Los profesionales cubanos Yandra Alayo Reyes y Leonardo Sánchez
Ortiz, de 32 y 43 años, respectivamente, abandonaron el programa Más
Médicos de Brasil para ir a residir a la ciudad de Miami.
Según el Diario de Pernambuco
los galenos vivían desde 2013 en una casa de Serra Talhada, municipio
del interior del estado de Pernambuco, junto a otro miembro de la misión
médica cubana, que no fue identificado.
El diario indicó que los médicos fueron especialmente discretos en su
fuga. Su compañero de residencia desconocía el plan, así como los
conocidos de la comunidad, de unos 80.000 habitantes.
Paula Duarte, responsable médica del municipio, declaró que los médicos "eran muy atentos con los pacientes".
La razón de la huida podría estar en el encabezado que se encuentra en el sitio de Yandra Alayo en Facebook.
La joven doctora ha estampado la frase: "Cansa… Dar o máximo de nos e
não receber nem a metade" (Cansa… dar el máximo de nosotros y no recibir
ni la mitad).
El texto aludiría a lo que ha sido el reverso escandaloso de la
política médica cubana: el lucro exagerado que obtiene el castrismo al
apoderarse de la mayor parte de los salarios que ganan los médicos
enviados al exterior.
Yandra Alayo y Leonardo Sánchez integraban contingente de más de
11.000 médicos cubanos que sostiene el programa Más Médicos, con el que
el Gobierno de Dilma Rousseff ha mejorado el acceso a la salud de
millones de brasileños.
Mientras son desconocidos los beneficios que obtiene el Estado cubano
de sus misiones médicas en Venezuela, Bolivia o Angola, los que
consigue de Brasil son públicos.
Por cada médico, el Gobierno brasileño entrega a La Habana un total
de 10.000 reales, de los cuales el Estado cubano da al médico contratado
2.400, menos del 25%. Mientras los hospitales de Cuba sufren un
profundo deterioro y los ingresos medios del país no superan los 25
dólares, es desconocido el destino de la cuantiosa cifra ingresada por
el castrismo.
El diario español El país denunció días atrás el trasfondo oneroso que para los médicos tiene la estrategia del Gobierno cubano. En "Verdades de la diplomacia médica cubana",el
autor, Alejandro Tarre, señaló el desnivel entre el salario mensual del
médico y los ingresos que por ese profesional recibe el Estado.
En Venezuela el pago a Cuba por cada médico ronda los 10.000 dólares
mensuales en tanto los ingresos del profesional no llegan a 400 dólares.
Los servicios son pagados por Caracas principalmente con petróleo.
Pero no solo padecen los médicos cubanos un hondo saqueo de sus
salarios, en muchas ocasiones son además albergados en condiciones
penosas que pueden llegar a ser peligrosas para la salud y la vida.
Menos de un mes atrás se conoció que tres médicos cubanos murieron en
Argelia, supuestamente asfixiados por el gas de un calentador de agua
en malas condiciones.
Mientras la prensa oficial cubana difundía noticias sobre la visita
de Raúl Castro al país africano, el trágico incidente fue silenciado sin
ningún pudor.
Los grupos favorecidos de las misiones médicas cubanas exaltan los
beneficios que produce un profesional de la Isla, mientras silencian la
condición material que los lleva a sitios apartados del mundo, en
pésimas condiciones de vida y seguridad, todo ello por un salario
irrisorio que representa no obstante, cuando menos, seis veces el que
perciben en la Isla.
El salario en Cuba de un médico con doble especialización es del equivalente a 66 dólares al mes, según los datos oficiales.
Los médicos Yandra Alayo y Leonardo Sánchez son la expresión visible
de una trata humana organizada por un gobierno en su beneficio y
aprovechada por otros gobiernos que, con su silencio, se convierten en
cómplices despreciables.
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