dillon (por ser republicano principalmente), el Asesor de Seguridad presidencial McGeorge Bundy, el ayudante de Kennedy y principal escritor de sus discursos Ted Sorensen, y el General Maxwell Taylor, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas americanas redondeaban el grupo inicial del ExComm esa primera mañana.

 

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Mundo islámico: ¿un presente caótico o una sociedad nunca entendida?

Cubanalisis

Qué significa, pues, esta crisis? ¿Cuál es su carácter? ¿Cuáles son sus orígenes y sus expresiones? Y ¿qué clase de desenlaces podría esperar el mundo islámico para salir de ella? Al regir la vida económica y la sociedad, cada turbulencia intestina pone en crisis de inmediato a esta estructura y su ineptitud para refrendar sus nuevas funciones, y ello se ha patentizado en la ola de protestas masivas que ha sacudido toda la región en 2011.
 
Sin dudas, a las protestas y rebeldías, violentas y constantes, acontecidas en los últimos meses, se agregan las decisiones políticas (muchas de ellas desacertadas) que sobre el tema siguen asumiendo tanto Estados Unidos y la Unión Europea, como Rusia y China, que complejizan aún más todo este escenario.
 
Las demandas callejeras, conjuntamente con las presiones exteriores, provocaron los reemplazos en el poder, hasta ahora, en Túnez, Egipto, Libia y casi Yemen, desestabilizando de paso a otros estados como Siria, Qatar y Omán, e influyendo en posiciones más arrogantes por parte de los dirigentes palestinos en sus negociaciones con Israel.
 
En Occidente, el espejismo con el cual siempre se ha analizado y actuado en el orbe islámico ha llevado a pensar que luego de tales reemplazos, y los que se esperan en otros sitios, tendrían lugar escenarios más favorables para esas poblaciones, y posiciones políticas menos contestatarias a Occidente; pues se espera, ilusamente, un hecho “democratizador”.
 
Occidente no acaba de entender la profunda huella del tribalismo en el comportamiento político del actual mundo islámico, al no analizar que tal fenómeno, desde sus orígenes a una sociedad arcaica donde cada tribu o clan asume la ley natural de sobrevivir a expensas del más débil, donde no existen mediadores externos o gobiernos que apliquen la ley, y donde el perjudicado cuando vence se erige también en juez y en ejecutor.
 
El escenario del pueblo volcado a las calles y bazares, y como resultado, la caída de regímenes o personajes desagradables al Occidente, por mucho que nos motive a la solidaridad, no puede llevarnos a la noción de que tal hecho resulta una garantía de “democratización”, o incluso de un orden político menos represivo o tiránico y menos anti-occidental que el derrocado.

Hillary Clinton: Fidel se va, Raúl se queda/ Huber Matos

Cubanalisis/ Huber Matos Araluce 

El que calla es dueño de lo que sabe.  En política es con frecuencia más importante lo que se calla que lo que se dice. 

He leído las declaraciones de la Secretaria de Estado Hillary Clinton muchas veces y me preocupan.  En inglés y en español.  De principio a fin y de atrás para adelante.  Parecen claras, pero no lo creo.  Ella ha dicho:

“Nuestra posición ha sido la misma durante más de cincuenta años. Creemos que Fidel Castro debe irse”.

Cuba tiene dos dictadores. Pero lo que yo leo es que Washington no quiere a uno de los dos dictadores y deliberadamente calla acerca del otro.
Hillary Clinton declara que Fidel Castro se tiene que ir, pero no dice que Raúl Castro tiene que irse también. Parece que para el gobierno de Obama uno se debe ir mientras que el otro se puede quedar.
 
En Cuba quien formalmente manda es Raúl, no es Fidel Castro. Así lo ha reconocido el propio gobierno de Obama en su trato con el régimen en la isla.
 
