viernes, marzo 27, 2015

Lee Kuan Yew: Un verdadero líder histórico y lo que hizo por su país

Singapur/ Google Earth
Cuba Encuentro

Lee Kuan Yew y el Singapur moderno

therealsingapore.com
Acaba de fallecer, a los 91 años, Lee Kuan Yew, líder histórico de Singapur, quien llevó a esa ciudad-Estado “del Tercer Mundo al Primero”, como dicen sus memorias, desde las condiciones coloniales de los sesenta del siglo pasado a los impresionantes niveles de desarrollo y modernidad que exhibe en nuestros días.
Con 63 pequeñas islas y 697 Km2 en total (Miami-Dade es 7,23 veces mayor, Cuba 163 veces), sin petróleo, recursos naturales ni agricultura, y escasa agua potable, Singapur disfruta de un PIB per cápita de $62.400. Compárese con Luxemburgo ($77.900), Suiza ($54.800), EEUU ($52.800), Australia ($43.400), Suecia ($40.900), Cuba ($10.200), Honduras ($4.800) y Haití ($1.300), para tener idea de lo que representa.
La brigadita de respuesta rápida digital, antes de comenzar a vociferar para desprestigiar, porque les duele lo que escribo, debería informarse sobre Singapur y Lee Kuan Yew, pero no en Ecured, enciclopedia del régimen. Encontrarán más y mejor información en The World Factbook, publicación continuamente actualizada por la “diabólica” Agencia Central de Inteligencia de EEUU, aunque consultar esa fuente le daría urticaria al triste y tétrico trío castrista formado por uno con vocación de payaso que cambia seudónimos olvidando que aunque la mona se vista de seda…; otro que logra leer y escribir, pero no entender, y dice lo que se le ocurre, con menos imaginación que Nicolás Maduro; y un hombre nuevo que habla y hasta piensa con faltas de ortografía: pandillita mediocre que defiende el socialismo próspero y sustentable que nunca llegará.
Lee Kuan Yew no fue un demócrata ni estableció un Estado de Derecho en Singapur en el sentido occidental de estos conceptos, aunque en el país existan economía de mercado, diferentes partidos políticos, y se celebren elecciones cada cinco años. Leyes arbitrarias regulan excesivamente la conducta de sus ciudadanos, aunque es una de las ciudades más limpias y seguras del mundo, y un país donde los narcóticos y la corrupción se castigan muy severamente. Comparado con los dictadores de China, Corea del Norte, Vietnam, Irak, Libia, Siria, Zimbabwe y Cuba, Lee parece un Thomas Jefferson. Por otra parte, hace más de veinte años (¿dónde estaría el triste trío entonces?) leí una entrevista a Lee donde justificaba la masacre de Tiananmen con valores culturales asiáticos: “en China no se le puede faltar el respeto al emperador”, decía, refiriéndose a Deng Xiaoping.
Una valoración política de Lee en cuanto a libertades y derechos en Singapur reúne acciones democráticas con otras excesivamente autoritarias no bien vistas en Occidente, que considera al país “parcialmente libre” por la restricción de libertades y violaciones de derechos humanos. Sin embargo, gracias al desarrollo económico y social que Lee logró para su país es visto como un líder respetable que resulta admirado mundialmente. Su agudo pensamiento estratégico era difícil de igualar. Al decir de Henry Kissinger, con quien los castristas no simpatizan, ningún líder mundial con los que se había reunido durante medio siglo le había enseñado más que Lee.
Electo Primer Ministro en el lejano 1959, hablaba perfectamente inglés, chino mandarín y malayo, y recibió un Singapur subdesarrollado y repleto de problemas, entre ellos hambre e insalubridad, que en 1963 se separó de Inglaterra siendo parte de Malasia, y logró la independencia en 1965. Hasta 1990 Lee Kuan Yew fue Primer Ministro.
Actualmente, el Singapur independiente fundado por él, considerado “padre de la patria”, mantiene altísimos niveles de esperanza de vida (84 años), mortalidad infantil de 2,53 por mil nacidos vivos, y 96 % de alfabetización, en un país que habla varios idiomas por el origen nacional de sus habitantes. Obtuvo en 2013 un producto interno bruto de 339 mil millones de dólares, y es un centro financiero de talla mundial. Su puerto es de los más desarrollados del orbe, segundo mundial en tonelaje de cargas y contenedores movidos, el de mayor número de operaciones de embarcaciones, y el mayor centro de reposición de provisiones y combustibles del mundo. Es metrópoli líder intelectual del sudeste asiático, sede de importantes hospitales de la región, y locación preferida para conferencias sobre temas internacionales. PSA International, de Singapur, obtuvo en 2011 el contrato de administración del súper-puerto cubano de Mariel, hoy lleno de telarañas por la “sabia” política de la dictadura cubana.
Lee Yuan Kew supo echarse a un lado voluntariamente y dar paso a políticos más jóvenes, y aunque siempre tuvo influencia moral en el gobierno, nunca fue freno ni “serruchó el piso” a quienes le sucedieron. A la edad de 67, para dar paso a una nueva generación, renunció. Fue designado Senior Minister por el nuevo primer ministro, que tenía 49 años al asumir el cargo y que a los 63 renunció, en 2004, también dando paso a nuevas generaciones. El actual primer ministro es un hijo de Lee Kuan Yew, que ocupó el cargo a los 52 años y designó a su padre Mentor Minister y al saliente primer ministro Senior Minister, para aprovechar la experiencia de ambos. Ahora, con 63 años, habrá que ver si en las elecciones de 2017 mantiene el espíritu del difunto padre y también abre paso a nuevos políticos.
¡Cuántos “líderes” que se creen “históricos”, mucho más autoritarios y represivos que Lee Kuan Yew, se aferran al poder hasta la muerte, cierran las puertas a las nuevas generaciones, y entierran sus países y el futuro en las peores miserias y las mayores necesidades, fracasando tanto en alcanzar libertades como desarrollo!
Si el apellido Castro viene a la mente, no será por pura coincidencia.

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