jueves, enero 29, 2015

Human Rights Watch denuncia represión en Cuba - World Report 2015

Cuban security personnel detain a member of the Ladies in White group during a protest on International Human Rights Day, in Havana on December 10, 2014. © 2014 Reuters
El gobierno de Raúl Castro continúa reprimiendo el disenso y desincentivando la crítica pública. Mientras que, en años recientes, el gobierno cubano ha apelado con menos frecuencia a sentencias prolongadas para castigar a sus críticos, en el mismo período se incrementó significativamente la cantidad de detenciones arbitrarias por períodos breves de defensores de derechos humanos, periodistas independientes y otros críticos. Otras tácticas represivas empleadas por el gobierno incluyen golpizas, actos públicos de denigración y despidos.
En diciembre de 2014, el Presidente Barack Obama anunció que Estados Unidos normalizaría las relaciones diplomáticas con Cuba y moderaría las restricciones a los viajes a la isla y el comercio con esta, a cambio de varias concesiones por parte del gobierno cubano, incluyendo el compromiso de liberar a 53 presos políticos y permitir que representantes de organismos internacionales de defensa de derechos humanos visitaran la isla.

Detenciones arbitrarias y encarcelamiento por períodos breves

El gobierno sigue llevando a cabo detenciones arbitrarias para hostigar e intimidar a personas que ejercen sus derechos fundamentales. La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) —una organización independiente de derechos humanos que el gobierno considera ilegal— recibió más de 7.188 denuncias de detenciones arbitrarias entre enero y agosto de 2014, lo cual representa un drástico incremento en comparación con las cerca de 2.900 recibidas en 2013 y las 1.100 en 2010 durante el mismo período.
Los funcionarios de seguridad casi nunca presentan órdenes judiciales para justificar la detención de críticos, y los amenazan con la posibilidad ser condenados penalmente si continúan participando en actividades “contrarrevolucionarias”. En algunos casos, los detenidos son liberados tras recibir advertencias oficiales, que luego los fiscales pueden utilizar durante procesos penales posteriores para mostrar que existe un patrón de conducta delictiva. Los disidentes afirman que estas advertencias buscan disuadirlos de participar en actividades que se consideran críticas del gobierno.
A menudo se practican detenciones preventivas para evitar que personas participen en marchas pacíficas o en reuniones para debatir sobre política. Por ejemplo, en los días previos a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se desarrolló en La Habana el 28 y 29 de enero de 2014, al menos 40 personas fueron detenidas arbitrariamente, y 5 debieron permanecer bajo arresto domiciliario hasta la conclusión de la conferencia, según la CCDHRN.
Es común que integrantes de las Damas de Blanco —una organización, que el gobierno considera ilegal, fundada por esposas, madres e hijas de presos políticos— sean detenidas antes y después de asistir a la misa de domingo. El 4 de mayo, por ejemplo, más de 80 mujeres fueron detenidas a lo largo de la isla antes de asistir a misa. El 13 de julio, 129 integrantes de la organización fueron detenidas cuando se preparaban para acudir a ceremonias conmemorativas de los cubanos que perdieron la vida intentando abandonar la isla en 1994.
Es común que los detenidos sufran golpizas, reciban amenazas y permanezcan incomunicados durante horas o incluso días. El ex preso político Guillermo Fariñas, quien fue puesto bajo prisión domiciliaria mientras se llevaba a cabo la conferencia de la CELAC y luego fue arrestado cuando intentó salir de su vivienda, denunció que sufrió la factura de dos costillas y otras lesiones debido a golpizas que recibió mientras estaba detenido. Yilenni Aguilera Santos, una integrante del movimiento Damas de Blanco en Holguín, denunció que sufrió la perdida de un embarazo a causa de una violenta golpiza propinada por agentes de seguridad tras ser arrestada cuando se dirigía a misa el 22 de junio.

Presos políticos

Incluso luego de que decenas de presos políticos obtuvieran la libertad condicional en diciembre de 2014, decenas más permanecen en las cárceles cubanas, según organizaciones locales de derechos humanos. Estos grupos estiman que habría más presos políticos, cuyos casos no pueden documentar debido a que el gobierno impide que organizaciones de derechos humanos independientes nacionales o internacionales ingresen a las prisiones.
Los cubanos que critican al gobierno siguen expuestos a la amenaza de ser perseguidos penalmente. No se les reconocen las garantías de debido proceso, como el derecho a ser oídos en audiencias públicas y con las debidas garantías por un tribunal competente e imparcial. En la práctica, los tribunales están “subordinados” a los poderes ejecutivo y legislativo, lo cual impide que exista una independencia judicial genuina.

Libertad de expresión

El gobierno controla todos los medios de comunicación existentes en Cuba y restringe fuertemente el acceso a información que provenga del extranjero, lo cual socava gravemente el derecho a la libertad de expresión. Sólo una proporción ínfima de la población cubana tiene posibilidad de leer páginas web y blogs independientes debido al acceso limitado a Internet y a su elevado costo. Si bien personas que viven en ciudades como La Habana, Santiago de Cuba o Santa Clara cuentan con acceso a Internet, aquellas que viven en zonas más rurales no tienen posibilidad de acceder a Internet.
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