Se puede decir que quien da las órdenes es Fidel y no Raúl. Quizás. Se puede plantear que Fidel no deja gobernar a Raúl. Tal vez. Hay incluso quienes plantean que Raúl ha conspirado por años para ir reduciendo el poder de Fidel Castro.
Se puede especular cuál de los dos manda más o manda menos. Lo que es indiscutible es que son dos tiranos crueles. Ambos tienen que irse para que Cuba pueda alcanzar la libertad y la democracia.
Algunos pensamos que es más importante que se vaya o se muera Raúl antes que Fidel. Lo que queda de Fidel le hace daño al propio régimen, lo enreda y lo debilita. Raúl conspira para transformar la dictadura comunista en una aberración tiránica más del agrado de intereses políticos y económicos estadounidenses.
Por eso me preocupa el silencio de la señora Clinton acerca de Raúl Castro. ¿Cómo puede decir que Fidel tiene que irse y no aclara que Raúl también?
¿Es que Fidel por recalcitrante no le conviene a los Estados Unidos? ¿Acaso Raúl Castro, con tal de quedarse en el poder, está dispuesto ante Washington a hacer algunas cosas?  ¿Es que si cede en lo que le conviene a Washington no importará que atropelle a los cubanos que aspiran a una democracia? ¿O que los asesine cuando resulten muy peligrosos?
La Secretaria de Estado debía haber dicho y todavía puede decir que tanto Fidel como Raúl Castro tienen que irse de Cuba. Ni ella ni el presidente Obama habrían estado de acuerdo que en lugar de Gadafi un hijo suyo quedara de tirano en Libia.
¿Por qué razón Raúl Castro puede ser aceptable para los Estados Unidos si no lo es para el pueblo cubano?
Los dos se tienen que ir, y si Raúl se va antes que su hermano mucho mejor para la libertad y para la democracia del pueblo cubano.
Puede parecer descabellada la sospecha de que silenciar el nombre de Raúl Castro es señal de un acomodo entre él y el gobierno de Obama. Tal vez lo pueda parecer a personas de buena fe que no conocen algunos antecedentes. 
Con sus recientes declaraciones la Secretaria de Estado, al referirse al caso de Alan Gross en Cuba, quiso convencernos que Estados Unidos no está negociando nada con el régimen castrista.  La evidencia demuestra lo contrario, incluso en sus propias palabras. 
En marzo de 2011 Hillary Clinton admitió que la política de los Estados Unidos con Cuba estaba condicionada a la situación del contratista preso en Cuba.  
“…No queremos tomar ninguna medida o decir algo que pueda socavar las posibilidades de que esta persona pueda volver a casa con su familia”.
En las más recientes declaraciones, hechas este octubre 27 ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, ella señaló que el principal objetivo de la política estadounidense respecto a Cuba era la liberación de Gross:
“Nuestro principal objetivo en los últimos dos años ha sido asegurarnos la liberación incondicional”.
Correctas o incorrectas, Obama decide las prioridades de su gobierno. Según la Secretaria de Estado, en los últimos dos años de los tres que tiene su gobierno en Washington, la prioridad no ha sido fomentar un cambio democrático en Cuba sino lograr la liberación de Alan Gross.
Luego veremos que Arturo Valenzuela, su subordinado en el Departamento de Estado, fue todavía más claro en el objetivo de alcanzar una buena relación con la tiranía. El cambio de prioridades es una medida que complace al castrismo. Pero no es la única.  
Cuando la Secretaria de Estado admite que no han tomado ninguna medida y no se ha dicho nada que pueda socavar la posibilidad de que Gross sea liberado, Estados Unidos define una política respecto a Cuba. 
No solo han aceptado que su prioridad dejó de ser un cambio político en Cuba, sino que ante los desmanes de ese régimen Washington sería cuidadoso en ofenderlo. Un acuerdo tácito, es decir, un acuerdo callado, sobreentendido.
Cualquiera puede evaluar las críticas muy medidas de Washington ante los atropellos cometidos por el régimen en Cuba. Entre estas el asesinato de Orlando Zapata Tamayo, el de Wilfredo Soto y la represión contra las Damas de Blanco. 
