Jorge Fausto Espinosa (izq.), identificado como cabecilla de la red, y Manuel López, encausados por estafar a seguros de viviendas. |
Por Daniel Benítez
Dos recientes casos de estafas millonarias a seguros de casas y salud
tuvieron entre sus protagonistas principales a varios cubanos
residentes en el sur de la Florida, quienes encontraron la vía para
llenarse los bolsillos de dólares y comprar autos, casas y obras de
arte.
La Fiscalía de Miami, junto a varias agencias de la ley revelaron al
unísono esta semana dos complicados esquemas de fraude y anunciaron la
detención de 36 personas en total, la mayoría nacidos en la isla.
Las estafas suman superan los $13 millones de dólares.
En el primero de los casos se trataba de una red dedicada a incendiar
o inundar casas con el objetivo de cobrar el seguro correspondiente. Su
máximo cabecilla fue identificado como Jorge Fausto Espinosa, de 60
años, quien era el dueño de una compañía encargada de tasar propiedades
dañadas por diversos motivos para luego hace el reclamo a las
aseguradoras.
Especialista en fuegos e inundaciones
Espinosa fue identificado como la pieza fundamental de esta cadena y
era el enlace entre el propietario que efectúa un reclamo y las
aseguradoras. Las autoridades también determinaron que el acusado
trabajaba con varios reclutadores y personas encargadas de buscar
interesados en quemar sus casas o inundarlas con el objetivo de hacer
reclamos falsos.
Un vez identificados los “clientes potenciales” en esta red de crimen
organizado, Espinosa visitaba las casas, las inspeccionaba y leía sus
pólizas para determinar lo que resultaba más factible: si un incendio o
una inundación. Tras este paso se concretaban los detalles y cumplía lo
acordado con la ayuda de una o más personas.
La supuesta “víctima” contrataba entonces sus servicios y la compañía
Nationwide Adjusters. proppiedad de Espinosa, se encargaba de realizar
el reclamo. En caso de que la aseguradora disputara en corte o comenzara
a hacer preguntas Espinosa contaba con la ayuda de uno o dos abogados
del bufete Montesano&Perez, PL, quienes estaban enterados de todo el
esquema fraudulento, según las autoridades.
Las autoridades contaron con un informante clave para obtener gran
parte de la información necesaria para proceder con la acusación ante
los tribunales.
Viviendas afectadas
En un documento de 52 páginas, la fiscalía estatal explicó que entre
el 7 de julio de 2007 y el 20 de marzo de 2013 en total se incendiaron
20 casas y se inundaron cinco en los condados de Miami Dade, Lee,
Collier, entre otros. En uno de los fuegos provocados en la ciudad de
Naples resultó herido un bombero.
Entre las viviendas supuestamente afectadas estuvo la del propio
Espinosa, quien reclamó daños por inundación superiores a los reales.
Recibió un pago en esa ocasión de $69,739 dólares.
Según la Fiscalía, las aseguradoras pagaron en total más de $7
millones de dólares. Espinosa le cobraba a sus “clientes” el 20 por
ciento de lo que recibieran por parte del seguro.
Sin embargo, esta no era la primera vez que el acusado se encuentra
en problemas con la ley, de hecho enfrenta cargos similares por un
operativo realizado el año anterior, por lo cual se mantiene en arresto
domiciliario.
Los otros acusados son: Erlis Chercoles, de 43 años; Seth Horton, de
26; Yaima Sanchez, de 27; Ileana Sanchez, de 47; Marianela Hernandez,
de 33; Joel Macineiras, de 42; Argelio Menendez, de 56; Jose Menendez,
de 50; Manuel Lopez, de 39; Roberto Leon, de 41; Jose Pinero, de
49; Francisco Pineiro Gonzalez, de 39; Raudel Garcia, de 49; Lourdes
Sarmiento, de 50; Maray Lopez, de 41; Yaniel Alvarez, de 33; Guenther
Beer, de 67; Barbara Diana Beer Rivero, de 50; Alba Lucia Vargas, de
37; Daniel Lopez Acevedo, de 34; Nelson Fernandez, de 39; Angel Lopez,
de 41; Fausto Marimon, de 37; Yanelis Gil, de 31; Jorge Antonio Pous, de
43; Lisvan Say, de 38; Camilo Avila, de 46; Janet Alamo, de 31; Roberto
Suarez Medina, de 47; y Servito Amado Morales, de 43.
De ser hallados culpables, los acusados podrían encarar penas de hasta 30 años de cárcel.
Robando medicinas
En la segunda estafa
están implicados un doctor y cuatro personas que supuestamente
orquestaron un lucrativo negocio de tráfico de medicamentos para
agenciarse más de $6 millones de dólares.
Los arrestados en este caso fueron el ginecólogo Rafael Prats, de 61
años, Dax Osle, de 41; Jose Capote, de 38; y Yulia Martinez, de 31 y una
quinta persona de la que no se ofreció su identidad, pero que pudiera
ser el líder de todo el esquema.
Según la policía de Miami Dade, durante el operativo se decomisaron
$3.5 millones de dólares en efectivo y más de un millón en obras de arte
y autos, entre ellos un Rolls Royce.
El fraude radicaba en
que estas personas le compraban a pecientes los medicamentos recetados y
luego los revendían a las farmacias. El problema es que muchos de esos
medicamentos eran pagados por los contribuyentes a través de programas
como el Medicare y el Medicaid, además de seguros de salud privados.
Los sospechosos
operaban desde una farmacia ubicada en el 7175 del suroeste y la 47
calle, en Miami. Entre las medicinas que entraron en el negocio ilícito
estaban algunas destinadas para el tratamiento del cáncer y el VIH.
Como parte del operativo las autoridades entraron a una propiedad
valorada en $700 mil dólares, ubicada en el 10755 del suroeste y la 34
calle, la cual según récord públicos pertenece al doctor Rafael Prats.
Ola de estafas
En este caso las autoridades aun buscan a otro sospechoso identificado como Cándido Polo.
Los casos de estafas a seguros de propiedad, fraudes a programas
médicos y robos de identidad de tarjetas de créditos han experimentado
una espiral el área de Miami, en su mayoría protyagonizado por cubanos
de las recientes olas migratorias.
El pasado abril, en el vecino condado de Palm Beach, cuatro cubanos
fueron encausados y comparecerán a juicio en los próximos días por
formar parte de una red de robo de identidad y tarjetas de crédito en el
sur de la Florida.
El próximo mes también será sentenciado en un tribunal de
Connecticut, Amed Villa, el quinto de los cubanos residentes de Miami
que protagonizaron el mayor robo de medicinas y equipos médicos en la
historia de Estados Unidos en el 2010.
Los cubanos hallados culpables por delitos graves -residentes legales
en Estados Unidos- son posteriormente considerados deportables. La
orden de deportación no se ejecuta regularmente debido a que no existe
un acuerdo de extradición vigente entre ambos países.
Unos 35 mil cubanos tienen orden final de deportación en Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario