Continuación del día 21 de Octubre:
Fidel Castro continúa diciendo: Desde que llega a Camagüey, Hubert Matos se había dedicado a fabricar incondicionales: uno en el periodismo, otro en la estación de radio, otro en el Movimiento 26 de Julio. Y donde quiera que no había un incondicional no paraba hasta hacerlo saltar de su posición, porque no estaba preparando el camino de la patria, sino su propio camino, el de Hubert Matos.
Poco antes, el capitán Jorge Enrique Mendoza, había mencionado el caso de “Bebito” Martínez Izquierdo, designado Comisionado Provincial por mayoría de votos, y quien renunció porque después de la votación, el comandante se opuso y logró que se situara en el cargo a Joaquín Agramonte. La reacción que es hábil y aguda y anda fijándose en las debilidades de los revolucionarios, conocía la posición de Hubert Matos, sabía de su debilidad, que era el afán de publicidad y de encumbramiento, es decir, la ambición. De ahí que mientras se hacía campaña en contra de Camilo, contra el “Che”, contra Raúl, mientras se trataba de desprestigiar a los valores, a los más sólidos baluartes de esa revolución, endiosaban al vanidoso, para ver como podían contar con un “CABALLO DE TROYA”, dentro de la revolución y abrir brecha en ella.
¿Cuál era el pretexto?
El mismo pretexto que Díaz Lanz, el mismo pretexto que Urrutia.
No solo eso, en víspera de la traición de Díaz Lanz, Hubert Matos lo había visitado en su casa y nosotros guardamos silencio y lo pasamos por alto.
En vísperas de la traición de Urrutia, Hubert Matos había estado alentando los proyectos de Urrutia y Urrutia los propósitos de Hubert Matos.
¿Y a qué se dedicaba?
Se dedicaba a acusarnos de COMUNISTAS a nosotros. Siempre lo mismo que Díaz Lanz y Urrutia.
¿Para qué?
Para ganarse el halago y el apoyo de la reacción: el apoyo de cancillerías extranjeras.
Y así cuando considera que todo estaba listo planeó su gran trama.
Me envió una carta de renuncia y alegando una serie de razones.
También contesté la carta.
¿Había una conjura con un cuartel y qué pasó? ¿Qué hicimos?
Nos trasladamos a Camagüey.
Eso sí es tener confianza en el pueblo. Vengo sólo a Camagüey y me apeo en mi cuartel, que es la plaza pública: me apeo en mi cuartel que es la ciudad. Me bajo en el pueblo, porque yo sí creo en el pueblo.
No hubo que dar órdenes ni convocar a nadie. Lo demuestra el enorme gentío presente.
Se equivocaron los traidores, porque no contaron con el pueblo. Lo creyeron tan ingrato como ellos y perdieron.
Se confunden, creen al pueblo con ellos y por eso fracasan y triunfamos nosotros”.
-El Comandante Camilo Cienfuegos designó provisionalmente para el cargo de Jefe del Regimiento número Dos Agramonte al capitán Agustín Méndez Sierra, que lo acompañó en su viaje desde la capital.
-Detenido el periodista camagüeyano Faustino Miró, administrador del periódico “Adelante”, amigo del comandante Hubert Matos.
-La Dirección Provincial del Movimiento 26 de Julio se reunió designando como coordinador provincial al señor Mario Herrero Toscano, líder bancario, en sustitución del doctor Joaquín Agramonte, quien había presentado su renuncia. Más tarde Agramonte fue detenido.
Presentaron su renuncia conjuntamente con el comandante Hubert Matos, los siguientes militares rebeldes: Pedro R. Cruz Zamora, Filiberto Alvarez Zambrana, José López Ledón, Duny Pérez Alamo, Francisco Cabrera González, Jesús Napoleón Beker, Angel Rosendo Lugo, Julio Fernández Nieves, Gregorio Junco Díaz, Miguel Ruiz Maceira, Emilio Cosío Romeu, Edgardo Bonet Rosell, Rafael Acuña, Roberto Cobas Alvarez, Vivido Ignacio Teruel, William Lovaina Galdós, José Pérez Alamo, Dionisio Suárez Esquivel, Elvio Rivera Limonta, Carlos Alvarez Rodríguez, Rodosvaldo Llaurade Ramos, José de J. Cruz Orta, Mario Santana Basulto, Manuel Nieto Nieto, Pedro Ciro Rosabal Herrera, Claudio Musteller Montoya, Felipe Avilés Cosío, Danilo Castillo Castro, Roger Hernández Manganelly, Rafael Barrera López, Aníbal González Roque, Diosdado Tachines Vila, Pedro Armando Clareno, Rafael Berguery Herrera, Mario Guerra Badás, Ramón Bosque Alejo, Mario Franco Torras y Gerardo Arteaga Marín. Todos militares. A las dos de la tarde, partieron en un avión de la Compañía Cubana de Aviación, hacia La Habana, siendo internados más tarde en la Fortaleza de la Cabaña.