Hay otros antecedentes que demuestran que el trato a Raúl Castro ha sido diferente del que ahora le recetan públicamente a Fidel Castro. En octubre de 2009 el presidente Obama envió a Raúl Castro, por medio del presidente del gobierno español José Rodríguez Zapatero, un mensaje que publicó el periódico español El País el 25 de noviembre.   
El Nuevo Herald reporta la información de “El País” con este párrafo: “El presidente norteamericano Barack Obama solicitó a España que mediara ante las autoridades cubanas para que éstas hagan más esfuerzos en mejorar las relaciones con Estados Unidos, sostiene el diario español El País en su edición del domingo”.
El País informó que Barack Obama le pidió al Presidente José Luis Rodríguez, durante su visita a la Casa Blanca, que le mandara este mensaje a Raúl: “Decidle a Raúl que si él no da pasos tampoco yo podré darlos”.
Obama insistió en el tema de los pasos: “Nosotros estamos dando pasos, pero si ellos no dan pasos también, será muy difícil que podamos continuar”.
En el mismo artículo se cita a Obama pidiéndole a Rodríguez Zapatero: “Que les diga a las autoridades cubanas que comprendemos que no se puede cambiar las cosas de la noche a la mañana, pero que, pasados unos años, cuando se mire hacia atrás, debe quedar claro que éste fue el momento en el que empezaron los cambios’’.
Cuando Obama señala que “comprendemos que no se puede cambiar las cosas de la noche a la mañana” parecería estar respondiendo a un primer mensaje de Raúl Castro.
La dictadura parece haber interpretado el mensaje de Obama como una posición de debilidad. Ante la debilidad los mantones siempre exigen más. Unas semanas después, el 3 de diciembre de 2009, Alan Gross fue arrestado en La Habana.  
Entonces, el 11 diciembre de 2009 la prensa publicó declaraciones de Arturo Valenzuela, Secretario de Estado Adjunto para Latinoamérica.  
El Gobierno de EEUU se está tomando con “calma” el acercamiento y el diálogo que inició la Administración del presidente Barack Obama con Cuba, porque no busca un “cambio súbito” en este momento en sus relaciones con La Habana… Washington pretende “tomar el pulso a la situación” en Cuba para “ver cómo salir adelante”… “Lo que estamos viendo de cara al futuro es cómo seguir avanzando” en los temas de interés común para EEUU y Cuba, agregó el alto funcionario… Sin embargo, recalcó que se trata de “algo que nos estamos tomando en estos momentos con calma”… “No es una cosa en que se está buscando un cambio súbito en este momento. Estamos avanzando”, subrayó el diplomático.
En esas declaraciones queda claro que la política de los Estados Unidos estaría dirigida a cuestiones de interés común entre ambos gobiernos que no contemplan un cambio democrático en Cuba.
Ahora, en octubre de 2011, la Secretaria de Estado acaba de ratificar lo declarado por Arturo Valenzuela en diciembre de 2009: Que en sus relaciones con el régimen de Cuba el gobierno de los Estados Unidos conversa con el de la isla cuestiones de interés común como migración y tráfico de drogas, etc. 
Por todo lo anterior queda muy claro que en cuanto a Cuba, el gobierno de Obama seguirá teniendo como prioridad la liberación de Alan Gross y la discusión de temas de menor importancia. Que este gobierno no tomara ninguna medida ni dirá nada que pueda ser considerado como hostil por el régimen castrista.
Las negociaciones del gobierno estadounidense para el manejo conjunto con el gobierno cubano de un hospital en Haití es otra prueba de por dónde van las cosas entre ambos gobiernos. Aunque fracasaron, Estados Unidos lo intentó.
Las declaraciones de que Fidel Castro tiene que irse y el silencio acerca de Raúl Castro no son ofensivas en absoluto para este último. 
Por el contrario, es un mensaje claro del gobierno de los Estados Unidos para Raúl Castro y para el pueblo cubano: 
Fidel se va, Raúl se queda

