Aunque a algunos no les va a gustar leer
esto, la verdad está para predicarse sin cortapisas, aun cuando hiera
en lo más profundo y a veces nos cueste bien caro. Es así de sencillo, en La Habana acaba de haber un fraude casi masivo,
pero no de cualquier examen, sino del más importante en los tres años
de preuniversitario para los jóvenes aspirantes a carreras
universitarias, las “Pruebas de Ingreso”.
Días atrás no me lo podía leer, pero
tuve ante mis ojos el examen de historia que supuestamente se iba a
aplicar en la capital cubana. Se armó el revolico y todos pensaron que
al hacerse tan extensiva la prueba, de mano en mano en plena calle, la
cancelarían y aplicarían una nueva, pero no fue así. Pude haber sacado
un chirileak de los buenos, pero estaba casi seguro de que aquello no
iba a llegar tan lejos, y fallé. Resulta que efectivamente ese examen
que tuve en mis manos por colaboración de un fiel chiringuero no se
aplicó en La Habana, pero si en otras provincias, como en Mayabeque y
Artemisa, así que la solución al parecer fue mover las fichas del
dominó, y no cambiar la jugada.
La indignación me viene de cerca,
precisamente porque conociendo de este fenómeno varias amigas y amigos,
todos padres de estudiantes preuniversitarios, días antes de aplicar los
exámenes llamaron alarmados al Ministerio de Educación para hacer la
debida denuncia y solo obtuvieron por respuesta un ¨no se preocupen, eso es bola de la gente de la calle¨ o ¨eso no es más que una patraña del imperialismo para desestabilizar a la revolución cubana¨.
Parece mentira que a estas alturas nos
salga un funcionario al teléfono y ante semejante situación le espeten a
uno tan ridícula contesta, que más que respuestas, parecen frases
hechas tenidas a buen resguardo, como si se tuviera preparado de
antemano un manual de réplicas para tiempos de crisis.
Entonces no sucedió nada, y todo quedó como bola que corre y corre, como patraña imperialista.
Pero bueno, ya que estamos abordando el
tema de chismes y bolas que corren, y como ya nada se puede hacer para
que los que no estudiaron obtengan las calificación que de verdad se
merecen, voy a darles algunos datos en calidad de chisme y bola
callejera (pero que al final casi siempre resultan ser ciertos), que me
fueron suministrados por los afectados sobre los “raros hechos”
acontecidos hace apenas tres días en torno a los exámenes de ingreso.
1- Se dice que la prueba se filtró de la vocacional Vladimir Ilich Lenin, y que llegó a costar hasta 300 cuc cada una.
2- Según testigos,
fue larga la lista de personas que llamó y se presentó personalmente al
Ministerio de Educación para denunciar lo sucedido, pero nunca se
tomaron las medidas pertinentes para erradicar el problema.
3- Si bien las
primeras respuestas fueron casi sacadas de un manual anticrisis, después
se pasó a la variante dos, “Estamos analizando la situación y una
comisión fue asignada para estudiar las quejas de la población. Nunca
llegó respuesta alguna.
4- Dicen que
entre otros motivos, los exámenes no se cambiaron porque ya estaban
impresos, y el gasto en toner en la impresión de miles de pruebas y
papel que esto lleva fue demasiado, por lo que no era pertinente
reasignar nuevos recursos para una nueva tirada. De ahí que movieran los
exámenes a otras provincias, y los de las provincias hacia la capital.
5- Ya dieron la nota de Matemática, así que al parecer no hay intenciones ningunas de invalidar los exámenes.
6- Se rumora que
hasta el momento, el porciento de desaprobados es uno de los más bajos
de la historia, y que las calificaciones por encima de los 90 puntos
rayan en lo alarmante.
¿Y entonces?, tiene el
Ministerio de Educación respuesta a estas “bolas callejeras”. Sería
bueno una leer una aclaración al respecto, a fin de cuentas yo tampoco
soy de los que me gusta dejar que las bolas corran sin rumbo, y ahora
hasta los lectores también se quedarán con la versión de la bola
callejera; y bola de nieve que corre loma abajo, pudiera terminar siendo
una avalancha peligrosa. Pero…¿quién pude detener la bola de nieve
callejera? Las autoridades pertinentes del MINED, nadie más. Yo, como
los padres preocupados, los propios estudiantes y medio pueblo más, les
exigimos poner punto final a este feo capítulo. La bola, ¿de nieve? está
en la otra cancha.
Carlos Alberto Pérez
¨La Chiringa de Cuba¨
¨La Chiringa de Cuba¨
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