-Voló sobre la ciudad de La Habana, un avión piloteado por el comandante Pedro Luis Días Lanz, lanzando proclamas.
Todas las baterías de la ciudad abrieron fuego contra el avión y como consecuencia lógica de ese tiroteo, se produjeron varios heridos y un muerto.
Se acusó al comandante Díaz Lanz de bombardear la ciudad con su avión para después manifestar que EL IMPERIALISMO YANQUI ERA EL RESPONSABLE DE LOS HERIDOS Y MUERTO.
Según se evidenció después, el fuego graneado de las baterías del gobierno fue el causante de las desgracias, por falta de experiencia y su mala puntería que quedaron demostrada.
Todo el pueblo observó como Díaz Lanz tiraba sus hojitas de propaganda contra el régimen comunista de La Habana.
El Departamento de Prensa y Radio del Ejército ofreció el siguiente parte oficial: “Habiéndose propalado por distintos conductos la noticia de que el Quinto Distrito Militar y el Estado Mayor de la Marina de Guerra, habían sido bombardeados, este Depar-tamento oficialmente desmiente esta información por carecer de veracidad en lo absoluto, ya que en ambas dependencias militares reina la más completa normalidad, así como en los restantes mandos militares.
Con respecto a la aparición de un avión sobre nuestra capital, aproximadamente alrededor de las seis de la tarde, fue reportada rápidamente y se ordenó que tres aviones cazas levantaran el vuelo para localizarlo.
Al lanzar proclamas el avión pirata, le abrieron fuego con las ametralladoras calibre 50 que portaban los aparatos de la Fuerza Aérea Revolucionaria. También dispararon contra el avión de la Díaz Lanz, los carros patrulleros, la artillería situada en las azoteas de los edificios del gobierno y los barcos de guerra que se encontraban en la bahía de La Habana. Algunas de las ráfagas de ametralladoras fueron a dar a determinados lugares como el edificio próximo al café “Manzanares”, en la esquina de Carlos III e Infanta, donde pereció el señor Reinerio González García, al ser alcanzado por los proyectiles.
Hasta aquí el parte oficial del Departamento de Radio y Prensa del Ejército Rebelde.
Un grupo de comunistas manifestaron haber visto lanzar bombas del avión piloteado por Díaz Lanz. Los que declararon tal cosa se nombran: Mario Rodríguez, Rogelio Barrios, Zeida Hernández, Barbarito Hernández, Regla Torres, Joaquín Almora, Santiago Núñez y José Somoza.
La proclama lanzada por el comandante Díaz Lanz decía: “Cada día que pasa aparece una nueva mentira para calumniar y vejar a quien por amor a la patria y a la libertad más que a su propia vida, renunció a todo. No creo que el pueblo jamás pueda olvidar a José Martí, ese gran cubano que predicó siempre amor y benevolencia para con el prójimo, quien ni para sus propios enemigos albergaba en su corazón odios ni rencores.
Yo me honro en ser descendiente directo de José Martí.
Debo puntualizar primero que jamás he atacado a nadie en particular sino que he señalado y repudiado la infiltración comunista en el gobierno. Sólo por este hecho se me llamado traidor, desertor, cobarde, nepotista, etc., pero sin embargo, el propio Fidel el día que me acusó públicamente reconoció que el 70% de las armas que se llevaron a la Sierra Maestra y al Segundo Frente Frank País las llevé yo.
Esas armas no las llevé ni por Fidel ni por Raúl. Lo hice por Cuba, lo hice por devolver a mi patria la libertad perdida.
Yo he escuchado de los propios labios de Fidel Castro sus intenciones de introducir en Cuba un sistema como el que existe en Rusia. En mi presencia, en un vuelo de regreso de la Sierra Maestra, escuché como Fidel conversando con Núñez Jiménez, Alfredo Guevara y Celia Sánchez, les decía que él mantendría engañado al pueblo cubano mientras ganaba tiempo con el objetivo de organizarse militarmente y que entonces mataría si fuese necesario, no a un grupito sino a cuarenta mil personas para lograr su propósito.
Fidel se ha convertido en el nuevo dictador de Cuba, quiere introducir en nuestra patria un sistema político-social que se llama COMUNISMO. ¿Saben por qué Fidel está destruyendo la ECONOMIA NACIONAL sin importarle un bledo el hambre y la miseria que el pueblo de Cuba pueda pasar?
Porque pretende que todo pertenezca al ESTADO.
Fidel no ataca de frente. Ataca como los comunistas saben hacer...
Como buen CAMARADA utiliza el conocido sistema de destruir mediante la difamación de quienes se le oponen, aunque para ello tenga que descender y emplear la mentira y la calumnia pues según los comunistas: “El fin justifica los medios”.
Para concluir, sólo quiero decirle al pueblo de Cuba que le pido a Dios que Fidel rectifique y que reconozca a tiempo el daño que le está haciendo a Cuba.
A ti Fidel, sólo te digo que recapacites. Tienes aun la oportunidad de hacerlo y ser lo que en realidad nuestro pueblo cree ahora que eres. Renuncia a ser un dictador más en Cuba.
No crees más odios entre cubanos, respeta la sangre de nuestros mambises y la de nuestros compañeros que te dieron el poder y que no derramaron su sangre para que ahora introduzcas el COMUNISMO EN CUBA, conjuntamente con Raúl, Núñez Jiménez y el “Che”.
Con toda la gravedad y responsabilidad del caso te digo que si no te retractas y eliminas el comunismo, comenzaré a combatirte como combatí a Batista, Pedraza y demás camarillas enemigos de Cuba, porque tú, Fidel Castro Ruz, al igual que ellos, te has virado contra los altos destinos de nuestra Patria y has demostrado, con tu actuación indigna e hipócrita, ser el verdadero TRAIDOR A LA LEGITIMA REVOLUCION CUBANA”. Firmado, comandante Pedro Luis Díaz Lanz.
Veintidós de Octubre: Comparecencia del doctor Castro ante el programa “Ante la prensa”, en CMQ televisión.
A preguntas de los periodistas Fidel expresó: “Cada traición se convierte en un ejemplo patriótico del pueblo.
En horas de la tarde de ayer quedó ingresado en las prisiones militares de la Fortaleza de la Cabaña, en calidad de detenido el c. Hubert Matos conjuntamente con un grupo de militares.
Existían relaciones entre Díaz Lanz, Urrutia y Hubert Matos.
Los tres son individuos sin escrúpulos, llenos de ambiciones y con deseos de encumbrarse.
La tesis de Hubert Matos es la de los espadones: el COMUNISMO.
Hubert Matos pidió ser comandante del ejército rebelde.
La renuncia de los oficiales de Hubert Matos, fue hecha de acuerdo a un cartabón.
Vamos a entrenar a los obreros militarmente por zonas de sindicatos y a los campesinos por zonas de desarrollo”.
-El Canal 12 organizó un telemaratón como parte en la movilización nacional para la compra de armas y aviones.
-Designado presidente del Instituto Nacional del Turismo el señor José Puente Blanco.
-Llegó el ingeniero mexicano Antonio García Rojas que se encargará de la organización del departamento de petróleo en el Instituto Nacional de la Reforma Agraria.
-El Comité Ejecutivo del Colegio Médico Nacional, adoptó por unanimidad el acuerdo de declarar traidor al médico cubano Domingo Gómez Gimeráez, por haber aceptado la presidencia de la República en el exilio.
-El capitán Sebastián Arias, procedió a intervenir la estación de Radio C.M.H.O., propiedad del excongresista Juan Amador Rodríguez.
Veintitrés de Octubre: En unos cañaverales próximos a Sagua la Grande, provincia de Las Villas, una avioneta tuvo que realizar un aterrizaje forzoso siendo capturado por miembros de la policía rural, el piloto Evelio Pedraza Chávez.