Cuban baseball players' agent: US court trims conviction in Cuba player smuggling

A federal appeals court on Monday handed a partial victory to a professional sports agent who was sentenced to prison for smuggling five Cuban baseball players into Florida.
The 11th U.S. Circuit Court of Appeals reversed Gustavo ''Gus'' Dominguez's conviction on charges of transporting and harboring aliens. But the three-judge panel's decision let stand his convictions on smuggling charges.
Dominguez was sentenced to five years in prison after he was convicted in April 2007 of paying for the players to be smuggled by boat from Cuba in 2004. He was released early from his term in January and his attorney Ben Kuehne said Monday he was thrilled with the court's decision even though Dominguez is already free.
''Justice delayed is better than no justice at all,'' he said.
Dominguez was known throughout the industry for negotiating the contract for Rene Arocha, the first Cuban player to defect to the United States. He used that as a platform to build a successful business in Los Angeles that represented more than 100 athletes, including several Cuban baseball defectors.
But he became almost as well-known for the conviction, which cast a pall over agents who handled Cuban players, as none wanted to be the target of a federal investigation.
At the trial, defense attorneys tried to paint Dominguez as a man dedicated to helping oppressed Cuban players. They said he let the players stay in his California house, taught them how to use a bank account and showcased them before Major League scouts.
But prosecutors countered that he violated federal immigration law and endangered the lives of the athletes in pursuit of a profit when he helped organize two trips to smuggle the athletes from Cuba to Miami in 2004. They also said he broke federal law when he harbored them in Los Angeles while they waited to apply for asylum.
The 11th Circuit's decision concluded there wasn't enough evidence to support his conviction on charges of transporting and harboring aliens, partly because there was no indication the players actively tried to avoid immigration officials once they reached California.
But the panel's decision refused to overturn Dominguez's other convictions, concluding there was ample evidence that Dominguez ''knew or recklessly disregarded'' the fact that the Cubans didn't have permission to enter the U.S.

Ontario Police taking a tour with stolen tracto-trailer on highwyas

stolen truck going back to toronto. what are the high paid police officers doing a tour on ontarios highways? fired all of them!!!
after almost 9 hours they don't know who is the driver yet!!!!!!
Watch our live stream of the police chase

A child is born and world population hits 7 billion

msnbc.com staff and news service reports
updated 10/31/2011 5:50:20 AM ET
Countries around the world marked the world's population reaching 7 billion Monday with lavish ceremonies for newborn infants symbolizing the milestone and warnings that there may be too many humans for the planet's resources.
While demographers are unsure exactly when the world's population will reach the 7 billion mark, the U.N. is using Monday to symbolically mark the day.
A string of festivities are being held worldwide, with a series of symbolic 7-billionth babies being born.
The celebrations began in the Philippines, where baby Danica May Camacho was greeted with cheers and an explosion of photographers' flashbulbs at Manila's Jose Fabella Memorial Hospital.
The Guardian newspaper reported that Danica, whose name means morning star, had been chosen by the U.N. to be one of a number of symbolic 7 billionth babies. It is not known who the actual baby is.
Danica arrived two minutes before midnight Sunday, but doctors decided that was close enough to count for a Monday birthday.
'She looks so lovely' The baby received a shower of gifts, from a chocolate cake marked "7B Philippines" to a gift certificate for shoes.
 

