Por Andrés Pascual (1ero de una serie de 4 para contar la historia verdadera)
Antes, entre 1962 y 1989, no puedo afirmar qué
sucedió después, mencionar el nombre de cualquier jugador de pelota o
boxeador profesional que viviera o que hubiera muerto fuera de Cuba, no
era “tabú” al estilo convencional, sino una causa penalizada con 1-3
años por “desacato a la autoridad”, que implicaba solapadamente
“diversionismo ideológico”, que de diversión por entretener solo lo que
pudieras “inventar” en prisión para “pasar los días de asueto”.
Diversionismo era en los años “malos”, CUANDO HUBO
REPRESIÓN, en el mejor lenguaje castrocomunista, conducta equivocada de
un desviado ideológico que intenta “convertir” a otros; es decir,
proselitismo contrarrevolucionario.
Con respecto al juego y su trascendencia, la llegada a
Cuba de Preston Gómez en 1969 significó “algo”; después irían, por
gestiones de políticos del partido demócrata como Munskie, Oliva, Tani,
Campy, Tito Fuentes (su padre era militante del PSOP, comunista de antes
y chofer de Blas Roca o de Jesús Menéndez, no recuerdo de cuál de los
dos), Zoilo Versalles…en 1972 ó 73 estuvo José Legrá; Ultiminio fue
hasta 1965 para gestiones de “apertura del camino” por su padre palero.
Willy regresó en 1995, al borde de la muerte, para visitar la tumba de
sus padres y de su hermano Raúl. Bobby Maduro integró la comitiva del
DIALOGO DE LOS 78, pues estuvo en La Habana con Bernardo Benes para
preparar las conversaciones y el acercamiento.
Castro le robó el yate a Ted Williams, pero el hombre
volvió después de 1961 entre 8 y 10 veces a pescar. Josephine Baker
bailó en La Habana en 1966 y el francés Jean Ferrat también actuó allí. A
estrenar LOS GUAPOS durante los 70’s fue Claudia Cardinale. Y Alain
Delon a que le practicaran una pequeña operación en un pie. Paloma San
Basilio tuvo negocios con la tiranía, para lo que utilizó a un hermano,
Carlos, que murió en un accidente de aviación en Oriente. Roberto
Clemente hubiera ido en 1973, le hizo la promesa a Castro a través de
Serbio Borges en Nicaragua, pero sucedió el accidente.
Cuando Steinbrenner creyó lo que Castro le dijo, que
sus jugadores serían Yankees en las Mayores, hizo maravillas para
“violar el embargo”, incluso mandó una comitiva técnica a La Habana, que
incluyó a Whitey Ford, para que le dieran clínicas a los pitchers,
corría 1976. Castro jugó con el individuo y lo exprimió.
Al mexicano Alejo Peralta y a la gerencia de los
Dodgers (escogidos con los Yankees por Ford y Carter para establecer la
diplomacia del beisbol) los dejó en el hollejo. Peralta mandó al club
León (de su propiedad como los Tigres de México del beisbol) a jugar con
la selección castrista de balompié en la Tropical o en el Cerro, no
recuerdo; los profesionales visitantes ganaron 1-0 por gol del uruguayo
Washington Etchamendi, fue en 1974.
Una vez Omar Torrijos llevó a Roberto Durán, casi
nadie lo supo y Don King estuvo acompañado de Sugar Ray Leonard. Luis
Manuel Rodríguez también fue a La Habana porque desviaron un avión y
casi se muere de los nervios. Miguel Aceves Mejías también fue por otro
desvío de avión.
Toña la Negra fue un regalo de López Portillo, cantó
dos números en el “PALACIO DE LA ROBOLUCIÓN” y se fue sin saludar al
tirano. En otra comitiva, la de Leonel Fernández, estuvo Juan Marichal,
ni se mencionó ni hubiera sido trascendental, porque el 98 % de los
hombres nuevos no conocen al ex pitcher, incluyo a la crónica castrista.
Desde 1992 hasta hoy, el asunto supera los límites del relajo, no solo
van allá, sino que dicen que aquello es lo mejor y que ojalá lo tuvieran
aquí, Wade Boggs, HOF, es uno de los que ha confesado semejante
aberración.
Durante los 80’s, Guillermo Portuondo Calá (Juegos
Centroamericanos-1982) y Felo Ramírez, fueron a Cuba con credenciales de
prensa deportiva, Felo ha estado más de una vez.
En 1969, al inicio de la primavera (Febrero),
invitaron a Buck Canel, el MÁS GRANDE DE TODOS estuvo una semana, fue a
Cruces a ver a su amigo Martín Dihigo, de quien se había corrido su
muerte, se fue y en agosto escribió un comentario ácido contra el equipo
castrista que ganó la Serie Mundial “YANQUIS GO HOME” en Dominicana,
entonces lo catalogaron Eddy Martin y Elio Menéndez agente de la cía,
ANTICASTRISTA RABIOSO, Ambos en Granma en septiembre del propio 1969.
A Eddy Martin y al otro plumífero se les olvidó o
desconocían que Buck Canel había sido uno de los más activos miembros
del 26 de Julio en Nueva York entre la prensa americana, específicamente
NBC, por lo que, el 27 de enero de 1959, el propio tirano fue a
recibirlo al aeropuerto. Canel llevó a Joe Louis (el boxeador del
asesino, igual que Dimaggio su “player”) como regalo al sátrapa por la
“victoria”. CONTINUARÁ…
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