-El Instituto Nacional de Reforma Agraria designó a los ingenieros Eduardo Santos Ríos, Silvio González y Emerico Castro Rodríguez, asesores de este organismo. También nombró al capitán José Antonio Arteaga y Hernández, Delegado Provincial para la provincia de La Habana.
-Carta de la esposa del comandante Hubert Matos.
“El único delito que ha cometido mi esposo ha sido presentar su renuncia; pedir que se le conceda su licenciamiento, para continuar su vida honesta de siempre en su hogar y en su escuela.
Mi esposo hubiera querido seguir sirviendo a esta causa pero estaba muy bien enterado de que él no cabía ya en el Gobierno.
El día 23 de julio había pedido al doctor Castro que le concediera el licenciamiento, pero en vista que pasaban los días y muy bien enterado de que se le estaba tejiendo una madeja para desmoralizarlo, quiso probar nuevamente y esta vez con carácter irrevocable. Esto precisamente fue lo que no le agradó al doctor Castro que aun no había tenido tiempo para encontrar pruebas y pensó “aunque sea sin pruebas”.
Entonces llamó al capitán Francisco Cabrera a las dos de la madrugada y le dijo: “Hazte cargo del regimiento; dentro de unas horas iré yo personalmente a destituir a Hubert Matos, porque es un traidor y está conspirando.”.
El capitán Cabrera con todo el civismo que lo caracterizaba, llamó a esa hora a mi casa saliendo yo al teléfono, porque mi esposo dormía y me dijo: “dígale a Hubert que le van a hacer una jugada”. Entonces mi esposo se levantó y se sentó a esperar la llegada de Camilo, no sin antes decirle a los oficiales que tuvieran serenidad y a los soldados, que no quería un solo tiro, pues no debían hacer resistencia. Ya desde hacía rato, las estaciones de radio de Camagüey estaban llamando al pueblo para que fuera detrás de Fidel, a “sacar el traidor de la madriguera”.
Todo se podía haber evitado, si se hubiera aceptado su renuncia.
No puedo dejar de mencionar a esos compañeros valientes, oficiales y soldados que no han abandonado a su querido Comandante, porque saben que no es un traidor, prefiriendo estar preso y hasta morir, para que se esclarezca la única verdad. Todos esos oficiales desean que se les permita expresar su pensamiento. Desean decir los motivos de su digna actitud.
Desconozco el motivo por el cual, se encuentran tanto mi esposo como todos los oficiales incomunicados y se les ha privado de su ropa con el fin de que ningún familiar pueda visitarlo.
No me permitieron siquiera entregarle un paquete que contenía efectos para su aseo personal.
Esta es una apelación más que hago apoyada en mi derecho de esposa y cubana”.
María Luisa Aguiar de Matos.
Veinticuatro de Octubre: El comandante Díaz Lanz, manifestó que él había sido el que voló sobre la ciudad de La Habana el pasado 21 de octubre, lanzando un manifiesto firmado por él, pero que su aparato había volado completamente desarmado y por tanto no podía haber ametrallado ni bombardeado al pueblo cubano.
Sobre el muerto y los heridos declaró Pedro Luis: “Las baterías antiaéreas del gobierno abrieron fuego cruzado contra mi avión y estos disparos fueron los que causaron las víctimas cubanas”.
Las autoridades americanas que examinaron cuidadosamente el avión del comandante Pedro Luis, revelaron que su compartimiento de bombas, estaba ajustado por un dispositivo permanente de equipaje que haría imposible que el aparato pudiera dejar caer bombas. Más aún, se encontró que los antiguos puestos de armas automáticas estaban perfectamente sellados haciendo imposible montar ametralladoras o cañones en ese aparato; ni presentar huellas por daños por fuego antiaéreo.
-Expulsado de la presidencia de la Asociación de Alumnos de la Escuela de Periodistas “Manuel Márquez Aterling”, el conocido periodista Pedro Leyva y en su lugar fue designado Manuel Pozo.
-Firmado un nuevo un nuevo tratado comercial y de pago entre los gobiernos de Cuba y España.
-Dos avionetas no identificadas realizaron nueva incursiones sobre La Habana, Marianao, Guanabacoa, y Cotorro, arrojando proclamas contra el régimen de Fidel Castro.
Veintisiete de Octubre: Frente al Palacio Presidencial se congregaron más de trescientas mil personas. Una multitud inquieta, militante, ofreció su apoyo al comandante Fidel Castro.
Entre los manifestantes aparecían los siguientes carteles:
“Fidel: Remoja, exprime y tiende”
“Yankees: la Reforma Agraria va”
“Fidel: fusila a los traidores”
“Fidel: sacude la mata”
“Niquero pide paredón”
“Pedimos fusilen a los esbirros presos”
Y muchos más por el estilo.
Se inicia el acto a las cinco de la tarde; el primer orador fue David Salvador Manso; a continuación ocuparon la tribuna: Osvaldo Dorticós, Rolando Cubela, Camilo Cienfuegos, Ernesto Guevara, Raúl Castro y por último el Primer Ministro que comenzó diciendo:
“Vengo a razonar y conversar con el pueblo.
No importan los desastres.
Sólo hay una fórmula para alcanzar la victoria y es valor.
El territorio americano sirve de base a los aviones que arrojan proclamas y niples sobre nuestro país.
No se sabe si es cinismo, desvergüenza o es indefensión absoluta para el pueblo de los Estados Unidos, el que las autoridades no puedan evitar esos vuelos, que salen de su territorio para agredir a Cuba.
¿Por qué nos atacan?
¿Por qué esa desfachatez?
¿Por qué esa tolerancia de las autoridades norteamericanas?
Porque defendemos al pueblo de los grandes intereses, de los monopolios, del pasado criminal...
Como no tienen nada de que acusar al Gobierno Revolucionario, como no tienen qué decir del Gobierno Revolucionario nos acusan de COMUNISTAS.
Los culpables no son sólo los que tiran las bombas, sino aquellos que los alientan, son los que como Pepín Rivero y el periódico “Avance”, han estado instigando al periodismo: los culpables son los traidores como Hubert Matos y el grupito que lo siguen.
El ataque es contra la Revolución, el ataque es contra las medidas revolucionarias; esas son las causas, ese es el por qué de las acusaciones de COMUNISTAS contra nosotros.
La prensa contrarrevolucionaria recogió todos los argumentos de Hubert Matos y de Díaz Lanz, acusándonos de COMUNISTAS.
Hacemos una revolución generosa, sin MANO DURA, con los enemigos de la revolución.
Es necesario defender la revolución y el pueblo tiene la palabra...
Voy a consultar con el pueblo sobre la reimplantación de los Tribunales Revolucionarios.
Los que estén de acuerdo que se establezcan los Tribunales Revolucionarios que levanten la mano”.
La multitud levantó la mano y gritó: PAREDÓN, PAREDÓN, PAREDÓN..
“Mañana se reunirá el Consejo de Ministros para discutir y decretar la Ley que restablezca los Tribunales Revolucionarios.
Que levanten la mano los que crean que los que invaden a nuestro país merecen la pena de fusilamiento...”
Gritos de PAREDÓN, PAREDÓN, PAREDÓN.
“Que levanten la mano los que crean que los que tripulan aviones sobre nuestro territorio, merecen la pena de muerte”.
Gritos de PAREDÓN, PAREDÓN, PAREDÓN.
“Que levanten la mano los que opinan que los traidores como HUBERT MATOS merecen la pena de muerte”
Gritos de PAREDÓN, PAREDÓN, PAREDÓN.
“Los que no crean en el pueblo que se marchen...
Los que no crean en la revolución, que se marchen...
Contamos con un pueblo que posee el valor suficiente para enfrentarse a todas las contingencias y le decimos a nuestros enemigos que vengan, que tiren bombas, que tiren metralla, que ataquen, que la nación se defenderá hasta la última gota de sangre.
Cuba no se dará jamás por vencida, cada casa será una fortaleza, que pelearemos en todos los frentes, que utilizaremos todas las armas y que sólo encontrarán quien intente apoderarse de Cuba, como decía el general Maceo: “El polvo de su suelo anegado en sangre”.
Tomado de "Historia de una Traicion" Parte XXI http://www.idealpress.com/330/Historia%20de%20una%20traicion.htm
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