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The Cuban Missile Crisis Myth: 49 Years Later

Forty nine years ago on Oct. 28th JFK “solved” the Cuban Missile Crisis. Given the influence of Camelot’s court scribes and their cronies in the mainstream media, perhaps a refresher on conservative reaction to this “solution” is in order:
“We locked Castro’s communism into Latin America and threw away the key to its removal,” growled Barry Goldwater.
“Kennedy pulled defeat out of the jaws of victory,” wrote Richard Nixon. “Then gave the Soviets squatters rights in our backyard.”
“We’ve been had!” yelled then Navy Chief George Anderson upon hearing on October 28, 1962, how JFK “solved” the missile crisis. Adm. Anderson was the man in charge of the very “blockade” against Cuba.
“The biggest defeat in our nation’s history!” bellowed Air Force Chief Curtis Lemay, while whacking his fist on his desk.
“We missed the big boat,” said Gen. Maxwell Taylor after learning the details of the deal with Khrushchev.
“It’s a public relations fable that Khrushchev quailed before Kennedy,” wrote Alexander Haig. “The legend of the eyeball to eyeball confrontation invented by Kennedy’s men paid a handsome political dividend. But the Kennedy-Khrushchev deal was a deplorable error resulting in political havoc and human suffering through the Americas.”
Even Democrats despaired. “This nation lacks leadership,” said Dean Acheson, the Democratic elder statesman whom Kennedy consulted on the matter. “The meetings were repetitive and without direction. Most members of Kennedy’s team had no military or diplomatic experience whatsoever. The sessions were a waste of time.” 

SAUDIS make it $1,000,000 for every kidnapped Israeli soldier

Prince Khaled bin Talal adds $900,000 to Saudi cleric’s $100,000 reward for whomever abducts Israeli soldier in order to be exchanged for Palestinian terrorists in Israeli prisons.

YNET NEWS  (H/T Robin H) In an interview with Saudi TV, bin Talal stressed that his offer was in response to a similar offer made by a Saudi cleric who earlier this week said he would give $100,000 to anyone who would kidnap an Israeli soldier.
“Al-Qarni offered $100,000 to whoever abducts (an Israeli soldier) and I say to him – I sympathize with you and am offering $900,000 to put the figure at $1 million,” he said. Prince Khaled is the third son of Prince Talal bin Abdul Aziz, the Saudi King’s brother.
Deputy Hamas Politburo Chief, Dr. Mousa Abu Marzouk declared Friday that the Shalit deal has strengthened the movement and that Gilad Shalit was an important pawn in Hamas hands. “The pawn has served its purpose. There is no doubt that the high number of prisoners released has strengthened the movement’s position in Palestinian society as well as future trust in Hamas,” Marzouk said in an interview with the London-published al-Hayat newspaper.
And though he recognized that the prisoner swap deal with Israel increased Hamas’ political prestige, Abu Marzouk noted that Hamas did not abduct Shalit in order to keep him as a pawn and stressed that Shalit’s kidnapping was only meant to do one thing: Lead to the release of prisoners. “From the start Hamas separated the political aspect of the issue.”

Declassified Documents: #CIA History of DCI William Colby

National Security Archive

DCI William Colby speaks during a National Security Council meeting on the situation on Vietnam. April 28, 1975. Clockwise, left to right, Colby; Robert S. Ingersoll, Deputy Secretary of State; Henry Kissinger, Secretary of State; President Ford: James Schlesinger, Defense Secretary; William Clements, Deputy Secretary of Defense; Vice President Nelson Rockefeller; General George S. Brown, Chairman of the Joint Chiefs of Staff; Lt. Gen. Brent Scowcroft, Deputy Assistant for National Security Affairs (lower left corner). Image A4234-11A ,http://www.fordlibrarymuseum.gov/avproj/vietnam.asp Gerald R. Ford Library, Ann Arbor, MI.

CIA director William Colby rebuffed criticisms from senior Agency operators about disclosure of CIA misdeeds by describing the difference between "bad secrets," "non-secrets," "good secrets" and "lesser" secrets, according to a previously SECRET internal CIA history of the Colby tenure, published today on the Web by the National Security Archive at George Washington University (www.nsarchive.org).
Colby responded in March 1974 to the head of the CIA's clandestine service, who claimed that any public discussion would "degrade the fabric of our security" and "lead inevitably to a further exposure of intelligence sources and methods," by writing:
"There are some 'bad secrets' which are properly revealed by an aggressive press. there are some older 'non-secrets' which no longer need to be kept secret and which we should gradually surface, but there are some 'good secrets' which deserve greater protection than we have been able to give them, in part by reason of their association with 'secrets' of lesser importance."
The latest declassification (in August 2011) from a series of secret studies by the CIA History Staff of the agency's directors, the volume gains credibility from its authorship by veteran CIA analyst and operative Harold Ford, who courageously presented to the Congress well-documented internal critiques of CIA director-designate Robert Gates during his confirmation hearings in 1991. To win confirmation, Gates had to promise Congress not to fire Ford in retaliation. The history, William Colby as Director of Central Intelligence, 1973-1976, provides detailed accounts of key episodes such as the firing of counterintelligence chief James Angleton, Colby's role in the revelation of the CIA "family jewels," and the collapse of South Vietnam, where Colby had spent much of his career.
The posting features an introduction and review written by Archive senior fellow John Prados, author of the widely-praised biography, William Colby and the CIA: The Secret Wars of a Controversial Spymaster (University Press of Kansas, 2009). The favorable Prados review points out some shortcomings as well, including the history's lack of attention to Colby's fraught relationships with Presidents Nixon and Ford, and most of all, Henry Kissinger. Declassified Kissinger transcripts show Kissinger fuming about Colby's airing of the CIA's dirty laundry, but Prados concludes that Colby in effect saved the CIA from possible abolition as an agency.
Opening in Washington, D.C. on October 28 at the Landmark E Street Theater is a biographic documentary produced by Colby's son Carl, an award-winning documentary filmmaker, The Man Nobody Knew: In Search of My Father, CIA Spymaster William Colby.
From the film's Web site: "A son's riveting look at a father whose life seemed straight out of a spy thriller . the story is at once a probing history of the CIA, a personal memoir of a family living in clandestine shadows, and an inquiry into the hard costs of a nation's most cloaked actions .. The film forges a fascinating mix of rare archival footage, never-before-seen photos, and interviews with the 'who's who' of American intelligence, including former National Security Advisers Brent Scowcroft and Zbigniew Brzezinski, former Secretary of Defense Donald Rumsfeld, former Secretary of Defense and Director of CIA James Schlesinger, as well PulitzerPrize journalists Bob Woodward, Seymour Hersh and Tim Weiner."
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U.S. Strategic Nuclear Policy: A Video History, 1945-2004

The National Security Archive

Interviewees Include Robert McNamara, Brent Scowcroft, James Schlesinger and Last Strategic Air Commander-in-Chief Lee Butler
Includes Revelations on "Out of Control" Nuclear Targeting During the 1980s
National Security Archive Electronic Briefing Book No. 361

Washington, D.C., October 11, 2011  
Twenty five years ago, when President Ronald Reagan and Soviet leader Mikhail Gorbachev met at Reykjavik, Iceland on 11-12-October 1986, their far-reaching discussions involved proposals to abolish nuclear weapons by first moving toward a zero ballistic missiles option. Weighed down by mistrust and competing objectives, the discussions on ending the nuclear arms race collapsed. That Ronald Reagan supported nuclear abolition at Reykjavik is a lacuna in an otherwise informative and highly professional video documentary on the history of U.S. nuclear policy produced by Sandia National Laboratories obtained under the Freedom of Information Act and published today for the first time by the National Security Archive.
One of the most distinctive productions of the Department of Energy, "U.S. Strategic Nuclear Policy," is a four-part nearly four-hour long oral history/video documentary. Completed in 2005 by Sandia under the direction of staffer Dan Curry (scriptwriter and interviewer), this is an engrossing piece of work that that will be a significant resource for historians, social scientists, students, and the interested public. Starting with World War II and the atomic bombing of Japan, this policy-oriented documentary takes the story of U.S. nuclear policy, with a focus on the history of nuclear deterrence through the course of the Cold War, and then from the early post-Cold War period to the aftermath of 9/11.


