GUANTÁNAMO,
Cuba. –El éxodo de profesionales cubanos de la salud no se detiene y el
Ministerio de Salud Pública (MINSAP) al parecer, ha decidido actuar
para contrarrestar un fenómeno que perjudica los servicios internos,
pero mucho más los ingresos del país.
Por los correos electrónicos de los profesionales de la salud ha
venido circulando un documento atribuido a la alta dirección del MINSAP,
donde se plasma la nueva política a aplicar en el sector, adoptada en
una reunión celebrada a mediados de marzo de este año. Este hecho fue
confirmado a CubaNet por un funcionario de la Dirección Provincial de
Salud Pública en Guantánamo, cuya identidad no revelamos por razones
obvias.
El documento consta de 18 indicaciones. Las tres primeras están
centradas en la reorganización de los servicios y la reubicación de los
profesionales, como resultado de la revisión de las plantillas realizada
el año pasado.
Las 15 restantes están dirigidas a enfrentar el éxodo de
profesionales de la salud mediante los contratos privados u otras vías y
a orientar las medidas a aplicar en cada caso.
El documento
Una de las más polémicas, la disposición número 4, establece que hay
que relevar a los médicos cubanos que se hallan en Angola, pero sin
incrementar la colaboración con dicho país, hasta que sus autoridades no
dicten medidas que desestimulen la contratación de profesionales
cubanos en clínicas privadas o institucionales.
Otra medida, la 5, orienta retirar el pasaporte, en el mismo
aeropuerto, a los profesionales que regresen luego del cumplimiento de
una misión.
Las medidas 6, 7 y 8 pretenden lograr que las clínicas privadas de
otros países contraten a los médicos cubanos a través del MINSAP,
organismo que se atribuye el derecho de revisar el contrato individual
del profesional, obviamente para que éste pague el tributo
correspondiente al gobierno y de ningún modo reciba la totalidad del
dinero que le corresponde por el salario acordado.
La medida número 10 orienta concluir el proceso de inhabilitación de
los títulos de 211 profesionales que abandonaron sus servicios sin estar
autorizados y la 11 orienta a la viceministra que atiende el área de
Relaciones Internacionales del MINSAP que realice un estudio de las
normas vigentes en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de
la Salud (OPS), relacionadas con la migración de profesionales del
sector.
El castigo a las “indisciplinas”
La norma 12 considera una indisciplina grave que un profesional de la
salud no regrese al país al término del cumplimiento de su misión sin
causas justificadas, comprobadas por el MINSAP, y orienta la medida de
separación definitiva del trabajo a quienes incurran en dicha conducta,
con la posterior inhabilitación del título.
Por su parte la norma 13 ordena la formación de expedientes de
inhabilitación a los profesionales que violen los procedimientos
establecidos para salir del país. Si alguno de ellos se arrepiente y
regresa, la disposición 14 orienta que no puede ser reubicado en su
anterior centro de trabajo sino en uno de inferior categoría.
Otra jaula para el ejército de las batas blancas
Las normas 16 y 17 del documento están dirigidas a la promoción de
encuentros con los embajadores de los países hacia donde más viajan los
profesionales cubanos de la salud con el objetivo de lograr que se
desestimule su contratación.
Esa misma orientación la han recibido los jefes de brigadas médicas y
embajadores cubanos. Esto, además de una intromisión en asuntos
internos de otros países, indica una de las aristas hasta ahora
disimuladas de la colaboración médica cubana, que no es otra que la de
ejercer presión sobre los países receptores de este tipo de servicios
para que sean leales a la política del régimen, lo cual queda
establecido claramente en la indicación número 4 con respecto a Angola.
Por último, la número 18 establece una coordinación mensual entre el
MINSAP y la Dirección de Identificación, Migración y Extranjería del
Ministerio del Interior para que este informe al MINSAP sobre los
médicos que salen del país, así como de aquéllos que han iniciado
trámites con dicho objetivo, para adoptar las medidas pertinentes.
Ser profesional de la salud en Cuba, una ventaja dudosa
Las medidas antes mencionadas evidencian la dudosa ventaja de ser un
profesional de la salud en Cuba, aunque lo mismo pudiera decirse con
respecto al resto de los profesionales.
Empeñado en dotar al país de personal calificado, el gobierno nunca
se preocupó por estimular de forma estable el esfuerzo de los
profesionales. Eso explica el éxodo masivo de estos hacia el extranjero y
otras labores mejor retribuidas, con la consiguiente pérdida social.
En pleno albor del siglo XXI, prestigiosos profesionales cubanos han
sido sometidos a una explotación financiera que ni el más feroz de los
capitalistas se habría atrevido a aplicar. Retribuidos con salarios
miserables, muchas veces firman los contratos leoninos que les ofrece el
gobierno para que trabajen en el extranjero, pues es la única
posibilidad que tienen de mejorar su vivienda, o hacerse de una,
adquirir un auto o tener algunos ahorros para su jubilación.
Al hacerlo, a un costo familiar a veces irreversible, dañan su
libertad y autoestima en beneficio de un gobierno para el que solamente
son una fuente de ingresos que permiten seguir sometiendo al pueblo.
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