Cubanos deportados en 1997. |
Por Wilfredo Cancio Isla
Estados Unidos mantiene inalterable su política de deportación de
ciudadanos cubanos y continuará sus esfuerzos en la devolución de
criminales convictos que constituyen prioridad en los listados de
repatriación, dijeron autoridades federales.
“La política de repatriación de cubanos con orden final de
deportación no ha cambiado. Las operaciones del Servicio de Inmigración y
Control de Aduanas (ICE) se mantienen funcionando de la misma forma”,
dijo Bárbara González, consejera principal del ICE para América Latina.
Interrogada por CaféFuerte sobre si se ha producido alguna
modificación en el procedimiento para procesar casos de deportación
después de las dos rondas de conversaciones entre delegaciones de
Washington y La Habana, la respuesta de González fue tajante: “No, todo
sigue igual”.
Las estadísticas del ICE sobre cubanos enlistados para repatriación
datan del 2014. En total hay 34,525 cubanos con orden final de
deportación, de los cuales solo 110 permanecen bajo arresto por motivos
de seguridad. Los restantes 34,415 están excarcelados y deben reportarse
regularmente a las autoridades de inmigración.
Cifras crecientes
Pero las cifras pudieran ser superiores debido al creciente número de
nacionales cubanos que cumplen condenas por delitos graves son
inmediatamente enviados ante un juez de inmigración para dictaminar
sobre su deportación, entre ellos numerosos emigrados en años recientes y
vinculados a delitos como tráfico humano, fraude al Medixare y robo de
tarjetas de crédito.
La suerte de los cubanos deportables emergió nuevamente como tema de
discusión pública luego del anuncio hecho por Barack Obama y Raúl
Castro, el pasado 17 de diciembre, para restablecer las relaciones
diplomáticas entre ambos países.
Debido a la inexistencia de relaciones diplomáticas y de un acuerdo
de repatriación, los cubanos no son deportados a su país tras cumplir
sentencias en cárceles estadounidenses. Pero el radical giro en las
relaciones bilaterales ha comenzado a preocupar a muchos de ellos que
han residido en Estados Unidos por décadas y pudieran verse afectados a
mediano o largo plazo si ambos gobiernos establecen un acuerdo para
repatriación.
No hay indicios de que el asunto de los deportables cubanos estuviera
en la mesa de negociaciones en los encuentros sostenidos en La Habana,
el pasado enero, y en Washington, el 27 de febrero. Pero fuentes del
Departamento de Estado aseguran que el asunto ha sido abordado en las
charlas migratorias bilaterales, restablecidas durante la administración
Obama.
Acuerdo de 1984
De todas formas, expertos y abogados de inmigración consideran que
para Estados Unidos no será nada fácil un proceso de deportación masiva
de cubanos, tanto por las implicaciones para miles de personas sin
vínculos familiares en la isla como por las dificultades de Cuba para
reintegrarlos a la sociedad.
“No deben esperarse deportaciones masivas a Cuba, mucho menos
tratándose de personas que llevan viviendo por lago tiempo en Estados
Unidos”, consideró el abogado de inmigración Willy Allen. “Cuba tampoco
puede asimilarlos por razones económicas”.
Las autoridades del ICE reconocen que el gobierno de Cuba acepta con
alguna regularidad casos de repatriación, en virtud de un acuerdo
establecido durante la administración de Ronald Reagan, en 1984.
Como parte de ese acuerdo, 2,746 cubanos fueron colocados en una
lista de deportación, cuyos nombres no fueron nunca publicados. Son los
llamados “excluibles”, muchos de ellos participantes en los violentos
motines de Fort Chaffee, Arkansas, en 1980, y de Atlanta, Georgia, y
Oakdale, Louisiana. en 1987.
Marielitos deportados
De ese grupo, hay unos 200 pacientes mentales que fueron enviados al
Hospital Elizabeth, en Washington, y están protegidos por razones
humanitarias.
Hasta el momento, de los 2,746 cubanos enlistados como deportables,
1,999 fueron ya enviados de regreso a la isla. Alrededor de 700
marielitos que permanecían encarcelados a pesar de haber cumplidos sus
condenas tuvieron que ser liberados tras una trascendental decisión del
Tribunal Supremo de Estados Unidos, en el 2005, la cual prohibió las
detenciones indefinidas de personas que no podían ser devueltas a sus
países de origen.
De acuerdo con ICE, durante los últimos 30 años, han sido además
repatriados a Cuba 11 ciudadanos que no llegaron a Estados Unidos
durante el éxodo del Mariel. De ellos, seis estaban en la lista de 1984,
pero no habían llegado por el Mariel.
Sin embargo, las autoridades federales reconocen que el gobierno de
Estados Unidos tiene “poco control sobre los casos que el gobierno de
Cuba acuerda aceptar de vuelta”, incluidos aquellos criminales que se
encuentran en la lista de prioridades del Departamento de Seguridad
Territorial (DHS).
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