Among the topics covered are:
  • The atomic bombings of Hiroshima-Nagasaki
  • The impact of World War II bombing operations on nuclear strategy
  • The Cold War and the origins of deterrence
  • The creation of the Strategic Air Command
  • The invention and impact of thermonuclear weapons
  • Debates over massive retaliation and flexible response
  • The origins and development of the Single integrated Operational Plan (SIOP)
  • The Cuban Missile Crisis
  • Détente and arms control
  • The search for limited nuclear options
  • The end of the Cold War and the reform of nuclear targeting
  • Concern during the 1980s that nuclear targeting was "out of control"
  • "Rogue states," nuclear proliferation, and missile defense
  • The impact of 9/11 and debates over deterrence during G.W. Bush administration

Curry interviewed a number of key decision-makers and mid-level officials from the Cold War years, some more recent (as of 2004) defense officials and advisers, and academic specialists, including a few skeptical and dissident voices (See annex C for the list). Providing multiple perspectives on a variety of issues, the interviewees include a variety of senior and mid-level officials such as former Secretaries of Defense Robert McNamara and James Schlesinger, Eisenhower administration officials Robert Bowie and Andrew Goodpaster, former national security adviser Brent Scowcroft, and the last commander-in-chief of the Strategic Air Command, General Lee Butler. Also interviewed were university researchers including Stanford University professors Lynn Eden, Scott Sagan, and David Holloway, University of Pittsburgh professor Janne Nolan, University of Wisconsin professor Paul Boyer, and the late Randall Forsberg, a peace activist/scholar affiliated with the City College of New York.


Many of the issues covered by the interview subjects and the narrative will be familiar to students of nuclear history. Nevertheless, the use of interview material and film footage makes for some fascinating viewing. The coverage of nuclear war planning and targeting, from war plans during the early Cold War to the creation of the first SIOP are particularly arresting. Besides using film footage of nuclear tests, summit meetings, and the like, the producers use, to good effect, images of government documents produced during all the phases of U.S. nuclear history, from the Cold War into the 1990s. Viewers even see the cover pages of documents that remain classified, such as the SIOP of the 1980s, although sometimes blurring the text to preserve secrecy.


Sandia director Thomas Hunter explains at the beginning of the film that one of the purposes of the documentary was to promote discussion of two questions: 1) what will be the role of nuclear weapons, and 2) what will be future requirements for nuclear weapons? The language on the film box, referring to the "timeless" relevance of nuclear deterrence, suggests that the producers of the film assumed that the answers would take for granted the necessity of nuclear weapons. This affirmative approach plainly fits Sandia's objective of assuring the reliability, safety and security of the U.S. nuclear arsenal. That the likely audience for the documentary was government and military officials might have reinforced the "don't rock the boat" approach, although such audiences probably have diverse views about the worth of nuclear weapons. Nevertheless, even after taking into account institutional bias, the limits of oral history, and inevitable errors and omissions in the coverage, the four disks achieve credible results in using interviews and other source material to recount a complex and consequential story.


Sandia also produced a classified version of "U.S. Strategic Nuclear Policy," for which the National Security Archive has submitted a declassification request. It probably includes information on targeting policy, nuclear weapons, warning systems, and strategic intelligence collection that the producers considered too sensitive to discuss in a public release. Certainly, viewers of the non-classified version will notice a few gaps, such as the non-discussion of satellite intelligence, although the CIA and the National Reconnaissance Office have declassified some of the basics years ago.